✖╎Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 09╎✖

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ᴠᴇᴄᴇs ᴇs ᴍᴇᴊᴏʀ ᴘᴇɴsᴀʀ ᴀɴᴛᴇs ᴅᴇ ᴀᴄᴛᴜᴀʀ.

[◆◈◇]

K. Young Soo

     —Vamos, hermanos, muevan esas piernas —Nam Joon me miró alzando una ceja—. Bueno, no tan literal, pero apúrense o llegaremos tarde a nuestro primer día de trabajo.

     Sabía que la “gran noticia” de nuestros padres era pronto a proceder, pero jamás imaginé que fuese al día siguiente. Los chicos estaban malhumorados y ni hablar de mi persona, estaba furiosa porque Jimin jamás cumplió lo que me prometió y Jung Kook nunca volverá a hablarme o siquiera mirarme, mi vida era un caos.

     Mis hermanos subieron a la camioneta, puse el GPS con dirección al restaurante que habían abierto mis padres y puse la camioneta en marcha.

     The Palmers” ahí te vamos.

     Según el GPS, estábamos a unos diez minutos de llegar y para que negarlo, estaba impaciente de estar allí, hablaría con el encargado y le pediría un gran favor, que me diera parte del dinero que ganaría por adelantado, necesitaba que Jung Kook volviera a hablarme o si quiera mirarme a los ojos, sonrojandose como siempre lo hacía.

     —¡Llegamos! —anuncié estacionando la camioneta en el estacionamiento frontal del gran restaurante.

     Las paredes estaban hechas estrictamente de cristal, se podía ver el interior desde aquí, las mesas estaban cubiertas por un fino y delicado mantel blanco con bordados en dorado, las sillas eran negras, desde las patas hasta el respaldar, mientras que los asientos eran del mismo color que del hermoso mantel.

     —¿Por qué tan emocionada?, ¿Jung Kook te habló hoy? —preguntó Colin en forma de burla—. Oh, cierto, él no quiere hablarte —fruncí mi ceño y miré a Nam Joon.

     Me incliné hacia el espacio que había entre ambos asientos delanteros y señalé a Nam Joon furiosa.

     —¡Le dijiste! —apreté mi mandíbula fuertemente antes de volver a hablar—. No vuelvo a confiar más en tí, Nam Joon —me giré para tomar mi bolso de mano, tomé las llaves y las metí en el.

     —Vamos, Soo, es tu hermano también, pero no pensé que fuese un idiota —dijo en su defensa.

     —No quiero que me hables, haré como si hubieses muerto en aquel accidente o mejor aún, haré como si me hubieses matado aquel día —sin más, salí de la camioneta y cerré la puerta con mucha fuerza.

     Podía tolerar sus burlas, sus malas caras, sus estúpidas hormonas, pero no que derrocharan mi confianza como si no valiera nada. Estaba dolida. En fin, caminé al interior del hermoso restaurante y un chico alto, de unos veintiocho años, de espalda ancha, cabello azabache negro y rostro angelical, estaba dirigiendo a sus empleados, por así decirlo. Vestía un hermoso traje blanco con una camisa vinotinto y corbata negra, simplemente un hermoso galán.

     —¿Tú eres Soo? —me preguntó señalándome, había visto mi cara de tonta desde que entré—. Sé que soy terriblemente hermoso, pero debes contestar, hermosa dama —y casi me da un infarto por su forma de hablar.

     —S-Sí, soy yo, Kim Young Soo, ¿Y usted es? —ya sabía quién era, pero amaba ser educada, amigable y cordial, aún más cuando hay un chico extremadamente guapo frente a mí.

     —Soy Kim Seok Jin, un placer, pero puedes decirme Jin —me sonrió y juro que iba a desfallecer en aquel momento—. Tu uniforme está en los casilleros, hay una oficina justo en ese pasillo de allí —señaló una gran puerta y asentí—, hay unas llaves que dicen tu nombre, son las llaves de tu casillero y las del restaurante —asentí como una niña obediente.

     —¿Puedo hablar con usted antes de entrar? —pregunté con cierto temor, era cierto que el hermoso galán estaba ocupado dirigiendo a sus empleados y observando que todo esté correcto para cuando abran, pero necesitaba acordar lo de mi pago.

     —Lo están haciendo muy bien. —dijo al aire, mientras asentía a mi dirección. Se fue acercando a mi y me sonrió, busqué con la mirada algo a lo que aferrarme, porque sentía que caería de bruses al suelo— ¿Pasa algo? —negué— ¿Tu padre te explicó que serías una mesera? —asentí, pero él no me dejaba hablar.

     —Jin, no tiene que ver con el trabajo que haré después de clases —Aseguré—. Necesitaba saber si el pago me lo podrías dar por adelantado —me miró alzando una ceja.

     —¿Por qué me preguntas a mí?

     —Porque eres el encargado— dije más que obvia.

     —Pero tu hermano mayor llevará las cuentas y los pagos —maldita sea. No podía ser posible.

     Tenía que ser una broma.

