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Jimin se encontraba en un gran jardín lleno de rosas rojas. Eran tan hermosas, algo que jamás había visto. Todo era cálido en ese lugar tan hermoso. ¿Qué hacía aquí? ¿Por qué estaba en un lugar como este? Miro el hermoso lugar caminando por un pequeño camino, Jimin estaba descalzo sintiendo la tierra entre sus dedos, se sentía húmeda pero refrescante para su gusto.

Era el lugar más tranquilo, se sentía paz, siguió caminando a pesar de no saber qué camino tomar o si llegaría a algún lado. A la vista ve un gran árbol color rosa, era un cerezo muy grande y hermoso. Alado pudo observar que había un gran tronco con una figura de un hombre sentado en él, contemplando la gran vista.

Jimin caminó más rápido hasta llegar al hombre sentado en el tronco, sus ojos se abrieron mirando al hombre que estaba contemplado armoniosamente: Era "Kim TaeHyung"

Este lo miró con sus orbes cafés sonriéndole con una sonrisa cuadrada, no sabía el porqué estaba ahí, ¿qué estaba pasando?

—¿Por qué no te sientas y hablamos un poco?. —le dice palmeando el tronco.

Jimin lo hace y mira la hermosa vista. Seguía en un pequeño shock.

—Es hermoso este lugar ¿No crees? —dice mirando el hermoso sol dorado combinado con una naranja.

—Si, lo es. ¿Qué es este lugar? ¿Qué haces aquí solo? —Pregunta Jimin.

—Porque pedí permiso para venir a verte Jimin.

—¿Para qué querías verme?

—¿Quería decirte que te agradezco por cuidar a mi hijo Soobin. Y por verlo como tuyo. —Le dice tomando la manita regordeta de Jimin. —Gracias por eso. También por amar mucho a mi Jungkook, sé que él sufrió mucho con mi muerte, pensé que nunca amaría a nadie más hasta que te conoció.

Jimin sonríe, la calidez de su mano se sentía extraña.

—No es nada, amo a Jungkook como no tienes idea, también a Soobin, es un niño hermoso y encantador.

TaeHyung suelta una pequeña lágrima, que brillaba con La luz del lejano sol.

—Yo quería verlo crecer, pero desgraciadamente me quitaron ese derecho. —Su voz sonó entrecortada llena de dolor.

Jimin captó lo que él quería decir.

—Bueno diste la vida por tu hijo y eso es algo muy valiente TaeHyung, diste tu vida por la de tu pequeño a pesar de saber que no lo volverías a ver. —le dice para confortar, pero este niega con la cabeza derramando más lágrimas en el proceso.

—No fue así Jimin —Susurró. —Yo no iba a morir dando a luz a mi hijo.

Jimin lo mira confundido.

—¿Cómo?

TaeHyung suspira y toca su vientre, donde Jimin tenía a sus dos pequeños creciendo. Otra lágrima se deslizó sobre su mejilla.

—Yo estaba bien cuando entré en labor de parto, pero ella me arrebató la vida.

De pronto el lugar se llenó de oscuridad mirando el cielo estrellado, había un fuerte viento soplando el gran árbol soltando las pequeñas hojitas rosas sobre ellos. Jimin miró al castaño retirar su mano de su vientre y dijo algo que puso los vellos de punta.

De pronto miró el cuerpo del castaño desvanecerse al igual que el sitio, Jimin miró como todo se volvió claro con sus últimas palabras retumbando su cabeza.

Él dijo:

—Kang Seulgi me mató en el parto. Te hará lo mismo a ti.

