━ YOU NEED TO CALM DOWN

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LUEGO DE QUE CHRIS EVANS HICIERA AQUELLA INTERVENCIÓN EMPEZÓ A TEMER POR SU VIDA y decidió invitar al entrenamiento a la otra persona que podía calmar a Angie de aplastar su cara contra la pared: Scarlett Johansson, quien vía llamada telefónica le había reclamado por intentar intervenir en los asuntos de Angie de ese modo pero de todos modos aceptó ir a entrenar.

Así que ahí estaban los tres actores, uno de los tríos de oro del fandom de Marvel, entrenando. La castaña había dejado de hacerlo debido a la gira de prensa de Infinity War y planeaba dejarlo durante otro rato hasta que descubrió que en Undercover su personaje pelearía también y no tuvo más remedio que reanudar su entrenamiento. 

—No siento mis piernas —se quejó Angie, apoyándose en sus muslos para tomar aire.

— ¿No las sientes o no quieres entrenar? —Preguntó Scarlett.

—Estoy segura de que no las siento.

—Y tú querías dejar de entrenar —se burló Chris, mirando al entrenador quien rodó los ojos.

—Me canso, ¿de acuerdo? No es mi culpa.

—Tom Holland no se queja tanto —canturreó el entrenador.

Angie, incorporándose nuevamente y quitando un mechón de pelo de su rostro, miró de mala gana al hombre: —Ni siquiera entrenas a Tom.

—Bueno, Carter, ya veo que estás de muy mal humor así que... ¿por qué no vas a entrenar esos brazos flácidos a las peras?

La pelirroja aguantó una carcajada mientras seguía con sus ejercicios y Chris se ganó una mirada reprochante de parte de la chica a la que llamaba hija adoptiva, él le sonrió y removió el pelo de la chica.

—No tienes brazos flácidos —le dijo—, los tendrás si no vas a las peras.

—Me caes mal.

—Soy tu favorito, Trece.

— ¡No porque uses el mote especial me dejarás de caer mal!

Chris soltó una risa volviendo también a sus ejercicios mientras Angie se alejaba para ir a las peras. Scarlett soltó un suspiro mirando de reojo a su amigo de años quien no dijo nada durante unos minutos, la pelirroja siguió con su rutina hasta que la curiosidad le ganó y empezó a hablar.

— ¿Y a qué hora voy a tener que intervenir yo para cuando llegue Shawn?

Justo cuando el rubio iba a responder el par de amigos escuchó unos pasos acercarse a ellos y al voltearon se toparon con la figura del canadiense al que estaban esperando. 

—Justo ahora —respondió Chris.

Nervioso no era la palabra que podía describir el estado de ánimo de Shawn Mendes en ese momento. Habían pasado tres días desde que Angie no le dirigía la palabra y el hecho de saber lo enojada que ella estaba le aterrorizaba y más todavía cuando entró al gimnasio y lo primero que vio fue a Angie golpeando una pera.

¿Sería verdad lo que le dijo Chris sobre la escena en Avengers de Steve o estaba exagerando?

Shawn volteó a la izquierda donde vio a los dos actores de Marvel mirándolo con atención y sin decirles nada decidió ir directamente hacia la castaña.

— ¿Qué hace? ¿Qué está haciendo, Scarlett? —Preguntó Chris.

—Creo que va a su muerte prematura. Pobre chico, sus canciones son geniales.

— ¡Scarlett, es momento de intervenir! —Exclamó Chris en voz baja.

— ¡Fue tu idea!

— ¡Y por eso estás aquí!

—Yo vine a ver el espectáculo.

—Hace un segundo me preguntaste que cuándo tendrías que intervenir tú. El momento es ahora.

Y en lo que ellos dos discutían sobre la intervención de Scarlett, Shawn tragó saliva antes de tocar el hombro de Angelica, ella se detuvo durante un mili segundo al sentir eso pues pensó que se trataba de Chris pero si hubiera sido el rubio él ya habría empezado a hablarle aunque ella no le estuviera prestando atención.

