38. •Dulce de pez•

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

New York, Queens.

Octubre 13.

10.34.AM.


El viaje fue rápido. Comimos apenas llegamos y mientras JiMin pintó su cabello a salmón yo fui a los vestuarios y terminé de retocar mi outfit que consistía en unos jeens rasgados, una camisa blanca algo decolorada y una chaqueta de jeens encima de esta. Una combinación que bien daba la talla con mi maquillaje ya que tendría marcas de una golpiza en mi rostro, como cicatrices rasguños y demás. JiMin y los demás lo hicieron después, él si vestía lo opuesto; un pijama holgado de algodón color crema, el cabello solo un poco desordenado dándole un aspecto inocente.

Se veía pequeño. Que cosas lo que hace la ropa, ¿No?

-Perfecto, ahora JiMin con tu índice toca el de YoonGi pero no completamente, dejando un espacio. Sí, perfecto.

Ahora, teníamos más de una hora posando ante las cámaras y sonriendo falsamente hasta que nos dolieran los músculos del rostro. Otras veces solo debíamos estar serios, cambiar de posiciones o escenarios contrarios y así sucesivamente. No era tanto pero era agotador sostener una mueca falsa.

El escenario estaba divido en dos lugares muy diferentes. En mi parte era un lugar de mala muerte con paredes viejas en diferentes tonos naranjas que variaban desde marrones y negros hasta naranjas y pinceladas de verde oscuro. Habían también cauchos viejos esparcidos por el suelo y un pequeño contendor de metal donde subí para la mayoría de fotos individuales. La parte de JiMin consistía en algo simple; telas suaves de colores pasteles y paredes de matices neutros. Suave, delicado y bonito. Todo lo contrario al pulgoso de mi gato.

-Ahora de espaldas -indicó TaeMin, nuestro fotógrafo -. Si, el uno con el otro, de espaldas ya. Bájate de ahí YoonGi y tú JiMin ven aquí. ¡Perfecto! Ahora -aplaudió dos veces y las luces se hicieron tenues a nuestro alrededor, estábamos sentados en el suelo, espalda con espalda viendo hacia la cámara -, Vean de frente desde donde están, no a la cámara.

Así pasaron cuatro horas y pronto nos dirigimos a los camerinos para descansar y cambiarnos de ropa. Nos hospedamos en el hotel más lujoso del distrito ya que mis fans de este y otros lugares se enteraron "casualmente" que había venido por trabajo. Tuve que salir a tomar aire con dos guardaespaldas a petición de SeokJin. Me sentí aún peor que antes con dos gorilas respirando en mi nuca, por lo que me jugué el papel de Sherlock Holmes y me escabullí en una tienda vestido completamente de negro. Barbijo, sweater con capucha y gorra hicieron acto de presencia para ayudarme a mezclar con las personas de la calle.

Estoy seguro que así pasaré desapercibido hay demasiadas personas parecidas.

Respiro profundo cuando por fin logro caminar tranquilamente por las calles sin ser asfixiado por los paparazzi. Diviso una cafetería donde ingreso pidiendo un express y saliendo inmediatamente con el café en mano. Mi teléfono vibra en el bolsillo derecho de mi pantalón y lo cojo viendo en la pantalla una llamada con el nombre "Saco de pulgas moradas".

Agh, ¿Debería colgarle? Arruina mi momento de soledad pensativa.

Vuelve a vibrar.

Cuelgo.

De nuevo.

Lo ignoro.

Vibra por quinta vez.

Cuelgo.

Otra vez...

¡Carajo!

-Por un demonio JiMin, ¿No tienes ocupaciones o cosas de híbridos por hacer? Arruinas mi existecia -escucho una risilla al otro lado de la línea y bufo.

-Se supone que solo soy un corista y un extra en tus sesiones de fotos además de tu mascota, fuera de eso no creo que ocuparme mucho valga la pena para un híbrido de gato.

-Y que lo digas, no eres mi mascota, ¿Qué quieres? -tiro el envase de café a un bote de basura y me detengo en una plaza, tomo asiento en una banca alejada del resto y escucho a JiMin parlotear.