Jimin abrió sus ojitos rápidamente, su pecho subía y bajaba por ese extraño sueño. Miró a su alrededor viendo el rostro de su esposo dormitar. Jimin miró el reloj, eran las cinco de la mañana. ¿Ese sueño fue real? ¿Ese sueño fue una advertencia sobre lo que esa mujer podría hacerle?
¿Kim TaeHyung murió a manos de Kang Seulgi? ¿Lo asesinó en el parto? ¿Y ahora le haría lo mismo a él? Jimin tocó su vientre temiendo por lo que soñó. Pero sabía que el castaño le advirtió por algo y ahora más que nunca tendría cuidado con ella, ahora que lo sabía pondría cartas sobre el asunto.

Estaba asustado y mucho.

Tal vez fue solo un sueño, pero teniendo en cuenta lo que le dijo Yoongi aquella vez, no dudaba que fuese cierto.

Un gran suspiro salió de él, se acurrucó más al cuerpo de su esposo. Tendría que averiguar muchas cosas sobre esto, pero no le diría nada a su esposo para que no se preocupe por ahora, seguido le dirá que fue un sueño o habría alguna discusión.

En unas horas más tendría la fiesta de su pequeño, pero al día siguiente, iría con Jin para decirle lo que soñó, tal vez podría escuchar algún consejo sobre qué hacer.

Con esos pensamientos se durmió sintiendo el calor de su esposo. TaeHyung des del cielo esperaba que Jimin hiciera algo para que no pasara por lo mismo, ahora tendría que cuidarlo también de las malas intenciones de Kang Seulgi.



La alarma sonó despertando a la hermosa pareja, Jimin se remueve para mirar la hora. Abre un ojito primero y después el otro, son las ocho de la mañana, mira a su esposo aún dormir. Ambos están completamente desnudos por la acción de anoche así que empujó un poco su cuerpo para pararse de la cama.

Tomó una toalla para entrar en el baño y darse una gran ducha. Por otra parte, el pelinegro se removió oyendo el agua caer del baño, sin pensarlo mucho se levantó y va hasta entrar en el baño con su esposo, fue una buena mañana para esos dos tortolitos.

Al finalizar se cambiaron y se fueron por Soobin para su gran día, pero primero tenían que ir al cementerio para ir a visitar al Taehyung y llevarle flores.

La familia Park se quedó desayunando por lo mientras, Jimin le pidió ayuda a su mamá para que comenzaran a adornar la casa ya él cuando llegara haría lo demás para ayudar.

Ambos subieron al coche para así dar marcha al cementerio, en el camino le pusieron canciones infantiles a Soobin, quien venía muy contento por ser su día especial.

Llegando, Jimin tomó la pequeña mano de su hijo, ambos entraron al cementerio. Vieron un puesto de flores de todo tipo. Había, petunias, rosas blancas y rojas, girasoles y tulipanes. Era una vista hermosa en un lugar gris lleno de tristeza y de recuerdos.

—Hola, buenos días me das un ramo de rosas rojas. —El vendedor asintió escogiendo el más hermoso, Jimin entonces recordó el sueño que tuvo, recordando el hermoso lugar lleno de rosas rojas, comprendió que eran sus favoritas.

—Aquí tiene —dice el hombre.

—Gracias, señor. —Le paga y retoman su camino, se toman de las manos los tres juntos, caminan un par de minutos hasta llegar a una tumba muy hermosa en forma de casita. Ahí hacia el nombre de "Kim Taehyung"

Jungkook se inclina hacia ella al igual que Soobin, ambos se funden un silencio, mirando a su esposo e hijo derramar algunas lágrimas por haberlo perdido. Jimin sabía que era algo doloroso para ellos, también pensó en aquel sueño donde el Taehyung le contó todo lo que pasó cuando dio a luz y él como le arrebataron su vida enfrente de su pequeño, que jamás conoció, que jamás miró crecer. Tenía miedo y mucho. Pero afrontará a cualquiera para defender a su familia y hacer justicia por Taehyung.

Las hermosas palabras que Jungkook le decía a Taehyung le llegaron al corazón a Jimin, también lloró, porque con todo lo del sueño siente que fue injusto, que él debió estar aquí con su familia. Aunque sabe que él está aquí con ellos.

