Día 6: Gime para mí. 🔞

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+18. Las escenas a continuación contienen sexo explícito, si no son de tu agrado te pido por favor que dejes de leer.

Cuando Jeongguk entró a su celda, sus ojos fueron unos segundos a Taehyung antes de desviar la mirada rápidamente y sentarse en su futón. Él estaba golpeado, su rostro tenía algunos moretones junto a un rasguño en el puente de su nariz y otro debajo de su labio inferior. Como castigo por armar una pelea en el recreo que les daban, lo habían encerrado en una celda más pequeña que la suya y antes de llevarlo a su lugar le dieron una ducha de agua helada en pleno otoño, sabiendo que estaban a días de comenzar el invierno, luego lo habían golpeado y habían intentado hacer un tipo de tortura de la cual Jeon se había burlado todo el tiempo. Eso que ellos habían hecho, no era nada. Había aguantado muchas torturas e interrogaciones y la que siempre más recordaría iba a ser la vez que los rusos lo estuvieron torturando  durante cinco días seguidos para sacarle información acerca de un ex jefe que Jeon tenía. Él no se doblegaba y los oficiales nuevos pronto encontrarían su propia suela de zapato.

Taehyung preocupado se acercó a él e intentó tocarlo, pero Jeon sacó su mano con un pequeño golpe. El menor lo miró confundido y sus ojos algo desorbitados, no podía entender bien qué sucedía y el porqué Jeon había llegado a la celda de esa forma.

—Estoy bien—Murmuró bajo, pero la mueca de dolor en sus labios le hicieron saber a Tae que no era tan así—. Esos hijos de puta creo que me rompieron una costilla—Soltó una risa sin gracia—. ¿Alguien te molestó?

—No, Jimin y Chris estuvieron un rato por acá cuando te llevaron. ¿Seguro estás bien? ¿No sería bueno que fueras a la enfermería? ¿Tienen enfermería acá?

—No—Dijo negando con su cabeza. Su cabello largo y cayendo en ondas moviéndose cada vez que movía su cabeza—. La última enfermera renunció cuando un idiota quiso pasarse de listo con ella. Sé que están buscando a alguien nuevo, pero no sé si lo encontrarán. No muchos quieren trabajar en lugares como estos, menos aún sabiendo la clase de basuras que somos—Encogió sus hombros aunque eso le causaba dolor. Hacía frío y la ducha que le habían dado gratuitamente le había causado dolor en el cuerpo entero.

— ¿En verdad estás bien?—Preguntó. La preocupación se desbordaba de su tono de voz mientras lo miraba. Jeon lo comparó con un pequeño cachorro asustado y perdido en un lugar no conocía para nada.

—Ayúdame—Le dijo, haciéndole una seña con su mano. No podía sacar la parte de arriba del uniforme por sí solo porque cada mínimo movimiento que hacía le dolía.

Tae se acercó lento y suave, desabrochó los primeros botones y siguió con los últimos, sus ojos se cruzaron en el momento que colocó sus manos en el cuello de la camisa y la comenzó a sacar despacio. Taehyung sabía que la oscuridad que consumía los orbes de Jeon era por algo y el nombre que había soltado la tarde anterior había dejado una gran incertidumbre sin saber muy bien cómo responderla. Jimin le había dicho que no le prestara mucha atención y que tampoco pusiera presión en Jeongguk porque él no era de responder nada ni contar de su vida, ni siquiera a él que lo conocía de hace tiempo.

—Mira dentro de ese mueble, hay un botiquín—El menor enarcó una ceja mientras se levantaba a buscarlo—. Soy el rey, Ricitos. Debo saber defenderme y también curarme, las peleas aquí adentro son de todo menos suaves—El susodicho asintió con la cabeza mientras buscaba dentro de donde le había indicado.

—Quédate quieto—Susurró suave y Jeon se preguntó porqué. ¿Por qué él estaba actuando tan suave? ¿Por qué él le hablaba tan bajo? ¿Por qué parecía sumamente preocupado por él?

—No te sientas culpable—Murmuró. El aliento de Jeon pegaba en el rostro de Tae y olía a cigarros—. No fue tu culpa, dijeron cosas que no debían y sobrepasaron el límite.

¿Por qué siquiera estaba tratando de que la culpa que estaba envolviendo a Taehyung se fuera un poco? Él no tenía porqué hacerlo, ni siquiera tenía que preocuparse de que él estuviera tan mortificado. Lo odiaba, pero las palabras que había dicho el reo aún rondaban por su cabeza porque él sabía de lo que eran capaz de hacer los italianos. Él no estaba queriendo, ni tampoco permitiendo que otra persona sufriera lo mismo que Narae había sufrido.