-Si mal no recuerdo tú y yo teníamos una cita, y no te veo por ningún lugar del hotel. Incluso estoy en tu habitación y solo están tus interiores extendidos en tu cama, ¿Escoges acaso una ropa interior para salir? Y luego soy yo el rarito.

Un poff seguido del sonido de una brillantina se escuchó.

-¿Estás en mi cama transformado en gato?

-Eh, ¿Si?

Froto mi sien rebuscado la paciencia que creí tener alguna vez con él.

-Deja de ver mi ropa interior, bájate de mi cama, vuelve a ser humano y sal de mi habitación.

-¿Y si me niego?

-Lo lamentarás.

-No me asustan tus amenazas, humano. -ronroneó.

-No habrá cita.

Escuché una inhalación profunda al otro lado de la línea. Estoy seguro que retenía su respiración por alguna razón.

-No negaste que era una cita.

-No es una cita, pero si sigues insistiendo en el tema te juro que me largo a Hollywood y te dejo botado como a un sucio perro.

-Eh, no me compares con esos pulgosos mal olientes. Y bien bien, tu ganas. Entonces, ¿Dónde estás?

-No te importa, solo espérame en el hotel.

-Okey pero...

-Y no. No en mi cama. Sal de mi habitación.

-Aish, que amargado. Entonces tráeme un dulce de pez. -musitó seguramente con un mohín para después colgar.

Vi la pantalla del celular durante unos segundos ignorando lo último que dijo. ¿Qué le pasa? Suena emocionado, tonterías.

Eran casi las seis de la tarde y el sol estaba en su punto más vulnerable. Guardé el movil e incliné mi cuerpo hacia atrás reposando mi peso en mis dos manos detrás de mi cadera, a cada lado de mi cuerpo mientras veía el atardecer mezclarse con las pocas nubes que aún eran visibles. El viento mecía las copas de los árboles en un suave meneo haciendo caer las marrones hojas que morían en el suelo como una petición personal. Había bullicio si, pero eso no me molestó en ningún momento, quiero decir, complementó mi momento de paz donde podía sentirme una persona normal.

Cerré los ojos y me permití sentir por algunos minutos más antes de levantarme y regresar el camino por donde llegué no sin antes entrar a una tienda de joyería que solía visitar con frecuencia cuando venía a Queens mas seguido.

-¿Buscaba algo en específico señor? -pregunta una chica de mediana edad con una enorme sonrisa en la cara, que falsa.

-Vengo por encargo a nombre de... -bajo mi barbijo y subo la gorra con cautela de que nadie más que ella me vea -YoonGi Min.

Ella abre los ojos y la boca sorprendida y asiente efusivamente antes de salir disparada a donde supongo, su jefe. Ellos regresan pocos después y exhibiendo en el mostrador la caja forrada de tela gamuza la abren mostrándome el contenido que apruebo después de verla de cerca.

-Se lo haré llegar a la dirección dada, señor Min. ¿Algo más? -niego al hombre de traje frente a mí.

-No solo era... -en una de las vitrinas giratorias, a mi lado había un collar dorado con un peculiar colgante en forma de... pez. ¿Era en serio? -¿Eso de allí qué es?

-Oh, es la nueva colección de joyería de este año. La gargantilla de oro es una de las más vendidas, ¿Le ha gustado? En su piel resaltaría bastante.

-¿Y el colgante de pez...?

-¡Oh! ¿No le gusta? Podemos cambiarlo, trae muchas formas, incluso una pluma si así lo desea o-

-No, no. Está bien así. Envíeme ese también junto con las demás cosas.

-Sería un placer, que tenga buena noche, señor Min y gracias por visitarnos. -dice el hombre y yo me despido saliendo de allí.

Una gargantilla de pez, ¿Eh? Meneo la cabeza sonriendo mientras compro un par de dulces con formas de animales por el camino. ¿Es que el mundo conspira en mi contra a favor de él?

Estúpida uva manipuladora.
























🍑🐾

















Ya sé, no tengo excusa. No me golpeen :'c
Sé también que descuidé esta historia pero es que he tenido un hermoso y asqueroso bloqueo mental que ni se imaginan.
No prometo actualizar seguido pero trataré. Gracias por el apoyo a la historia de verdad que 8k ya es demasiado para mí y mis tontas ideas.

Gracias.

✓Katsu❄️

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro