8. Fin del Curso Escolar

"Quirrel tiene muy mal aspecto, ¿verdad? ¿Crees que está enfermo?" se preguntó Mandy aquella mañana durante el desayuno.

"Puede que sea la maldición". susurró Terry.

"¿La maldición DADA? ¿De verdad crees que tiene algo que ver? Seguramente habrían hecho algo al respecto. ¿Verdad? dijo Michael con inquietud.

"No lo sé. El abuelo dijo que un profesor no ha durado más de un año durante cuarenta años. Que él sepa, nunca intentaron arreglarlo".

"Quizá lo hicieron y no funcionó, pero no dijeron nada porque sería difícil conseguir un profesor si se sabía con certeza que el puesto estaba maldito". reflexionó Ron.

"Sería bastante poco ético contratar a gente sin decirles que lo estaba". objetó Padma.

Ron se encogió de hombros y siguió comiendo.

"Espero que al menos dure lo suficiente para terminar el curso". Mandy suspiró.

"Ésta es nuestra última clase con él antes de los exámenes. Si muere, no nos afectará mucho".

"¡Anthony! Eso es horrible".

"Bueno, ya sabes lo que quería decir. Más allá del hecho de que muera, que por supuesto sería terrible y todo eso. Lo decía desde un punto de vista práctico, ya que afecta a nuestra educación. Otra persona puede dirigir nuestro examen si es realmente necesario".

"¡Eso que dices es horrible! Estamos hablando de la vida de un hombre".

"¿Qué probabilidades hay de que caiga muerto de repente en la próxima semana y media?".

"Sigue siendo una barbaridad".

La conversación del desayuno seguía en la mente de Harry cuando tomaron asiento en DADA aquella tarde. Teniendo en cuenta lo que se traía entre manos, era muy posible que muriera en la semana y media siguiente. Eso le hizo replantearse si debía contárselo a alguien. El tipo era un saco tan triste que probablemente sería más amable.

Estaba bastante aburrido con el repaso; estaba bastante seguro de que tenía DADA cubierto en lo que se refería al próximo examen. Estaba cansado de repasar todo una y otra vez. Estaba listo para pasar a cosas nuevas. Empezó a dejar la mente en blanco y a soñar despierto.

"Los intentos de Quirrel por conseguir la piedra son tan risibles como los de Hagrid por contrabandear dragones". Tuvo que morderse el labio para no soltar una risita cuando se le ocurrió la comparación. "¡Tom Riddle es el Hagrid de los Señores Oscuros!".

Podía imaginárselo todo con tanta claridad.

Hagrid entronizado, con uniforme de Slytherin, el pelo alborotado peinado hacia abajo y con la raya bien marcada, rodeado de sus esbirros... bueno, esbirros, en realidad: Ron con turbante.

"Necesito que me consigas esa piedra filosofal".

"¡Sí, maestro! Ahora mismo!"

Ron se puso en marcha de inmediato para cumplir la orden de su señor tenebroso, pero siguió corriendo en círculos, rebotando en las paredes y acabó enredado en un montón en el suelo, mientras Hagrid/el Señor Tenebroso estaba sentado admirándose en un espejo.

"¡Ese soy yo! ¡Gran y Poderoso Señor Thingummy! Voy a gobernar el mundo que soy, y ser mortal y esas cosas!".

"¡Creo que quieres decir inmortal, gran y poderoso maestro oscuro!"

"¡Cierra el pico! ¿Quién manda aquí?"

"¡Tú, tu oscura atrocidad!"

"Ya lo creo que lo soy. Adelante. Mira. Ese director idiota ni siquiera sabrá lo que se le viene encima".

Ron se volvió y se quedó boquiabierto ante el cartel pintado a toda prisa en la ladera.

"Piedra Filosofal. Alto secreto. No tocar. (De verdad)".

La piedra estaba al aire libre, justo debajo del cartel, con una gran flecha roja que la señalaba. Dumbledore estaba más allá de las señales, escondido detrás de los arbustos y riéndose para sus adentros, aunque Hagrid y su secuaz no parecían verle.
El resto de los profesores cuchicheaban detrás de Dumbledore y de vez en cuando intentaban convencerle de que dejar un gran cartel señalando la piedra era una mala idea, pero Dumbledore los ignoraba.

