Chapitre 2🥀

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng


Le point de vue de Sophie.

Sus manos apretaban mi trasero, mientras me embestía fuertemente. En la habitación solo se escuchaban nuestros gemidos y digo nuestros porque los míos salían de mis labios con la misma intensidad que los suyos. Mi cuerpo desnudo boca abajo, expuesto completamente ante él, mientras mis manos estaban atadas con su cinturón a la cabecera de la cama. Todo era tan excitante, el sonido nuestras pieles chocando, su rudeza a la hora de follarme, todo tan morboso.

—¡Oh mierda! —palmeó mi trasero— ¿Te gusta? ¿Quieres más?

Asentí frenéticamente. Todo era tan raramente excitante que ni siquiera podía hablar.

—¡Responde! —volvió a azotar mi trasero— ¿Quieres más?

—S..si quie..ro más. —dije apenas— Aah joder —gemí.

De un momento a otro aumentó el ritmo de sus embestidas, pero lejos de lastimarme, me hacían pedir más al punto de sacarme gritos de placer. De repente sentí como tiró de mi cabello bruscamente hacia atrás, pegando mi cuerpo al suyo.

—Te follaré tan fuerte y tan sucio que me pedirás que me detenga —lamió el lóbulo de mi oreja mientras que con una de sus manos acarició mi clítoris.

El que me hablara de esa manera solo hacía que mojara más las sábanas.

Fue una noche increíble.

—¡Sophia Dumont! —me exalté al oír mi nombre de ese modo.

—¿Qué ... pasa? —pregunté.

—Eso mismo te pregunto yo. ¿Qué pasa contigo? Llevamos horas aquí hablando contigo y tú nada que respondes. —habla Michelle.

En su voz se notaba cierto tono de irritación.

—¡Joder Michelle, me asustaste! —ahora la irritada era yo.

—Como no te vas a asustar, obviamente tu mente no estaba aquí con nosotras.

Ruedo los ojos.

Cuando se quiere ser tonta, ellas dos superan el límite.

—Mira, ¿por qué mejor no nos cuentas como estuvo la noche de ayer con ese cliente misterioso? Me imagino que estuvo muy caliente. —habló Olivia, siempre con su cara de perversión.

Mis mejillas se tornaron color rojo de repente, mientras más recuerdos de esa noche invadieron mi mente. Por más que quisiera aparentar que no pasó nada, no podía. Me sentía diferente.

—No se ... de que hablas. —mis nervios fallaban constantemente.

—No bueno yo creo que sí sabes. —dijo Olivia y Michelle explotó en risas.

—Por favor Sophie, tus nervios y mejillas te delatan.

Las fulmino con la mirada a ambas, al mismo tiempo que me reprochaba mentalmente por mis putos nervios que no ayudan nunca en nada.

—¡Ay bueno ya no molesten! ¡¿Qué acaso no tienen nada mejor que hacer?! —me quejé.

—¡No! —dijeron al unísono y rieron.

—Tontas. —negué.

—Bueno ya, enserio, cuéntanos. Se nota que la noche fue intensa. —pide Olivia.

—A ver y ¿por qué estás tan segura de eso que dices? —arqueé una ceja.

—Porque normalmente siempre llegas con una que otra lágrima en los ojos luego de atender a un cliente y pues anoche tu sonrisa era de oreja a oreja. Hasta podría decirse que venías complacida. —volvió a hablar Olivia.

—Además, lo vimos de lejos y está más que guapo. Es una verdadera belleza de hombre. —dice ahora Michelle— No lo niegues Sophia, te encantó.

Siento mis mejillas volverse rojas nuevamente.

¡Mierda!

¿Por qué siempre me descubren?

—Tal vez tengan razón. —me levanté de la silla con la intención de huir.

—¡Ah! Lo sabíamos. —ambas se abalanzaron sobre mí— ¡Cuéntanos!

Me lanzaron a la cama y comenzaron a hacerme cosquillas.

