-Ah!~... S-Solo un poco mas~... Sa-Saga...- Jadeaba él menor de los gemelos, estaba recargado de frente contra la pared, su respiración era agitada.

-Ka... Kanon... Esto... Esto no va a funcionar... Da-Date la vuelta- Ordenó él mayor separándose un poco de su igual, el nombrado hizo caso y se posiciono frente a al otro.

-¿Así?... Uff... Esto...- Habló tímidamente, estaba avergonzado, su rostro lo decía.

-Tranquilo... Bien ahora lo aré un poco mas fuerte... Si quieres sostente de mi, para no caer- Llevó las manos de su hermano al rededor de su cuello y este lo abrazó... Cómo lo había dicho, aplicó mas fuerza ganando un gemido del sometido.

-¡Esto no va a funcionar!- Soltó en un grito al sentirse oprimido.

-Tal vez... ¡¡Si dejaras de comer tantos dulces, este pantalón te quedaría como guante!! ¡¡¡Sabía que en algún momento pasaría!!!- Había explotado... -Kanon, deja de pedir esa talla... Sería MUCHO mejor que compraras un pans... O un short... O simplemente hacer ejercicio...- Estaba desesperado, ya había dejado de forzar el cierre de ese pantalón azul que le había gustado tanto a su igual...

-¡No digas eso!- Trataba de recuperar el aliento. -... ¡Señorita! ¡¿Tiene una talla mas grande?!- De ninguna forma dejaría ese pantalón, habían recorrido casi la mitad del centro comercial y ese es el único modelo que le había gustado.

-¿Eh? ¡Ah! ¡Si! ¡En un momento se lo traigo!- La señorita se limpió la poca sangre que brotaba de su nariz por la escena y se fue a buscar.

-¡¡¡Que sea dos tallas mas grande!!! ¡¡¡Si se puede que sea cinco o seis!!!- Le pidió antes de irse por completo, ganando un pequeño golpe, cortesía del menor.

~ o ~ o ~ o ~ o ~ o ~

-Eso... Fue vergonzoso - Se quejó el mayor, su mano izquierda cubría su rostro, mientras que la derecha era tomada con insistencia por su igual.

-Owww vamos Saguis~... Me pondré a dieta y aré ejercicio- Se estaba recargando en el brazo del mayor sin soltar su bolsa de compras, mas se detuvo al ver un puesto de helados. -Ammm... Y todo eso a partir de mañana... ¿Me compras uno?~- Suplicó, haciendo esa mirada tan tierna que le encantaba al mayor.

-... Hmph de acuerdo... Vamos- Termino aceptando, nunca había podido resistirse a esos ojitos tan bellos de su igual.

Kanon pidió un helado de doble chocolate con galleta y Saga uno de vainilla, se sentaron en una de las mesas de ese lugar y comenzaron a platicar sobre cualquier tema, reían con los recuerdos de sus amigos e incluso con sus malos recuerdos, bromeaban y de vez en cuando se regalaban miradas picaras.

-¿Sabes? Kanon, tal vez no fue tan mala idea venir juntos de compras... Hacia mucho que no pasábamos tiempo juntos...- Sonrió de lado mientras terminaba lo óptimo de su helado, cuándo lo termino dirigió su mirada a su hermano, sintiendo un ligero calor en sus mejillas al verlo comer... Una idea surgió rápidamente. -Oye~... Y si... ¿Te ayudo a hacer ejercicio?- Propuso recargándose en la pequeña mesa.

-¿Enserio?... ¡Eso sería fantástico!- Sus ojos brillaron y una sonrisa se formó en sus labios, esa pequeña idea lo emociono bastante. -¿Cuando empezamos?- Termino su helado y se levanto.

-Pues... Esta misma noche... Aun que no me molesta que estés pachonsito... - Se levantó de igual forma y abrazo a su igual, alejándose juntos.

-¡¿Qué?! ¡Pero esta noche quiero dormir! ¡Mejor mañana a primera hora!- Infló sus mejillas y se cruzo de brazos... No había entendido la indirecta del mayor...

-Je... Vamos Kanito~... Seguro que para mañana no podrás caminar~- Canturreo en voz baja siendo ignorado por su contrarió.

Aveces el mayor podía ser tan pervertido... Como amoroso y cariñoso, consintiendo a su hermanito con muchos pastelillos y golosinas, eso es algo que el menor amaba.