Día 3: Hagamos una apuesta. 🔞

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La noche había llegado y aunque había muy poca luz en el lugar, Jeon tenía sus trucos para adivinar qué hora era. Y el truco era el celular que mantenía escondido de los otros reclusos y algunos oficiales. Tener el poder ahí dentro traía sus beneficios y él no los desperdiciaba por nada.

— ¿Qué quieres Jimin?—Murmuró dándole una sola mirada a la puerta viendo como el pequeño rubio estaba parado ahí, mirando con ímpetu hacia afuera.

—Jeon, Jeon, Jeon—Una de las tantas alarmas se encendió en la cabeza del susodicho y con la mirada dura observó a Jimin—. Acabo de llegar de mi encuentro con Min, esta vez lo adelantó, pero era algo urgente. En los próximos tres días vendrá un nuevo recluso y será el compañero de Taehyung.

— ¿Y?—Preguntó volviendo a la calma con la cual estaba desde un principio.

—Es uno de los italianos, Jeon. Esos hijos de puta no sé cómo hicieron para que uno de ellos pidiera el traslado a este pabellón—Dijo con el ceño fruncido. Jeon quiso reírse porque por más que él quería parecer malo, ese papel no le quedaba—. Tenemos que hacer algo porque ellos serán capaz de hacerle daño a Tae para llegar a ti y eso no es bueno. Nunca es bueno cuando tú estás involucrado ¿entiendes? Ellos matarán a Taehyung si él se niega a decirles algo—Comenzó a dar vueltas en la celda de Jeon, mordiéndose las uñas y el rostro lleno de preocupación. Jeongguk no lo veía de esa forma, pero de igual manera era molesto pensar hasta donde los demás podían llegar para tener un poco de información sobre él.

— ¿Y yo que tengo que ver en esto? Tal vez no es por mí que ellos quieren estar cerca de él si no que es por su familia. Me dijo que su padre tiene una empresa famosa y su madre es fotógrafa en Italia—Se quejó Jeon mirando fijamente a Jimin.

—Los rumores corren rápido, Jeon. Que tú lo has salvado dos veces y lo convertirás en tu amante—Siguió con sus pasos por todo el lugar, mirando de vez en cuando a Gguk antes de pararse en la puerta de la celda—. ¿Por qué tenías que involucrarte?

— ¿Y por qué mierda te has involucrado tú?—Refutó apretando la mandíbula. Jeon dejó el celular de lado y cruzó sus brazos en su pecho esperando que el otro contestara, pero conocía a Jimin y sabía que iba a dar muchas vueltas antes de realmente contestar—. Eres consciente de la mierda que sucedió tiempo atrás, si te involucrabas con él en cualquier momento tú caerías también y no puedo permitir eso de nuevo, Hada.

—Eso no volverá a suceder y lo sabes, simplemente actúas paranoico como cuando te sientes amenazado. Ya no son esos tiempos, Jeon. Todo ha cambiado, tú has cambiado, yo he cambiado e incluso tus enemigos han cambiado—Murmuró restándole importancia a la conversación con un gesto de su mano.

—Si quieres que no vuelva a pasar entonces déjame a mí resolver esto. Iré a hablar con Ricitos.

—Se llama Taehyung—Soltó en un intento de regañarlo y luego, lo siguió de cerca murmurando por lo bajo.

— ¿Por qué mierda estás siguiéndome?

—Conozco la actitud que tienes desde hace muchos años, Jeon. Sé que no serás suave en ningún momento con Tae.

—Sí, sí lo que digas—Colocó su gran mano en el rostro del más pequeño y lo hizo hacia atrás para correrlo de su camino en el momento que vio la puerta de la celda entreabierta. Su ceño se frunció y le hizo una seña a Jimin para que callara su parloteo de una vez logrando que este hablara el doble de lo que estaba hablando—. Cierra la boca, Hada—Dijo entre dientes, el susodicho lo miró ofendido antes de darse cuenta de la situación, un largo tiempo después. Jeon abrió la puerta de una sopetón, clavando su mano en el costado y mirando hacia adentro encontrando a Taehyung acostado en la pequeña celda mirando el techo y cantando bajito.