El tiempo parecía correr rápido y el dolor que Jeon estaba sintiendo de a poco se estaba yendo gracias a la píldora que Tae había encontrado dentro del botiquín. La tensión parecía aumentar nuevamente, envolviendolos a ambos en una densa bruma de la que querían salir. Jeongguk fue el primero que dio un paso, besando a Taehyung y siendo brusco mientras empujaba su nuca con fuerza para acercar la boca contraria a la suya. Delineó los belfos contrarios con su lengua antes de adentrar su músculo a la cavidad contraria, Tae gimió y él se deleityo de ese sonido tan sexy que le daban ganas de escuchar muchas veces seguidas.

El menor se subió al regazo de Jeon, tomando el rostro contrario con sus delicadas y bien cuidadas manos mientras el otro colocaba las suyas en la espalda contraria, acariciandola de arriba abajo, metiéndose en el pantalón ajeno y manoseando sin pudor alguno las suaves nalgas de Tae.

— ¿Vas a seguir sin follarme?—Preguntó Taehyung, burlón y excitado. Jeon sonrió y bajó su boca por su mandíbula, llegando a su cuello chupando con fuerza, renovando marcas que todavía no se habían ido del todo.

Ellos sabían lo que despertaban en el otro, en como la tensión parecía aumentar con cada día que pasaba sin darles chance a preguntarse si lo que hacían era correcto o no.

—J–Jeon—Gimió Tae cuando el mayor envolvió su mano en su cuello, sonriendo con burla al verlo tan indefenso y como se retorcía bajo su toque pidiendo implícitamente más de este.

Volvió a besarlo con más brusquedad y a Taehyung le encantó que fuera de esta forma. Mientras los besos aumentaban la temperatura dentro de la celda, sus manos picaban por tocar el otro, por desnudarlo y hacerlo gemir su nombre. Pero Tae era muy cuidadoso en retener sus gemidos mientras el otro entraba uno de sus gruesos dedos a su boca, haciendo que chupara este como si fuera una deliciosa paleta. Envolvió su lengua en la falange mientras veía como Jeon mordía su labio por cada movimiento que él hacía.

— ¿Quieres que te folle?—Preguntó Jeon, dándolo vuelta, quedando boca abajo con su rostro pegado al suelo, su culo levantado, la ropa fue arrancada de un tirón y la gran mano del mayor presionó en su nuca. Tae murmuró en satisfacción y confirmación.

—Mhm—Gimió bajo cuando el primer dedo ingresó, se tensó y luego se relajó. Los movimientos que Jeon hacía parecían ser de un experto, su muñeca girando y buscando el lugar que sabía tendría a Taehyung rogando porque volviera a tocarlo de nuevo.

Gime para mí—Murmuró grave, ronco, bajo, la voz le salía con tanta excitación que calentó mucho más a Kim—. Tan apretado—Soltó cuando un segundo dedo ingresó, Tae echó su cuerpo para atrás queriendo más y más, más contacto, algo más grande y que lo hiciera delirar—. Tan caliente—El sexo siempre era su prioridad, pero dentro de ese lugar no había nadie que lo pusiera tanto como Taehyung lo hacía—. Vas a gemir para mí y todos en este maldito lugar van a saber que tu cuerpo es mío y si tengo que morir por él, voy a hacerlo—Juró. Soltó la nuca del otro y esa misma mano golpeó con fuerza una de las nalgas de Tae, dejando una marca roja.

—Mhm, Jeon—Gimió lo suficientemente fuerte para que los reos que se encontraban a los lados de la celda de Jeongguk lo escucharan—. Entra—Murmuró muy bajo. Jeon no lo escuchó y siguió moviendo dos dedos en su interior—. Quiero tu polla—Dijo esta vez y la risa ronca de Jeongguk mandó escalofríos a toda su columna vertebral.

— ¿Ya me quieres dentro? ¿Vas a rogar por mi polla?—Tomó un puñado de pelo en su puño y jalo, haciendo que Tae lo mirara con una sonrisa juguetona. Lo besó bruto entrando su lengua en su cavidad, escuchando los gemidos que hacía, sacando y entrando sus dedos cada vez más rápido.