"No pasa nada. Tengo un plan astuto. Je, je!"

Era una escena tan ridícula que le costó contener la risa.

Mientras Harry se perdía en sus ensoñaciones cada vez más tontas, el resto de la clase observaba a Quirrel con recelo. Empezaba a tener un aspecto decididamente gris y no dejaba de hacer muecas como si le doliera la cabeza. También se estaba poniendo un poco brillante; parecía que estaba húmedo y sudaba.

Harry se frotó distraídamente la cabeza. Le dolía la cabeza.

Quirrel se tambaleó, soltó un gemido y empezó a caer.

"¿Profesor?"

"¿Profesor? ¿Se encuentra bien?"

De repente, Quirrel y Harry gritaron. Harry se llevó las manos a la frente y se cayó de su asiento. Quirrel cayó al suelo, sus gritos se hicieron más fuertes y empezó a retorcerse. El resto de los alumnos se pusieron en pie de un salto y se agitaron ansiosos, sin saber qué hacer, mientras unos cuantos salían disparados hacia la puerta en busca de Madame Pomfrey, un profesor, cualquier cosa.

Padma también gritó y señaló. Una niebla oscura e informe brotaba de la cicatriz de Harry y la sangre le caía por la cara. La niebla se unió y salió disparada hacia Quirrel, cuyos gritos se hicieron más fuertes, mientras Harry se desplomaba y se quedaba inmóvil.

"¡OH DIOS! ¡HA MUERTO! ¡HARRY ESTÁ MUERTO!

"¡TAMBIÉN EL PROFESOR!"

"¡SIGUE GRITANDO!"

"¡NO CREO QUE SEA ÉL!"

A los profesores, que oyeron los gritos y los llantos, les costó entrar en la habitación, ya que tuvieron que luchar contra toda una clase llena de alumnos de primer curso que estaban histéricos e intentaban huir.

"¿QUÉ ESTÁ PASANDO?"

"¡SON LOS DEMENTORES! ESTÁN ENFADADOS PORQUE LES HAN ROBADO TODOS LOS PRISIONEROS Y HAN VENIDO A MATAR A HARRY... ¡Y AL PROFESOR POR ALGUNA RAZÓN!"

"¿QUÉ HA PASADO?"

"¡SON FANTASMAS MALIGNOS!"

"¡LAS BARBAS DE MERLÍN! QUIRINUS!"

"¡ES LA MALDICIÓN DADA! VAMOS A MORIR TODOS!"

"¡BUEN SEÑOR! PROFESOR QUIRREL!"

"¡AAAAAAHHHHHHH!"

"NIÑOS, ¿PODÉIS CALLAROS DE UNA VEZ? chilló el profesor Burbage, el profesor de estudios muggles.

Se oyó un fuerte estruendo sobre la caótica escena, que provocó más gritos, y luego el silencio cuando Dumbledore avanzó por el pasillo prácticamente irradiando poder. Parecía brillar a su alrededor, creando una neblina casi visible en el aire.

"Profesores, llevad a los niños al ala médica. Creo que no vendrían mal unas cuantas pastillas calmantes. Los demás venid conmigo. Id".

Los niños se apresuraron a obedecer. Neville agarró a Harry, lo levantó y le echó el brazo por encima del hombro. Draco Malfoy, que parecía a punto de desplomarse, le agarró del otro brazo y juntos lo sacaron de la habitación tras el resto de los alumnos.

El profesor Burbage conjuró una camilla para él y se encargó del transporte, yendo a la retaguardia mientras los demás se llevaban a los estudiantes. Los pasillos, las escaleras y los entresuelos estaban llenos de estudiantes asustados de las otras clases.

"DIRIGÍOS TODOS AL GRAN SALÓN DE FORMA LENTA Y ORDENADA. UNO DE NOSOTROS VENDRÁ EN UN MOMENTO PARA INFORMAROS EN CUANTO SEPAMOS MÁS SOBRE LO QUE ESTÁ OCURRIENDO. PREFECTOS, POR FAVOR, MANTENED EL ORDEN". Dijo la profesora Sprout, su voz retumbó por todo el castillo.

