Paso 28

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"organizate"

¿Tienen idea de lo difícil que es asistir a clases, trabajar, hacer planes para acosar a los grandes líderes de mafia y todavía tener tiempo para deprimirse por su ex?

Afortunadamente no tuve que preocuparme de ir a clases esta semana, cosa que se me va a costar.

Este es de los planes más sencillos y peligrosos que he hecho, la peor parte es que no recibiré un centavo.

Julio, el encargado de llevar la loza en la camioneta para el evento, me hizo el favor de traernos a mí y al resto.

-muy bien, los necesito pulcros y bien presentados- le hice la señal a Mariet para que ajustara su moño negro -no vamos a hacer prácticamente nada, solo vigilar a estos sujetos-

Es un evento en una hacienda en medio de la nada, la policía tardaría en llegar allí si algo malo pasaba.

Por mi parte no llevaba más equipo del necesario, ya saben, equipo de mesero: un encendedor, una navaja Suiza con descorchador y una servilleta de tela, ah es verdad, me olvidaba del micrófono de solapa y un comunicador para estar al tanto de lo que BlackWolf tenga que decir.

El pervertido terminaba de limpiar sus zapatos mientras pasábamos a lado de los olivos que cercaban el terreno de la hacienda.

-Gracias Julio, nos vemos pronto- me despedí antes de bajar de la camioneta.

- ¿Y ahora qué?- me preguntó Mariet después de bajar

-Básicamente, trabajar- dicho esto entramos en el edificio, tomé una silla y me senté.

-Dante... ¿Qué estás haciendo?-

-trabajando-

No soy estúpido, no pienso mover un solo dedo de forma gratuita.

Los verdaderos meseros sí que trabajaron y cuando terminaron de asignar mesas me acerqué al capitán.

-Hola David ¿Puedo pedirte un favor?-

-Dante... Ah... ¿Que necesitas tú bab... Bandido? Ja, ja-

-Necesito la mesa de un señor de apellido Lemantour, por favor- le dije tratando de ignorar el hecho de que me llamó baboso

-Déjame ver qué podemos hacer...- revisó su tabla, realmente no quiere ayudarme pero no tiene opción.

En cierta ocasión me pagaron para que cortará los frenos de su auto, y lo hice, sin embargo le avisé que le cortaron los frenos antes de que se estampara a cambio de un favor.

-Es la mesa 27, solo te pido que me atiendas bien a los señores, tú sabes bien quienes son-

Después de eso llevé a los chicos a ver el salón.

-Mariet, ¿Te quedas conmigo? Necesito a alguien a mi lado y qué el otro se quedé en los palcos para vigilar-

Ella aceptó. A Lucciotto lo llevé a la parte de arriba, estaba más o menos satisfecho de que no lo llevará donde la multitud.

-solo quédate aquí y vigila, si algo malo pasa manda un mensaje, mi teléfono está en vibrador-

Después de bajar tomé el arreglo floral que estaba sobre la mesa y oculte el micrófono la gente llegaría en algún momento.

- ¿Esto será aburrido?- preguntó Mariet

-No mucho, suelen ponerse interesantes estos eventos-

Un poco más tarde llegó el primer invitado de nuestra mesa, el gobernador O'Netto. Desde luego lo recibí.

-Un gusto tenerlo aquí ¿Le ofrezco algo de tomar?-

Desde luego si reacción fue bastante nerviosa. Hace un año cuando estaba en campaña me pagó para sabotear al candidato contrario, haciendo públicas una gran cantidad de contenido sádico y poco apropiado para un hombre heterosexual recién casado que quería tomar el mando de esta ciudad, a cambio yo recibí cierta impunidad contra algunas leyes.

- ¿Dante?- tragó saliva - ¿Qué haces aquí?-

-no señor, no me llamo Dante, me llamo Alberto Del Rio y usted y yo no nos conocemos- me acerqué un poco más -recuerde que yo le serviré la comida-

- ¿Eso es una amenaza indirecta?- me preguntó limpiándose el sudor de la frente

-No. No es una amenaza indirecta, es directa. Déjeme trabajar y todo estará bien, el trabajo no lo involucra, no haga las cosas difíciles-

El gobernador se limitó a asentir y tomar asiento. Me siento como el hijo de perra más afortunado de la ciudad.

- ¿Alberto Del Rio?- me preguntó Mariet acercándose un poco.

-Es uno de muchos nombres que utilizo, deberías pensar en uno, no te presentes como Mariet-

Dos horas más tarde estaban sirviendo el postre y lo único que habían comentado estos sujetos eran conversaciones sobre el nuevo gobierno. Lemantour estuvo bastante callado y el gobernador me observó muy seguido, cuando eso pasaba me encargaba de servir más vino en su copa.

*- ¿No resultó ser un trabajo muy difícil, cierto?-*

Escuchaba a BlackWolf por el auricular inalámbrico de mi oído, me gusta porque está perfectamente camuflado como un aparato para la sordera.

