中毒 03: Facing the Shadows of the Past

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

En un momento de debilidad, Momo escapó del centro de recuperación, sintiendo un impulso irrefrenable que la arrastraba hacia las profundidades de su pasado oscuro. Con cada paso que daba en el callejón sombrío, podía sentir el peso de su adicción envolviéndola una vez más. La figura de Lalisa, su antigua camello, se materializó frente a ella, con una mirada cargada de tentación y peligro.

Momo caminaba por el callejón oscuro, su mente en un estado de confusión abrumadora. Había escapado del centro de recuperación en un intento desesperado por encontrar consuelo en la única cosa que había conocido durante tanto tiempo: las drogas. A medida que avanzaba por el callejón, la visión de Lisa, su antigua proveedora, no le causaba la misma urgencia que solía sentir.

Sino más bien, odio.

Momo avanzaba por el oscuro callejón, y un pensamiento oscuro cruzó su mente "La odio, pero... necesito volver". Era un conflicto emocional abrumador. Por un lado, sentía un profundo resentimiento hacia la tailandesa por haberla arrastrado a esa vida de adicción y autodestrucción. Pero, su felicidad se la debía a ella.

Pero por otro lado, el vacío que sentía era insoportable. La necesidad de encontrar escape y alivio era avasalladora, y en ese momento, la droga parecía ser la única solución, aunque también era su peor enemigo.

A pesar de que Momo quería resistir, una lucha interna se desató dentro de ella. Su mente estaba en guerra, luchando contra los recuerdos y la necesidad de drogas que la habían consumido durante tanto tiempo. Lentamente, comenzó a caminar hacia Lalisa, como si estuviera hipnotizada por las sombras de su pasado.

Lisa ahors, con su cabello rubio, quedó sorprendida por el repentino encuentro, observó a Momo con una mezcla de asombro y conmoción, llevaba más de tres años sin saber de Hirai. No esperaba encontrarse con la japonesa en ese oscuro callejón, y el impacto de la situación la dejó momentáneamente sin palabras.

-No, no, no, no, no -susurró Dahyun, agarrando suavemente las manos de Momo. -Nunca te dejaré volver a ese mundo. No voy fallar en mantenerte saludable.

Las palabras de Dahyun resonaron en los oídos de Momo, desvaneciendo momentáneamente la atracción hacia las drogas. Sabía que había encontrado a alguien que realmente se preocupaba por su bienestar, alguien que estaba dispuesto a luchar por su recuperación incluso en los momentos más difíciles.

Sin embargo, antes de que Momo pudiera procesar completamente las palabras de Dahyun, una sensación de somnolencia comenzó a envolverla. Momo se dio cuenta de que Dahyun le había inyectado un sedante, un último recurso para evitar que cayera en la trampa de la tentación. La voz de Dahyun resonó en su cabeza mientras el sueño se apoderaba de ella -Prefiero mantenerte despierta, ¿sabes?, pero hoy no puedo hacerlo.

Momo se desvaneció en un sueño profundo y reparador, sintiendo cómo la oscuridad la envolvía y la arrastraba lejos de las calles peligrosas y hacia la seguridad del centro de recuperación. En su inconsciencia, su mente luchaba con los demonios internos y los fantasmas del pasado.

Dahyun observó con una mezcla de alivio y tristeza mientras Momo se perdía en un sueño tranquilo. Sabía que había tomado una decisión difícil pero necesaria para proteger a Momo de sí misma. La enfermera había aprendido a lidiar con los desafíos y las recaídas en el camino hacia la recuperación, y estaba decidida a estar allí para Momo en cada paso del camino.

Lisa se acercó a Dahyun con una expresión burlona, como si estuviera disfrutando de la situación. Sus ojos azules brillaban con un dejo de desafío, y una sonrisa maliciosa jugueteaba en sus labios. Era como si encontrara placer en el caos y la tristeza que rodeaban a Momo.

En ese momento, unos doctores se acercaron para llevarse a Momo, quien estaba aún bajo los efectos del sedante y la conmoción emocional. La mirada de Lisa se desvió hacia ellos, pero no sin antes dirigir una mirada de desprecio a Dahyun. La tensión en el aire era palpable, y la atmósfera se volvió aún más tensa con la presencia de Lisa y su actitud provocadora.

Lisa, con un tono de aburrimiento y escepticismo, pronunció las palabras-Volverá a recaer-. Su voz sonaba como un juicio, como si creyera que la adicción de Momo era una prisión de la que no podía escapar. Su mirada despectiva dejaba claro que veía a Momo como alguien incapaz de liberarse de su oscuro pasado.

Dahyun, por otro lado, miró a Lisa con una expresión de desprecio y un atisbo de ira en sus ojos. -No, no lo hará- dijo con una voz firme y segura. Sus palabras eran un acto de desafío, una declaración de que creía en el potencial de Momo para superar sus demonios internos. Para Dahyun, Momo no era solo una víctima de su adicción; era una persona con la capacidad de cambiar y encontrar la felicidad.

