El dolor era insoportable y cada mínimo movimiento que hacía parecía doler cinco veces peor. El auto se movía rápido por la carretera y con cada bache que agarraba le hacía morderse la lengua por el maldito dolor que las heridas le estaban causando. Mark sudaba en frío a su lado mientras mordisqueaba su labio inferior con fuerza, estaba demasiado nervioso porque no sabía lo que sucedería, Jeon estaba sangrando mucho y la manera en la que se retorcía en su lugar tomando la parte en donde sus costillas se encontraban le hacía sentirse cada vez más y más intranquilo.

— ¿Es seguro que no quieres ir a un hospital?—Preguntó. Su voz estaba temblando mientras sus nudillos se volvían blancos por la presión que estaba haciendo en el volante. La mirada tan obvia que Jeon le dio, le hizo apretar los labios mientras asentía con la cabeza. Él debía de seguir el plan que su jefe había dicho al pie de la letra mientras seguía viéndolo sufrir y quejarse, no sabiendo qué sucedería en unas horas o incluso unos minutos. La sirena de los bomberos y la policía se escuchaban a lo lejos mientras él volvía a apretar el acelerador a fondo.

Mark quería preguntar muchas cosas, pero no se veía en la posición de hacerlo. ¿Realmente JeongSu estaba muerto? ¿Realmente Jeongguk había acabado con quien en un principio lo había orillado a ser esto? ¿Realmente todo esto estaba sucediendo? Porque no podía entenderlo, su cerebro parecía decodificar la información tan lento que lo hacía sentirse aletargado y estúpido. Quería gritar, tenía muchas ganas de gritar. Pero también quería llorar porque la presión que estaba sintiendo era horrible y parecía enroscarse por su nuca, apretando la piel de su cuello hasta querer romperle la tráquea. Sus ojos no podían quedarse quietos en un solo lugar y él simplemente estaba pidiendo llegar al complejo en donde vivía lo más pronto posible.

Namjoon no respondía las llamadas y mucho menos los mensajes que le había mandado. Él debía de comunicarse con la mano derecha de Jeon antes de que algo malo sucediera. No había estado de acuerdo con esto porque sabía la clase de persona que JeongSu era y la molesta fijación que siempre había tenido con su hijo. Había tenido miedo de que algo fallara y la vida de Jeon corriera riesgo, lo cual sucedía, pero no a un grado que desde un principio había imaginado.

—Oh mierda, Taehyung va a querer matarme—Murmuró en medio de su dolor. Mark no lo conocía, pero había escuchado muchas cosas de él. La forma en la que Jeon había cambiado era significativa, no solo había hecho esto por sí mismo, si no que también estaba involucrado su pareja y parecía no dejar que nadie pusiera un dedo sobre él—. Sí, en definitiva me va a matar—Mordió su labio inferior con fuerza mientras apretaba con la ropa una de las heridas, respiró profundo mientras insultaba por lo bajo. Esta clase de mierda no hubiera sucedido si hubiera tomado la decisión de explotar todo el maldito edificio, pero Guk quería enfrentar a su progenitor y hacerle entender que con lo que una vez lo amenazó, se cumpliría.

—Lo quieres, ¿no?—Sus ojos sorprendidos miraron a Mark. Él trató de decir algo, pero solo pudo quedarse callado. Uno de sus chicos de confianza lo había escuchado hablar de esa forma y ahora estaba preguntando idioteces.

—Uhm... sí—Murmuró y era tan gratificante admitirlo en voz alta.

El peso que parecía llevar sobre sus hombros se hizo más ligero y Mark no pretendía estar sorprendido de esa forma cuando vio la sonrisa sincera que había curvado sus labios. Nunca había visto sonreír a Jeon, ni siquiera cuando Narae estaba bien y él pasaba tiempo con ella. Todo parecía ser irreal, tanto que no podía creer que ese muchacho había llegado para cambiar al jefe de esta manera, él incluso se veía indefenso cuando le preguntó si acaso lo quería y cuando contestó supo que estaba contando un secreto que tal vez no quería que muhos supieran porque tener pareja y llevar una vida como la que llevaban era simplemente jugar con la muerte de quien fuera.

—Taehyung... él es distinto—Murmuró. Le costaba responder con normalidad, la respiración era demasiado agitada y su corazón latía cada vez más con fuerza. Podía entrar en shock en ese momento y a él realmente no estaba interesandole que eso sucediera—. M–Me... gus...ta.

Mierda. Mark estaba cada vez más y más nervioso, tenso con dolor en las articulaciones de sus manos por la fuerza que estaba haciendo en el volante mientras miraba como Jeon cada vez parecía más lejano. Sus ojos revoloteaban mientras su respiración se hacía más acompasada, ¿se iba a morir? ¿Qué iba a decirle a los chicos que trabajaban para él si algo así sucedía? ¿Qué iba a decirle a Namjoon? ¿Y a Narae? Demonios, también estaba la pareja de Jeon y no quería involucrarse en ver como los demás sufrían de esa manera.

¿Estaba pensando mucho? Mierda, sí. ¿Estaba hiperventilando? Probablemente. Pero no podía evitarlo porque alguien a su lado estaba corriendo riesgo con su vida y no quería ir a un maldito hospital. Tal vez lo estaba exagerando por el estrés que estaba pasando, no era bueno para manejar ese tipo de situaciones y por eso en un principio se había ido del país para alejarse un poco de todo esto. Él no compartía el poco sentimentalismo que Namjoon y Jeon, sí.

Jeongguk murmuró algo que Mark ni siquiera pudo entender porque la voz en su cabeza le gritaba tantas cosas a la vez que lo hacía sentirse completamente pequeño. Y cuando la cabeza de Jeon cayó a un lado, él gritó y perdió el equilibrio, zigzagueando cuando chocó contra su brazo.

— ¿Jeon?—Preguntó, su voz rebalsando en miedo—. ¿Te moriste? ¿O te desmayaste?—Él colocó dos de sus dedos en el cuello contrario mientras al mismo tiempo trataba de mantener la vista en la carretera—. ¡¿Cómo te puedes desmayar en un momento así?! ¡Me asustaste, imbécil! ¡¡Aish!! ¡Tú, hijo de puta!

Mark solo quería respirar con normalidad.

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Namjoon sudó en frío cuando vio todas las llamadas perdidas y los mensajes sin terminar que Mark le había mandado. Él trató de hacer todo lo posible para que las emociones que todo eso le cuasaba, no se mostraran en su rostro. Taehyung y Jimin estaban en la enfermería, y ambos podían leerlo a la perfección. Salió del lugar mientras pasaba sus manos por el uniforme de enfermero que tenía puesto y miró a ambos chicos.

—Saldré a hacer una llamada—Murmuró pasando por el lado de los rubios y estos asintieron mientras seguían viendo algo en el celular que Jimin había obtenido de parte del oficial Min—. Vamos, atiende—Masculló cuando estuvo afuera y a unos metros lejos de la puerta—. ¿Qué sucedió?

—Ugh, espera. ¡Ah, mierda! Como pesa este maldito idiota—Lo escuchó quejarse mientras él comenzaba a magullar la piel del costado se su dedo pulgar—. ¿Sabes, maldito hijo de puta? Jeon se desmayó, mató a JeongSu, pero él lo lastimó gravemente. Probablemente tenga todas las malditas costillas rotas y los cortes siguen sangrando. Trae tu puto culo aquí porque este enorme simio dijo que tú sabrías qué mierda hacer—Nam quiso reír por la forma en la que él estaba quejándose, pero por otro lado se preocupó. Todo lo que Mark le estaba diciendo no tenía buena pinta y eso solo hizo que el sudor se volviera aún más frío.

—Estaré allá lo más rápido que pueda.

—Estamos en mi departamento, te mandaré la dirección por mensaje. ¿Qué debo hacer?

—Principalmente si tiene muchas heridas no deberías de haberlo movido, si todo se complica será tu culpa.

— ¿Qué mierda, Namjoon? ¿Y yo qué sabía? Ah, maldición.

—En las heridas de arma blanca, haz presión con algo, un pedazo de tela o si por esas casualidades tienes gasa con un pedazo de esas. Debo salir, te llamo cuando esté en camino—Cortó la llamada mientras se movía hacia la salida de la prisión, sin tomar absolutamente nada de lo suyo porque no quería dar explicaciones acerca de lo que sucedía a nadie—. Oficial Min, debo irme—Murmuró pasando por su lado, el oficial frunció el ceño mientras trataba de decirle algo, pero el enfermero pasó de largo, dejándolo con la palabra en la boca.

