Los segundos se convirtieron en minutos. Los minutos se convirtieron en horas. El torturante paso del tiempo fue similar al ritmo que experimentó cuando fue encerrado en piedra. Había un mundo entero en marcha, mientras que todo lo que podía hacer era sentarse y pensar. Él no podía ser parte de eso y no había nada que pudiera hacer al respecto.

Bueno, había muchas cosas que podía hacer, pero la seguridad de su pareja y su hijo eran más importantes para Discord que para satisfacerse a sí mismo. Él podría usar su poder para hacer que el nacimiento ocurra. Él podría convertirse en un pony y hacerse pasar por un médico. Podía ponerse en un estado de hibernación y simplemente dormir hasta que terminara. Discord tenía muchas otras ideas febriles que vagaban por su mente sobre cómo hacer que el día avanzara rápidamente hacia la conclusión ideal, pero por cada esquema que podía pensar podía conjurar dos razones por las que no debía interferir.

El más notable es que no había una buena manera de predecir cómo la energía residual de cualquier hechizo que él lanzara afectaría a su hijo. Con los eventos que conformaron la tarde, fue dolorosamente obvio que su hijo había heredado una parte de su poder. Los sonidos y las vistas que solo él veía, y el hecho de que ella de alguna manera se enriquecía antes de nacer, eran un firme recordatorio de que necesitaba mostrar moderación.

No importa cuánto deseara estar en la habitación con ella.

Por primera vez en mucho tiempo, Discord se sentía verdaderamente indefenso; Y a él no le importó mucho.

El Draconequus caminó por el pasillo hasta el final y se dio la vuelta para regresar. En el extremo opuesto de la sala, se volvió y recomenzó su migración sin sentido. A veces se detenía en la puerta que le impedía a su esposa y su bebe. A veces se arrodillaba para mirar a través de un ojo de la cerradura solo para darse por vencido al redescubrir que no había ningún ojo de cerradura para mirar. A veces dejó que uno de sus ojos cayera al suelo para mirar debajo de la abertura de la puerta y luego se rindió cuando realmente no podía ver nada. En ocasiones, Discord consideraba hacer la puerta transparente para que pudiera ver, pero tan pronto como alcanzó su poder, recordó cuán floja estaba siempre su agarre.

Por primera vez en su vida, maldijo la naturaleza de su magia por ser caprichoso y libre; y luego se rió ante la ironía de que el antiguo Maestro del Caos había rechazado una forma de libertad.

Otro viaje por el pasillo y otro viaje de regreso al otro extremo. Algún pony había traído una silla al pasillo frente a la puerta que le impedía presenciar un milagro de la naturaleza. Él nunca lo usó. Discord ya sabía que después de medio minuto estaría inquieto y agravando la espera por sí mismo. En todo caso, interpretó la silla como una broma cruel que se produjo solo porque había una promesa no escrita contra las represalias. Sentarse y esperar no era un talento por el que era conocido. Por supuesto, los últimos meses ofrecieron una lista de excepciones, pero hoy fue diferente. En aquel entonces, esperar era una decisión que él había hecho. Hoy, en un pasillo de un hospital, se hizo la elección por él. Tendría que esperar un poco más.

O unas horas más. Discord realmente no tenía una idea real de cuánto tiempo tomaba normalmente el trabajo de parto. El pasillo no tenía ningún reloj que pudiera consultar. No había ninguna ventana desde donde pudiera tomar nota de la posición del sol. No tenía forma de medir cuánto tiempo había estado en el pasillo. Por lo que sabía, solo podían haber sido diez minutos.

Discord decidió contar la cantidad de veces que recorría el pasillo de un extremo a otro y se aburrió cuando llegó a la tercera vuelta. Se arrodilló para mirar a través del ojo de la cerradura y se vio frustrado por el hecho de que todavía no había uno. Otro viaje por el pasillo y viceversa. Otra pausa en la puerta. Otro gesto obsceno de la mano para la silla. Otro viaje al final del pasillo.

De repente, se detuvo al oír el sonido de la puerta abriéndose. No tomó nota de cómo se veían los ponis que salían. Ni siquiera recordó cuántos incluso entraron allí. Con un solo paso que se parecía más a un salto rápido, se colocó cerca de la puerta abierta y uno de los médicos decidió decirle algo.

"Hubo muchas preocupaciones ya que no eres un pony; pero todo salio bien. ¿Te gustaría entrar?

Sin una palabra, Discord entró en la habitación. Él no tomó nota de lo grande que era. No miró a la ventana para comprobar la hora. No notó el color de las paredes ni el piso. Todo lo que le importaba era la figura que descansaba en una simple cama de hospital cerca de la ventana. Todo lo que le importaba era el Pegaso amarillo con la melena rosa. Todo lo que le importaba era el pequeño bulto acunado en sus cascos delanteros. Lentamente se dirigió a un lado de la cama y miró a su esposa. Parecía estar agotada más allá de toda medida y, sin embargo, en paz. Su sonrisa hizo que el peso del día simplemente dejara de existir. La forma en que miró hacia abajo a lo que sostenía le hizo olvidar innumerables horas de espera a que llegara el día. Sus ojos se aventuraron a la pequeña figura firmemente envuelta en una manta rosa. Vio la diminuta cara y la melena de su bebe.

