Día 9: El misionero

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Pov. Normal.

Gold y Fred acaban de llegar de una de esas fiestas de empresarios organizada por el abuelo del albino, una fiesta aburrida, en la cual Fred estuvo tomando ya que Gold no lo vigilo lo suficiente. Ahora el pobre del albino tenía que soportar a su novio ebrio. Camino por la mansión hasta llegar a su habitación, tenia a su novio casi colgado de su cuello.

-Aggg, Fred ya llegamos, ya sueltame.-decía el albino apartando a su novio, el cual se negaba.

-¡Ay! No seaz amargado Gold. Solo estoi siendo un poquitin cariñoso hoy hahaha.-decía mientras se pegaba más y besaba el cuello de su novio.

-Fred no, sabes que no me gusta hacer nada cuando estas ebrio.-apartó a Fred, odiaba que su novio se pusiera ebrio.

-Puffff, amargado. Solo fue unas cuantas copas chiquitas.-Gold lo ignoraba.-oyeeee~-se acercó otra vez al albino y lo abrazo por la espalda.-No te enojes~ vengaaaa~ una sonrisita~

-Fred. Ya te dije que__-justo cuando se dio la vuelta, Fred lo tomo del cuello y lo beso. Al principio trato de alejar a Fred, sabía a vino y martini, pero para que negarlo, ese chico sabía perfectamente como provocarlo.-Ahhh...te dije que no Fred.-dijo al separarse por falta de aire.

-Lo se. No estoy diciendo que vamos a hacer algo, pero tal vez este demasiado ebrio como para...no se...quitarme el traje sólo.-decía mientras se quitaba la corbata de la manera mas sexy que había.

Gold miro a su novio, el cual se iba desabotonando la camisa poco a poco, dejando a la vista sus marcas rojas hechas por él, haciendo que sintiera la necesidad de volverlo a hacer suyo, y lo que hizo que su hilo de cordura se largara, fue cuando Fred se sujeto nuevamente de su cuello y paso una mano por su pantalón, eso vasto para que Gold empezará a besar a Fred otra vez, de forma salvaje y mordiendo su labio inferior, poco a poco llegaron a la cama y se posicionó sobre él.

-Ahhh...odio cuando me provocas.-decía Gold besando el cuello de Fred.

-Mmmhhh~ pero te gusta. Admitelo~ ahhh~

El mayor siguió besando el cuello de su novio, dejando más marcas rojas en el y volviendo a marcar las que ya estaban allí; se deshizo de la camisa del menor tirandola por allí, empezó a besar el cuerpo del peli-negro llegando al pezón del chico, empezó a lamer, morder y jugar con uno de esos dos botones rosas y duros.

-Ahhhh~ Gold...mmm~-gemía Fred al sentir la lengua de su novio en su sensible pezón.

Gold siguió jugando un poco, mientras que una mano la pasaba por encima del pantalón de Fred, después de eso, quito toda prenda de su novio, dejándolo completamente desnudo, antes de empezar a preparlo, decidió jugar un poquito con el miembro de su novio, haciendo lo mismo que él le hizo hace unos días. Metió el miembro de Fred a su boca, haciendo que el chico gimiera más y más.

-¡¡GOLD!! Ahhh~ más, más~

Minutos después el peli-negro se corrió en la boca de su novio, haciendo que se tragara todo. Gold se apartó relamiendose los labios, su novio aún seguía erecto y excitado, así que empezó a preparar a su novio metiendo poco a poco sus dedos en el interior del menor. Fred gemía como loco, quería que Gold lo penetrará ya mismo, el albino al ver esa expresión en su pareja, saco sus dedos y se acomodo entre las piernas del menor, entro de una embestida, tomó las manos de su novio poniéndolas a ambos lados del menor, ambos jadeaban y gemian muy cerca de sus rostros, sentían la respiración uno del otro mientras el mayor se movió rápido, las piernas del menor se aferraron a la cintura del mayor.

-Ahhh~ Ahhh~ G-Gold ahhh...t-te amo~ Ahhh.-gemía Fred casi con la lengua de fuera por la excitación.

-Nggg...yo...También te amo~-decía Gold entre jadeos.

Ambos se unieron en un beso, aumentando las embestidas dadas por el albino, las lenguas de ambos luchaban por ver quien guiaba aquel beso tan apasionado, al separarse por falta del aire, unidos por un brillante hilo de saliba, el albino empezó a besar y morder el cuello de su novio mientras le daba las embestidas más y más rápidas y duras.

-¡¡¡AHHH!!! ¡GOLD ME CORRO!!! ¡ME CORRO AHHHH~!!-gritaba el menor de placer

Después de eso, Fred se corrió, seguido de Gold al sentí como las paredes anales de su novio apretaba deliciosamente su miembro.

-ahhh...ahhh...eso...fue muy rápido...-decía Fred con la respiración agitada.

-¿Quien dice que ya terminamos?

Dicho eso, el albino de abalanzó sobre su novio, esta sería una noche larga.

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