Eran más de las nueve de la noche cuando Namjoon salió de la prisión, luego de pasar por unas exhaustivas preguntas que él solo quería que terminaran. Mordió su labio inferior con fuerza mientras se metía dentro de su auto, teniendo unas cuantas teorías rondar por su cabeza de lo que podía suceder a partir de ahora.

— ¿Hola, SuHyeok?—Preguntó cuando la llamada fue contestada—. ¿Puedes ir a la dirección que te pasé por mensaje? Jeon está mal.

—Estaré allí en cuanto me libere de este último paciente.

—Bien, gracias.

Joo SuHyeok se había convertido en algo importante en cuanto Jeongguk ingresó a la universidad. Jeon era inteligente y podía pasar cualquier materia o examen sin ningún problema, pero SuHyeok siempre había tenido ese hábito de no recordar algunos nombres de accidentes óseos, de irrigaciones o inervaciones y cuando se trataba de técnicas quirúrgicas todo parecía armar una pelea con sus neuronas y provocar que se frustrara. Los profesores habían decidido sentarlo a un lado de Jeon y él de convertiría en una especie de profesor particular que lo ayudaría a llevar todo sin ningún problema. SuHyeok se había graduado gracias a él y siempre que tenía la oportunidad procedía a ayudarlo en lo que podía. Estaba agradecido con Jeon y sin importarle la vida que llevaba o lo jodida que estaba, él lo aceptaba sin ningún problema. Después de todo, él era su amigo o eso quería creer.

Namjoon condujo como un demente, tocando bocina para que los autos se corrieran de su camino y así poder llegar al departamento de Mark. Cuando algo así sucedía, Jeon no pisaba ningún hospital. En su tiempo fue porque las autoridades lo estaban buscando y médicos que lo atendieran no podían dejar pasar que él llegara lastimado con heridas de armas blanca o algo por el estilo, eso necesitaba meter a la policía así dijera una mentira como que le habían robado. Y en esta ocasión era casi lo mismo, la cara de Jeon era conocida en todo Busan y ciudades aledañas, cuando fue a prisión fue una noticia que salió en internet y televisión, se esparció por todos lados y si alguien lo veía en una sala de urgencia en ese estado debía de llamar a una patrulla para tomarle declaraciones de lo que había sucedido, pero también sabían que estaba en prisión por eso sería extraño verlo rondar por ahí.

Llegó derrapando las llantas en el estacionamiento del complejo, haciendo un ruido molesto y marcando el esfalto con negro. Bajó lo más rápido que pudo del auto y se movió dentro del edificio, no sabía si SuHyeok ya había llegado, pero esperaba que sí. No le dio tiempo al ascensor para que bajara, él subió por las escaleras hasta el cuarto piso y tocó en la puerta del departamento de Mark.

—Al fin llegas.

— ¿Despertó?—Preguntó empujándolo solo un poco para poder ingresar.

Sus manos estaban temblando porque no sabía qué iba a hacer si algo le sucedía a Jeon.

—Despertó, pero volvió a dormirse. ¿Eso es normal?—Mark se cruzó de brazos mientras los miraba desde una distancia bastante prudente.

—No lo sé. En unos minutos llegará un médico amigo de Jeon, ponte a un lado de la puerta—Él tomó la tijera de Mayo que tenía colgando del cuello con una cinta y comenzó a cortar la remera de Jeon.

Estaba consciente de que la piel blanca de su jefe hacía resaltar los tatuajes negros y a colores que tenía hechos, pero de igual forma los moretones resaltaban en una clara advertencia de los golpes que había recibido. Tenía una gran mancha violácea en el costado derecho, debajo de su pectoral mayor y encima de su fosa iliaca, probablemente tendría rota de la quinta a la séptima costilla verdadera, pero no podía comprobarlo simplemente de esa manera, debía tener una radiografía para decirlo con claridad.

—Namjoon—Murmuró el jefe mientras le dolía hasta respirar—, creo que me quebró algunas costillas.

—Sí, bueno, probablemente sean de la quinta hasta la séptima verdadera—Masculló mientras sus dedos presionaban en ese lugar. Jeongguk apretó los dientes e hizo un sonido con su boca mientras enroscaba los dedos de sus pies—. ¡Mark tráeme un poco de hielo!

