Las cartas están en la mesa...
Los jugadores se miran.
El crupier reparte el siguiente, es un as.

Marco solo necesitaba otro as y un diez para ganar el Blackjack. Otros seis jugadores también estaban esperando su turno.

—¿No te recuerda esto el desafío que hicimos cuando jugamos a los 7 Mortales? —Belami recordó antes de pedir otro golpe.

—Sí, Marco hizo trampa la última vez que jugamos al Blackjack. —Levi recordó, aunque Marco recordó muy claramente que fue Sam quien hizo trampa. El hecho de que fuera el antiguo vicio de la codicia no significaba que siempre hiciera trampa.

—Acabo de encontrar una linda dama para jugar. —Asher dijo con una sonrisa en su rostro, con él podría ser cualquier mujer al azar que podría tener una aventura o una aventura de una noche.

—Habla cuando encuentres una candidata adecuada para tomar tu vicio, bastardo cachondo. — Sam se burló.

—Yo tengo. —Asher se mordió el labio inferior. "Una española rubia llamada Lucía. Tiene tanto amor para dar que no pude resistir."

—Estoy fuera —Zebulon dejó caer sus cartas y se fugó. —Voy a ir a comer al bufé de todo lo que puedas comer. —El hombre corpulento se levantó del taburete de la barra y salió.

—¡No dejes que la puerta te golpee al salir! —Belami le gritó a Zebulon mientras Levi miraba las cartas de Zebulon y Belami, ninguno de ellos tiene ases ni diez.

—Son los únicos que no han encontrado una sucesora para jugar. —El antiguo vicio del orgullo le recordó a Levi cuando mostró un 10, aunque no tenía ases.

—También tengo diez, pero no ases. —Dijo Levi, antes de que tuvieran sus ojos puestos en Marco, Asher y Sam. El antiguo vicio de la lujuria reveló su pliegue de cartas; un diez, dos pares de 6 y 9.

Sam golpeó las cartas con enojo, mientras Marco y Luciano mostraban sus cartas.

—Yo gané. —El crupier respondió mientras revelaba sus cartas, Sam le dio un puñetazo en la cara al tipo por estafarlo.