[◆◈◇]

     Algo que descubrí en las siguientes horas fue que: ser mesera era el trabajo más ajetreado en el que he estado, aunque no sé si cuidar a Colin cuente como uno, porque si fuera el caso, ese es el peor que hay.

     —Estuvieron a la altura —Jin nos halagaba, pero dejé de escucharlo, sólo veía sus gruesos labios moviéndose, como si hubiese entrado en una especie de transe.

     —Fue divertido —dijo Colin intentando romper el silencio que se había formado, solo quedábamos Nam Joon, Colin, Jin y yo en el gran espacio moderno.

     —Espero que mañana estén a la misma hora de hoy o hablaré con su padre sobre las horas de llegada —dijo Jin firmemente, a lo que asentimos—. Hasta mañana, muchachos.

     —Hasta mañana, jefe —respondí con una sonrisa, mientras me aferraba a mi bolso de mano, en donde tenía todas mis cosas, incluyendo mi teléfono.

     —Te espero mañana, linda Soo —intenté no sonrojarme y menos frente a los hermano.

     Los tres en silencio comenzamos a partir al exterior del hermoso y moderno restaurante, pero siendo sincera ser mesera no era lo mío, era muy forzado y tortuoso para mí, no va conmigo, pero debía hacerlo por alguien más y no por mi, él merecía su teléfono, porque gracias a mí perdió el suyo y no era justo.

     Subimos a la camioneta, puse los seguros y el GPS, porque siempre estaba propensa a perderme en todos lados y las burlas de mis hermanos en tiempos anteriores me hicieron más fuerte, de apoco me fui aprendiendo los trayectos, avenidas, salidas, las calles y me he perdido menos.

     Mis estudios de las calles, avenidas y salidas habían funcionado.

     —Nam —lo llamé viéndolo por el retrovisor, mientras estábamos en medio del tráfico—. No fue cierto lo que dije hace un rato, sabes que que te amo, hermano y solo salió, me sentí traicionada —expliqué como me sentía, no podía estar más de unas seis horas molesta con uno de mis hermanos.

     —Sé que no lo decías en serio, Young Soo, yo te conozco y sé que haz hecho tantas cosas por mí solo para protegerme, también te amo, hermana —me guiñó un ojo, indicándome que todo estaba bien entre nosotros.

     —Ahora dense un beso —habló Colin rompiendo aquel momento de hermanos reconciliandose.

     —¡Colin! —gritamos, Nam y yo al unísodo.

     —¿Qué?, También quería recordarles que existo —se cruzó de brazos haciendo puchero y luego me percaté que el semáforo había cambiado.

     Bueno, en realidad fueron las cornetas de los otros autos los que me pusieron en alerta o ni cuenta me doy que el semáforo había cambiado de color. Pisé a fondo el acelerador sin matar a nadie en el proceso y nos puse en marcha a casa, nos faltaban unas calles y llegábamos a ella.

     —¿Cómo harás con Jung Kook?, Hoy tampoco te habló hermanita —¿Nam Joon también lo había notado? Ya odiaba de por sí por todo lo que estaba pasando.

     —Le compraré un teléfono nuevo, Jimin destrozó el suyo —estacioné la camioneta en el estacionamiento exterior frente a casa.

     Giré para ver a Nam Joon, ya que Colin lo hacía y yo seguía sin saber porque.

     —¿Por qué Jimin no le compró uno?

     Suspiré antes de responder.

     —Porque es un cobarde, ni siquiera ha superado a Soo, me acosa para que la convenza de volver con él —habló Colin por mí.

     —¿En serio él hace eso? —mi hermano menor asintió—. Está enfermo.

     —Por tí, hermanita —dijo Nam esta vez con una sonrisa pervertida.

     —Quiere de tu bizcocho, Soo —R
Reí, ¿Por qué Colin era así?

     —Que asco, Colin. Ni respetas a nuestra hermana —Nam Joon hablaba esta vez.

     Los tres soltamos unas grandes carcajadas. Podía estar muy molesta con ellos, pero al fin y al cabo, ellos eran mis hermanos y sólo en ellos podía confiar, podía apoyarme, me soportaban y aún así, no me pedían algo a cambio.

     —Colin y yo te daremos nuestros ahorros, pero no es suficiente para reemplazar el que tu ex-novio rompió.

     Sonreí, juro que iba a besarlos.

     —¿Puedo besarlos ahora? —.e lancé hacia Colin sin esperar su respuesta y besé su mejilla.

     —¡Que asco, Soo! —se quejó Colin limpiando su mejilla.

     —Yo paso, hermanita —A
Alzó las manos Nam Joon en son de paz.

     —No sabes de lo que te pierdes —agregué victoriosa.

     Jung Kook pronto tendrá su teléfono nuevo.

No sé si lo he dicho anteriormente, pero de igual forma lo repito... Cuantos más votos tenga el capítulo es mi prontitud en actualizar el siguiente capítulo, pero si me lo piden con gusto actualizo la historia, me encanta tanto que ya tengo varios capítulos escritos💕

GRACIAS POR LEER❤️

Corregido: 05/06/2024

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