1; Tomándose de las manos ✿

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Eran muchas cosas que Eren amaba de su novio, sus preciosos ojos, sus bellos labios, su sedoso cabello, su piel suave y blanca como la nieve. Entre eso estaban sus manos, pálidas, delgadas, finas. Cada vez que el tenia la oportunidad, les miraba, observando lo bonitas que eran, dignas de una persona como Levi.

Y es que al parecer todo en Levi era hermoso, agraciado.

Pero luego miraba las suyas, no eran tan delicadas como las de Levi, eran delgadas, si, pero no llegaban a ser tan bonitas como las de su novio, aveces creía que iba a desgraciar las manos de su pareja por tocarlas.

El no las cuidaba tanto como su novio, Levi compraba cremas para la re sequedad, para el sol, para días nublados, para cuando las sintiera rasposas. Encanta de cuidar sus manos, era por eso que seguía preguntándose por que el aun le dejaba que le tomara de su mano.

Se repetía que no debía estropearlas pero con tan solo un toque, no quería soltarlo. Se amoldaba perfectamente con la suya.

  — Bastardo, te estoy hablando.

La voz serena de su novio llego a sus oídos, haciendo que este enfocara la vista en el rostro de su amado novio. Sus ojos grises le veían confundido, su entrecejo como siempre fruncido y sus labios estaban un poco torcidos.

  — Oh, lo siento— sonrió con vergüenza desviando la vista. Eso solo aumento la confusión del pelinegro quien soltó un suspiro y dejo su libro, cerrándolo para mirarlo atentamente.

  — ¿En que estabas pensando, Eren?

  — En que me gustan tus manos. 

No había necesidad de mentir, el no lo hacia.

  — Bueno, gracias, pero son unas manos normales, no le pienses tanto. Haces una cara de idiota que me preocupa por si te quedaste en otra dimensión y no aquí, conmigo.

Eren pensó en la palabra que uso su novio para describir sus manos, ¿normales? Anda ya, que eso no era verdad. Nada en Levi era normal, todo en el... era irreal, hasta su mal genio que cargaba.

En la forma que raras veces sus labios se curvaban hacia arriba mostrando una de sus pequeñas sonrisas que le hacia sentir especial, cuando el si era una persona normal.

Eren se sentía la persona mas normal del mundo, pero cuando estaba junto con su novio, parecía ser como si hubiese destellos a su alrededor, corazones, flores, una escena que demostraba como adoraba estar con su novio, pasar tiempo con el, atesorarlo como algo único e irreal, algo precioso y maravilloso.

  — Tus manos no son normales, son bonitas, las cuidas mucho. En cambio mis manos si son normales— discutió con un puchero sobre sus rosados labios.

  — Eren— soltó otro suspiro con algo de diversión.— Estamos hablando de manos, mis manos, si, las cuido, pero son normales, todo en mi es normal— se encogió de hombros dando por finalizar esa conversación extraña con su novio.

  — Tu no eres normal...

Levi miro a su novio con interés levantando la ceja, una pizca de diversión estaba en sus ojos al mirarle tan determinado. 

  — Entonces, ¿como soy, bastardo?

Levi no espero la siguiente respuesta.

  — Perfecto— toda la sinceridad que pudo usar la dejo en esa palabra, sin dudar le miro a los ojos con una sonrisa algo coqueta sobre sus labios. Los colores no tardaron en llegar a las mejillas de Levi quien comenzó a sentir un montón de cosas dentro suyo, demasiada calidez.

— Deja de decir estupideces, la persona perfecta no existe— dirigió la mirada a otro lado que no fueran los ojos verdes de Eren, una total perdición para el. 

— Entonces, soy afortunado por que la encontré.— la sonrisa coqueta solo se hizo mas grande al ver como su novio estaba mas rojo, de vergüenza pero amaba verlo en situaciones así donde no podía esconder su sonrojo antes sus palabras.— Deberían poner tu nombre como sinónimo de perfección— termino con un guiño.

Levi atino a rodar los ojos, por que aunque Eren lograba ser romántico y ponerlo de cabeza, algunas veces llegaba a matar el momento por sus comentarios bobos, como el que acababa de hacer.

  — Debería darte una buena patada en el culo— se cruzo de brazos frente a el. Eren soltó una pequeña carcajada.

  — Oh, vamos, adoras mi culo como para dejarlo mal.

  — Tienes razón, por que mejor no vamos a mi casa y lo demuestro. 

Eren sintió sus mejillas enrojecer, parecía que los dos podían jugar a su juego para ver quien se ponía mas rojo que un tomate, por ahora el iba ganando pero Levi, el chico perfecto, tenia muchos As bajo las mangas.

   — Tu no pierdes el tiempo, chico perfecto— se levanto de su lugar para tomar su pequeña mochila y ponerla sobre un hombro, Levi hizo lo mismo.

    — Cállate bastardo.

Antes de salir del local donde se encontraban rápidamente Levi tomo su mano, entrelazando sus dedos, Eren sintió una vez mas su piel suave contra la suya y retuvo un suspiro que quiso brotar de sus labios.

Tal vez su mano era normal comparada con la de Levi, pero jamas lo soltaría.


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