Seok Jin jamás pensó que se vería de manera positiva alguna vez. Pero gracias a la ayuda de NamJoon y Alexander comenzaba a verse de mejor manera, a tener pensamientos amables hacia su persona y a notar que el anterior bullying disminuía con cada día que pasaba. Se dio cuenta que gracias a que había comenzado a cambiar de parecer con respecto a él, su entorno había cambiado de buena forma. Aún tenía algunos kilos de más, algo que no podía tapar, pero estaba bien. Su cuerpo estaba bien, había dejado de ir al gimnasio para bajar de peso y había comenzado a ir por el simple hecho de despejar su mente y divertirse. Hacer ejercicio le había traído más beneficios de los que había imaginado.

-Jin-volteó antes de salir al ver a una chica beta acercarse a él.

Había sido una de las tantas chicas que lo ignoraban, pero luego de hacer grupo en una clase comenzaron a hablar y llevarse bien. Ella tenía novio, otro beta simpático que no estudiaba ahí pero que conoció un día que fue por ella.

-Mina ¿Qué tal las clases?-preguntó sonriente, ella correspondió a la sonrisa comenzando a caminar a su lado.

-Muy bien, aunque aburridas. Por cierto, hoy mi novio no vendrá por mí, así que quería saber si quieres ir a tomar algo, quiero despejarme de tantas clases.-la propuesta amistosa de la beta lo hizo feliz.

-Claro, yo también necesito despejarme. Espero que LuHan no se ponga celoso.-ella rio divertida.

-Mi LuHanie es todo menos celoso, no tienes de qué preocuparte.

-Entonces vamos, tengo algo que contarte sobre Alex y Nam-a ella le brillaron los ojos y tomó su brazo emocionada.

Le había hablado de sus amigos, incluso llegó a conocerlos un día que se encontraron cerca del gimnasio. Mina al instante había pensado que se veían geniales como novios y, como la niña fujoshi que solía ser, comenzó a shippearlos, a pedirle fotos a Jin de ellos y demás.

-¿Es algo íntimo? ¿Smut, lemon?-el sonrojo en sus mejillas y la sonrisa radiante le causaron risas, se veía tierna a pesar de la pregunta que le había hecho.

-No, y así supiera algo así de ellos tampoco te lo diría-Mina hizo un puchero, aún prendida de su brazo.

-Moo, malo, Jin malo.-se quejaba picando con un dedo su mejilla-no me dejas ser feliz.

-¿Eres feliz sabiendo los secretos íntimos de Nam y Alex?

-Por supuesto ¿Quién no lo sería?-rio junto con ella antes de seguir su camino hacia la cafetería cercana de la universidad.

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JungKook había planeado ir por Seok Jin luego de ese tiempo separados. Pensaba hablar nuevamente con él y aclarar algunas cosas. Sin embargo, al verlo tan feliz y sonriente con una chica colgada de su brazo se detuvo y reconsideró lo que haría.

¿Acaso le importaría a Jin lo que tenía que decirle? ¿Valdría la pena acercarse, separarlo de esa muchacha que parecía hacerlo feliz y obligarlo a hablar con él? ¿Valdría la pena comportarse como lo hubiera hecho mucho antes de ese problema? No...sólo cometería el mismo error una vez más y él quería dejar de cometer errores cuando se trataba de su alfa.

No ganaba nada, lo sabía, fue algo que había intentado antes y las cosas no habían salido para nada bien. Simplemente había alejado a la persona que quería por celos y estupideces suyas.

Lo mejor será que me aleje de Jin hyung pensó viéndolos entrar a una cafetería.

El nudo en su garganta dolía y sus ojos comenzaban a acumular lágrimas. Quería llorar e insultarse a sí mismo por ser tan tonto.

Pero ya no había vuelta atrás.

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YoonGi suspiró luego de una caminata hacia la universidad de JiMin. Estaba cansado tras el entrenamiento de básquet pero le había prometido a su novio que iría por él, así que cumpliría.

-When you see me, when you touch me-cantó en un susurro la canción que sonaba, una que había escrito JiMin y la cual le hizo cantar para grabarla.

Su novio tenía la voz más hermosa que había escuchado. Amaba cuando le cantaba en momentos que estaban abrazados, solos y compartiendo un momento tranquilo.

Se quitó los audífonos al ver que los alumnos comenzaban a salir, esperaba ver a JiMin pronto. En medio del camino había pensado en llevarlo a una cafetería donde preparaban unas donas tiernas que a él le gustarían. Se cruzó de brazos, apoyándose contra un árbol mientras su mirada escudriñaba a las personas que pasaban de un lado a otro. Necesitaba ver a su omega cachetón y de muy lindo trasero. Agradecía a su madre por haberlo hecho con tan buenos atributos, sus manos y él se lo agradecían.

Vio un grupo de chicos, alfas y omegas, que hablaban entre ellos. Pudo detectar que le dedicaban algunas miradas de reojo. Rodó los ojos, ¿acaso no había un tema más interesante de conversación que, al parecer, tenían que usarlo a él para hablar de algo?

