Navidad, la época más bonita del año según los internautas, una época para disfrutar en familia, amigos o en pareja. Algo sumamente lindo de disfrutar puesto que el frío y las bebidas le dan el toque, o bueno al menos así piensa Taehyung. Un amante empedernido de los clichés navideños; incluido el Grinch claro está, de hecho la pequeña criatura verde es su cliché y personaje favorito porque piensa que aun cuando el mundo pensaba que era alguien malo y horroroso de hecho el Grinch era una persona hermosa, claro ejemplo de que lo hermoso se encuentra adentro, no en la apariencia. No en lo superficial.

Taehyung apenas llegando Noviembre saca toda la decoración habida y por haber de Navidad, colocándola por toda la casa, hasta en el baño. Lucecitas de colores, carteles con frases emotivas, inflables de Santa Claus, de monos de nieve, de renos y de pinos, el gran frondoso pino de un llamativo color verde con una estrella brillante color dorado, bueno muchas “cositas” navideñas en resumen eran las que habían por toda la casa del castaño. Sólo una cosa le faltaba a Kim para que su época favorita del año fuera digna de una película; pareja. ¡Le faltaba el amor, una pareja a la cual amar!

Enfurruñado con el universo el castaño bajo hacia la sala de su hogar, dispuesto a desayunar unos deliciosos waffles con mucha miel y plátano para después arreglarse cuidadosamente puesto que ese día tendría una cena navideña, algo así como una posada entre amigos, aunque siendo honestos la mitad de las personas que irían eran un completo misterio para Taehyung, él sólo conocía a seis, Cha Eunwoo, Kim Hyeoyeon, Park Chaeyoung, Seon Mingi, Kang Soori y a Kim Taeho. A nadie más, por lo que Kim veía a dicha fiesta como una oportunidad para socializar. Terminó su riquísimo desayuno y lavó los trastes ya que si había algo que le molestara a la bolita de ternura castaña era dejar platos sucios en el lavadero, ¡se veían horrible! Él prefería tener todo ordenado y limpio, su casa parecía sacada de un tablero de “Casa estéticas y lindas” en Pinterest, y de hecho de ahí se había inspirado. Cuando terminó de limpiar la cocina subió hacia su habitación, yendo directamente al armario para poder escoger su ropa, un suéter de Rodolfo el reno con unos pantalones beige y unos mocasines café marca Gucci, digno de un modelo de las altas gamas. Se bañó con toda la paciencia del mundo, depilándose las piernas porque hace días que sus bellos corporales se estaban enterrando y causando unos granitos horribles y dolorosos, poniendo una mascarilla facial para limpiar todas las impurezas y tallando su cuerpo con un jabón con olor a geranios, una delicia según Taehyung. Saliendo del baño el castaño se aplicó su crema favorita de Lubridem especial para las pieles resecas y finalmente se vistió, hermoso; así fue como quedó.

Hizo su rutina de skin care de manera automática y rápida ya que al ser algo diario se convirtió en una especie de habilidad, algo así como las mamás con sus hijos, bueno en éste caso sería Taehyung con sus productos para la piel. Al terminar se aplicó un poco de maquillaje y cuando terminó se tomó una selfie que posteriormente fue publicada en Instagram. Mientras se llegaba la hora se puso a ver distintas películas navideñas ya que al ser 24 de Diciembre éstas abarrotaban los canales televisivos. Cerca de las 8:00 pm decidió salir de su hogareña casa, prefirió caminar, quería disfrutar de las calles llenas de esa magia navideña. No tardó mucho en llegar a la casa de su amigo Eunwoo. Tocó y a los pocos segundos entró, saludando a Eunwoo y a Hyeoyeon.

—¿Cómo has estado, cariño? —Preguntó Hyeo, Taehyung la abrazó y le dio un beso en la mejilla.

—Muy bien, ¿tú? ¡Feliz Navidad! —Exclamó con una gran sonrisa.

—¡Feliz Navidad! Y también bien.

Bueno… La fiesta comenzaba, la Navidad se asentaba, y un nuevo amor estaba listo para ser creado.

La fiesta estaba increíble, aunque muy melosa a decir verdad, Taehyung se sentía tan solo al ver a todas las parejitas dándose besos y mimos, no había un lugar que no mirara y ahí estaba una pareja. Aquí y allá. Se sentía como un moquito. Con un puchero se sentó en un sillón apartado de los demás y se puso a ver su celular, ensimismándose tanto que no fue consciente de la presencia que se situó a su lado.

—¿Conoces la leyenda del muérdago? —Preguntó el sujeto, Taehyung saltó del susto.

—¡Mierda! —Exclamó asustado, girándose con un puchero enojado—, casi me matas del susto, y ahora sí ¡que bonita Navidad! —Chilló moviendo los brazos de un lado al otro. Jungkook rio por su actitud.

—Lo siento, te ofrezco una disculpa, o ¿quieres una coca? Diga para el susto —dijo con una sonrisa, el ceño del castaño se frunció aún más.

—Ya… No conozco la historia del muérdago, ¿cuál es? —Inquirió volviendo al tema inicial.

—Bueno es bastante simple de hecho. Cuenta la leyenda que si dos personas se encuentran debajo de un muérdago el 24 de Diciembre quiere decir que están destinadas a darse un besito de esta manera encontrarán el amor —contó con una sonrisa.

—Ya, seguro mientes y sólo quieres un beso mío, ¿quién me asegura que encontraré el amor si te beso?

—Tendrías que intentarlo para comprobarlo —dijo Jungkook, parando sus labios en forma de piquito, Taehyung miro hacia arriba de ambos y notó el muérdago. Bueno no perdía nada si lo besaba, además el chico se veía apuesto y tenía unos labios finitos.

Con esperanza de que el sujeto le trajera buena suerte paró sus labios y los presionó suavemente con los del pelinegro. Sellando un tierno e inocente beso. O más bien sellando el inicio de un nuevo amor.

—Listo, espero que me traigas buena suerte.

Y sí, efectivamente se la trajo, ya que después de la fiesta por casualidades del destino Taehyung y Jungkook se encontraban frecuentemente. El amor brotó, y el muérdago los esperaba para que ambos formalizarán su relación la próxima Navidad. El cliché por fin se completaba, una pareja es lo que a Kim Taehyung se le daba. Un amor el cual cuidar y mimar.

Una Navidad diferente, Kim Taehyung y Jeon Jungkook encontraron el amor.

Fue difícil pero espero les guste ^^.