41. •Lo siento•

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Era medio día para cuando llegamos. El camino hasta el lugar fue algo incómodo. Fui incapaz de pronunciar palabra alguna después de su confesión y él pareció encontrar una manera más entretenida de evitarme pasando a su forma de animal durante todo el camino. Para cuando llegamos dudé si tocar o no su pelaje para despertarlo ya que supongo se había dormido en el transcurso, así que solo opté por llamar su nombre y bajar del auto después de estacionar a unas cuadras de allí.

Caminé en silencio con él siguiendo mis pasos hasta el gran portón principal de color negro que mostraba en letras verticales "QUEENS BOTANICAL GARDEN" y a un costado una persona que parecía el guardia de seguridad. Iba dispuesto a pedir indicaciones pero recordé algo.

JiMin no ha comido.

Carajo.

-¿Q-quieres? -aclaro mi garganta -¿Quieres ir a comer antes de entrar? Según mi celular hay un restaurante de comida italiana cerca de aquí. Podemos ir a pie.

-...

-¿JiMin?

Su mirada estaba perdida en las rejas y detrás de lo que había allí, en el jardín. Sus ojos brillaban y sus mejillas se habían pintado de rosado.

-Supongo que la comida puede esperar -esbozo una sonrisa caminado y tomándolo del brazo para entrar al lugar.

-Buenos días. Sean bienvenidos al jardín botánico de Queens, esperamos que su visita sea de su agrado. El jardín estará abierto de diez de la mañana a nueve de la noche. Contamos con áreas públicas y privadas a muy buenos precios y...

¿La entrada a los jardines no deberían ser gratuitos? ¿No? Bueno.

-... Si gustan también, a las siete de la noche habrá una función con una serie de películas que-

-Muchas gracias. Solo venimos a ver las flores. ¿Dónde pago? O como sea. -descubro mi cara bajando el cubre bocas mientras que una mano busco el dinero -Son seis dólares dijo, ¿No?

-¡A-Agust D! -exclamó el guardia y yo sonreí llevando mi índice a mis labios en señal de que bajara la voz -E-es un placer tenerlo por estos lugares. Por favor siéntase libre de entrar. Le diré a mis supervisores que usted está aquí. Estarán encantados de tenerlo en sus propiedades. Pase adelante, uno de los personales le indicará el camino a las áreas privadas y le guiará en su estadía.

JiMin sonríe de medio lado cuando suspiro llevando mis dedos al puente de mi nariz calmadamente. Hasta parece divertido con la situación.

-Se lo agradezco mucho señor... -veo su gafete -Smith, señor Smith pero mi amigo y yo preferiríamos mantener nuestra visita en incógnito ya que queremos relajarnos un rato y disfrutar del otoño en todo su esplendor. Así que, tome. Reciba el dinero, déjenos pasar y si cambio de opinión vengo a verlo, ¿Bien? Es usted muy amable. Que tenga un bonito resto de día.

-¡S-si! Por favor disfrute de la naturaleza señor Agust D. No le diré a nadie de su visita. ¡Confíe en mí!

Asiento sonriendo mientras él abre el portón y nos adentramos.

-Chispas, si que te cuesta mantener la paciencia. Creí que en cualquier momento mandarías a volar al pobre guardia de seguridad. Hasta sentí bonito por su emoción -comenta caminado a mi lado con las manos tras su espalda -. ¿Porqué no dejaste que nos dieran la zona privada? He leído que tienen un gran parche de calabazas y venden sidra caliente en ellas.

Pucherea y yo ruedo los ojos.

-Ah. Como sea. Es mejor que las fanáticas no sepan. Es por el bien de los dos. No quiero que te estén atosigando después.

-¿Hmn? ¿Es eso? -asiento viendo el camino de piedras que nos lleva a la gigantesca pradera. -¿O es que te avergüenza dañar tu imagen si te ven con un chico?

-¿Qué? No. No es eso. Mejor camina. ¿No eras tú el emocionado por visitar este lugar? Personalmente no soy muy fanático de la naturaleza o de visitar jardines pero este no está mal.

-Cámbiame el tema. Bien. -bufa pero inmediatamente cambia su expresión a una de emoción al ver unas flores color naranja en una pequeña sección exclusiva para ellas -¡Amo las rosas naranja! Son una de mis favoritas. Y lo mejor de todo... Huelen excelente.

El lugar era bonito, le doy crédito a sus especies. La pradera era sin duda enorme, el césped relucía vívidamente su verde natural. Los árboles en los laterales del lugar eran enormes, habían de diferentes colores y tamaños; tanto para tomar sombra como para observarlos desde arriba. Con un pequeño brinco JiMin empezó a correr dando saltitos por la pradera y riendo a carcajadas y rodando en el césped. Por un momento sacó sus orejas debido a la emoción y casi me infarto al ver a un crío que le observaba sorprendido.

-Es un gatito -se acercó comiendo de su helado.