A lo lejos detectó a su novio saliendo de la universidad, sonriéndole y acercándose a él. Inconscientemente esbozó una sonrisa mientras descruzaba sus brazos y se separaba del árbol. Ver a su lindo JiMin lo habían hecho olvidar de los idiotas sin vida que habían estado viéndolo. Caminó pasando cerca de ellos y escuchando claramente lo que decían, después de todo no susurraban nada.

-Que alfa delgado ¿Qué omega podría querer a alguien así?

-De seguro no tiene omega, sólo mira sus piernas, son muy delgadas, parecen dos alambres.

-Sus brazos también.-se burló otro.

YoonGi los escuchó reír y rodó los ojos.

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JiMin frunció el ceño realmente molesto, había escuchado a esos idiotas hablar mal de su novio y no lo permitiría, por supuesto que no. Dejaría calvos a esos omegas y sin descendencia a esos alfas, todos horribles, con cuerpos grotescos y pocos atractivos.

Apretó los puños, dispuesto a decirle mil y un cosas a esos estúpidos cuando sintió una mano jalarlo de la muñeca y unos labios tocar los suyos. Miró sorprendido a YoonGi quien le sonreía mientras lo tomaba de la cintura con cariño.

-Déjalos que hablen, no me molesta lo que digan, después de todo no hay nada malo en mí.-la sinceridad en las palabras de su alfa lo habían hecho sonreír feliz.

-No, es cierto, no hay nada malo en ti.-dijo JiMin abrazándolo del cuello-eres un alfa genial, tal y como eres.-cerró los ojos y rio al sentir un beso en su nariz.

-¿Vamos? Quiero llevarte a una cafetería que estoy seguro te gustará.

-Vamos, Yoon.-murmuró enamorado, tomando la mano de su novio para irse juntos de ahí.

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Tenía tiempo antes de ir a la escuela, así que en ropa interior se posó frente al espejo de su habitación. Bien, lo que veía no le agradaba demasiado, nada en realidad. Se veía muy delgado, sin gracia, con un rostro que tenía que hacerse de nuevo para ser atractivo y una torpeza que debían extirparle. De verdad ¿Qué había visto TaeHyung en él?

Se tocó las mejillas, la fina nariz (demasiado pequeña para un rostro como el suyo), los finos labios y su frente. Nada era llamativo, bueno su cara alargada sí, una herencia de su papi (aunque Chung Hee era más bonito que él, HoSeok se sentía la mala mezcla de los genes de sus padres).

-¿Por qué TaeHyung insiste en decir que soy lindo?-preguntó casi frustrado intentando encontrar algo bueno en su cuerpo para comenzar a quererse.

Quería hacer el intento, al menos por Tae. No quería volver a verlo llorando por su culpa, quería hacer algo, cualquier cosa para evitarlo. Pero era complicado. Había pasados años de su vida odiándose fervientemente, odiando en ocasiones a sus padres por darles los peores genes, y en otras a la sociedad y sus estándares de belleza imposibles. ¿Cómo muchos esperaban que la gente aprendiera a amarse a sí misma si tenía a personas criticándolas todo el tiempo, diciendo que tono de piel sería mejor, que peso, altura, porte, tipo de ojos, color de cabello, ropa y demás idioteces que, aunque no quisiera prestarle atención, terminaba siendo así? Todos eran unos tontos, pero más él por escucharlos y dejarse influenciar por ellos.

¿Por qué era más difícil creer un halago que una ofensa? ¿Por qué cada vez que TaeHyung le decía hermoso no lo creía del todo y cuando una niña tonta desconocida le decía feo terminaba llorando?

Miró su penoso reflejo una vez más antes de ir por su ropa y vestirse para irse a trabajar. Tenía que mejorar su humor y su forma de verse, tenía que hacerlo, por TaeHyung. Por su alfa lo haría.

Aprendería a amar cada parte de sí sin importar lo que dijera el resto.

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La primera clase de ese día era la de literatura y TaeHyung no podía estar más feliz al respecto. No había podido estar con HoSeok esos días, así que esperaba poder verlo en la clase y acosarlo en los recesos para ir esa noche a su casa. Sus hormonas, y su alfa, le pedían estar con su pareja destinada, besarla y acariciarla...y en lo posible marcarla.

Suspiró enamorado, mirando a la ventana sin notar la mirada de JiSoo sobre él, hasta que carraspeó y se fijó en su mirada inquisidora. Ella sabía de su relación con HoSeok (bueno, casi toda la escuela lo sabía), era su mejor amiga y sintió la necesidad de confesárselo (así como ella había hecho meses atrás, cuando le dijo que su pareja era Kim Jennie), por lo que podía notar su mirada enamorada aunque no comprendiera del todo por qué la tenía.

-¿Algo nuevo que haya pasado con Jung?-cuestionó pero Tae no pudo prestar atención a la pregunta al ver que las mejillas de JiSoo parecían estar desapareciendo.