— ¿Qué mierda?—Preguntó murmurando sentándose rápidamente para ver a Jeon—. ¿Cómo hacen para sobrevivir a esta mierda sin nada que hacer?—Se quedaron en silencio mucho tiempo mirándose fijamente, Jimin sintiéndose asfixiado por la tensión que envolvía a ambos y que parecían no darse cuenta, y por eso justamente es que sonrió con burla.

—Ah, tenemos nuestros trucos para pasarlo—Miró a Jeon que no lo había escuchado para nada como si hubiera desconectado su cabeza y solamente hubiera dado la orden de prestarle atención a nada más que Taehyung—. Yo tengo al oficial Min, él me hace sentir tan bien que no me da el tiempo para aburrirme. Y Jeon, ¿tú tienes tu mano, no es así?—El susodicho asintió porque en realidad no había escuchado nada de lo que el otro había soltado. La carcajada de Jimin retumbó en todo el pequeño lugar, llamando la atención de algunos que pasaban por ahí—. Cariño, espabila—Soltó golpeándolo en el hombro logrando que Jeongguk lo mirara a los ojos con esa frialdad que tanto le caracterizaba.

—En algunos días tendrás un compañero de celda—Jeon se apoyó contra la pared y miró fijamente a Taehyung quien tenía su mirada perdida, y no podía entender bien qué era lo que sucedía o porqué ellos se comportaban de esa manera tan rara—. Uno de los italianos consiguió que lo trasladaran a este pabellón, por lo cual, harán todo lo que esté a su alcance para estar a solas contigo—Habló obvio.

—El oficial Min, no tenía toda la información, pero me aseguró que ellos están planeando algo, ya sea para atacarte a ti o a Jeon. Dependiendo de lo que sea, lo más seguro y acertado es que se a Jeon a quien quieran atacar, pero si piensan que tú eres su amante van a pasar por ti antes de llegar a él.

—Debemos hacerles creer que sí somos amantes y que tú quieres conocerme un poco más antes de intentar "traicionarme" ¿entiendes? Tenemos que darle una vuelta total a su plan o lo que sea que tengan en mente—Miró unos segundos a Jimin y luego le hizo una seña con su mano.

—Jeon debe pasar una noche en tu celda para que todo el mundo e incluso los policías se crean que en verdad ambos son amantes. Si ellos saben que lo son, estarán más que seguros que Jeon hará cualquier cosa por protegerte, ya lo saben ahora que solo accedió a darte de su seguridad, es solo para confirmar aún más el rumor que se corré.

—A mí me da igual, si él quiere hacerlo de esta manera podemos hacerlo—Le sonrío dulcemente a Jeon y este corrió la mirada a otro lugar, demasiado molesto admitir lo lindo que él era.

—No me jodas—Murmuró Jeon antes de darse la vuelta y salir de la celda, molesto.

—Pero, cariño—Dijo Jimin siguiéndolo.

Taehyung soltó una risita negando con su cabeza, sabiendo que lo que harían complicaría mucho las cosas.

— ¡En diez minutos se apagan las luces!—Gritó un oficial haciendo que Tae pusiera sus ojos en blanco.

Era aburrido adoptar la misma rutina.

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Escenas +18 si no son de tu agrado, te pido por favor que dejes de leer.

—Voy a pasar la noche afuera de mi celda—Murmuró Jeon mirando al oficial Min que tenía una mueca en sus labios.

—Debes de estar en la tuya mañana antes que los guardias hagan la ronda. Son los jueves cada dos semanas, Jeon. Ya tienes que tener eso en claro.

—Dejaré que Hada se quede más tiempo contigo esta vez—Lo miró con una sonrisa en sus labios, demasiado molesta para Min.

