Aerum es malo dibujando otras cosas que no fueran dinosaurios, pero no tenía problema en intentar dibujar a su familia. 

Aerum sabía que significaba familia. 

Su baba se lo había explicado cuando era más chiquito y muchas personas le preguntaban en la calle por qué no tenía una mamá. Sabía que tenía una mamá, pero que su baba era ahora quien estaba cuidando de él y así sería para siempre. Aerum no conocía nada más de su mamá que su nombre. 

Familia significaba estar siempre ahí; fue lo que dijo su baba. 

.- Mi pequeñito - empezó a hablar cuando lo sentó en sus piernas y le dio un pequeño juguete para que Aerum no quisiera bajarse - Yo siempre estaré ahí, mi deber es cuidarte y amarte. Somos nosotros dos contra el mundo, somos una familia. 

Habían sido sólo los dos por muchos años. 

Aerum no sabía cuántos, pero sí que habían sido muchos. 

Pero cuando baba goo llegó con ellos, entonces ya no eran dos sino tres. Lo sabía porque baba goo siempre estaba ahí, sonriendo y cuidando de él y baba con palabras, canciones y caídas extrañas. Incluso a veces les cocinaba y sus sopas eran mejores que las de baba. No eran saladas ni amargas.

Baba también cuidaba mucho de baba goo, como cuando entraba cada noche a su cuarto y lo arropaba porque baba goo dormía desnudo y la sábana se caía. Baba decía que le daría frío y que era un secreto que Aerum debía de guardar para que baba goo no sintiera pena. 

Y ambos cuidaban de Aerum. Lo abrazaban, lo arropaban por las noches, le cantaban cosas o dibujaban con él. También le ponían medias para que no tuviese frío en sus deditos. Cuidaban mucho de él, porque eran sus baba's y Aerum no sabría qué hacer sin ellos. 

Ellos se cuidaban y lo cuidaban; por eso Aerum sabía que ahora eran una familia de tres. 

Y Aerum los cuidaba a ambos, como podía. Poniendo sus dinosaurios en las puertas de sus cuartos o bajo sus camas, por sí los monstruos aparecían. También hacia silencio o los abrazaba cuando gotas transparentes salían de sus ojos. Los cuidaba porque eran su familia y Aerum sabía que su deber era cuidarlos y amarlos. 

Por eso es que, aunque Aerum no dibujaba bien nada más que dinosaurios, a veces lo intentaba.