-E-es un disfraz, ¿No JiMin? -pateé su rodilla para que escondiera sus orejas y él jadeó devolviéndome el golpe sonriendo después al niño.

-Si, p-por supuesto. Ve, ya me las he quitado.

-Un gatito. Lindo gatito.

Se acercó a JiMin paso a paso pero éste retrocedió al parecer asustado de su toque por lo que reaccioné de la manera más madura posible.

-Ups -me lamento después de tirar el helado que el niño traía en sus manos -. Es una pena, no te vi pequeño. Quieres ir por otro? Toma -le extiendo un dólar pero el no parece mirarme, su mirada está fija en el helado regado en el césped.

Y bueno, de repente se ahogó en llanto cubriendo su rostro con sus manos corriendo lejos de nosotros y tropezando más adelante.

-Woah señor D, que bueno eres con los niños.

-Cállate. Te salvé el pellejo y así te quejas.

-Bueno, no exactamente solo no quería asustarlo, supongo que gracias pero no era necesario tirarle el helado al pobre niño. Que frío corazón tienes.

-No empieces -resoplo viendo como el niño nos señala con el dedo hablándole a la que parece ser su madre. Carajo -. Vámonos. El niño nos acusó con su madre. ¡Corre JiMin!

Una hora después y el gato aún no se cansaba. No recuerdo haberle dado de beber red Bull o algo parecido. Seguía corriendo de aquí para allá olfateando flores, rosas, acres, arbustos y hasta dientes de león (que por cierto le dieron alergia cuando los sopló y le entraron a la nariz). Nos desviamos por un pequeño camino que era cubierto de hojas marrones y algunas moradas para llegar a lo que parecía ser un área privada donde las flores parecían tener mayor cuidado. A pesar de lo sucedido en la mañana y de la incomodidad que se había formado, no pareció afectarnos ahora y eso de cierta manera me aliviaba.

-¡Mira YoonGi! ¡Tulipanes! -me zarandea llevándome con él. Habían arbustos y miles de especies de flores y rosas que no lograba reconocer pero que, al parecer el híbrido si. -Éstas de aquí son margaritas suelen mezclarse con el césped debido a sus colores , y éstas aunque son muy similares a las margaritas son Gerberas.

-¿No son Gazanias? -pregunto confundido y él niega.

-Las Gazanias a menudo se cultivan para repoblar suelos áridos por su tolerancia a la sequía. Muchas personas las confunden y piensan que las tres son las mismas pero lo que no saben es que se pueden diferenciar por las lineas oscuras en sus pétalos y degradaciones en las tonalidades de sus colores. Son fáciles de confundir al ser las tres pertenecientes a la familia de las asteráceas pero una vez les ves las diferencias ya no se parecen tanto.

Asiente satisfecho con su información y las olfatea de cuclillas.

-¿Sabías que la Gerbera también es llamada Margarita africana? Crecen en rosetas y suelen utilizarlas como ramos de flores o usualmente para adornar el jardín. Personalmente odio que las corten... Prefiero tenerlas en un jardín que hacerlas morir en un viejo florero.

Musita bajito acariciando los pétalos de ellas.

-¿Cómo es que sabes tanto de flores? -cuestiono después de un rato en el que paseamos varias áreas de flores y árboles. Se detiene y su tono de voz disminuye cuando responde:

-Solía vivir en un lugar rodeado de mucha vegetación. Tenía mi propio jardín y las cultivaba yo mismo. Tenía que saber cómo cuidarlas. Me gustan mucho las flores...

Desvía la mirada pasando de largo por el camino de tulipanes que llevaban a lo que parecía ser un criadero de plantas pintado de color blanco y a unos metros de él, una banca lateral de concreto gris donde tomó asiento.

Ahora que lo pienso, hasta ahora no sé nada de JiMin. Ni el porqué de su llegada. De dónde viene o si tiene familia. No sé nada más excepto que es un híbrido y que viene con TaeHyung, el híbrido de zorro.

Camino hasta llegar a su lado y en silencio me siento. Él parece estar pensado en algo. Divagando en sus pensamientos. Tal vez recordando donde habitaba antes de llegar aquí o en sus padres, tal vez. De repente sus ánimos bajaron de golpe y eso me hizo cuestionar algo. Hay algo que le molesta y confirmo mis sospechas cuando suspira profundamente viendo al cielo azul que se ha pintado de naranja y rojo. Sus ojos expresan nostalgia cuando parpadea lento. La tarde ha llegado y el viento mueve las ramas de los árboles con suavidad. De un momento a otro JiMin se ve afligido y eso me genera más que molestia curiosidad y puede que tal vez preocupación.

-H-hace tiempo...

Se detiene cerrando la boca abruptamente, muerde sus labios y cierra los ojos pasando tragando duro.

-No te sientas forzado a contarme. Si te parece bien podemos hablar de esto después. Al llegar a casa, si quieres.