-¿Qué estás haciendo esta vez, Kim JiSoo?-ella se cohibió y desvió la mirada encogiéndose de hombros.-¿Qué te dije de las dietas innecesarias y los métodos extremos que tomas?

-Pero...esta vez...está dando resultados.-comentó desviando la mirada.

TaeHyung frunció el ceño, no le gustaba lo que ella hacía para verse bien. Se regañó a sí mismo, si no hubiera estado tan entretenido con su pareja se hubiera dado cuenta de lo que ocurría con su mejor amiga. Estaba por decirle algo cuando el olor característico de HoSeok llegó a él. Volteó hacia la puerta viéndolo ingresar con un traje que lo hacía fantasear...bien, o controlaba sus hormonas o en el receso terminaba por follarse (de una vez por todas) a su omega contra el escritorio del aula. ¡Y no ayudaba nada que él fuera tan hermoso! Dijeran lo que dijeran para TaeHyung era así, tan hermoso que dolía. ¿Cómo es que él no lo notaba, que el resto no lo veía? HoSeok era la perfección personificada. Sólo un ciego no podría verlo.

Se dio cuenta tarde de que no se había levantado para dar el saludo correspondiente y, en su lugar, se quedó sentado como idiota mirando a HoSeok. Ah, qué gran poder tenía sobre él. Ni siquiera lograba prestar atención a lo que le decía, simplemente veía esos dulces y sensuales labios moverse. ¿Estaba mal fantasear con su pareja en plena clase? Tal vez sí, pero después podría pedirle que le explicara otra vez la clase, tenía que aprovechar que era su pareja.

Se mordió el labio al imaginar a su omega sobre él, gimiendo su nombre mientras lo embestía y... ¿era su imaginación o HoSeok se estaba comportando extraño? Bien, no cualquiera lo notaría, pero lo conocía y sabía que algo ocurría. Sus ojos parecían tranquilos pero podía notar cierta inquietud, al igual que sus manos las cuales temblaban de manera sutil. ¿Acaso había pasado algo, alguien que lo hubiera molestado y él tuviera que asesinar?

Supo que HoSeok sintió su mirada inquisidora, pero con una seña que ellos entendían le dio a saber que estaba bien. Pero TaeHyung no se lo creería, al menos no tan fácilmente. Aunque de ser un problema grave él se lo diría, como cuando pasó lo de esas dos chicas.

Suspiró, no presionaría a HoSeok, dejaría que se lo contara cuando se sintiera listo de hacerlo.

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Chae Young se vio al espejo, girando varias veces para asegurarse que la falda que usaba, junto a esa entallada blusa quedara bien. Sin embargo, mientras más se miraba menos le gustaba. Su barriga abultada (apenas ligeramente aunque para ella no fuera así) no permitía que nada de lo que se pusiera quedara bien. Ni siquiera los zapatos con tacón ayudaban a que se viera mejor, sus piernas se veían bonitas, pero su barriga no, era fea y la odiaba.

Hizo un puchero tocándose esa zona que resaltaba por la blusa entallada. Ah, si no comiera tantos pastelillos y helado no tendría eso ahí.

-Chaenie ¿ya podemos irnos?-preguntó Lisa suspirando aburrida en su cama mientras la veía probarse ropa tras ropa.

La miró aún con el puchero en sus labios y negó con la cabeza.

-No nos iremos hasta que encuentre algo que me quede bien.-sentenció antes de buscar entre la montaña de ropa algo apropiado para ella.

Estaba dudando entre su blusa favorita roja (ya que le quedaba algo grande) o una de color azul, pero cuando estaba por elegir sintió a Lisa jalarla hasta la cama y tirarla ahí. Se sonrojó fuertemente, pensando en lo que la alfa podría hacerle (después de todo no se le ocurría nada sano estando acostada en su cama debajo de Lisa) y cerró los ojos avergonzada. Sintió que subía su blusa, su sonrojó aumentó. Pero cuando pensó que comenzaría a tocarla de manera indebida, la alfa la sorprendió al repartir pequeños besos en su vientre.

Abrió los ojos para mirarla sorprendida, sintiendo los besitos en esa zona hasta que al terminar Lisa subió la mirada con una gran sonrisa.

-Vamos, usa esta ropa, te queda preciosa.-cuando salió de su cama le dio la mano para ayudarla a levantarse.

Se acomodó la blusa y antes de tener tiempo de quejarse, la alfa comenzó a jalarla hacia la cafetería a la cual pensaban ir antes de que estuviera una hora cambiando de atuendo.

He escrito ya los capitulos de este fic, lo unico que faltan son los epilogos (que separé por pareja) y los cuales debo escribir, pero que tendré listos para el fin de semana que viene. Así que entre sábado y domingo estaré subiendo los tres epilogos n.n

Hoy subiré este y dos capitulos más que serían los ultimos antes de los epilogos. 

Espero que les guste! nos vemos! besos💋💋💋