Los chicos volvieron a gritar cuando una enorme bola de fuego estalló sobre sus cabezas, pero luego todos se relajaron cuando sonó una hermosa canción.

"¡Fénix!"

"¡Es un fénix! Míralo!"

El fénix rodeó la escalera, cantando, y luego bajó volando y se posó en la camilla, detrás de la cabeza de Harry.

"¡Está llorando!"

"Está triste porque Harry ha muerto".

"¡No está muerto, engendros!"

"¡Sí, de verdad! Aún respira".

"¡Seguid moviéndoos, niños!"

Cuando llegaron al ala del hospital, Madame Pomfrey avanzó a toda prisa, al igual que varios sanadores vestidos con las túnicas verdes de San Mungo. Seguían llegando aurores vestidos de púrpura a través del floo.

"¿Qué es todo esto?

"Ha saltado mi alarma de muerte, me ha quitado años de vida. Uno muerto, otro a punto de morir, otro inconsciente... ¡Pedí refuerzos! ¿Qué demonios ha pasado?

"A todos nos gustaría saberlo".

Los niños, la mayoría de los cuales seguían llorando y estaban bastante traumatizados por los acontecimientos, empezaron a hablar todos a la vez. Madame Pomfrey hizo acopio de toda su reserva de calmantes y empezó a repartirlos.

El auror a cargo empezó a organizar a todo el mundo para interrogar a los niños de uno en uno una vez que se hubiesen calmado, y envió a otros con uno de los profesores para ver qué ocurría en el lugar del suceso.

Todos los sanadores se habían reunido en torno a Harry, que parecía estar mucho mejor desde que el fénix había llorado sobre él. Madame Pomfrey también fue a ver a Harry ahora que los niños se habían calmado e hizo sus propios escáneres.

"Debía de estar muy cerca de la muerte si el fénix se sintió obligado a aparecer para ayudar. Pero, ¿de dónde ha salido?

"Es Fawkes. Vive en el despacho de Dumbledore. Debía de estar muy cerca cuando ocurrió todo.
"

El fénix trinó y empezó a canturrear suavemente, lo que también ayudó a reducir la frenética tensión de la sala.

"En realidad, no nos queda mucho que hacer aquí. Supongo que será mejor que vayamos a ver si se puede hacer algo por el otro paciente".

Para entonces, los niños ya habían prestado declaración. Todos los relatos coincidían en los detalles, aunque su interpretación de los hechos variaba mucho.

"¿Alguna idea de qué demonios ha pasado hoy aquí?"

"No tengo ni idea. Sea lo que sea todo esto, es algo que nunca había visto antes".

"Será mejor que venga uno de los Innombrables. Quizá alguno de ellos sepa algo. Trabajan en magia oscura".

"Supongo. Esos tipos siempre me dan miedo".

Se hizo una llamada y, varios minutos después, un trío de Inefables, vestidos de púrpura como los Aurores, pero con una cresta diferente en sus túnicas, aparecieron entre las llamas y pidieron que se les informara. Les dieron la cronología de los acontecimientos descrita por los niños, y los tres fueron a hacer sus propios escáneres a Harry, consultando juntos en susurros silenciosos que no trascendieron más allá de su pequeño grupo. Los tres intercambiaron una mirada.

"Vamos a necesitar ver al otro. Ahora".

El profesor Burbage regresó de escoltar a los aurores y sanadores, sólo para tener que dar media vuelta y llevarse al resto. Los profesores Sprout y Vector, que se habían quedado en el ala hospitalaria, empezaron a reunir a los niños para llevarlos al gran salón.

"¿Madame Pomfrey? ¿Quién está inconsciente? preguntó Hermione de repente. "Dijiste un muerto, un casi muerto y un inconsciente. Sólo Harry y Quirrel estaban heridos en el aula".

"Yo...", se interrumpió al darse cuenta. "¡Válgame Dios! Gracias por señalarlo... Tanta gente corriendo en todas direcciones... Ve y llévalos a todos al gran salón. Tengo que encontrar a otro paciente".

"... ¡Basta de rodeos, Albus! ¿Qué ha estado ocurriendo en Hogwarts? ¿Por qué tu profesor tiene dos caras? ¿Por qué hay un alumno tan cerca de la muerte que ha tenido que aparecer un fénix para curarle?".

"Tengo conjeturas... por supuesto, mis conjeturas suelen ser más acertadas que las de la mayoría de la gente. En cuanto a lo ocurrido hoy en esta sala, sólo puedo especular".

"Esto debería ser bueno. Por supuesto, ilumínanos", dijo irónicamente el Inefable principal cuando entraron en la sala.

"Ah. Más visitantes. Hogwarts parece ser un lugar muy popular hoy".

"¡Albus! ¡Barbas de Merlín! ¿Podrías contestar si lo sabes? ¿Por qué está la cara de Tom Riddle en la nuca de Quirrel?".

"¿Tom Riddle? ¿La cara tiene nombre?"

"¿Tom Riddle? Murió hace años".

"¿Le conoces?"

"Fui a la escuela con él. Era el director de mi tercer curso". reveló uno de los sanadores.

"Ah, para responder a esa pregunta necesitaré una lección de historia...". empezó a explicar Dumbledore.

"Este Tom Riddle era, evidentemente, Quien-tú-sabes" -habló por encima de él el Inefable jefe.

Los aurores, los sanadores y algunos profesores chillaron y se apartaron de un salto del cadáver, del que la mayoría ya se encontraba a una distancia prudencial.

"Hizo una magia oscura bastante asquerosa en un intento tonto e infructuoso de hacerse inmortal. De algún modo, esta magia oscura se deshizo, de forma bastante espectacular, y tristemente a la vista de todo un grupo de niños pequeños. Si tuviera que especular, lo que quedó de él tras desaparecer hace diez años se recompuso lo suficiente como para poseer a tu maestro aquí presente... de lo que tú, de algún modo, no te diste cuenta. ¿Me he perdido algo? -dijo secamente el Inefable mientras él y sus colegas escaneaban el cadáver, la habitación y todo el mobiliario.

"¿Qué le ha pasado al señor Potter? preguntó Flitwick.

"Parece que restos de magia oscura se adhirieron a su cicatriz, probablemente la noche en que destruyeron a Quien-tú-sabes. Se deshizo junto con el resto y regresó al originador cuando se deshizo. Es un proceso bastante doloroso. La conmoción que le produjo casi le mata. Tuvo bastante suerte de estar recubierto de magia de amor sacrificial, que amortiguó sus efectos todos estos años, o probablemente habría muerto independientemente de lo cerca que estuviera el fénix. A decir verdad, tuvo mucha suerte de que todo esto ocurriera cuando ocurrió. Uno o dos años más y aquellos restos no habrían podido eliminarse sin matarle. Ya fueran los restos de la maldición u otro factor, algo había erosionado casi hasta la nada la magia protectora".

Todos los Innombrables observaron que dos de los profesores se ponían rígidos y miraban con odio a Dumbledore, que seguía sonriendo y actuando como si estuviera fascinado por todo lo que se decía.

"Entonces... ¿el chico no ha hecho nada? ¿No tiene una especie de... frente supermágica o algo así?".

El Inefable se limitó a mirar al Auror hasta que éste agachó la cabeza y arrastró los pies, avergonzado.

"No.

"Ah... Bueno. Eso está bien. Por lo demás, un poco peligroso. Estallando y matando señores oscuros y maestros por todas partes".

"¡Sr. Abercrombie, de verdad!" resopló McGonagall.

"Bueno, ya sabemos lo que pasó, ahora todo está bien. Dumbledore intervino alegremente.

"¿Y Quirinus?"

"Estoy seguro de que nuestros amigos del Ministerio y de San Mungo se ocuparán de sus restos. Aún estamos en plena jornada escolar y tenemos que ocuparnos de todo un colegio lleno de niños".

"Sí... eso será divertido. ¿Qué demonios les decimos?

"Ya se nos ocurrirá algo. Hablando de eso... ¿Dónde demonios está Severus?

"¿Bajó al gran comedor con los niños?

"Es Severus. ¿Es muy probable? Sé que su aula está en las mazmorras, pero seguro que oyó la conmoción incluso allí abajo".

Dumbledore frunció el ceño, preocupado, pero Flitwick ya se dirigía a toda prisa a la habitación.

"¡El despacho de Severus Snape!" Desapareció en él para echar un vistazo y regresó unos minutos después.