— ¿Sabes? No entiendo porqué Jimin tiene tanta confianza contigo—Soltó cruzándose de brazos, las llaves que se encontraban colgando de su cinturón haciendo un ruido molesto—. La próxima vez que quieras pasarlo fuera de tu celda que no sea un día antes de la ronda que se hacen.

—No es de su incumbencia, oficial Min. Conozco a Hada de hace años. Tenga—Min tomó el fajo de dinero que le era estirado y lo guardó bien dentro de la chaqueta antes de salir del lugar en donde sus encuentros con Jimin sucedían—. Y limpie aquí, se puede sentir aún el olor a semen—Soltó una risa antes de volver a su celda y tomar unas cosas suficientes antes de ir a la de Taehyung quien seguía en la misma posición de la primera vez que había ido anteriormente junto a Jimin.

Cantaba bajito mientras Jeongguk se acomodaba en el lugar recostandose en su futón y se ponía a jugar con su celular, sonriendo por las idioteces que Jimin le mandaba en su chat. No era bueno que él tuviera un celular, pero tenía privilegios y podía hacer lo que quisiera gracias al poder que poseía. Lo había conseguido gracias a uno de los guardias que sobornaba y esconderlo siempre era un dolor de cabeza aunque en su celda buscaban muy poco porque sabían con quien se metían y resguardar su seguridad y la de su familia era mucho mejor que tratar de enfrentarse a Jeon.

— ¿Cómo has hecho para que te dejen tener uno?—Preguntó Tae. Jeon tenía uno de sus brazos flexionados y apoyados en su cabeza mientras enarcaba una ceja sin querer responder realmente a una pregunta tan obvia.

— ¿En serio vas a preguntar esa mierda?—Taehyung estaba muy cerca y podía oler el aroma a jabón que su piel desprendía, no era bueno para la poca salud mental que Jeon poseía.

—Sí—Murmuró él divertido, riendo cuando el otro soltó un suspiro cansado.

—Soy quien mando, Ricitos. Me lo consiguió un guardia, necesitaba dinero para uno de sus hijos y yo necesitaba un celular, el intercambio fue muy fácil de realizar.

—Me llamo Taehyung, ¿sabes?—Se lamió los labios demasiados secos por estar cerca de tan grande y hermoso hombre. Los treinta años de Jeongguk seguían sorprendiendolo porque aún estando así de cerca su piel parecía no tener ni una sola marca o siquiera tener textura.

—Sí, ¿y?—Siguió deslizando su dedo por la pantalla demasiado distraído para prestar atención a lo que estaba pasando, Taehyung olía delicioso.

—Eres grande, Jeon—Murmuró cerca de su oído y el contrario no supo en qué momento se acercó tanto. Con descaro acarició el brazo que Jeongguk tenía flexionado— me pregunto cuánto.

— ¿Qué demonios estás haciendo?—Siendo hosco como él solo podía serlo, dejó el celular olvidado y Tae solo sonrió a esto antes de seguir acariciandolo.

La distancia se iba rompiendo de a poco, la tensión aumentando con cada segundo que pasaba, Taehyung había llevado sus caricias hasta la mano del mayor, entrelazando la suya con la contraria. Y el beso se dio siendo rápido, duro, molesto y Jeon lo sostenía fuertemente de su nuca mientras lo acercaba más a su boca. Tae delineó el labio inferior contrario con su lengua y Jeongguk le permitió ingresar en el momento que sintió el músculo jugar con sus labios. Formaron una guerra entre ambas lenguas, siendo duros y exigiendo más del otro, los chasquidos irrumpiendo en la celda y los bajos gemidos que Taehyung soltaba rompían el silencio del lugar.

— ¿Quieres hacer que todo se vea más real?—Preguntó con burla Gguk antes de dejar bajo su cuerpo a Ricitos que lo miró con los ojos brillando en lujuria y una sonrisa burlona en sus hinchados, rojos y lindos labios.