Jimin abrazo a Jungkook y a Soobin, para que estos se despidieran de él.

Al terminar ambos salieron de ahí rumbo a su mansión, ya era la hora de la fiesta y tenían mucho que hacer.

La casa estaba patas arriba, había muchas empleadas acomodando cada cosa en el jardín, Jimin miró a su madre y S
Seokjin también caminar de un lado al otro intentando poner el orden.

—¡Jimin! Que bueno que llegas, hacen falta los servilleteros, no los han traído —le dice su madre.

—Tranquila mamá, la fiesta es a las 3 de la tarde y apenas son las 10, déjame hacer unas llamas.

La mujer asintió conforme, la señora Park abrazó a Soobin junto con Jin, quien también lo felicitó.

Un rato más almorzaron juntos mientras Jimin le decía alguna cosas a Jin y a su madre, su padre hablaba de negocios con Namjoon y Jungkook. Soobin sonreía feliz al ver lo bonito que estaba quedando todo, ya que su familia estaba creciendo cada vez más, esto se sentía diferente a otros cumpleaños.

El pequeño Soobin veía como su papi Jimin hablaba sobre los invitados y de sus amigos, miraba atento todo pues que nunca se imaginó que esto le llegase a pasar, pues aunque su papi Kook le hiciera fiestas, no era lo mismo como ahora se sentía, en aquellas fiestas solo eran ellos dos y su tío Nam y su tía Joy. En cualquier cafetería donde lo celebraban juntos. Ahora miraba a todas esas personas que lo querían mucho felicitarlo por su cumpleaños número 6, estaba muy feliz, aunque un pequeño dolor en su corazón se hizo presente.

Camino hasta llegar a su habitación, entró cerrando la puerta mirando sobre su cama su traje de Luke Skywalker sobre ella, tomó la foto de su papi Tae, mirándola con un gran sentimiento en ella.

Anhelando que su papi estuviera aquí con él deseándole feliz cumpleaños con mucho amor, pero no estaba y eso lo hacía sentir algo triste. Sabía que su papi Jimin era muy buena persona y lo quería mucho, pero a veces extrañaba mucho a su padre, a pesar de jamás haberlo visto únicamente en sus sueños.

La puerta de su habitación fue tocada y él dio el pase, cuando miró que era su papi Jimin asomarse, Soobin le sonrió pequeñito, era una sonrisa triste que Jimin notó rápidamente.

—¿Qué pasa, cariño? ¿Por qué esa carita tan triste?. —le pregunta.

Soobin suspiro y mostró su fotografía.

—Nunca lo conocí, pero siento que debería estar aquí conmigo y me hace sentir triste papi Jimin. —Una pequeña lágrima salió de su pequeña mejilla, Jimin lo tomó para sentarlo en sus piernas acariciando su mejilla.

—Lo sé mi niño, sé que nunca sentiste ese lado paternal como él de tu papá Tae, porque es una calidez diferente a las de tu papá Kook. —Le dice mirando la fotografía— Pero aunque él no esté aquí debes de saber que él te cuida desde cielo, él ahora está feliz porque cumples 6 añitos y de seguro estará festejando con nosotros.

Soobin sonríe ante lo dicho por el mayor.

—También creo eso, yo amo mucho a mi papi Tae, también a ti papi Jimin. —El peli-rosa sonríe abrazándolo fuerte— Sé que él me cuida y a veces sueño con él. Hoy soñé con él donde estábamos en un lindo Jardín lleno de sus flores favoritas; eran rosas rojas. Había un gran árbol de cerezo, nos sentamos cerca de un tronco y platicamos mucho. Tenía un pastel para mí —Jimin se quedó sorprendido por lo que dijo Soobin, ¿Era el mismo sueño que tuvo con él?

Soobin prosiguió contando.