— ¿Sutura profunda o superficial?—Preguntó mientras trataba de ver las heridas que tenía.

—En una sola necesitarás profunda. Llegó hasta el músculo. No he traído nada, pero SuHyeok ya está viniendo, él traerá todas suturas que necesitemos.

—Bien.

—Aquí tienes, ¿es grave?

— ¡Ah, hijo de puta!—Gritó cuando el frío del hielo le hizo apretar el brazo de Namjoon con fuerza.

—Solo dos o tres costillas rotas y una herida profunda, nada de lo que preocuparse. Se desmayó porque no pudo soportar el dolor además de que habrá tenido mucho estrés en su jodida cabeza.

—Necesito un cigarro—Masculló mientras cerraba los ojos un momento—. ¿Y Tae?

—Estaba con Jimin. Yoongi le consiguió un celular y estaban mirando cosas cuando yo me fui. Estaba bien, pero tú no lo estarás para nada.

—Lo sé—Miró hacia el techo, era doloroso, pero no aguantaba más estar en ese lugar quería que SuHyeok llegara de una vez para poder largarse y estar con su chico porque lo necesitaba, quería abrazarlo y llenar su rostro de besos, contar sus pecas y asegurarse que no había salido ninguna más.

Namjoon le pasó un cigarro y él lo fumó con tranquilidad, pero la ansiedad de ver a Tae estaba consumiendolo.

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Si Jeongguk no llegaba para antes de las diez, estaría en problemas. Taehyung soltó un suspiro demasiado alto cuando despertó y notó que el hombre que se mantenía a su lado aún no había llegado. Jimin seguía a su lado y estaba abrazándolo con fuerza mientras soltaba pequeños ronquidos que lo hacían ver demasiado tierno. Tomó el celular que el oficial Min le había regalado a Hada y observó la hora unos segundos.

—Son nueve con cuarenta y cinco—Masculló para él mientras se separaba del rubio—. ¿A qué hora piensa llegar? Aish, este maldito idiota.

Estiró sus brazos por su cabeza y bostezó, hizo toda su rutina apenas se levantaba y se quedó observando la puerta de la celda esperando que Jeon entrara por esta de una vez por todas. Pero el tiempo pasaba y cuando dieron las diez de la mañana, él casi perdió toda la esperanza.

Jimin se levantó unos minutos después, refregando sus ojos con sus manos mientras soltaba un ruidoso bostezo, él miró al rubio de bucles y negó con su cabeza. Sabía lo que estaba haciendo, lo había visto hacerlo muchas veces y no sabía si era adecuado que el muchacho esperara de esa forma por Jeon.

—Ya llegará, no te preocupes.

—Lo sé—Asintió con la cabeza—. Él lo prometió ayer—Soltó un suspiro y encogió sus hombros. No iba a decirle a Jimin que creía que Jeon se había ido para siempre, pero lo había pensando y no quería creer que su promesa había muerto en el último beso que le había dado.

Tal vez tanta dependencia de alguien no era bueno aunque él se sentía tan bien cada vez que Jeon llegaba y lo abrazaba, besándolo de la forma que parecía hacerlo perderse y poner sus ojos en blanco, cuando le decía que lo había extrañado y lo envolvía en el gran calor que su cuerpo desprendía. Él quería esto y quería seguir al lado de Jeongguk sin importar qué. Porque Taehyung tenía miedo de decirlo, pero tal vez había caído enamorado de Jeon, tanto que era doloroso pensar en separarse de su lado por alguna razón cualquiera.

Jeon miró al director de la prisión, había llegado 10 minutos después de la hora acordada y al parecer Mang ya quería cumplir con lo que había prometido el día anterior. Cuando lo vio ingresar a su oficina de esa manera, supo que él había sido el causante que el edificio del Imperio Jeon se prendiera fuego. No habían dado muchos detalles y solamente dijeron que se había incendiado la mitad y que no encontraron sobrevivientes porque todos estaban fuera del edificio por una alerta que minutos antes les habían dado.

—Es la última vez que te permito hacer algo de esto—Lo señaló mientras Jeon seguía con esa sonrisa de mierda que le hacía tener escalofríos.

—La mierda que tú digas—Murmuró Jeon mientras se levantaba de la silla, haciendo una mueca porque sus costillas aún seguían doliendo y no debía de hacer movimientos bruscos porque corría con el riesgo de que algún punto se soltara.