Lisa soltó una risa burlona, como si disfrutara del malestar que estaba causando con sus palabras. Desvió su mirada hacia la placa de la bata de Dahyun, como si estuviera evaluando a la enfermera con desprecio antes de volver a sus ojos. Con fingida preocupación en su tono, se burló de manera cruel-¿Qué puedes decir, Dahyun? ¿La bebé de mami cambiará? ¿Cambiará después de estar tres años drogándose como loca?

Las palabras de Lisa estaban llenas de sarcasmo, y su actitud despectiva era evidente. Estaba tratando de socavar la confianza de Dahyun y sembrar dudas sobre la posibilidad de que Momo pudiera recuperarse. Su intención era clara: desafiar a Dahyun y desacreditar cualquier esperanza de recuperación que esta tuviera.

Dahyun, enfrentando la burla de Lisa, decidió responder con una firmeza tranquila. -Tal vez no entiendas lo que es la felicidad, Lisa -dijo con un tono de menosprecio.-Pero no creo que alguien que depende de las drogas para sentirse bien pueda hablar de felicidad. Quizás Momo no tenga a alguien en este momento, pero al menos está tratando de encontrar un camino hacia la recuperación y su felicidad.

Lisa se recostó contra la pared, rodando los ojos con desdén. Observó a Dahyun con un tono de juicio mientras declaraba con firmeza -Una persona loca nunca encuentra la felicidad -. Sus palabras eran un recordatorio de su escepticismo acerca de la recuperación de Momo y su creencia de que la adicción y la salud mental no podían coexistir, pero tal vez, estaba hablando de si misma.

Dahyun, cansada de las provocaciones de Lisa y sintiendo la necesidad de defender a Momo, dio un paso adelante y con resentimiento, le dio una cachetada a Lisa. El sonido de la bofetada resonó en el callejón, y un breve silencio llenó el aire mientras ambas mujeres se miraban con ojos llenos de tensión y desafío.

Dahyun tenía esperanzas en Momo, incluso más de las que tenía ella misma.

Momo había pasado dos días sedada, atrapada en un sueño inducido por el sedante que Dahyun le había administrado. Al despertar, su cuerpo se sentía débil y su mente estaba plagada de sentimientos encontrados. Se sentía avergonzada y desanimada por su incapacidad para resistir la tentación de las drogas, como si fuera una niña indefensa que no podía cumplir una simple orden de "no te drogues".

Cuando Momo abrió los ojos, se encontró con la figura de Dahyun, quien traía un ligero desayuno para ella. Momo respondió con una sonrisa penosa mientras comía en silencio, dejando que los pensamientos y las emociones fluyeran en su interior. Cada bocado era un recordatorio de las cosas que su adicción había arruinado, y se sentía patética por tener deseos de volver a ese oscuro camino.

Observó la mirada preocupada de Dahyun y sintió la necesidad de tranquilizarla, incluso cuando ella misma estaba luchando internamente. En un tono bajo, con la mirada fija en su desayuno, Momo dijo - Gracias por lo de anoche, fui un poco idiota.. eres genial, Dahyun.

Dahyun suspiró, acercándose y limpiando las pequeñas lágrimas que se habían acumulado en los ojos de Momo. Sus palabras eran suaves pero firmes -Las recaídas son malas, Hirai, ni siquiera llevas un mes aquí, pero son normales. Estás luchando, y lo estás haciendo sola. Maldición, ¿qué hace tu familia?

Momo se sintió regañada al escuchar a Dahyun llamarla por su apellido, pero también se dio cuenta de la preocupación genuina que emanaba de la enfermera. Se sonrojó levemente y soltó una risita nerviosa antes de responder -¿Quién va a querer a una drogadicta que arruinó su vida y la de los demás?

Dahyun la miró directamente a los ojos y, sin vacilar, dijo -Yo te quiero, Hirai Momo .-Las palabras resonaron en el aire, dejando a Momo sin aliento. Sus lágrimas brotaron y no pudo contener el torrente de emociones que la inundó.

Rompió en llanto frente a Dahyun, sintiendo el peso de sus acciones pasadas y el amor desinteresado que la coreana le ofrecía. Se sentía vulnerable y, al mismo tiempo, aliviada de tener a alguien que realmente se preocupaba por ella, sin juzgarla por su pasado o sus recaídas.

Dahyun envolvió a Momo en un cálido abrazo, permitiéndole llorar y liberar todas las emociones acumuladas. En ese momento, Momo se dio cuenta de que no estaba sola en su lucha. Tenía a alguien a su lado dispuesto a apoyarla, incluso en los momentos más oscuros.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro