Hoseok.

Desde que soy un adolescente disfruto es hacer mi trabajo, los Kim siempre han sido mi familia, mi padre les fue leal hasta su muerte y yo haré lo mismo.

Pero para ello debía tener el don de proteger a lo que amo, de que mi locura sirviera para un proposito.

El matar me gusta, el volar cosas las adoro, así que el miedo es algo que no había conocido, hasta que Bumi apareció.

Miedo de que me viera como soy en verdad.

De que se asustara del monstruo que puedo llegar a ser.

Porque no cambiaré nada de lo que soy, aunque ella no me acepte, quiero conservarla cerca pero quiero que sea porque lo desea.

—Aquí están.

Arroje las cabezas de quienes encabezaron los ataques.

—Mierda Hoseok, pudiste traerlas en una bolsa.

—No estoy de humor, también deje a ese sujeto amigo de Kirisha, lo estaban torturando por información.

Seokjin y Namjoon me miraban serios, el verme sin una sonrisa en el rostro es señal que no deben molestarme.

—Iré a ducharme.

—Tu pastelera esta en tu habitación.

Apreté el pomo de la puerta antes de salir, me encamine a una de las habitaciones de los invitados no estaba listo para enfrentarla ahora.

Me desnude entrando a la habitación y camine así hasta la ducha, abrí las llaves para regular la temperatura y la imagen del espejo me hizo girar.

Estaba lleno de sangre, la cual se secaba alrededor de mis tatuajes y viejas cicatrices, todo recordatorio de que lo hice en estos años. Esta es la vida que escogí y en verdad no me arrepiento de nada.

Algo más se reflejo una mirada tierna y llena de lágrimas, una mirada que no me sentía capaz de soportar.

—¡Hobi!

Salto y me abrazo, yo me quedé inmóvil, separo su rostro de mi pecho y entré hipidos empezó a buscarme heridas.

—Estaba muy asustada, temía que algo te hubiera pasado, kirisha no sabia nada de ti, tu jefe solo me dijo que volverías.

—Bumi —seguia llorando —Bumi.

—¿Mmh?

—Te estas llenando de sangre.

Su pijama rosa estaba cubierta de sangre ahora, de observo y me volvió abrazar.

—No me asustes así de nuevo, por favor Hobi — quería tocarla.

¿se me permite tenerlo todo?

—Te amo Hoseok.

—El maldito universo está de mi lado —la escuche reír —te amo pastelito.