A pesar de ser mayores que yo en edad y de dedicarse a lo mismo que yo, ambas eran unas niñas. Eran adorables y al mismo tiempo tenían la capacidad de irritarte en tan solo dos minutos, pero aún así eran un amor. Son las mejores amigas del mundo, de no ser por ellas dos hace mucho que me habría suicidado. Puede sonar exagerado, pero eso es lo que me hace sentir tener esta vida. Tal vez si fuera una puta por placer me sentiría bien, pero en este caso es diferente.

Aun así lo de anoche no se compara con ninguna otra noche.

Simplemente única.

—¡No! ¡Ya paren! —dije entre risas— ¡Está bien, está bien, les contaré!

—Ya era hora. —dijo Olivia aún riendo al igual que Michelle.

Ambas volvieron a sus sillas, dejándome tomar un respiro luego de tantas cosquillas.

—¡Bien, te escuchamos! —dijeron ambas.

Esta será una tarde muy larga.

Le point de vue de Jungkook.

¡Maldita sea!

No sé de qué carajo me estaba desquitando, pero cuando salga de aquí tendrán que cambiar el saco de boxeo.

Tampoco sé por qué estoy en este estado de alteración y más luego de haberme follado a la chica de anoche, lo cual fue como una especie de calmante para mi.

Pero bueno supongo que nunca estaré relajado completamente, ya es parte de mi naturaleza.

Respecto a la chica y a la follada, estuvo maravillosa. Odio tener que admitir que me provocó el mejor orgasmo de mi vida y que me encantaría volver a tenerla. Y lo odio por el simple hecho de que no es bueno que sienta tanta necesidad por una chica. Pero desde que la vi bailando en ese tubo y la follé, no paro de pensar que es mejor: si secuestrarla, obligarla o simplemente comprarla.

El hecho es que quiero que sea mía y de nadie más.

—¿Se puede saber de qué o quién te desquitaste ahora? —preguntó una voz a mis espaldas.

Ruedo los ojos, sabiendo de quién se trata.

—¿Qué haces aquí Namjoon? —pregunté secamente.

—Vaya ya veo que no estás de humor, aunque bueno ya es normal en ti que nunca lo estés. —había sarcasmo en su tono de voz— Bueno pero respondiendo a tu pregunta, vine a visitar a tu hermana y a ti, mi futuro cuñado. Bueno más a tu hermana que a ti.

Ya se había tardado.

—Creí haberte dicho que no te quiero cerca de ella. Eres uno de mis mejores hombres y mi amigo, pero mi hermana no es una de las putas con las que follas todas las noches. —dije con cara de pocos amigos y di un sorbo a mi botella de agua.

—Nunca he dicho que lo sea, es solo que no puedo evitar pasar por su lado y admirar su belleza.

Lo miré mal.

Nunca cambiará.

—Creo que lo mejor era haberla mandado de vacaciones a Sokcho en vez de traerla a Marsella conmigo. —negué.

Era cierto.

Al principio no estaba muy convencido. No se me hacía buena idea exponerla así de ese modo. Pero después de tanta súplica y pucheros, no me quedó de otra que aceptar.

Pero me doy cuenta en este momento que hice mal en traerla.

—Si tal vez, pero te agradezco no haberla mandado a Sokcho. —lo fulminé con la mirada.

—¡¿Namjoon, no tienes nada mejor en que dedicar tu tiempo que no sea molestarme a mi?! —pregunté bastante cabreado— No lo sé, ¿tal vez ir a un bar? o ¿follarte a una puta?

—De eso mismo venía a hablar contigo cuando comenzaste con tu irritación de vieja histérica. —juro que tengo ganas de golpearlo, pero lo mejor que existe en este mundo es la paciencia; aunque yo no la tenga.

—¿Qué es exactamente lo que quieres de mi? —pregunté.

—Invitarte a uno de los mejores clubes de Francia —dijo simple.

—¿Y ese es? —vuelvo a preguntar.

The Empire Club.

Si en algún momento abandoné la idea de ir y follar a esa chica contra la pared, la retomo en este instante.

—¿Y entonces? —preguntó Nam.

—Nos vemos en la noche. —dije— Ahora vete a molestar a alguien más, seguiré entrenando —rodó sus ojos y se fue.

Ya lo tenía decidido. La tendré para mi, si o si.

Nos divertiremos, muñeca.



Mhely_Jeon.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro