Paso 12

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"motívate"

Ya ha pasado una semana desde que empezamos a prepararnos para el robo del museo. Este par se ha esforzado bastante y el progreso es algo que me impresiona incluso a mí, no todo es perfecto pero tienen lo necesario para realizar el trabajo y espero que hoy sea el último día antes del robo al museo.

Estamos en mi casa, se ha vuelto una especie de cuartel, o al menos un lugar seguro donde reunirnos. Retomando la situación, estamos en la barra de la cocina repasando el plan sobre un croquis mal hecho que elabore de último momento.

-Las cosas son muy simples, entre comillas claro- comento mientras hago señas y sujeto un lápiz en mis manos -podemos entrar al museo por la entrada lateral, el área de descarga. Simple. Hay cámaras de seguridad así que debemos hacer esto con sumo cuidado, se mueven constantemente así que evítenlas a como dé lugar-

-un momento, Dante- interrumpió Mariet - ¿Qué pasará si nos topamos con un guardia o peor, si llega la policía?-

Respiré hondo. Era una buena pregunta una que no podía evitar y era cierto, debía decirles. Exhale.

-por fortuna hay solución para los guardias: gas pimienta, tengo para darle uno a cada quien, solo apunta y dispara, Lucciotto sabe de qué hablo- sonreí, apunte a Lucciotto con el índice y guiñe el ojo. Se ha volteado, que poco sentido del humor tiene.

-y si llegase la policía... Preocúpate por escapar, nada más- el resto parecía entender así que decidí seguir con el plan -para entrar podemos saltar encima de una camioneta que ha estado abandonada a un lado del museo desde hace años, de allí al muro y del muro pasamos al patio del museo- hice una pausa separando mi vista del papel para fijarla en mi equipo, es raro decir eso, hace mucho que no tenía un equipo.

-hemos estado entrenando para subir ese muro por un rato así que espero que salga bien, más que bien- volví la vista al papel y seguí dibujando flechas indicando el recorrido -hay escaleras para llegar al techo, pero hay una reja que corta el paso, podemos treparla por fuera con cuidado; les recuerdo que son tres pisos a subir y no querrán caer, una vez en el techo avanzamos otro poco hacia el balcón de la cafetería donde puedo abrir la cerradura con toda la calma del mundo-

-Pero...- esta vez interrumpió Carlos - ¿No activará una alarma la cerradura?-

Ese era un claro ejemplo de pregunta inútil

-Lucciotto... es un museo, no un banco ¿Quién se va a preocupar por un montón de cosas viejas que solo le interesan a personas viejas para sus colecciones viejas?- volteo los ojos y le miró con desaprobación -relájate-

Mariet tocó el hombro del pervertido con intención de animarle

-sigamos, una vez dentro tenemos que ir por un telégrafo y una espada, el telégrafo está en una sala repleta de medios de comunicación y todo eso-

- ¿Cómo lo sabes?- pregunto Lucciotto

-porque mientras ustedes pierden el tiempo me tomé la libertad de ir al museo y estudiarlo, solo por eso- al menos esta vez no preguntó nada estúpido -sala del segundo piso, hay tener cuidado porque el suelo allí es de una madera que rechina, piden con cuidado. La espada está en el primer piso, en lo que solía ser una taquilla, para evitar a los guardias podemos trepar por una estructura de metal que rodea toda la planta baja, es sólida, es cómodo subir y nos evitamos a los guardias- sigo dibujando el mapa del sitio, me gusta cómo está quedando -subiremos de nuevo al balcón y de allí nos iremos por dónde venimos con la técnica que les enseñe, corremos lejos y después tomaremos un café, tal vez chocolate-

Ambas personas sonreían ante mi propuesta, solo quedaba decirles algo

-saldremos está noche- dije con algo de inquietud -pero cuando salgamos, quiero que sepan que yo confío en su capacidad, en ustedes dos. Esta noche no quiero escuchar cosas como "no puedo", "no lo haré", "tengo miedo" no, no deben preocuparse, sé de qué son capaces y de que no, empiecen a creer en sí mismos y todo saldrá bien- levanté el puño de forma triunfal

