CAMILA HABÍA EMPEZADO SU GIRA Y LLEVABA UNA SEMANA FUERA. NI ANGIE NI SHAWN pudieron unírsele en la primer semana de gira y quizá tampoco en la segunda semana pero lo que sí podían hacer era videollamadas con ella. Ni Shawn ni Angie habían tenido la valentía —o ganas— de empezar con la siguiente mentira que le dirían antes de que se fuera de gira así que la chica seguía sin saber que sus dos mejores amigos eran novios.

Pero aquel día el destino quiso que la mentira se llevara a cabo.

El canadiense estaba en el estudio con su equipo dándole los toques finales a su disco que estaba a nada de salir a la venta y le pidió a Angie que fuera ya que ella le había ayudado a escribir tres canciones que fueron seleccionadas para el disco, la chica tomó su tiempo libre de grabaciones y fue al estudio en cuanto pudo y estaban los dos juntos.

La latina le hizo una videollamada a Shawn cuando Angelica decidió salir para comprar algo de comer mientras editaban unas cosas. Él entró en pánico en cuanto le entró la llamada y rogó a todos los dioses que terminara rápido para que no pudiera ver que estaba con su mejor amiga.

—Hola, Shawnitooo.

—Hey, Camz.

Y para la mala suerte del chico, Camila tenía muchas cosas que contarle respecto a su día antes de empezar a hacer la prueba de sonido para su concierto más tarde. Todo iba bien hasta que en pantalla apareció Grayson quien sí la había acompañado a la gira por dos semanas. 

Pero todo empeoró cuando la puerta del estudio se abrió y apareció Angie dándole una mordida a una hamburguesa.

—Lo siento, Shawn, en verdad tenía mucha hambre y empecé a comer sin... oh, hola, Camila. Hola, fenómeno.

— ¡Angie! —Saludó Camila emocionada pero luego su ceño se frunció— ¿No me dijiste que estabas en el estudio?

—Sí —respondió Shawn—, ¿no te dije que Angie estaba conmigo?

—Creo que olvidaste aquella parte.

Angie sonrió incómoda. No era como que querían esconderse de Camila, es que todavía era demasiado raro para ellos estar juntos sin ella alrededor pero para la latina era fenomenal.

—Estoy ayudándolo con algo —dijo Angie.

— ¿Para su disco? Angie, ¿cuándo nos vas a dar un disco tuyo?

— ¿No te cansas de pedirle un disco, Camila? —Preguntó Grayson— Siempre se lo preguntas.

—Y lo haré hasta que lo saque.

Shawn entrecerró los ojos mirando mal a Grayson y notó cómo su mejor amiga giraba la cabeza al lado derecho para después regresar su atención a la pantalla del celular: —Uy, esperen, tengo que hacer algo rápido. Los dejo con Grayson.

Y sin decir nada más le dio el celular a su novio y se esfumó. Ni Shawn ni Grayson supieron qué hacer, en cambio Angie dibujó una sonrisa maliciosa en el rostro y llevando consigo la bolsa de comida rápida y su hamburguesa fue a sentarse a un lado del canadiense.

—Te saludé hace un rato y no escuché una respuesta de tu parte, Archie.

—Hola, Angie —respondió él de mala gana.

—Tienes demasiada confianza conmigo, ¿sabes? Shawn me llamaba Angelica cuando sabía que no éramos tan amigos como para usar el apodo.

El pelirrojo ladeó la cabeza: —Soy el novio de tu mejor amiga.

—Y él es su mejor amigo.

—Angie —dijo entre dientes Shawn.

—No es mi culpa que Shawn se haya dejado doblegar por ti.

—Oye —Shawn miró a Grayson—. Le llamaba Angelica por respeto. Sus amigos le dicen Angie.

Grayson pareció ignorar el comentario del canadiense y decidió hablar de otra cosa que igualmente les caló los huesos a ambos chicos.

— ¿Podrían intentar ser más amables? Me tendrán cerca por un largo rato.

—No si podemos evitarlo —murmuró Shawn ganándose una mirada emocionada de Angie.

— ¿Qué dijiste?

—Que ahora estamos muy tranquilos, Archie —dijo Angie al notar que el canadiense en verdad no quería repetir lo que dijo—, pero si escuchamos que lo arruinaste vamos a ir por ti.

Antes de que él pudiera responder Camila regresó apareciendo de nuevo en la pantalla cuando dio un salto encima de Grayson haciendo que él dibujara una mueca imperceptible para ella pero demasiado notoria para los que estaban del otro lado del celular.

— ¿De qué hablaban?

—De que Riverdale apesta —Angie sonrió.

Shawn inhaló profundamente y evitó tocarse el puente de su nariz.

—Riverdale no apesta —dijo Camila—. Es... extraña, pero no apesta.

—Sí, solo la salva Luke Perry y Camila Mendes, y miren que ella solo por el nombre.

Shawn elevó un poco las comisuras de sus labios mirando de reojo a Angie, ¿por qué le estaba siendo tan difícil últimamente no sonreír cuando estaba con ella? 

Angie notó aquella reacción del canadiense y giró su cabeza hacia él.

Camila puso todos sus sentidos de fangirl alerta.

—Oigan —dijo—. Entonces, ¿están juntos por lo del estudio?

—Sí.

— ¿Nada más?

—Ajá.

— ¿Seguros?

—Cien por ciento.

La latina entrecerró los ojos abriendo la boca para decir algo pero se interrumpió a sí misma para evitar problemas. Grayson la abrazó por la cintura.

—Amor, ¿les dijiste lo que hablamos?

Camila casi se atraganta con su saliva.

— ¿De qué hablaron? —Quiso saber Shawn pero ninguno dijo nada.

—Camz —dijo Angie usando un tono que sonaba a una madre regañando a su hijo—, ¿qué nos tienes que decir?

Dado que Camila no parecía querer soltar nada, su novio tomó la iniciativa del asunto y empezó a hablar: —No queremos que sigan saliendo con nosotros.

— ¿Qué?

No.

Eso no podía estar pasando. 

¿Cómo vigilarían a Grayson si no estaban cerca para hacerlo? 

El cerebro de Angie empezó a maquinar miles de pretextos factibles para que se retractaran y entonces se le salió de la boca sin pensar: —Pero Shawn y yo queremos hacer citas dobles con ustedes.

— ¿Citas dobles?

Angie apretó su mandíbula al darse cuenta de lo que había dicho y, sin prestar atención a la mirada de Camila y a la posible expresión de Shawn decidió abrazarlo y darle un beso en la mejilla.

—Era una sorpresa que te diríamos cuando nos viéramos. Estamos saliendo.

(...)

VAYAN A LEER MI NUEVA SOCIAL MEDIA DE SHAWN AKA FORGET ABOUT YOUUUU