HOSEOK

Nunca había repudiado tanto a alguien, la eternidad me había enseñado a no hacerlo, pues es algo cansado el ser una creatura eterna y tener esa clase de sentimientos. Pero ella lo había logrado, era una neonata prácticamente, le ganaba por mas de un lustro el haber pisado esta tierra.

Yocimar Lane.

Mi prometida, con una fachada de se un ser puro, de un vampiro tan hermoso que dolía con el hecho de verla, su clan y el mío se debían unir en para la tregua, pero hacerlo con ella era terrible, pues mi primera impresión era ver su falsedad, sus actos infantiles, muy poco propios de una heredera a un clan.

Fue amable conmigo, incluso fingió timidez, pero en el ritual de consumación de compromiso, su verdadero ser apareció. Cuando se alimento de aquel ser humano, el rojo de sus ojos se inyecto tan profundo en mi ser que me empalme. Verla llena de sangre la rudeza con la que termino con la vida de aquella pobre creatura. Lamia sus dedos llenos de sangre, mientras admiraba su ropa manchada.

La sensualidad que desbordo, me descontrolo, no solo terminamos el ritual para el compromiso, la folle tan fuerte contra la pared que el eco de sus gemidos aun resuenan en mi mente cada noche.

Mi volví un adicto a ella, a un ser que tenía una máscara.

Algunos días, eres lo único que conozco

Lo único que arde cuando las noches se enfrían

No puedo mirar hacia otro lado, no puedo mirar hacia otro lado

Te ruego que te quedes, te ruego que te quedes, sí

A veces eres una extraña en mi cama

No sé si me amas o me quieres muerto

Me alejas, me alejas

Y luego ruegas que me quede, ruegas que me quede, sí

Me llamas por la mañana para disculparte

Cada pequeña mentira me deja sin aliento

Hay algo en la forma con la que me miras a los ojos

No sé si saldré vivo.

Me consumo entre el odio que tengo de esa hipocresía que reflejas, como en la adoración que brilla en mis ojos cada que te veo.

—Por favor, solo esta vez —estaba sobre mi miembro subiendo y bajando jadeando en mis labios —deja que me alimente de ti, solo por esta ocasión, solo quiero probar tu sangre Hoseok.

Gimió mi nombre, haciéndome sostenerla de las caderas, sus pechos se apretaban contra mis pectorales cada que se movía haciendo que su interior me engullera hasta la base. Alimentarse de un antiguo esta prohibido, nuestra sangre solo se le da a nuestra pareja eterna, por que somo seres puros, porque somos seres que vieron pasar demasiadas vidas frente a sus ojos.

—No se puedo, lo sabes —se arqueo para atrás mostrándome su vena palpitante en el cuello.

—Seré tu esposa, no importa si lo hago ahora, o tal vez mas tarde —rasgo su cuello dejando correr un hilo de sangre entre sus pechos —bebe de mí, yo lo hare de ti, solo por esta ocasión.

Un rugido salió de mi garganta, la tome por el cuello sin pensarlo y lamí el hilo de sangre entre sus pechos hasta llegar a la fuente, hundí mis colmillos escuchándola jadear, su interior se apretó alrededor de mi miembro tan fuerte que me correría al siguiente movimiento.

—Mmmh Hoseok, aaah.

Bebiste de mí, saciaste tu curiosidad, para desaparecer por un año completo después.

Fui reprendido, fui humillado, todos hablaban de lo fácil que era para ti manipularme, de lo débil que me había vuelto a tu lado, pero ellos no te conocían, no sabían lo peligrosa que eras, y la manera en que te odiaba por ello.

Regresaste tiempo después, para convertirte finalmente en mi esposa, nuestra unión hizo que nuestras familias se fortalecieran.

Peleas tan sucio, pero tu amor es tan dulce

Hablas tan bonito, pero tu corazón tiene dientes

Diabla nocturna, pon tus manos en mí

Y nunca, nunca, nunca, nunca me sueltes

Algunos días, eres lo mejor en mi vida

A veces, cuando te miro, veo a mi esposa

Luego te conviertes en alguien que no conozco

Y me alejas, me alejas, sí

Me llamas por la mañana para disculparte

Cada pequeña mentira me deja sin aliento

Hay algo en la forma con la que me miras a los ojos

No sé si saldré vivo

Peleas tan sucio, pero tu amor es tan dulce

Hablas tan bonito, pero tu corazón tiene dientes

Diabla nocturna, pon tus manos en mí

Y nunca, nunca, nunca, nunca me sueltes

Sangre en mi camisa, una rosa en mi mano

Me miras como si no supieras quién soy

Sangre en mi camisa, corazón en mi mano

Sigue latiendo

Peleas tan sucio, pero tu amor es tan dulce

Hablas tan bonito, pero tu corazón tiene dientes

Diabla nocturna, pon tus manos en mí

Y nunca, nunca, nunca, nunca me sueltes

—Yoci... —arrodillada entre mis piernas con labios alrededor de mi miembro, mis manos sostenían gran parte de tu cabello, podía sentir que el tragar saliva era complicado cada que succionabas con ímpetu —maldición.

Te levante del suelo para besarte, mordisqueando tus labios hasta hacerlos sangrar, nos fuimos a la cama para poder follarte como nos gustaba, de una manera salvaje, con mi miembro estirándote tanto por lo estrecha que eres, mordiste mi cuello una vez más. Tu lengua lamia la sangre derramada.

Tus gemidos eran el eco perfecto en la noche, las cosas que siempre desee las tenias tú, pero el amarte me había traído más problemas de los que deseara. Maldita niña caprichosa.

—Lo siento.

Estas tan perdida en el placer, que el morderte ahora no fue algo que te asustara, hundí mis colmillos sin dejar de embestirte, tus movimientos cambiaron, tus uñas empezaron a encajarse en mi espalda de manera desesperada, querías apartarme de ti, pero mi fuerza y peso eran demasiado, podía saborear como te consumías mientras succionaba, estabas tan enferma que incluso en los brazos de la muerte tu placer exploto, un ultimo orgasmo, un ultimo respiro, la ultima vez que me harías daño.

Te amoYoci, pero detesto tu existencia, mas de lo que detestare vivir eternamente sinti.

Uno se pone poetico, romantico y sadico a veces, ya les dije a mis chicas del grupo que dejen de alimentar a mi ardilla pero no hacen caso,

besitos en la cola...