✖╎Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 05╎✖

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ɴᴏ ᴅᴇʙᴇs ʜᴀʙʟᴀʀ ᴍᴀ́s ɴᴜɴᴄᴀ ᴄᴏɴ ᴍɪ ɴᴏᴠɪᴀ.

[◆◈◇]

J. Jung Kook

     Al siguiente día, casi no se veían los moretones o las cortadas que tenía en el rostro y me alegraba por eso, no quería más motivos para que se burlaran de mí, tenía suficiente con lo que vivía a diario en casa. Los maltratos e insultos por parte de mi padre no eran nuevos, era algo común, si no me golpeaba cada vez que llegaba a casa, el día que lo hiciera se esforzaría el triple solo para verme sufrir.

     Un día llegué de clases y me había agarrado desprevenido, se enteró que nunca había tenido una novia y tenía una leve sospecha de que era gay, me golpeó tan fuerte que tenía tres costillas rotas y una había perforado mi pulmón derecho.

     Todo mi cuerpo estaba lleno de cicatrices.

     Aunque me dedicara a hacer ejercicio, lo único que resaltaba en el eran las cientos de cicatrices que tenía por todo mi cuerpo.

     Al llegar la hora del almuerzo, saqué mis audífonos junto a mi teléfono, quería relajarme un poco y con respecto a comer, mi nana se encargaba de hacerme el almuerzo, por ende yo no almorzaba de la comida que servían en la universidad.

     —¡Oye, marica! —escuché gritar a un hombre a lo lejos, pero supuse que no era conmigo— Aparte de mudo, ¿Eres sordo? —aunque tuviese los audífonos puestos, podía escucharlo claramente y ahí supe que sí era conmigo.

     Me dí la vuelta encarando al dueño de aquella voz, quisiera no haberlo hecho, Park Jimin estaba con su grupito de “Chicos perfectos”, por el cual todas les chicas babeaban por ellos.

     —Hoy no está mi novia para defenderte —dijo con burla—. Oh, alguien se me adelantó, pero no te dejó hecho añicos —agregó proporcionandome un golpe en el rostro.

     Mi teléfono cayó al suelo junto a mis audífonos, lo tenía en mis manos, pero por el impacto lo solté cayendo de golpe al suelo.

     —¿Quién quiere empezar? —preguntó Jimin a sus amigos con una sonrisa maliciosa en su rostro.

     —Yo quiero —el más alto de ellos se comenzó acercar a mi y por inercia comencé a retroceder, pero el tercero de ellos me tomó por los brazos.

     Un puñetazo en la mejilla izquierda y otro en la derecha, simultáneamente, doliendome aún más que cuando mi padre me había golpeado. Un golpe en mi estómago y luego volvió a mi rostro, sentía como sus nudillos cortaban parte de mis mejillas, dolía como nunca antes.

   —¡¿Qué haces, Kyle?! —preguntó Jimin decepcionado, lo podía escuchar en su voz—. Te enseñaré como se hace, novato.

     Uno, dos y tres, me golpeaba nuevamente sin parar justo en el rostro, ¿Qué les habré hecho para que estén tan cegados de ira y tengan tantas ganas de golpearme hasta matarme?, Estaban golpeando a un inocente que el único error que ha cometido fue hablar con una chica.

     La más linda de todas.

     Por favor... Detenganse —pedía en mi mente, aguantando cada golpe.

      —¿Escucharon eso? —habló el que me sujetaba de los brazos— ¡Exacto, nada! ¡Denle más! —iba a desmayarme.

     Sentía miradas ajenas viendo la gran escena, pero no hicieron nada, sólo miraban el espectáculo que presentaban.

     —Vamos, Jung Kook, eres tan inútil, defiendete —el único que no me había golpeado me sorprendió al decir mi nombre, yo ni sabía quienes eran los amigos de Jimin.

     Fueron alternandose para golpearme en todo mi cuerpo, hasta que caí de rodillas al suelo, sin fuerza, solo quería que pararan.

     —¡Eso es! Para que aprendas que no debes hablar más nunca con mi novia —soltó varias carcajadas—. Lo siento, olvidé que no puedes hablar —no entiendo como una niña tan linda estuvo con ese imbécil.

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K. Young Soo

     Era la hora del almuerzo y todos los alumnos estaban afuera del salón viendo un espectáculo que yo no alcanzaba a ver, seguí de largo buscando a mis amigos, pero no los veía con la multitud obstruyendo el paso. Me sobresalté al sentir unas manos en mi cintura, al girar era Jackson que me veía con cara de terror.

     —¿Qué pasa, Hara no quiso salir contigo? —sonreí, pero él negó, era algo más grave que eso— ¿Y los chicos? —ahora estaba alarmada, ellos no se separaban por nada del mundo.

     —Están deteniendo a Jimin y a sus nuevos amigos, están golpeándo a un estudiante.

     Suspiré tranquila.

     —¿Cuál es el problema?, Si no golpean a los chicos, ¿Por qué traes esa cara? —lo miré atenta.

     —Porque Jimin está golpeándo brutalmente a Jung Kook, lo va a matar —aquellas palabras me alarmaron.

     —Llévame —pedí.

     —No, ¿Estás loca y si te golpea a tí por interferir? —lo miré furiosa.