"Ni rastro de él en su despacho, ni en el aula, ni en sus aposentos".

"La matrona dijo que había tres heridos cuando llegamos: uno muerto, otro a punto de morir y otro inconsciente. Si él era uno de los heridos, es posible que ya haya ido a recogerlo".

"Buena observación". Volvió a encender el floo. "¡Ala hospitalaria!"

Dumbledore se escabulló entre los demás y fue el siguiente en pasar. Los demás intercambiaron miradas y se encogieron de hombros. Los sanadores conjuraron una sábana y envolvieron el cuerpo de Quirrelmort para llevárselo.

Cuando Dumbledore salió del floo justo detrás de Flitwick, Arcturus, Melania, Sirius Black y Remus Lupin se volvieron para mirarle.

"Ah... más visitas. Qué alegría. Como puedes ver, todo va bien. No hay motivo de preocupación".

"Mi ahijado casi muere mientras estaba en clase. Creo que sí hay motivo de preocupación". gruñó Sirius.

"¿Lord y Lady Black? ¿Señor Black? ¿Sr. Lupin? ¿Qué hacéis todos aquí?" dijo McGonagall con cierta sorpresa al salir de la floo.

"Debería pensar que eso sería obvio. Nos avisaron de que Harry había estado a punto de morir mientras estaba en clase, pero se había curado y ya no corría peligro. La noticia fue lo bastante alarmante como para que viniéramos enseguida a verlo con nuestros propios ojos."

Los ojos del grupo se abrieron de par en par al ver la larga fila de aurores, sanadores, profesores e innombrables que salieron tras ella, y sus miradas se clavaron en el cuerpo envuelto que salió con el último sanador.

"Bueno, ahora que todo el mundo parece estar aquí, quizá alguien sea tan amable de explicar cómo Harry y dos profesores han llegado a encontrarse en semejantes apuros".

Todos los que acababan de llegar pudieron ver que, efectivamente, el profesor Snape estaba inconsciente en una de las camas, aunque el biombo que la rodeaba lo ocultaba casi por completo. El Inefable repitió su explicación anterior, aunque esta vez al menos la mitad del público sabía de qué hablaba.

"Hizo un horrocrux, varios, si lo que dices es cierto. ¡No es de extrañar que el hombre estuviera loco! Uno ya es bastante malo. Es una abominación. ¡Vaya! Nos hemos librado de él". Arcturus resopló.

"Qué terrible desperdicio. Ese chico tenía tanto a su favor. Es una tragedia y un despilfarro a lo que llegó al final" Melania estuvo de acuerdo, sonando enferma.

"¿Cuándo despertará el señor Potter? se preguntó McGonagall.

"En este momento, probablemente no dentro de un tiempo. Está bien, gracias a Fawkes, pero aún así ha sido un shock terrible para el sistema, no creo".

"¿Serías capaz de despertarlo sin hacerle daño?", preguntó uno de los aurores.

"Vamos. Seguro que el niño ya ha sufrido bastante".

"En aras de la exhaustividad, me gustaría ver si tiene algo que añadir a los acontecimientos de esa aula", discrepó el Inefable.

"Seguro que no es necesario".

"Lo permitiremos si puede hacerse sin perjudicar al niño". Melania atajó las objeciones de Dumbledore.

"No debería ser un problema. Aunque no hay que sobrecargarle. Imagino que no estará despierto mucho tiempo. Enervaos". advirtió Pomphrey.

Los ojos de Harry se abrieron de golpe con un grito ahogado, hizo una mueca de dolor y luego puso cara de desconcierto. Parpadeó un par de veces y sus ojos se movieron para contemplar el verdadero mar de caras extrañas que lo rodeaba.

"¡Harry!"

"Me alegro de verte despierto, viejo amigo".

"Harry, querido ¿cómo te sientes?"

Harry parpadeó mirando a los tres negros, como si realmente no pudiera imaginar qué hacían todos allí.

"¿Qué ha pasado?

"Esperábamos que pudiera contárnoslo, señor Potter".

Harry frunció el ceño mientras intentaba reconstruir los últimos acontecimientos. De repente, sus ojos se abrieron de par en par al recordar todo de golpe.

"El profesor Quirrel gritó y se cayó... y entonces me explotó la frente".