Cuando sacó sus falanges del interior de Tae, este hizo un sonido inconforme, sintiéndose vacío, molesto. Jeon se bajó lo pantalones del uniforme junto a la ropa interior, su erección pegando en su fuerte estómago, la tomó con una de sus manos y se acarició de arriba abajo, escupiendo en la punta y deslizando la saliva con su dedo pulgar, esparciendola después por todo su miembro. Se alineó en la entrada de Tae mientras este trataba de empujarse para que entrara de una vez, sin embargo Jeon lo hizo sufrir, deslizando el glande de su pene por la entrada haciéndolo gemir al menor, pidiendo por él, lloriqueando.

—J–Jeongguk—Y al susodicho no le gustaba escuchar tanto su nombre, pero si salía de la boca de Taehyung de esa forma única que tenía de gemirlo, él lo querría escuchar para siempre. Ingresó de golpe tomando de sorpresa al menor que abrió sus ojos y apretó en puños sus manos por la repentina intromisión, era grande y no sabía si podría acostumbrarse al tamaño que Gguk poseía—. N–No te muevas, ¡Ah!—Gritó cuando el otro no hizo caso y sacó su pene de su interior para volver a meterlo hasta la empuñadura—. Hijo de puta—Murmuró, el agudizado oído de Jeon escuchándolo.

— ¿Qué has dicho?—Preguntó. Un golpe en su culo le hizo saltar en su lugar—. Respetame—Soltó mientras volvía a golpear en ese zona.

Y Taehyung odiaba tanto el sexo vainilla que mientras Jeon parecía cumplir todas sus fantasías en ese momento, él se encontraba disfrutando al máximo, amaba cada cosa que el mayor estaba haciendo y la forma que lo tocaba lo estaba volviendo cada vez más un demente. Pedía a gritos más mientras Jeon masturbaba su pene y se empujó él mismo cuando supo que el otro ya podía moverse como quisiera y Jeon con ese solo movimiento supo lo que tenía que hacer. Se movió lenta, tortuoso, Tae lloriqueando y gritándole que no quería algo suave, él lo necesitaba bruto hasta que lo hiciera rogar porque parara, eso puso más duro al mayor si es que eso era posible.

El oficial que estaba de guardia había escuchado todo, pero ¿qué podía hacer? Mientras Jeon se mantuviera tranquilo follando con quien fuera a él realmente no le importaba qué hiciera. Los reos eran otro tema aparte, habían comenzado a gritar mientras los gemidos de Tae se escuchaban cada vez más fuertes, pidiendo que cerrara la boca, Jeon llevándoles la contraria mientras le susurraba al menor que gritara su nombre para que lo demás supieran que era dueño de ese cuerpo.

Jeon había dado vuelta a Tae, tenía las piernas del menor en sus hombros mientras sus ojos se encontraban, los chasquidos que hacían sus pieles y el pene mojado del mayor entrando y saliendo de la entrada contraria eran lo que más se escuchaba. Una gruesa capa de sudor aperlaba sus cuerpos mientras sus alientos calientes se envolvían con el otro. Tae clavó sus uñas en la espalda de Jeongguk y arrastró estas hasta que estuvieron en la espalda baja, dejando rojas marcas. El mayor lo besó, esta vez un poco más suave y el menor enredó sus largos dedos en las ondas del cabello contrario.

—Ah—Gimió Gguk, cuando la boca de Tae se encontró con su cuello y lo marcó, no le importó porque el placer le nublaba la mente y no le dejaba pensar con claridad. Taehyung tenía sus ojos llorosos porque desde hace unos minutos es que el otro estaba golpeando su punto, arracandole gemidos desde lo profundo de su garganta y lloraba del placer que le estaba causando tener a tan hermoso hombre follandolo con fuerza y suavidad a la vez—. Me voy a venir—Susurró. Su aliento caliente golpeando en el lóbulo de la oreja de Tae.

—Yo también—Dijo sin aliento.

Era incontrolable tratar de aguantar el orgasmo que estaba a punto de golpearlo. Jeon lo masturbó mientras se seguía moviendo en el interior del otro y sonrió con burla cuando los espasmos comenzaron a ser brutales en el pequeño cuerpo de Tae, sus piernas temblando mientras soltaba un fuerte y largo gemido, sus ojos poniéndose en blanco mientras su interior apretaba su polla y lo hacía volverse completamente loco. Cuando el cosquilleo se instaló en su vientre bajo y el orgasmo lo rompió, mordió el hombro del menor mientras se aferraba con una de sus manos y con fuerza a la cadera de Tae.

—Wow—Dijo Tae unos minutos después. Se había quedado tirado encima del futón mirando el techo mientras sentía a Jeon rodar por encima de él y caer a su lado. Sus piernas seguían temblando dándole a saber que Gguk había realizado un excelente trabajo dándole el mejor orgasmo de su vida—. ¿Tienes Daddy kink?—En su interior rogó que no.

— ¿Qué mierda? No—Murmuró aún tratando de conectar las pocas neuronas que le habían quedado luego de haber tenido un duro orgasmo—. Pero sí tengo algunos fetiches—Susurró acariciando el estómago de Tae con su mano hasta colocarla alrededor del cuello del menor—. Me encantaría atarte—Dijo mientras escuchaba el gemido que salía de la boca del otro.

—Hum, me encantaría cumplir contigo todos los fetiches que tengas.

Y Jeon supo que ya lo tenía comiendo de su mano sin hacer mucho.

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Con la mente nublada por el sueño Tae entreabrio los ojos, molesto por la luz que estaba alumbrando dentro de la celda. Calculaba que era la madrugada y algún oficial se estaba asegurando que Jeon estaba en su celda. Tanteó el futón a su lado y sacudió el cuerpo del mayor escuchando como este gruñía molesto.

—Jeon, alguien te busca—Murmuró molesto mientras se tapaba hasta la cabeza con la manta que le había robado a Jeon del armario que tenía en la pequeña celda.

— ¿Qué? Mierda—Susurró notando quién era el que lo buscaba. Buscó sus pantalones y se los colocó rápidamente insultando por el frío que había comenzado hacer—. ¿Qué sucede oficial?—Bostezó mientras cruzaba sus brazos sobre su pecho.

— ¿Qué diablos hiciste este fin de semana? Además de follar. El director quiere verte en su oficina a las nueve y media—Jeon hizo una mueca agotado. Luego de la primer ronda había llegado una segunda y una tercera que lo habían dejado física y mentalmente agotado para tener una noticia de ese grado—. Hay rumores que dicen que has golpeado a Songu y le has arrancado un diente.

—Es verdad. Dijo una mierda de Taehyung y de alguien más, y no voy a permitir que un idiota como él hablé de cosas que no sabe. Él sobrepasó el límite y aunque sabía que era lo que estaba buscando, no me pude detener.

—Nueve y media te quiero despierto, yo te llevaré. ¿Jimin está en su celda?—Jeon asintió a lo último que había dicho.

— ¿Tendrás que esposarme?—Min asintió—. ¿Por qué?—Preguntó aunque la respuesta la tenía muy clara.

—El director te odia, pero también te teme. ¿Crees que él se sentirá seguro y con poder si tú estás sin esposas? Si fuera por él, apenas te ve y ya estaría escondido debajo de su escritorio—. Hizo una pausa dudando de si debía preguntar o no—. ¿Qué hace Kim en tu celda?—Preguntó en cambio, sacando cualquier pregunta que no viniera al caso.

—Salvatore quiso intimidarlo y como su fiel cabellero de armadura brillante fui a rescatarlo—Min soltó una risa baja.

—Que imbécil—Se escuchó venir desde adentro de la celda porque a pesar de que estaba tratando de volver a dormir, había podido escuchar parte de la conversación sin realmente quererlo.

—Hoy volverá a su celda, pero sé que Salvatore no se quedará tranquilo. La forma en la que lo mira, no me cierra del todo, ellos están planeando algo más y no se van a quedar tranquilos hasta que lo cumplan. Probablemente tenga a todo el pabellón siguiente en mi contra, pero esa mierda no me importa. Necesito que te informes con los otros oficiales, si han escuchado hablar de algo que estén planeando, los rumores corren rápido por lugares como este y la mayoría de ellos llegan a ser verdad.

—Voy a tratar de ver si consigo algo, no te prometo nada. Los italianos le pagan muy bien a los otros oficiales, guardan cualquier secreto que sepan hasta la muerte.

— ¿Y yo no pago mejor, oficial Min?—El susodicho sonrió y negó con su cabeza, en broma.

—Recuerda la hora que te dije, el director no querrá ni un solo minuto de retraso. No quiero ser a quien regañen por tu estupida culpa.

—Sí, sí—Dijo mientras volvía a ingresar a su celda. Negando con la cabeza cuando notó que Taehyung esa noche no estaría pasando tanto frío.

Y como nunca había sucedido, por alguna razón a la cual no quería darle vueltas, pudo volver a dormir sin ningún problema, su cabeza parecía haberse puesto en blanco por una vez en tanto tiempo y lo había dejado descansar como sabía necesitaba.

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¿En serio me van hacer escribir +60 capítulos? Porque yo encantada.

Primero que nada, muchísimas gracias por el kilito de leídas en 60DP les agradezco de todo corazón el apoyo.

Segundo, espero que disfruten el capítulo y ahí se los dejo jsjsjs

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