— ¿Tú qué crees?—Preguntó antes de tomar de los hombros a Jeon y acercarlo nuevamente a él.

Los besos siguieron un poco más y mientras Taehyung acariciaba a Jeon por encima de la ropa, este se encargaba de chupar y morder con lentitud el cuello del contrario.

—No te voy a follar—Murmuró jugando con el lóbulo de su oreja mientras su aliento caliente chocaba contra este mandándole escalofríos a todo el cuerpo de Taehyung, que gemía gustoso por el trabajo que Jeon hacía en su cuello.

No le importaba que no lo follara, pero podía dar hasta su alma para que él lo hiciera porque se veía como un experto,  porque se veía como alguien que se preocupaba porque ambos llegaran al mejor orgasmo de sus vidas. Y Taehyung no iba a perder la oportunidad de poder tener al hombre más temido de la prisión entre sus piernas, si él quería llevar a cabo el plan que había hecho, podía hacerlo, pero él solo quería disfrutar y olvidar que su vida se había venido abajo, y se había convertido en una mierda solo porque quería adaptarse a los estereotipos de una amistad que sobrepasaba la toxicidad en todas las formas posibles.

Jeon sacó su overol murmurando algo que Taehyung no llegó a comprender, pero sus acciones le hicieron saber todo. Mientras bajaba acariciando el gran pene que Jeongguk poseía, besó sus labios sonriendo aún con burla cuando este lo miró a los ojos, mostrándole bajo la poca luz como brillaban llenos de lujuria contenida. La mano de Gguk se posó detrás de la nuca contraria y lo empujó hacia sí, besandolo de nuevo, pero esta vez con un ritmo distinto, era más suave, más lento, más adormecedor.

De rodillas en el suelo, Tehyung recibió gustoso el pene de Jeon. Pasó su lengua por el largo de su falo, masajeando con su dedo pulgar el glande dejando un pequeño beso un tiempo después en esta. Cuando se lo llevó a su boca entrando lo más que podía, Jeongguk soltó un gutural gemido sin saber muy bien en dónde colocar sus manos. Estas quemaban por querer colocarlas en su cabeza y empujarlo hasta que se tragara toda su polla, quería follar su boca y deleitarse con los sonidos que hacía.

Tae movió su cabeza de arriba abajo, mientras el pene contrario salía y entraba de su boca, provocando un sonido de chasquidos en la habitación. Cuando el rubio bajó su cabeza tomando casi todo el pene hasta la empuñadura, Jeon no aguantó mucho más, sus manos fueron a la cabeza contraria y enredó sus dedos en los rizos naturales del otro sosteniendo su cabeza para que se quedara unos segundos más con su pene en su boca, provocándole ligeras arcadas que ignoró unos segundos antes de sacar su polla por completo.

— ¿Estás bien?—Murmuró. Con los ojos brillosos por las lágrimas provocadas, Tae asintió soltando una suave risita que provocó miles de cosas en Jeon.

Gguk se masturbó unos segundos antes de que Tae nuevamente se arrastrara y chupara su pene. Aunque su mandíbula dolía, podía acostumbrarse a su tamaño que era un poco más grande que el promedio. Con la mirada casi perdida, Jeon se siguió masturbando mientras Tae dejaba cortas chupadas en su glande y se tensó por completo cuando sintió el hormigueo que conocía demasiado bien en su bajo vientre.

—Me vengo—Murmuró.

—Hazlo—Y se acomodó aún más en sus rodillas y lo esperó ahí, los ojos brillando como dos galaxias, la lengua afuera y el cabello desordenado.

Y Jeon realmente no estaba mirando bien, su cabeza estaba en otro lugar, muy lejos de ahí, pensando en las cientos de formas que él podía tener a Tae debajo suyo. La atención estaba muy lejos de ese lugar y en el momento que se vino no se dio cuenta que no estaba apuntando justamente a la boca del menor.