Fluttershy le ofreció a Discord una mirada y lentamente se acercó al recién nacido hacia él. Ella no parecía tener la fuerza para hablar pero el mensaje era claro.

Discord cuidadosamente tomó a su nuevo miembro de la familia en sus brazos y miró hacia abajo a lo que vio. Se quedó aturdido y siguió mirando lo que sostenía.

"Lo hicimos" Fluttershy medio susurró. "Lo hicimos Discord".

Las lágrimas eran inevitables para el Draconequus ahora.

"Bueno, para ser justos, hiciste la mayor parte del trabajo. La llevaste dentro de ti durante meses ... y la trajiste al mundo "discord se ahogó cuando su visión se vio cada vez más obstruida por la alegría líquida. "Nuestra pequeña potra ... nuestra preciosa hija ..."

Discord se detuvo mientras consideraba brevemente una curiosa idea.

"Es una niña, ¿no?"

La risa suave de Fluttershy fue toda la respuesta que necesitaba. Continuó mirando al recién nacido dormido. Con cuidado movió la pata y recorrió con delicadeza un dígito a través de su crin púrpura única con rayas blancas remolinadas. Lentamente la llevó de vuelta a Fluttershy y cuidadosamente se acostó a su lado y se encontró una vez más aturdido por lo que estaba viendo.

"Sé lo que estás pensando Dizzy", dijo suavemente la yegua. "Está bien conmigo".

Otra gota de alegría se le escapó cuando él una vez más.

"¿Estás segura Fluttershy? Hiciste las partes más difíciles, puedes elegir el nombre si quieres ".

"Ambos sabemos que estamos nombrando a nuestro primer hijo".

Discord sacó sus ojos y los secó en su pecho antes de volver a colocarlos.

"Bienvenido al mundo Screwball ..."

El corazón de Discord dio un vuelco cuando su hija abrió los ojos. Los miró directamente y pronunció una sílaba incomprensible.

Discord nunca había escuchado algo tan precioso en su vida. A juzgar por el aliento emocionado de Fluttershy, ella había llegado a la misma conclusión. Fluttershy lentamente acercó a la potra un poco más cerca de ellos y Discord con cuidado pasó su pata por la melena del bebé. La pequeña Screwball los miró como si ya los conociera de alguna manera. Discord estaba muy familiarizado con lo que generaba su imaginación, pero por primera vez estaba realmente unido a su hija.

"Entonces ... ¿quién ganó la apuesta que tenía la ciudad?" Fluttershy preguntó en voz baja mientras apoyaba su peso en el costado de la Discord.

"Nunca adivinarás quién era".

"Parece que lo hicimos entonces", respondió ella con una suave sonrisa. "Fui un poco astuta y puse su nombre porque no nos permitieron adivinar".

Discord parpadeó. Le gustaba más cuando creía que su hija lo había hecho de alguna manera; Pero aceptó la realidad. Tenía a su hija delante de ellos, nada más importaba. El tiempo, el clima, la inminente factura del hospital, nada de eso era importante. Todo lo que le importaba estaba en la habitación con él. Discord besó suavemente la cabeza de su esposa y ella lentamente le devolvió a Screwball. Sus ojos se abrieron cuando una curiosa idea se estrelló en su mente.

"Espera ... la llamaste nuestro primer hijo".

La respiración relajada de Fluttershy, la expresión neutral y los ojos cerrados fueron todas las respuestas que obtuvo. Se ajustó un poco y ella se volvió de costado y lo envolvió con una pata delantera. Miró su pequeño milagro y vio que ella también se había quedado dormida. Discord miró a la ventana y fue saludado por la luna. Nunca se dio cuenta de que estaba arriba. Volvió con cuidado la potra envuelta hacia el cuerpo celeste.

"Te lo digo antes de contárselo a tu hermano porque eres el primer pony conveniente al que puedo presumir. No dejes que llegue a tu cabeza ".

Por un breve momento juró que un rayo de sol solitario se arrastraba por el horizonte. Por primera vez en mucho tiempo, una sonrisa ligeramente siniestra surgió sobre Discord. Miró a su hija dormida y compartió lo que le vino a la cabeza.

"Hay una buena probabilidad de que tengas algo de mi poder, pequeña; y eso significa que la princesa Celestia podría insistir en inscribirte en su escuela para los Unicornios dotados para tener dos o tres ojos en ti ".

Discord sacudió suavemente al bebé mientras avanzaba.

"Vas a divertirte mucho y le sacarás tantos pelos grises".