—Él me felicitó por ser un niño grande, me dijo que me amaba mucho y siempre estaría conmigo adonde fuer. —comenta dejando ver sus dientitos de conejo al igual que su padre Jungkook.— También me dijo que estaba feliz que me cuidarás mucho y que amaras a papá Kook.

Jimin sonrió ante lo último, eran las mismas palabras que le dijo a él.

—Lo sé, también soñé con él y me dijo casi lo mismo. Debes de saber que te ama, él siempre está presente en tu corazón, y verte aunque sea en sueños.

—Lo sé, ahora lo sé —sonríe para pararse y dejar la fotografía en su mesita de noche.

Jimin se incorpora para mirar la ropa que Soobin usaría hoy.

—Tu eres su todo, se que está aquí ahora mismo. Ahora vístete para celebrar al niño más hermoso del mundo, o sea tú —le pinchó la nariz cariñosamente— Anda, que no tardará en mamar Yeonjun.

Soobin asiente y empieza a cambiar, su fiesta era temática de Star-Wars, Así que Jimin se vestiría de Leia Organa para combinar con Jungkook que se vestiría de Darth Vader; Al final terminaron decidiendo vestirse de los personajes para que su hijo se sintiera más cómodo con todo, también le haría ilusión verlos vestidos así.

La hora de la fiesta había llegado, todos los invitados paseaban por el lugar mirando la espectacular fiesta de Soobin. Sus amigos vinieron con regalos y algunos dulces para el cumpleañero, también estaba el pretendiente de Soobin, vestido de Kylo Ren, eran tan dulces verlos convivir juntos tomados de las manos.

Las mejillas de Soobin eran de un tono rosa ante la cercanía de Yeonjun. Miró a su esposo fulminar con la mirada al pobre niño que besaba la mejilla de Soobin.

—Ya deja de mirarlo de esa forma. Si tu mirada matara, pobre Yeonjun, ya estaría muerto. —le comenta Jimin en un tono burlón.

Jungkook mira a su esposo para nada divertido.

—No veo porque no te molesta, está besando a mi niño, aún no tiene edad para eso. —Jimin puso los ojos en blanco.

—Amor, son niños, son cosas inocentes que hacen. Además cuando nazcan los dos bebés que vienen en camino, también tendrás que lidiar con sus novios o novias. —La cara de Jungkook era todo un poema.

Su esposo era tan celoso y sobre todo protector; su cara era como la de un perro rabioso.

—¡Eso nunca! Los mandaré a un convento si es necesario.

—Que exagerado. Ellos tienen derecho a amar, sabes. —Jungkook frunce el ceño— Cuando crezcan Jeon, no ahorita.

—Bien, bien, pero bajo mi vigilancia. —sentenció haciendo reír a Jimin.

Jimin lo besa para que deje de tener esas caras de pocas pulgas, y eso pareció funcionar.

La fiesta era muy divertida, muchos de los niños jugaron con Soobin, mientras que los padres platicaban, era una fiesta llena de amor y convivencia entre familia y amigos.

La hora del pastel llegó y todos le cantaron feliz cumpleaños a Soobin, la gran sonrisa que tenía nadie se la quitaría pues a lado de él estaba su papi Jimin y su papi Kook, y también sabía que estaba su papi Tae cuidándolo desde el cielo. Sopló las velas y partió su pastel, dando rebanadas a cada uno con una cajita de dulces a los niños.

Cuando la fiesta terminó, Soobin quedó completamente dormido en el sofá, con algunos juguetes que tenía por abrir. Jungkook tomó a su hijo entre sus brazos y lo llevó a su cuarto. Jimin lo siguió para sí dormir a lado del amor de vida; era tan hermoso en todos los aspectos.

Pero sabía que tenía que averiguar sobre lo de su sueño, porque si era verdad que Seulgi asesinó a TaeHyung, eso solo dejaba ver lo enferma y loca que esta. Salieron de ahí para ir a su habitación para cambiarse, fue un día agotador para ambos.




Casi se nos viene el final.

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