Kirisha.

Tengo tres meses viviendo aquí, me costo trabajo salir del país, pero ya tenia un plan de escape en caso de que ese tipo me buscara, mi padre me habia dicho que si le pasaba algo, no lo dejara acercarse pues era caótico, irracional y demasiado explosivo.

No es que tuviera la mejor relación con él, después de todo soy la hija de su amante, pero no puedo hablar nada malo, pues en realidad mi padre siempre nos ayudo en todo y estuvo lo mas que pudo conmigo, puedo decir que tuve una figura paterna, incluso estuvo cuando mi madre enfermo.

Ahora que murió no pude asistir a su funeral, no podía presentarme como la hija ilegitima del Hyungnim, así que me mantuve al margen, pero Namjoon supo de mi de todos modos, los documentos que el me dejo son importantes para la mafia coreana, pero no se los dejaría a Namjoon porque siente que no esta preparado.

Mi padre me heredo un problema, pues mi hermano tardo menos de lo que pensé en buscarme, tuve que ocultarle a mi novio a donde iría, pues lo pondría en peligro también.

Como mi madre nació en Rusia, no tuve problemas en adaptarme aquí, además de hablar el idioma, mi madre tenia amigas que me ayudaron sin pestañear, aunque trabajar en un bar no era una de las mejores opciones, era mas seguro esconderme en territorio enemigo.

—Kirisha tienes que irte —Moni entro a los camerinos, recogió mi ropa del suelo y me la entrego.

—¿Que? ¿Por que?

Escuchamos que la música que detuvo, la sangre se me congelo, era imposible, este bar es del pakhan, no puede meterse aquí sin causar problemas, apenas iba a correr hacia la salida cuando alguien me obstruyo la salida.

—¿Ibas a algún lado? —la sonrisa de este tipo la reconocía muy bien, lo vi con mi padre algunas veces.

—Hoseok.

—Me recuerdas, que linda, pero es una pena nos tenemos que ir.

Tapo mi boca y sentí que perdía la conciencia rápidamente, maldita sea.