-No. Y-yo... quiero hacerlo... ahora -se anima hablar después de un rato viendo ahora el cielo -. Cuando naces en una manda de híbridos, específicamente en una de gatos es complicado. Tanto porque la manada no se mantiene como porque te discriminan por ser solo "un gato" es como si fueras peste que todos repelan. Digamos que, al nacer después de cumplir cuatro años tus padres te abandonan. Es ley de la manada al no nacer como lobos o leones. Es curioso porque aunque seamos primos de los leones igualmente nos tratan como basura. Odio esa estúpida jerarquía. Tengo pocos recuerdos de mis padres así que no, eso no me afecta si es lo que pensabas -se detiene mirándome con una fina línea en sus labios -. Ah~ por instinto logré sobrevivir después de que me dejaran en un bosque y, lejos de ese estado, gracias a mi forma animal conseguí comida como también hogar algunas veces hasta que cumplí doce y viajé al este de Japón donde conocí a TaeHyung meses después. Nos hicimos amigos inmediatamente por lo que empezamos a vivir juntos en un bosque cerca de la ciudad donde pasamos la mayoría de nuestra edad siendo nuestro único apoyo. A diferencia de mí que fui abandonado él fue expulsado de su manada por desobediencia.

Toma aire antes de continuar con la vista fija en las copas de los árboles y de las hojas marrones que caen con lentitud al suelo.

-El reto fue cuando decidimos vivir en la ciudad y modernizarnos. TaeHyung y yo realmente... realmente la pasamos mal debido a nuestra apariencia. En Japón no es de extrañar ver híbridos por doquier pero hay minoría de personas que nos tratan como personas con sentimientos. Muchas veces recibimos insultos y más que una golpiza por no saber esconder nuestra naturaleza. Y si, hablo de mi orejas y bigotes. Que sepas que te lo cuento porque confío en ti YoonGi. Este es un tema que... es delicado. Y que no querría que cualquiera lo supiera. Es algo que ya superamos pero no quita el hecho de que haya sido traumático.

El disco se me reseteó cuando siento un horrible dolor en mi pecho. Aprieto los puños en mi regazo sintiéndome de repente impotente.

-Lo siento.

Es lo único que digo antes de atraerlo a mi pecho y rodearlo con mis brazos en un fuerte abrazo que es correspondido al instante. Quiero transmitirle una seguridad que jamás había sentido. Que sienta que puede contar con mi protección. JiMin realmente la pasó mal y yo solo... Solo lo trataba como todos los demás lo hicieron. Me siento una porquería ahora que lo sé. Él se aferra a mi pecho y espalda suspirando bajito como si hubiera estado esperando esto por mucho tiempo.

Fui un estúpido.

-Realmente lo siento JiMin. Y-yo no tenía idea de lo que tuviste que pasar mucho menos de lo que significa ser de tu especie. Yo... te traté como ellos lo hacían... lo siento yo-

-Está bien -niega con el rostro escondido en mi cuello -. Cambiaste y eso es lo importante ahora. Te dije una vez que te haría sacar tu verdadero yo. Sé que no eres una mala persona y, aunque te repitas que eres "una mierda de persona" sé con certeza que no es así. Solo se te complica socializar por miedo a mostrar tus debilidades, por miedo a sentirte vulnerable. No está mal sentirse débil a veces, YoonGi. Hace un rato, cuando dije que me gustas desde que te vi en aquel puente... No te mentía y te lo repito está bien si quieres creerme. No te lo digo para ser correspondido, te lo digo porque es lo que siento y aunque no lo creas tanto como tú odio sentirme vulnerable pero eres tú el que genera ese sentimiento de vulnerabilidad. Derrumbas mis pilares de macizo y eso está bien... Porqué eres tú, YoonGi.

He quedado en blanco y siento mis mejillas encenderse viendo a los alrededores y, agradecido de que no haya nadie me permito suspirar y cerrar los ojos sintiendo mis ojos picar. No sé porqué pero siento que el más afectado en esto que está naciendo entre los dos soy yo.

Cuando siento que mi cara y temperatura han disminuido con cuidado aparto a JiMin de los hombros y le veo con nervios. Él mantiene mi mirada y segundos después yo la desvío.

-No te preocupes -susurra bajito en mi oído -, guardaré el secreto de tus sonrojos y tú corazón palpitante en mi pulgosa cabeza.

-Ah. Ya quisieras -me levanto sacudiendo mis ropas para alisarlas y subiéndome el cubre bocas a la vez -. V-vamos sigamos caminado que aún quedan arbustos que esperan que los veas con tu cara de idiota.

Cruzando los brazos sigo de largo. Oigo una sutil risilla a mis espaldas y luego un suspiro de satisfacción.

-Y ahora volviste a ser el gran Agust D de siempre~
























Cómo que no quieren drama? :'u why?!

Well, no soy quien para negarme a sus peticiones, sin drama pues.

Ustedes preparen la cola que esto no ha terminado.

No olviden comentar~ amo cuando lo hacen, siempre los leo.

✓Katsu❄️

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