Teniente Kim

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La soberbia hecha persona, alguien frio y calculador, no parece poseer empatía y todos sienten una especie de terror cuando habla, lo que amortiguaba esa aura oscura era su rostro.

Su atractivo rostro, mandíbula cuadrada, ojos penetrantes y alargados, cejas pobladas pero ordenadas, cabello castaño, alto, cuerpo atlético, piel morena y labios delgados.

Nadie negaba que era alguien digno de ver, pero su grado en la milicia no había sido por su lindo rostro, si no por su tenacidad y disciplina, mantenía todo en orden y era tenaz.

Y muchas mujeres buscaban el tenerlo, ya sea en la cama o de manera definitiva, pero nunca se le veía flaquear por alguna dama,  aunque tuviera a miles de ellas tras de el, aun así era un caballero con todas.

—Seria una lastima que los rumores sean ciertos — los murmullos en el gran salón —dicen que es fachada de ser tan rudo es porque en realidad le gustan los hombres.

—¿Y tiene algo de malo? —una joven de figura exquisita, además de muy joven miraba al teniente al fondo del salón —me parece que cada quien es libre de estar con quien quiera.

—No es malo pequeña Johana, pero es un desperdicio de hombre, todas tenemos imágenes muy indecentes del teniente en nuestras cabezas.

—Todas están casadas, no deberían de pensar en el teniente de esa manera.

— Solo vemos, eso no hace daño, igual el teniente jamás se fijaría en nosotras, tu eres aun muy joven para entenderlo Johana.

  El teniente se acerco junto con el coronel a saludar a las mujeres que estaban reunidas.

—Muy feliz cumpleaños teniente, cada vez los años le sientan mejor.

—Gracias señora Chae, quisiera verme tan bien como usted, los años no pasan por tan hermoso rostro.

Inclino la cabeza de manera educada, dejando a todos encantados.

—Bueno teniente déjeme presentarle a mi hija Johana, ella planea ser administrativa en la base, apenas está terminando algunos grados en la universidad pero pronto la veremos por el cuartel.

—Creo que si la he visto por el cuartel, pero no sabia que era su hija —hizo una reverencia —un placer señorita, bueno los dejo, debo seguir saludando invitados.

La fiesta era concurrida, pues todos estaban atentos a los movimientos de teniente Kim, no podían faltar a la celebración de cumpleaños, de tan importante figura.

—Padre, creo que me retiro, tendré exámenes esta semana y debo ir a descansar.

—Dile al chofer que te lleve —El coronel beso la frente de su hija —te veré mas tarde.

—No es necesario padre, pedí un carro, estaré bien.

Johana se despidió  de los invitados, tomo su abrigo y se retiro de la fiesta esperado su vehiculó.

Un Cadillac negro se paro en la entrada, de este bajo el hombre uniformado que se acerco a abrirle la puerta.

—¿Nos vamos?

—No debería de subirme con usted teniente, después de todo no me había visto antes.

Subió al auto del lado de copiloto, el teniente subió y arranco el auto.

—Entonces, ¿Deseabas que le dijera a tu padre de una vez que me como a su hija?

—Te escuchara hablar mi padre, de como hablas de su hija.

—Te escuchara tu padre de como me hablas en mi cuarto, su pulcra hija de la que presume.

—EL temible teniente, el cual controla una chica de 21 años.

Ambos sonrieron, el teniente Kim tomo la mano de Johana y beso su torso, llegaron a una residencia amplia, apenas cruzar la puerta, Kim Taehyung cargo a la chica en brazos llevándola a la habitación.

—Bájame —pataleo.

—Soy tu mayor en rango no puedes darme órdenes.

—Entonces no le mostraré su regalo de cumpleaños, teniente.

La bajo y esta se alejo empezando a quitarse el vestido.

—Es una joda que me controle una pequeña como tu.

—¿A si? —se quito el vestido por completo —los rumores dicen que el señor teniente Kim gusta de los hombres por eso no mira a nadie mas.

Se suelta el cabello, modelando una linda ropa interior de encaje negro, se comienza a tocar el cuerpo de manera lenta.

—¿Qué pasar cuando se enteren? —Se acerco a la  chica rodeándola —que la razón por la cual no veo a nadie mas, es porque la hija del coronel me tiene a sus pies, no puedo pensar en otra piel que no sea esta —le besa los hombros y toca la piel del abdomen —en otro labios que no sean estos —la toma del cuello y la besa con fervor —soy su esclavo y solo deseo poseerla.

—Dios cuando me habla asi, me hace sentir tan humeda y verlo con uniforme me es mas delicioso aun.

—Yo planeaba quitármelo para usted.

—Pensándolo bien, creo que su uniforme se ve mejor en el suelo.

Entre besos y caricias la ropa del teniente fue desapareciendo, mientras que sus cuerpos se anhelaban, las fuertes manos del teniente apretaban la cadera en las joven al mismo tiempo que los cuerpos se rosaban.

—Déjeme atenderla como se merece.

La recostó en la cama, dejando besos húmedos y dando succiones en la piel desde el pantorrilla hasta la entrepierna, pasaba la lengua por la piel sensible, hasta llegar al dulce centro donde removió la ropa interior dejando que la lengua se abriera paso por los labios vaginales.

Johana tenia las manos en el cabello de Taehyung, disfrutando de la lengua caliente y hábil del castaño, sus gemidos llenaban la habitación, el mayor extendió las manos para meter las manos debajo del sostén de encaje amasando los pechos sin dejar de succionar.

—¿Estas lista para recibirme?

—Teniente, desde que lo vi llegar a la fiesta, en ese traje azul marino m entrepierna ya era un charco.

Se levanto para abrir mas las piernas acomodándose en medio, alineando un poco la punta pero aun sin entrar.

—Comienzo a pensar, que solo le gusto por el uniforme.

Entro de golpe, la morena se retorció, apretando las sabanas.

—¡Dios si! —envolvió sus piernas alrededor de la cadera —No solo eso, es su tenacidad —se abrazo al cuello del mayor, besándolo —su inteligencia, el como me trata.

Sujeto su muslo, haciendo mas profundo y fuerte el golpeteo, el sonido de humedad, con los jadeos eran tan sincronizados, lo besos con mordidas, los gruñidos del teniente.

La giro para tomarla desde atrás, mordiendo su mejilla.

—¿Siempre serás mía Johana?

—Deme un buen orgasmo, y delo por hecho.

Se inclino y sobando su clítoris aun embistiendo, la chica sintió un temblor en las piernas para después liberarse, dejándose llenar por el espeso liquido, ambos cayeron, en el colchón.

—¿Aun debo esperar dos años mas para hacerte mi esposa?

—No pienso casarme hasta que regreses del frente.

—Volveré lo prometo…


Por el cumpleaños atrasado de nuestro lindo bebe oso, con mucho amor para lisamstng aunque me hagas sufrir con Romanee.

Para iniciar el año subire uno con mi solecito. las amito y pases lindas fiestas.

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