-No... Comerán y tal vez después quieran hacer algo- dije levemente, el ruido de todas las mesas me permitía hablar con confianza.

A Mariet le iba de maravilla, estos hombres le han dado billetes por cada trago que les sirve y su éxito se refleja en su sonrisa.

Una vez terminado el postre empezaron a hablar en verdad. Y el primero fue Lemantour, quien alzó su copa y propuso un brindis.

-quiero brindar por el gobernador, gracias a él todo esto ha sido posible-

Esto se pondrá interesante.

-Para mí y para mis colegas es un gusto saber que tomó la decisión correcta-

Por lo que entiendo, O'Netto dejó entrar al crimen organizado a la ciudad después de que estos le presionarán. Las disputas entre policías y criminales bajaron drásticamente haciendo la ilusión de vivir en una ciudad más segura.

Uno de los amigos de Lemantour toma la conversación por otro lado.

-Bien, con el permiso del gobernador quisiera hablar sobre otro problema que nos afecta a todos vaya- les señala a todos -Y es el desgraciado de Udarov, al menos tres de mis cargamentos se vieron afectados por sus hombres-

- ¿El micrófono esta encendido?- pregunté por el auricular

*-encendido y grabando-*

-Pues sí pero... Las armas que cargan sus hombres son otro nivel, perforan todos los chalecos- afirma otro de los hombres allí presentes

-Yo digo que hay que hacerle una emboscada- propone uno de los amigos del gobernador

- ¿Bueno tú estás pendejo o que hijo? ¿Ya se te olvidó que nadie sabe dónde encontrarlo?- le dijo Lemantour

-Yo no estaría tan segura- dijo una mujer, la única de la mesa. Ella controla todo lo relacionado con trata de blancas y prostitución.

- ¿Y por qué no?- preguntó el gobernador.

-Se supo de un chico, un chico que se metió con una de las propiedades de Udarov y aún vive para contarlo- colocó un cigarro en su boca mientras yo le daba fuego para encenderlo.

- ¿El chico? ¿Y quién es él?- pregunta Lemantour.

-Un ladrón... Su nombre es Dante pero la mayoría se refiere a él como Shadow-

Otra vez ese nombre...

- ¿Un ladrón? ¿Quieres decir que un ladrón pudo escapar de Udarov?-

-Ah ya sé de quién hablas, fue el que te ayudo en campaña Noel ¿Verdad?- fue el amigo del gobernador quien dijo eso.

El gobernador me observó de inmediato y contestó algo inseguro de su respuesta

-Pues no se... Podría ser, ya pasó mucho tiempo-

- ¿Cuál dijiste que era su nombre?- preguntó uno de los hombres, poniéndome nervioso.

-Dante...- respondió la mujer -Cariño hazme un favor y tráeme más whisky- me dijo, le dije a Mariet que me lo trajera

- ¿No es el mismo que le destrozo el laboratorio a los Díaz?- preguntó Lemantour

-Fíjate que sí, si es el mismo- respondió el amigo del gobernador

-Entonces está muy claro lo que tenemos que hacer- se levantó -lo buscamos, le pedimos que nos diga dónde está Udarov para emboscarlo y asunto resuelto- exclamó Lemantour

-No ¿Cómo crees? No va a querer meterse con Udarov de nuevo, además el no gana nada- dijo el gobernador

-Allí te equivocas, Noel. Le decimos que si nos ayuda le pagamos la deuda que tiene con Díaz y ya está, todos ganamos, con Udarov fuera del juego vamos a tener muchísimo más territorio y más enlaces porque sus clientes nos van a buscar, vas a ver-

Esto... Me empieza a incomodar...

- ¿Y para encontrarlo?- mencionó el gobernador

- ¿Qué pasó? ¿Me vas a decir que no te dio su número la última vez?- le dijo Lemantour

-No, pues... Pues sí pero... Ya sabes cómo están las movidas, no creo que lleve el mismo número-

-Tan fácil como esto, probamos con tu número y si no pues le decimos a Díaz que nos de su dirección, el la debe de tener, este ladrón le ha estado haciendo pagos-

Todos asienten, están de acuerdo con el plan, si supieran que los estoy escuchando... Suena tentador la oferta de saldar mi deuda pero... Traicionar a Udarov no me parece muy inteligente.

-Y si todo sale bien... ¿Qué día deberíamos hacerle la sorpresa a Udarov?- preguntó uno de los amigo de Lemantour.

-Pues falta poco para las fiestas de Navidad, ya sabes cómo se pone la ciudad por esas fechas, yo creo que ese es el momento adecuado- dijo el amigo del gobernador.

-Tampoco hay que adelantarse ¿Y si el ladrón no quiere ayudar?- dijo O'Netto

-Pues lo matas, es ladrón, dices que puso resistencia y ya no te manchas las manos-

Siento un sudor frio recorrer mi cuerpo. Mis piernas se han vuelto gelatina.

