- Me da igual lo que digas, no me gustan las cosas amargas o picantes... Y ya te digo que necesito más azúcar que una persona normal, así que es normal que me atiborre a cosas dulces.- dijo Travis sonriendo.- Si ya comiste, recuéstate, Shadow, tus heridas deben doler.

- Yo, normalmente con mi oído soy capaz de percibir formas, movimientos, etc... Pero a ti no puedo verte con claridad, tampoco a través de los ojos de otras personas, pero sí te he visto, a través de tus propios recuerdos... También porque te he tocado y sentido.

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-Tsk... solo no hagas nada raro...- Iris le cedió un vaso de chocolate caliente a su hermano y este se lo tomó antes de recostarse.

Luego la chica sirvió para Travis y ella y se sentó junto al rubio para tomarlo.

-Creo que mi hermano está algo celoso, perdona que sea así.- confesó en un susurro.

Me sonrojé al saber que ya me había visto de todas las maneras posibles para él. Aún así, quería saber más de él, de lo que sabía de mí, de lo que habíamos compartido nosotros y de lo que tenía en su corazón con respecto a mí.

-Entonces... si ya me me has visto... ¿qué tal soy para ti...?

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- Entiendo cómo se siente, tu hermano solo intenta protegerte de las formas que él conoce.- dijo sonriendo y acariciando muy suavemente el pelo de ella con su mano libre.- Sopla un poco y prueba el chocolate, seguro que te encanta

- Para mí solo hay una palabra que te describe debidamente... Perfecta. Para mí eres perfecta en todos los sentidos posibles.- dije sonriendo ampliamente, con ternura.- Eres la persona a la que más amo en este mundo, siempre has cuidado de mí y yo intento cuidar de ti.

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Iris sopló levemente el líquido y lo probó. Al principio se quemó un poco, pero el sabor que la atacó fue tan deslumbrante, que ignoró lo anterior.

-¡Está demasiado rico! ¡¿Qué es eso tan bueno?! ¿Chocolate? ¿Hay más?

-Cuidaré siempre de ti. Es lo que decidí... y de alguna forma siento que lo quiero hacer... pero... por favor... no digas que soy perfecta... porque no es así... también cometo errores... y de no ser por el más grande hasta ahora, te podría reconocer... o recordar...

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-Hay mucho más, pero no tienes que beber mucho o te acabará por doler el estómago, mañana u otro día puedes beber más... Cuando haga frío, ¿de acuerdo?- dijo sonriendo más ampliamente al escucharla tan feliz.- Oye, Iris, ¿puedo pedirte algo?

- Podría haber sido mucho peor, podrías haber muerto. Cuando escuché el latido de tu corazón, apenas tuve la entereza de no ponerme a llorar del alivio. Si solo tienes que recordar, pues yo solo debo tener paciencia y cuidar de ti.- dije justo antes de que un leve sollozo se escapara de mis labios.- Te juro que cuando te llamé y no respondiste... pensé que te perdía...

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Ella volvió a soplar un poco más y probarlo de nuevo con un sonido de placer antes de asentir. Luego se dio cuenta de que el gesto era inútil con Travis.

-Claro, Travis... puedes pedirme lo que quieras... ¿qué pasa? Lo que sea, tú dime...- ella lo miró con curiosidad.

-¿Duncan? Oh, Dios... Duncan... no llores...- lo abracé con cariño y acaricié su espalda.- Duncan... no... no me vas a perder... aún estoy contigo...- sonreí para animarlo.- Jijiji, no saldrás de mí tan fácilmente...- al decir eso, me vino un recuerdo a la mente, ya había sentido este tipo de abrazo antes, solo que... no sabía ni dónde ni cuándo.

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- Puede que sea raro para ti, pero... Quisiera que me dejaras tocar tu rostro un poco, solo... Bueno... Para saber cómo eres, así podría verte a mi manera.- dije algo sonrojado.- ¿Me dejarías?

Estaba en su mente levemente, así que supe de su pequeño recuerdo, pero no dije nada. Solo me quedé abrazándola y sollozando levemente. Había pasado muchísimo miedo y sin saber por qué, lo estaba soltando todo en este momento.

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-¿Tocar mi... rostro...?- ella lo miró confundida, pero sonrió y se acercó aún más a él.- Si esa es tu manera de verme, está bien entonces... puedes hacerlo... yo te dejo...

-Duncan... no tengas miedo, ya no... sé que debí asustarte mucho.. pero ya pasó, estoy aquí frente a ti... no me he ido a ningún sitio... - me separé de él, tomé su mano y la puse en mi mejilla mientras lo miraba fijamente.- Estoy aquí... Al otro lado de tu mano... no me iré... pero por favor... no llores... no me gusta que llores... tus ojos se dañan... cuando haces eso...

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Travis tendió sus manos atinando a tocar las mejillas de Iris con suavidad. Una leve sonrisa se dibujó en él al recorrer el rostro de ella sin llegar a sus ojos para que ella no tuviera que cerrarlos.

- Eres preciosa.- dijo acariciándole solo con una mano la mejilla y el cuello de ella.

- Bell, por favor... No vuelvas a asustarnos así... Ni a mí ni a nadie. Te lo suplico, aquí hay gente que te necesita, yo te necesito. Preferiría que me olvidaras para siempre a saber que no podré volver a escuchar tu risa o saber de tus sonrojos.- dije abrazándola más contra mi cuerpo.

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-¿En serio? ¿Lo soy?- preguntó ella sonriendo con calma y disfrutando de las caricias.

Shadow se volteó a mirarlos, al ver que estaban tan juntitos y compartiendo caricias, no pudo evitar reaccionar.

-Oye, ¿qué le estás haciendo a mi hermana?- dijo con una voz fuerte mientras se volvía a incorporar de la cama.- Arg... -se sostuvo las vendas al sentir una punzada en el abdomen.

Me encogí en aquel abrazo debido a que no podía sentir más odio a mí misma por haberlo preocupado de esa forma.

-Lo siento mucho... en serio, no lo volveré a hacer... en verdad lo siento, Dudú...- nuevamente lo volvía a llamar así, sentía que era más cómodo para mí hacerlo y sentía complicidad entre nosotros al hacerlo.