Su paso era apresurado a pesar de las advertencias que Namjoon le gritaba, él quería llegar a su celda y ver a Taehyung porque no podía aguantar ni un minuto más. Se cruzó a Jimin y a pesar de que quería pararse a responder sus preguntas, le hizo una seña al enfermero y este se quejó antes de pararse a hablar con el rubio.

—Oh despacio, cariño. Duele—Masculló cuando el pequeño cuerpo de su chico chocó contra el suyo, abrazándolo con fuerza contra él. Y Tae no lo notó hasta que levantó la mirada y observó la forma en la que su rostro estaba magullado con cortes y moretones.

— ¿Qué mierda sucedió contigo?—Preguntó. Tae tocó su rostro con ambas manos antes de observarlo fijamente. Unos segundos después levantó la remera para observar como su abdomen del lado de las costillas se encontraba completamente vendado—. Eres un idiota—Masculló. Sus ojos miel chocando con los oscuros contrarios.

— ¿Por qué?—Soltó una risa burlona antes de intentar besarlo, pero Tae lo empujó por los hombros y él lo miró sorprendido—. Oye, duele—Hizo una mueca con sus labios mientras tomaba su costado derecho.

— ¿Qué mierda te dije ayer? ¿Fuiste tú?—Porque a pesar de que no se lo había dicho a Jimin, él había visto en las noticias que salían en el celular del otro una en particular. El edifico del Imperio Jeon se había prendido fuego y él sabía que no fue por algún accidente, Jeongguk estaba frente a él golpeado y con heridas—. Así lograrás que te maten, idiota. ¿Y luego qué haré yo?

—Tae... sabes que algo así puede pasar en cualquier momento cuando salgamos de aquí—Murmuró mientras ponía ambas manos en la cintura contraria, tratando de que lo mirara a los ojos.

— ¿Qué haré sin ti?—Masculló con la voz casi rompiéndose—. ¿Qué haré cuando me levanté por la mañana y tú no estés?—Él se aferró al gran cuerpo de Jeon con cuidado mientras sentía a las traicioneras lágrimas picar con fuerza—. ¿Qué haré cuando ya no pueda contar las estrellas en tus ojos?

—Mi amor—Susurró mientras el sentimiento extraño le apretaba el pecho, asfixiandolo—, voy a estar contigo todo lo que pueda estar, pero ambos sabemos que las cosas afuera no están bien y la gran mayoría están asustados de mí—Tae asintió con la cabeza—. Prometo portarme mejor para no hacerte sufrir, pero no prometo que todo esté bien cuando salga de acá.

— ¿Qué sucedió con tu padre?

—Creo que está muerto.

— ¿Crees?

—Los bomberos dijeron que no encontraron sobrevivientes y que todos estaban fuera. Me aseguré que solo respirara un poco cuando me fui, no pudo haber salido de ahí solo, no podía levantarse. No sé qué sucedió.

Se quedaron en silencio un tiempo, se acomodaron en la celda, Tae descansaba con la cabeza en su regazo mientras Jeongguk tenía espalda apoyada contra la pared. No habían hecho mucho más que mirarse por un tiempo indefinido y Taehyung quería sacar eso que le estaba molestando hace unas horas, que lograba ahorcarlo con fuerza.

—Jeongguk...—El más alto lo miró y su pecho se apretó aún más cuando notó los ojos rojos y como las lágrimas querían caer—, me enamoré de ti.

Jeongguk tragó saliva con fuerza y no supo qué responder porque se asustó de decirle que le correspondía.

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Holis, lamento la tardanza. Paso a contarles algo y es que el lunes se fue uno de mis compañeros de vida, mi perrito, y no tenía ganas de casi nada y me encargué de publicar lo que ya tenía escrito en su momento.

Mi intención no es ofender a nadie, pero quiero pedirles que no me presionen para que publique porque lo hago a mi ritmo y como yo más quiero. Que ustedes me pongan en alguna parte que publique capítulo en 60DP no va a ser que yo me ponga ya a escribir porque como todos tengo una vida, soy humana y tengo miles de responsabilidades fuera de esta plataforma. En ocasiones trabajo y estoy tratando de mantener la carrera que estudio. Así que espero que entiendan.

Espero que el capítulo sea de su agrado.

Cuídense♡