Bella.

Mi verano me la pase metida en uno de los departamentos de Haru, no le hecho nada a los yakuzas como para que me sigan, por lo que mis problemas son mínimos, además ya estoy algo cansada de correr todo el tiempo, huir puede ser mi especialidad pero me enferma que piensen que pueden pasar sobre mi como si nada.

Así que solo deje que se calmaron las cosas, no me mudaría de nuevo, me gusta mi vida en Japón, me gusta dar clases y me gusta correr.

Así que entre mi pequeño cómplice y yo investigamos donde podría recuperar lo que perdí de mis vacaciones que no incluyera a los Yakuza para ponernos en marcha.

—Solo esta carrera, tomamos el dinero y nos vamos al otro lado de la ciudad para la otra, debemos mantenernos en movimiento.

—Por algo eres mi único amigo, eres muy listo.

—Y guapo también.

Sonreí y bese su mejilla, Haru es el único que conoce como me llamo en realidad además de porque llegué aquí, es mi mano derecha y mejor amigo, es muy joven pero como dije es muy inteligente.

La carrera fue pan comido, parece que no hubo buenos corredores hoy, no sentí ni un poco de adrenalina.

—¿Listo? —asintió y me dio el dinero.

—Pero no podré ir contigo a la siguiente, la abuela se resbaló en la ducha.

—Anda ve.

Es su única familia, el porcentaje que gana con nuestras apuestas es para ayudarle con los gastos.

Tome mi teléfono para mirar el GPS de la siguiente dirección.

—Si me apresuro, podría llegar en die minutos y cubrir mi propia apuesta.

—O, puedo hacerla por ti.

Esa voz.

—Eres el otro —alzo la ceja —el que arruino mis vacaciones fue Taehyung, tu fuiste el de la primer carrera.

—¿La cicatriz nos delata?

—La presencia y apariencia, no son iguales.

Parecía que nunca le habían dicho algo así. Mire a su alrededor.

—Vengo solo, se que escaparas de todos modos, por el bien de nuestros cuerpos no queremos seguir heridos.

—Tu hermano y tu son listos, pero ¿Qué mierda quieren de mi?

Se volvió acercar lo suficiente, por alguna razón me gusta esa aura intimidante que tienen. Me acomodo la chaqueta.

—¿Crees que deseamos algo de ti?

—Pues son muy insistentes en seguirme — se inclino para tener su boca cerca de la mía.

—¿Qué podríamos querer? —trague saliva —déjate atrapar y lo sabrás.

Le di un ligero beso cerca de los labios —Si me dejo atrapar, ¿Qué sentido tendría?

Me beso de una manera más salvaje, arranque mi moto y solo alcance a ver como sonreía tocándose los labios.