SI ALGO LE CALABA LOS HUESOS A CAMILA CABELLO ERA EL HECHO DE QUE SUS DOS mejores amigos no pudieran llevarse bien. Cuando los presentó ella inocentemente había pensado que iban a llevarse tremendamente bien y que podían ser el trío de oro o algo parecido pero no fue así. Shawn Mendes y Angie Carter no se cayeron bien en ningún momento.

Se conocieron cuando Camila invitó a su amiga a uno de los conciertos de Austin Mahone porque en ese momento Fifth Harmony y Shawn Mendes eran sus teloneros, Camila había estado tan emocionada todo el día que cuando los presentó y a Angelica pareció no importarle su existencia y viceversa se sintió muy decepcionada. Desde ese entonces, hace cuatro años, ella intentó que se cayeran bien pero simplemente no funcionó.

Angelica siempre actuaba como si no lo conociera y se saludaban por pura educación, cuando se juntaban los dos con ella se hablaban pero solo de vez en cuando como esas veces que Shawn tenía cerca algo que Angie necesitaba y ella se lo pedía o como cuando Shawn le pedía algo a Angie. Era imposible hacer que los dos se hablaran porque querían.

—Angieeeeee.

— ¿Qué sucede, Camz?

— ¿Por qué demonios no te cae bien Shawn?

La castaña frunció el ceño: —Shawn me cae bien.

Camila enarcó una ceja mirando a su mejor amiga con atención.

—No es cierto.

—Ugh, bueno, no sabía que Shawn debía de caerme bien.

— ¡Claro que tiene, tarada! Ambos son mis mejores amigos —Camila hundió su cabeza en el hombro de Angie—. Tienen que caerse bien. Siempre quise hacer un squad con ustedes.

— ¿No hiciste eso en los chats? —Angie entrecerró los ojos—. Hiciste un grupo con solo nosotros tres que se llama The Golden Trio.

—Pero no funciona si dos de los tres integrantes se odian.

—No odio a Shawn.

No mentía. Angie sabía que Shawn era una buena persona y la verdad nunca había hecho algo que causara su odio hacia él, era solo que no le interesaba relacionarse con él sin explicación aparente.

—Claro que sí. Cuando se encuentran en premios y no estoy yo ni siquiera se saludan.

—No es cierto, Shawn me saluda.

—Sí, Shawn —dijo Camila haciendo énfasis en el nombre de su mejor amigo—. Pero tú no. Actúas como si no lo conocieras.

—Sigo sin ver el problema, la verdad.

Camila soltó un gruñido exasperado y golpeó a su mejor amiga con una almohada haciéndola gritar de sorpresa.

— ¿Y eso por que?

— ¡Lo único que quiero es que se lleven bien, Angie!

—Nos llevamos bien, Camz, no es nuestra culpa que tú quieras que seamos los mejores amigos de la vida.

—Yo no quiero eso.

Angelica fue la que enarcó la ceja ahora.

—Bueno, quizá sí lo quiero.

La mejor amiga de Angie agachó la cabeza, rendida, haciendo un puchero, cosa que hacía cuando intentaba chantajear a Angie y siempre funcionaba aunque ella ya supiera lo que tramaba. La castaña cerró los ojos pensando en lo que diría después hasta que suspiró.

—Tal vez intente ser más amigable con él.

A Camila se le iluminaron los ojos.

—Eh, dije tal vez.

— ¡Con eso tengo! —Camila se le echó encima a su mejor amiga para abrazarla con emoción y agradecimiento haciendo reír a Angelica mientras cruzaba los dedos detrás de la espalda de Camila.

No funcionaría jamás.