Capítulo 15: Misterio resuelto

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—Hoy es noche buena y espero que pasen la mejor de las noches hoy—dijo Verne por la radio—. Estoy muy feliz de pasarla junto a ustedes y para iniciar el programa, comenzaremos con una buena dosis de llamadas.

Presionó el botón.

—Hola hola aquí Verne, ¿quién allá?

—Es Marcos, soy un fiel seguidor de tu programa—comentó el chico—. Espero que tengas una bonita navidad hoy.

—Gracias Marcos, espero que tú igual—respondió—. Y dime, ¿cómo piensas pasar este día?

—Mi familia irá a comer sushi, no soy muy fan del sushi pero es agradable pasar rato con ellos—dijo el chico—. También haremos un intercambio de regalo con los vecinos, así que estoy un poco ansioso con saber qué me darán.

—Comprendo eso—rió—. Me pasa igual. Una pregunta, Marcos, ¿qué le vas a regalar a tu amigo secreto hoy?

—Un set de artículos escolares—respondió—. Post its, plumas, colores.

—Wow wow, me gusta, bastante creativo—le dijo Verne—. Es la primera vez que alguien me dice que regala eso en navidad.

—Bueno, es lo único que sé que le gusta, así que espero que sea bueno—rió. Verne asintió a pesar de que no podía verlo y luego se despidió del chico. Presionó el botón y atendió la siguiente llamada.

—Aquí Verne, ¿quién allá?

—Hola Verne, es Val—Verne asintió con una pequeña sonrisa, tenía días sin tener su llamada.

—Hola Val, hace días que no llamabas, ¿cómo te preparas para hoy?

—Excelente—respondió—. Estoy esperando a que mi familia termine de llegar, todos nos reuniremos; tíos, abuelos, primos...será una cena grande.

—Entonces espero que comas un montón—a chica se rió por la otra línea.

—Te llamé porque quería que tú y todos los que me escuchan y han seguido mi caso, que le hablé al chico que me gusta—comentó—. Por mensaje pero lo hice, siento que di un paso grande.

—Y lo hiciste—le dijo Verne—. Sé que es complicado y que a muchas personas quizás le parezca algo pequeño pero realmente es algo inmenso—dijo—. Pocos son los que se atreven a dar el primer paso. Te felicito y sé que nuestros radioyentes están más que contentos con saberlo.

—Gracias—dijo animada—. De verdad tenía que contártelo, le escribí ayer y casi grito de la emoción cuando me respondió—Verne sonrió, a pesar de no conocer a Val, se sentía muy feliz por ella.

—Me alegro mucho—le dijo—. Creo que tomaré un poco de tu valentía para hoy,.

— ¿Hablarás con la chica que te gusta?

—Mmm, algo parecido—respondió—. Val, temo decirte que se acabó tu tiempo.

—Noooo—alargó la O—, siempre se acaba, así no me sirve.

Verne rió para luego despedirse de ella y colgar. De esa forma estuvo realizando llamadas durante todo el rato que le quedaba.

~•~

—Equipo—habló Dominic de pie frente a la mesa, llevaba una copa de champane en la mano—. Agradezco a cada uno de ustedes por increíble año que tuvimos y brindemos por este nuevo año que nos viene y para que sigamos juntos—alzó la copa.

—Salud—dijeron todos al unísono, y le dieron un trago a su copa.

—Ahora coman todo lo que quieran—comentó Dominic—. Está hecho para ustedes—sonrió.

Todos se fueron sirviendo un poco de las bandejas para empezar a comer. Verne tomó una rebanada de pavo y se la llevó a la boca, cerró los ojos saboréanolo y luego volteó a ver a Darla.

—Sé que no te gusta pero debes probar esto—le dijo, Darla hizo una mueca y negó.

—Max puede que le guste—le dijo y miró al chico que estaba a su lado, tomó la pieza y se lo colocó en su plato.

—Vamos Max, se parte del equipo ganador—le dijo Verne y Darla le dio un codazo leve haciendo que éste riera. Max comió la pieza y asintió mostrándoles el dedo pulgar dándoles a enteder que le había gustado.

—Sí—dijo Christian—. Max también sabe que es bueno en su vida, no escuches a tu mamá peque, escucha al tío Christian y al tío Verne.

Christian, Darla y Verne se mantuvieron hablando todo ese rato mientras cenaban, Dominic conversaba con Kira y Saula con Ruth; todos estaban de acuerdo con algo: la comida estaba deliciosa; el ponche estaba en su mejor momento y el vino estaba más que divino. Al terminar Kira se acercó a ellos con una sonrisa en el rostro.

—Es hora de abrir los regalos—todos asintieron—. Comienzo yo—tomó su regalo en la mesa—. Mi amiga secreta es una chica; diría que es de las más amables y ocurrentes de aquí, siempre tiene una sonrisa en el rostro y sabe darte las palabras exactas cuando te siente mal. Su nombre es el mismo que un personaje de Buscando a Nemo bastante temido—dijo y miró a Darla—. Ven corazón, que eres tú—le sonrió.