—Angie —dijo Shawn y ella se quedó quieta de nuevo, soltó un suspiro y estuvo dispuesta a continuar con la pera pero entonces el canadiense volvió a decir: —. Angie.

La castaña suspiró.

—La reina no aceptó ninguna audiencia con el traidor.

—Angie...

—Es Angelica para ti, Shawn.

El chico apretó la mandíbula viendo cómo la castaña se disponía a pegarle a la pera y decidió recurrir a lo primero que se le vino a la mente. Rodeó a la chica deteniéndose frente a ella y tomó la pera entre sus manos.

—No quiero hablar contigo.

Chris y Scarlett, ya llegados al acuerdo de que los dos intervendrían, miraban desde donde estaban todo lo que sucedía.

—Si no hablas conmigo no vamos a poder arreglar nada, Ange. 

—Y yo no quiero arreglar nada contigo.

—Ange, vamos —dijo Shawn, tomando las manos de la chica tirando de ella a otro lado pues la pera se interponía—. Necesito explicarte.

—No, Shawn —replicó ella—. Fue divertido pretender que nos llevábamos bien y todo eso. Probaste tu punto en esas canciones. Tú simplemente me ves como una perra.

—No, no es cierto.

—Lo es —dijo—. Además, ¿por qué demonios fingir que me necesitabas por el bien común? ¿Inventarte que tú también odiabas a Grayson y que querías alejarlo de Camila para que no la lastimara? Podías haberme hablado con la verdad y decirme que ella te gusta.

Shawn frunció el ceño y sacudió la cabeza sin entender lo que la chica decía.

—Camila no me gusta.

—Shawn, terminé de escuchar el disco ayer. Lo primero que pensé cuando escuché Why fue en tu amistad con Camila e imagina la sorpresa que me di cuando entré a Twitter y vi que no fui la única en pensarlo—Angie tronó la lengua—, ¿y usarme a mi para librarte de Grayson?

—Yo no te usé, Ange. Y Why no habla de Camila.

— ¿Entonces de quién?

Él de veras lo pensó. Pensó responderle con la verdad, la respuesta se le quedó en la punta de la lengua pero se detuvo a sí mismo antes de poder hablar.

—De nadie en especial —dijo al fin—. Angie, tienes que calmarte. Esas canciones no significan nada.

—Para mi sí —habló ella, empezó a caminar y rozó el hombro de Shawn en un acto de indiferencia hacia el chico—. Terminamos aquí. No quiero hablarte ni por el maldito bien común. Y el estúpido pez te lo puedes quedar. 

—Hey, Angie —se metió Scarlett cuando Chris le lanzó una mirada preocupante—, ¿no quieres calmarte un poco y escuchar a Shawn?

—No necesito ni calmarme ni escuchar a Shawn, ¿y sabes por qué no necesito escucharte, amigo?

Shawn, quien estaba siguiendo a Angie en su recorrido para recoger las cosas que tenía en el gimnasio, se detuvo de sopetón cuando la castaña lo encaró y sus pechos chocaron.

—Porque no eres mi amigo y nunca lo fuiste —continuó Angelica—, ¿toda esa mierda que te dije en el concierto de Camila? Quizá con ella sí seas real como amigo pero conmigo apestas y no te quiero en mi vida. No me hables, no me llames, no me mandes mensajes, ni siquiera te me acerques cuando estemos con nuestros amigos. Tú y yo hemos vuelto a lo usual: no ser amigos.

—Angie, cálmate —dijo ahora Chris.

La castaña rodó los ojos y miró a los dos actores: —Nos vemos luego.

Dicho esto con bolsa en mano y con la ropa deportiva que traía puesta empezó a caminar hacia la salida dejándolos a los tres ahí en silencio. Ninguno dijo nada, Scarlett quería abrazar a Shawn por lo triste y decepcionado que se veía pero cuando estuvo a punto de acercarse a él el chico hizo algo que debió haber hecho el viernes pasado: salió corriendo detrás de Angie.

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