"¿Podría decirnos qué estaba haciendo justo antes de que ocurriera esto, señor Potter?", intervino uno de los Innombrables.

"¿Qué hacía? Soñando despierto, sobre todo".

"¿Ya eres una chica, Harry? Sirius se rió.

"No. Se me acababa de ocurrir que Quirrel... el profesor Quirrel era el Ron de los secuaces y Tom Marvolo Riddle el Hagrid de los señores tenebrosos, y estaba teniendo una ensoñación tonta sobre lo patéticos que eran él y su señor tenebroso. Todo un curso escolar y no había conseguido superar ni la primera defensa de la piedra filosofal. En serio. ¿No es triste?

"¿Eras consciente de que el profesor Quirrel trabajaba para Quien-tú-sabes e intentaba robar la piedra filosofal?".

"Trabajaba para un tipo llamado Tom Marvolo Riddle. Me dijo que le recordaba a él. Le pregunté qué le había pasado. Dijo que estaba fuera esperando dejar su huella y que tenía un "destino mayor", que es el código para ser un señor oscuro".

"Harry, Tom Riddle era Voldemort".

"¿Eh? ¡Oh! ¡Es un anagrama! Yo pensaba que debía de ser un mortífago y que planeaba ocupar el lugar de Voldie... pero siempre fue él, ¿eh? Eso no hace más que empeorar las cosas. La gente aún tiene miedo de pronunciar su nombre y a eso se había reducido. Tío".

"¿Cómo sabías de la relación de Quirrel con un señor oscuro?"

"¡Quiero saber cómo sabía lo de la piedra!" dijo McGonagall indignada.

Harry aún parecía un poco chiflado, así que quizá se le podía disculpar por no censurar su opinión.

"Oh, por favor. Todos lo sabemos desde hace meses. De verdad, no es que fuera difícil".

Los aurores se mordieron los labios mientras los profesores se erizaban y parecían insultados.

"¿Quizá podrías empezar por el principio y guiarnos a través de tus descubrimientos?". intervino uno de los Innombrables.

"¿Mis descubrimientos? Bueno... la primera pista fue mientras hacía la compra para el colegio con Hagrid. Le dijo al duende que necesitaba conseguir el 'ya sabes qué' de la cámara 713..."

A medida que avanzaba el relato de Harry, completado con comentarios mordaces y salpicado de bostezos, los profesores empezaron a agachar la cabeza avergonzados, los aurores empezaron a fulminarles con la mirada y los Innombrables parecían esforzarse por no reírse.

"...y fue entonces cuando me di cuenta de lo que me molestaba de todo el asunto del dragón. Parecía tan aleatorio, ¿sabes? La voz dijo: 'Ese tonto te ha dado lo que necesitabas'. Entonces comprendí que todo había sido una treta para obtener información sobre Fluffy y sobre cómo pasar por encima de él. Esto demuestra lo tonto que era Quirrel. Era profesor y se suponía que debía ayudar con las protecciones. Todo lo que tenía que hacer era "pasar" por donde estaba Hagrid, complementar al perro, sugerir que quería uno y empezar a hacer preguntas. Hagrid le habría dicho todo lo que necesitaba saber. Además, habría sido el momento ideal. Las protecciones no subieron todas al mismo tiempo, o eso supuse, ya que la incorporación de Quirrel, un trol, no se trajo hasta Halloween y luego se dejó al aire libre para que pudiera desbocarse y servir de distracción. Según el orden en que cada uno fuera añadiendo a la seguridad, cuanto antes lo hubiera conseguido, más fácil le habría resultado. En cambio, era casi final de curso y acababa de descubrir cómo superar el primer obstáculo. Me planteé avisar a los profesores, pero luego decidí que sería demasiado engorroso explicárselo y, de todos modos, era tan incompetente que no me importaba demasiado, así que seguí mi camino. Quirrel incluso dijo que era "demasiado peligroso" porque "él" siempre estaba vigilando. Supuse que mientras el profesor Snape no se marchara ni siquiera intentaría robar la piedra".

Dumbledore parecía bastante desconcertado. "¿El profesor Snape?"

"Bueno, era él quien lo vigilaba. ¿A quién iba a referirse si no? Harry volvió a bostezar, casi haciéndose crujir la mandíbula, y parpadeó ante los adultos que rodeaban su cama por todos lados.