-Pues sí, lo matas y ya; le vamos a pagar sus deudas y todavía se va a poner delicado pues no, así no vamos a llegar a ningún lado-

El gobernador me mira, sabe que estoy allí, escuchando todo.

-Oye... Este ¿Y si le vamos a pagar la deuda?- les pregunta, es casi como si quisiera convencerme.

-Eso mismo estaba pensando- le dijo uno de los hombres

-Pues yo si le pensaba pagar- dijo Lemantour -Pues si ¿O no? Ya le ayudó a nuestro gobernador, nos va a ayudar ahorita, con suerte y nos ayuda en un futuro. Hay que llevarla bien ¿No creen?-

Me encargo de llenar sus copas...

Me acerco a Mariet, es hora de irnos.

-Yo digo que hay que marcarle de una vez-

-Sí, hay citarlo ¿Cuál es su número?-

-Cuarenta y cuatro, cuarenta y cuatro, noventa y seis, cincuenta y tres, ochenta y siete-

Estaba tan ocupado hablando con Mariet que no me di cuenta de lo que hablaban a mi espalda. Íbamos a ir por Lucciotto cuando mi teléfono empezó a vibrar. No había música así que todos en ese lado del salón lo escucharon.

-Mesero ¡Ven!- dijo Lemantour

-Ve por Lucciotto- le dije a Mariet antes de ir

-Tráenos unos shots de tequila y vienes-

Fui por los tragos pero dudé mucho si regresar o no, antes de hacerlo puse mi teléfono en silencio.

-Aquí está- les dije, como lo supuse, Lemantour llamó y no hubo ruido pero algo me dice que sospechan quien soy

Me hizo una señal para acercarme y fui con él desde luego, saco un billete de su bolsa y me lo dio

-Gracias por el servicio ¿Me puedes pasar tu número? Por si un día lo requiero-

No soy tan estúpido para darle mi número pero me limité a decirle que no ofrecía servicios personales, intenté irme pero me sujeto del antebrazo.

-Insisto-

Me dio papel y lápiz para anotar

"01-800-999-80-80"

-Me parece adecuado ¿Cuál es tu nombre?- preguntó

-Alberto, Del Rio- respondí con una sonrisa perfectamente fingida

En cualquier segundo esto se iba a salir de control, afortunadamente la música se reanudó, un pianista comenzó a tocar desviando la atención de todos y dándome tiempo para escapar.

No sé dónde están los otros pero eso es lo de menos, al entrar en la galería me encuentro con alguien muy particular.

- ¿Qué haces aquí, Dante?-

-Iba a preguntar lo mismo, señorita- era Karai, vestida elegantemente con un vestido rojo que acentuaba su cintura, era un vestido coqueto, no tan descubierto como el de una prostituta.

-Recibí una invitación- sonrió

-Entonces imagino que no vienes sola-

Quise pasar de largo pero ella no me dejó.

- ¿Necesitas ayuda?-

¿Qué clase de pregunta es esa?

-No necesito tu ayuda, traidora- le dije intentando irme pero nuevamente me detuvo.

-Sí, si te utilicé para ganar dinero y todo eso pero también quiero ayudarte, aún te tengo mucho cariño-

¿Exactamente qué quieres de mí? Me gustaría que fueras clara al menos una vez.

-Tengo que irme- le dije

-Adiós, gato-

No sé ustedes, pero que te digan gato en un evento dónde eres mesero es claramente un insulto.

Y fue allí, al salir de la galería que los vi, Lucciotto era el pianista y estaba cantando.

No puedo creerlo, canta muy bien, la gente lo observa.

- ¿Así que ese es tu nuevo equipo?- preguntó Karai -Felicidades, conseguiste buena distracción ¿Que estás robando el día de hoy? ¿Un collar de diamantes? ¿Un abrigo de pieles?-

-Solo grabó información, ahora debo irme-

- ¿Información? ¿Te mando Udarov?-

-Eso no debe importarte, ya hiciste demasiado-

Apenas terminó Lucciotto, lo hice venir, entre aplausos él se retiró del escenario y pudimos irnos del evento.

Mañana mismo iremos a ver a Udarov para mostrarle lo que conseguimos y espero, espero que no me corten el cuello por lo que va a escuchar.

Mariet, a ti te aprecia, pídele que no nos mate.

~•~•~••~•~•~•~•

Y volvemos a la trama.

Perdón si me desvió, sé que los últimos dos capítulos fueron flojos pero espero que no sean motivo de que abandonen el libro.

Cómo sabrán (o no) he trabajado como mesero en estos últimos meses y se sorprenderían de saber todo lo que se puede escuchar. Inevitablemente me sentí tentado a contar un poco desde la perspectiva de Dante.

A propósito, Dante tiene una contraseña que quienes le mandan mensajes tienen que poner ¿Adivinan?

Callers Laughter At You...

Eso es todo por ahora, voten, compartan por favor.

CLAY...



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