—Oh mierda, mierda—Murmuró agachandose en su lugar mientras el otro se quejaba en voz—. Lo siento, no estaba prestando atención.

— ¿Cómo mierda no vas a prestar atención a eso? Ay, encima esto arde horrible, Jeon—Se quejó haciendo todo lo posible para sacar el resto de semen de su ojo.

Moviéndose en el pequeño lugar y tratando de tomar las pocas cosas que había, logró encontrar una pequeña toalla y mojarla en la pileta que estaba ahí.

—La próxima vez apunta bien, idiota—Soltó, golpeándolo en el hombro y negando con su cabeza. Se sentó en el suelo, olvidándose por completo que él también cargaba con una erección y soltó un suspiro—. ¿En verdad voy a tener de compañero a uno de esos italianos?—Preguntó un tiempo después.

Jeon asintió mientras acomodaba lo más que podía el overol, habían algunas arrugas, pero lo que más le molestaba era la mancha que tenía en su muslo que no sabía muy bien qué era.

—No me quiero quedar solo con él—Murmuró sentándose más cerca de Jeon—. ¿Y si quiere hacerme algo? No sé defenderme a mí mismo, puedo ser capaz de recibir una paliza con tal de que no me hagan defenderme porque no sé.

—Tranquilo, él no va a molestarte a tal grado. No dejes que te intimide porque si lo haces eso simplemente demostrará que esto es una mentira.

— ¿Y qué tan mentira es eso, Jeon?—Preguntó con burla.

—Estás tomando mucha confianza—Se quejó tirándose de espaldas al suelo mientras tomaba su celular y empezaba a buscar algunas cosas—. Si sigues provocándome de esa manera, probablemente el rumor de que eres mi amante se convierta en realidad. Pero a ti te avisaron que no te metas conmigo más de lo que ya lo estás, ¿no es así?—Lo miró unos segundos antes de volver a desviar sus ojos al aparato tecnológico.

— ¿Y qué tanto importan realmente esas tontas amenazas? Vale la pena jugársela si tu pene está en medio, Jeon.

—Entonces, ¿quieres mi seguridad y también quieres mi pene? Que codicioso, Kim.

—Dimos un paso más ¿ves? Ya me dices Kim y no Ricitos. Es molesto que me digas Ricitos—Hizo una mueca y encogió sus hombros—. Puedes también decir que me puedo convertir en el amor de tu vida.

Una risa salió desde el fondo de la garganta de Jeon antes de decir—: Eso no pasará ni en tus sueños, Kim. ¿Yo cayendo por ti? No pasará ni un mes antes de que te tenga comiendo de mi mano y me implores porque sea quien ponga un anillo en tu dedo en algún país que acepte el matrimonio igualitario.

—Oh, pero que inteligente eres, Jeon. Eso me calienta aún más—Sonrió antes de acercarse un poco más—. Hagamos una apuesta, quien caiga primero, le pone un anillo al otro—Jeon levantó una de sus cejas consideran esa estupidez que él había dicho—. Te doy un mes y medio, y cuando yo me vaya de acá te lamentaras por no tenerme más contigo.

— ¿Y quién diablos dijo que me quedaré hasta que tú salgas? Kim, yo en dos semanas no estoy más acá adentro y nada me va a hacer replantearme esa decisión que tomé hace más de dos meses.

—Ya lo veremos, Jeon. Buenas noches.

Jeon negó antes de soltar un bufido y seguir con su mirada en el teléfono. Taehyung creía tener muchas cosas aseguradas, pero la decisión estaba tomada.

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Estaba muy dudosa en poner una escena +18 porque no quiero que crean que todo avanza muy rápido. Taehyung tiene planes detrás de todo lo que hace y Jeongguk es muy obstinado para dejar que alguien le haga cambiar de opinión en sus planes.

Espero que la historia les esté gustando, a mí me gusta muchísimo escribirla y disfruto mucho de hacerlo.

Saludos♡

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