Darla se rió para levantarse y caminar hacia ella, le dio un abrazo y tomó el regalo; todos pidieron que lo abriera y lo hizo: eran un par de audífonos inalámbricos azules y un paquete de galletas Oreo. Darla sonrió y agradeció por su regalo para luego tomar el que había llevado.

—Mi amigo secreto es un chico, uno bastante peculiar, le gustan las películas de terror y las maniobras extremas—Christian rió al saber que hablaba de él—. Y lo mejor es que siempre tiene un comentario gracioso que decir—miró a Christian—. Tú sabes que eres tú, así que ven—él se levantó de la silla y se acercó para abrazarla.

Christian abrió su regalo y sonrió, era un libro de Agatha Christie, su escritora favorita, con una taza con alusión de su libro Asesinato en el Orient Express. Volvió a darle un abrazo y un beso en la mejilla a Darla.

—Amo esto, te amo en serio te amo—le dijo alegre, Darla rió.

—Sabía que te gustaría—respondió—. Te toca dar tu regalo—Christian asintió y tomó la bolsa de la mesa, mostró una sonrisa y comenzó a hablar.

—Me costó un montón guardar el secreto sobre quién era mi amigo, más porque mi amigo secreto es una persona curiosa, está pendiente de todo a cada momento y a veces se cree detective—todos rieron—, pero a pesar de eso, es un chico agradable, divertido y sabe cómo hacer que media ciudad tenga un crush con él. Además, tiene la increíble suerte de tenerme a mí como su amigo—Verne rió y negó divertido.

Se levantó de su silla y fue a tomar su regalo, Christian se echó para atrás.

—Qué haces Julio, hablaba de Dominic—se echó a reír—. Mentira, sí eres tú—le dijo un abrazo y Verne tomó el regalo.

Abrió su regalo y quedó sorprendido por lo atinado que había sido Christian, le había dado una libreta, de las que vienen con hojas punteadas y un estuche para su cámara fotográfica, además le había dado una bolsa de chocolates blancos que hizo que lo amara un montón.

Verne le entregó su regalo a Ruth, le había comprado dos libros sobre Genesis Delli, una escritora que a ella le gustaba mucho y luego Ruth le entregó su regalo a Dominic y Dominica a Saula para luego ella darle el suyo a Kira.

—Te falta también el regalo que te dio tu amiga secreta, no lo has visto—dijo Darla, Verne asintió y tomó el regalo de la chica.

Lo abrió y alzó una ceja al no entender su regalo, era una cajita de metal como las que se usaban antes para guardar cartas, y al abrirla tenía un llavero de espada y tres chocolates blancos pequeños. Verne tomó la nota y leyó lo que tenía escrito.

«Verne, sé qué esperas que ésta sea la última nota y te revele quién soy, pero se me hace muy difícil hacerlo. Cuando te veo mis piernas tiemblan y temo que te enteres quién soy porque sé que es casi imposible que podamos tener algo.

Mi mamá cree que estoy enamorada de ti. ¿Enamorada? Cansada quizás. ¿De amar? O de no ser correspondida por ti. Cualquier opción es aceptada, cualquier opción es posible, aunque desearía estar a tu lado, sé que es difícil que tú me veas de esa forma.

Siempre te he visto andar de un lado a otro con una chica, tienes muchas chicas pendientes de ti y sé que soy una más en la lista, lo supe la última vez que hablé contigo (aunque tú posiblemente no sepas cuando fue).

La espada significa valentía, que es bastante irónico porque prácticamente te muestro lo cobarde que soy. Shakespeare hace mención de una metáfora que dice: hay para mí más peligro en tus ojos que en afrontar veinte espadas desnudas. Cada quién tiene su interpretación, pero la mía se basa que, tu mirada es tan profunda que puedes perderte y enamorarte fácilmente de ellos. La caja, por otro lado, es para que guardes todo el amor que te he entregado en las notas porque espero que de alguna forma haga que te enamores de mí; Verne, antes de tocar tus labios quiero tocar tu corazón y antes de conquistar tu cuerpo quiero conquistar tu amor.

Eso es todo lo que debo decirte.

Feliz casi Navidad

Att: La cobarde de tu amiga secreta»

Verne suspiró y guardó la carta en su bolsillo, se sentía impaciente y quizás un tanto molesto porque su amiga secreta no quería revelarle quién era. Él tenía derecho de saberlo, necesitaba hacerlo.

Releyó la carta una vez más y algo le hizo click en su cabeza; se levantó de la silla y le dio una mirada a Darla que se encontraba al frente.

—Debo irme—le dijo—. Tengo que hacer algo antes de navidad.

Se despidió de todos rápido y salió del estudio para montarse en el auto de su papá.

— ¿Cómo te fue? —le preguntó.

—Ya sé quién es mi amiga secreta, pero ella no sabe que lo sé—su papá lo miró sorprendido—. Sé que tenemos nuestra noche de películas y pizza pero necesito primero hacer algo—su papá comprendía lo que necesitaba.

— ¿Irás a buscar a la chica? —Verne asintió.

—Llévame a la casa de Nath.

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Espero y tengan una bonita noche hoy! Aquí apenas es medio día pero estaré ocupada para actualizar mas tarde!

Como tomaron lo de la amiga secreta?


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