     —Te estoy diciendo que me lleves, Jackson, no pido tu opinión ante la situación.

     Él cerró los ojos y tomó mi mano, metiendonos entre todas aquellas personas, que estaban animando la pelea.

     Aún no podía divisarlos, el gentío era exabrupto. Empujé como pude a algunos estudiantes hasta caer casi de rodillas al suelo, si no fuera por Jackson que sostuvo mi mano, estuviera besando el suelo. Al estar en frente y de pie, me horroricé, Jung Kook estaba cubierto de sangre, su teléfono estaba destrozado, echo añicos y su camisa blanca estaba completamente manchada de sangre, hasta tenía pisadas de zapatos en ella, como si le hubiesen pasado por encima repetidas veces.

     —¡NO, DÉJALO! —me acerqué dispuesta a recibir golpes.

     Empujé a Jimin quién estaba encima de Jung Kook, pero fue en vano, no lo moví ni unos milímetros.

     —¿Te gusta lo que ves? —relamió sus labios viéndome de pies a cabeza—. Aunque me gusta mucho más lo que veo, esa falda te queda realmente caliente.

     Lo miré asqueada.

     —Déjalo, Jimin.

     —No ha aprendido la lección todavía, mira como te ve, apuesto que a esa altura puede verte las bragas —fruncí el ceño ante sus palabras.

     —Claro, como no tiene el rostro hinchado —dije con sarcasmo—. Lo dejas o sufre las consecuencias, Jimin.

     Él rió. Su carcajada hizo eco en mis oídos.

     —El único que me intimidaba es parapléjico, no puede hacerme nada ahora —se levantó y se acercó a mí peligrosamente, mientras los estudiantes animaban la escena con más bulla, alentando a Jimin a hacer lo que tuviese en mente.

     Retrocedí por instinto, pero uno de sus ahora amigos me tomó por los brazos, mi pulso estaba acelerado y tenía miedo.

     —Vamos, Soo, admite que Jeon te da pena y por eso le hablas.

     Negué, tragando saliva.

     —No, no me da pena, por lo menos sé que él no sería capaz de follarse a otra que no fuera su novia.

     Jimin me miró sorprendido.

   —Y fue el mejor polvo de mi vida —escupió.

     Me zafé de las garras de su amigo y abofeteé su rostro, él giró levemente su cabeza y volvió a mirarme furioso devolviéndome el bofetón que le había dado, pero más fuerte, haciéndome caer de bruses al suelo.

   —¡NO LA TOQUES, IDIOTA! —Colin llegó del más allá, abriéndose paso entre la multitud.

     —No te metas —pronuncié haciéndolo enojar.

     Me había ganado una mirada asesina de su parte.

     —Ni lo intentes, Park, golpeaste a mi hermana y casi matas al chico, no me des más motivos para dejarte igual —enfrentó a Jimin, superandolo en altura y masa muscular. Mi hermano tan metiche como siempre.

     Le propinó un puñetazo en el rostro, haciendo que cayera sentado en el piso, sus amigos se pusieron alerta, pero mi hermano negó con su dedo divertido, estaba segura de que los iba a dejar peor que como ellos habían dejado a Jung Kook.

     Jimin limpió su mejilla con el puño y se puso de pie sin decir nada junto a sus nuevos amigos siguiéndole el paso, pero ellos ya no me importaban. Me puse de pie y corrí arrodillandome de golpe frente a Jung Kook, me quité la chaqueta en un rápido movimiento para utilizarla de almohada para su cabeza.

     —Tranquilo, todo estará bien —contenía mis lágrimas, él se veía terrible—. Tú estarás bien.

     —Lo siento, Soo, debí defenderte —habló Jackson detrás de mí.

     —Sí debiste, pero eso ya no importa.

     Una chica pedía permiso entre los estudiantes hasta que llegó a mi.

     —¡Toma... Soo... este —ella intentaba recobrar el aliento— es el botiquín de primeros auxilios! —finalizó entregándome una especie de maletín blanco con una cruz roja en medio.

     —Gracias, Hyuna —lo tomé con una de mis manos y lo posicioné en el suelo para abrirlo.

     Había alcohol, curitas, agua oxigenada, gasas, entre otras cosas, pero sólo necesitaba una cosa de ellas, las toallitas que ya contenían alcohol, era más fácil curar las heridas de ese modo, aunque sólo podía curar su exterior, porque claramente no veía la gravedad de su interior.

     —¿Qué pasa aquí? —llegó un señor con gafas, de traje impecable y un maletín que sostenía con una de sus manos.

     Por su vestimenta, sabía que era el rector principal, el más importante de la universidad.

     —¡Llame a una ambulancia! —gritó YoonGi llegando a la escena.

     —¡O morirá! —apoyó Taehyung llegando detrás de él.

     ¿En donde estaban metidos esos cerebros de cacahuates?, Ahora no podía enfocarme en ello, ¿Qué dirán los padres de Jung Kook cuando lo vean de esta manera?, Mínimo denunciara a esos simios hormonales y sin cerebro, ¿Cómo pueden ser capaces de hacer algo tan terrible?

GRACIAS POR LEER❤️

Corregido: 02/06/2024

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