"Entonces... ¿qué ha pasado? ¿Por qué me explotó la frente? ¿Y por qué gritaba el profesor Quirrel?".

"El profesor Quirrel estaba poseído por lo que quedaba de Quien-tú-sabes... hizo magia muy oscura para hacerse inmortal...".

"Entonces... ¿lo que dices es que tenía un trozo del alma de Voldemort... en la frente?".

Todos se sobresaltaron cuando Dumbledore apuntó de repente a Harry con la varita. Harry captó el movimiento con el rabillo del ojo y arrebató la varita de la mano de Dumbledore, la dejó caer sobre su regazo y luego le dio un manotazo en la mano como si estuviera regañando a un niño travieso.

"¡Perdona! ¡Cuidado con dónde apuntas! ¿A qué viene eso?"

Era evidente que Dumbledore estaba conmocionado por haber sido desarmado con tanta facilidad... y el hecho de que lo hubiera hecho sin magia un niño de una pequeña fracción de su edad sólo añadía insulto a la herida.

"¡Ningún verdadero niño de primer año tendría tantos conocimientos de una magia oscura tan vil, Tom Riddle!".

Harry puso los ojos en blanco y se señaló a sí mismo antes de decir muy despacio y con claridad "HAAARRRRYYY POTTTTEEER". ¿Y en serio? ¿Eso es lo que te pone de los nervios? Se llama razonamiento. Punto A: Voldemort no tiene cuerpo. Punto B: su yo sin cuerpo poseía a mi profesor. Punto C: dejó una parte de sí mismo en mí. Como obviamente no era su dedo meñique, ¿qué queda sino su alma? En serio, colabora conmigo. No es ciencia espacial. Además, explica muchas cosas. Sabía que conocía el nombre de Tom Marvolo Riddle, sólo que no podía imaginar cómo".

Entonces frunció el ceño y se cruzó de brazos, con aire contrariado.

"Quirrel me dijo que le recordaba a él. Claro que, si estaba poseído, quizá me dijo que le recordaba a él mismo. En cualquier caso, creo que me siento insultado. A menos que se refiriera a cuando aún era inteligente, tenía un cuerpo... y un cerebro, y no era un señor oscuro loco... pero sigue siendo un poco asqueroso".

"Deberías dormir un poco, niña. Seguro que los aurores ya tienen lo que necesitan". intervino Melania.

"¡Espera!
Aún quiero saber una cosa. ¿Qué le ha pasado al profesor Snape?"

"Lord Voldemort parece haber dejado un mecanismo de seguridad que intentó utilizar para salvarse". dijo Dumbledore con ligereza.

"¿Pero por qué a él?", se preguntó uno de los sanadores.

"¿Era uno de ellos? ¿Un mortífago?"

"Trabajaba como espía. Para Dumbledore". corrigió McGonagall cuando todos los aurores se volvieron para mirar la cama en la que Snape seguía inconsciente. "¿Verdad, Albus?", instó cuando Dumbledore no dijo nada.

En cambio, estaba mirando a Harry. "Pareces bastante tranquilo ante esta revelación".

"Ya lo sabía. Lo leí en el periódico. Respondiste por él en el juicio. Supuse que, o bien era cierto, o bien tenías motivos para creer que no sería un problema. En cualquier caso, no me preocupaba. El profesor Snape no me ha dado ninguna razón para desconfiar de él".

Miró a su alrededor hasta que divisó a Pomfrey.

"¿Se pondrá bien?"

"Sí. Debería recuperarse totalmente".

"Eso está bien". Entonces cerró los ojos, aunque se le oyó murmurar: "¿Crees que querrá ser el profesor de DADA ahora que se ha roto la maldición?", mientras volvía a dormirse.

"¿Se ha roto la maldición? ¿Cuándo ha ocurrido? ¿Y cómo?

"Podría tratarse de un conocimiento más subconsciente del fragmento de alma. Si Quien-tú-sabes fue el responsable de la maldición, puede que lo sepa aunque no se dé cuenta conscientemente".

"Sabes... estoy cualificado para el puesto. Si hay una vacante... y la maldición desaparece". Remus habló esperanzado.