Pero ahora la expresión de ambos cambio, la de Lucciotto era una mirada rígida y la de Mariet una de miedo

-escuchen, saldrá todo bien, les prometo que no les pasará nada y les diré otra cosa, recuerden porque hacemos todo esto, nos espera algo mejor a todos después-

-lo sé... Es, es solo que...- Mariet frotaba sus manos contra sus brazos -nunca había hecho algo como esto, tengo mie...-

La interrumpí, le callé y después le dije -no lo digas, dije que no lo dijeran así que no lo digas, todo estará bien-

Tomé asiento en un taburete y me relajé un poco -nos vemos esta noche, a las 8:00, sean puntuales- tenía cosas que preparar y ellos también de seguro -no rompamos el estilo ninja, Mariet debes traer ropa negra, que cubra todo tu cuerpo, tu piel blanca como leche será muy notoria incluso en la oscuridad y tú Lucciotto, puedes venir desnudo, total, negro ya estás-

Reí como foca con retraso mientras que Mariet se limitó a sonreír y ocultar su cara de la mirada de Lucciotto en tanto que este último me arrojó el lápiz que había olvidado en la mesa y reía, no tanto como yo pero si más que Mariet.

-Ropa oscura- dije después de mi escandalosa risa -los esperaré aquí y por favor, sean puntuales-

Ellos se fueron y yo me quedé en compañía de Yoko a quien alimenté de inmediato.

Subí a mi habitación y saqué mi mochila del armario, también saqué algunas armas pero pronto di cuenta que solo yo podría usar cuchillos, tomé uno entre mis manos y lo metí en la mochila.

Lo mejor era dejar en casa todo aquello que pudiera causarle daño a Mariet o a Lucciotto.

Descanse en el sofá de la sala mientras leía una de las historietas que había comprado recientemente y sin darme cuenta me quedé dormido. Al despertar faltaban apenas unos minutos para las 8:00 así que empecé a calentar y llamé a un taxi.

Usar taxi siendo un ladrón es poco elegante pero no podemos llegar de otra forma.

Llegaron mis alumnos, cinco minutos antes así que les di un repaso del plan

-estas serán sus mochilas, tienen lo que necesitan dentro de ellas- les dije mostrando lo que había dentro de las mochilas -y también un rociador de gas pimienta, este deberían llevarlo en el bolsillo, es para atacar rápido y tengan mucho cuidado, si les cae en los ojos les arderá como no tienen idea, no lo quieran averiguar es un dolor terrible y si lo inhalan profundamente puede cerrarles las vías respiratorias y bueno... ¿Alguno de ustedes tiene asma?-

-yo espero que no ¿Que tanto hay en la mochila?- preguntó Lucciotto

-am... Cosas, monedas, hilo de cáñamo... Son cosas muy insignificantes-

- ¿Y son útiles?- pregunto Mariet

-Eso deberías preguntárselo a tu imaginación-

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Hum... He pensado mucho las cosas y con el propósito de mejorar la calidad y la duración de esta historia he decidido que ya no se llamará más "como ser un ladrón en 90 días y no ser arrestado en el intento"

No había encontrado un buen título hasta ahora y creo que estaría bien separarme de la historia de Mí para que no se clasifique la historia automáticamente como plagio solo por el nombre.

Dicho esto les presento el nuevo título de la historia

"180 días de robo"

Es más corto, más sutil y dada mi tendencia a narrar día por día creo que quedara genial.

Ojo: La historia se seguirá contando por pasos me gusta esa idea

Y bueno poco más

Referente al capítulo de hoy la curiosidad me pone indeciso pero les diré esta:

¿Alguna vez se han rociado con gas pimienta ustedes mismos? Porque yo sí y les aseguro que no es agradable

Y ya nada

CLAY...

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