Pasó un mes desde que Byul lo descubrió todo. Faltaban tres días para que terminaran las clases y agradecía esto, necesitaba alejarse de todos.

Al otro día de lo sucedido Hyejin arremetió a buscar a Krystal para hacerle mucho daño, debido a lo que le hizo a su mejor amiga. Luego de una bofetada que lanzó al suelo a Krystal por cogerla desprevenida la pelinegra se detuvo ante la súplica de su amiga que lloraba. Aunque verla así no hizo más que aumentar las ganas de pegarle a Jung, accedió con tal de que su amiga no estuviera llorando delante de aquellos imbéciles.

Hoy en día casi nadie habla de eso por la amenaza de Hyejin, la cual con el calor del momento parecía ser real.

— Te vuelves a acercar a Byul o alguno de ustedes— dijo señalando a los de alrededor —...le hace daño otra vez y les juro, que mataré como un perro a aquel que se atreva.

Hyejin era una estudiante excelente en todas sus materias, fuera perfecta de no ser por ese lado conflictivo suyo, el cual la llevaba a cumplir cada una de sus amenazas y nadie estaba seguro o no de que ella cumpliera esta última, por lo que era mejor evitarlo.

Pasaría la semana, finales de junio llegó, las tres chicas aprobaron todas sus materias con buenas notas.

— Quédate, la pasaremos genial estas vacaciones— suplicaba Somi.

— Chicas saben que mis padres todos los veranos quieren ir a New York de vacaciones.

— Pero ya eres bastante grandecita y te puedes cuidar sola, quédate, ¿si?

— Somi no insistas más— intervino Hyejin para luego cambiar el tema, aunque no por completo.

— ¿Cuándo harás las maletas?

— Hoy, ¿por qué? ¿me ayudaras? — preguntó esbozando una hermosa sonrisa con su hoyuelo en sus cachetes y luego tener que arreglarse los lentes.

— Sí...

— Genial...— dijo para abrazar a su amiga.

— Hey, y yo, yo también te voy a ayudar, ves, por eso siempre me pongo celosa, le das más cariño a Hyejin que a mí— protestó la castaña haciendo un bonito puchero provocando que la rubia la abrazase.

— Ves, así si— dijo para que luego todas rieran por como a veces se comportaba Somi.

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(...)

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Las chicas pasaron aquella tarde organizando todo para hacerle una fiesta de despedida a Moonbyul y ayudándola con lo que se llevaría de viaje.

[...]

Estaban en el aeropuerto, la castaña no pudo ir debido a que sus padres la arrastraron a una reunión familiar por mucho que quisiera ir a despedir a Byul, aunque ya era una cosa que hacían todos los años.

— Hyejin cambia la cara sabes que es prácticamente una tradición ir a New York.

— Lo que sea Byul, ve acá— dijo jalando a su amiga para estrecharla entre sus brazos.

— Cuídate vale, allá hay muchas personas— dijo aun abrazándola.

Al liberarla Byul le sonrió y se acomodó sus lentes se llevó la mano a la frente en modo de saludo militar y dijo.

— De acuerdo— esto hizo sonreír a Hyejin.

— Byul, venga que ya debemos abordar— la voz de su madre se escuchó y del susto sus lentes casi caen, pero los agarro en el último momento.

— Torpe— chasqueo la lengua.

— Si Hyejin, yo también te quiero— dijo y beso la mejilla de su amiga para luego avanzar hacia donde estaban sus padres.

(...)

— Byul, ¿por qué no invitaste a Hyejin a venir con nosotros? — comento su madre mientras caminaban hacia el avión.

La rubia miro sorprendida su progenitora, todos estos años para los padres de Byul, Hyejin no era más que una mala influencia. Abrió su boca formando una o a lo que su madre rio.

— Es que nos hemos dado cuenta de que es una buena chica en el fondo, nuestro espía de tu escuela nos contó cómo te defendió de aquella chica que rompió tu corazón.

— ¡Pero madre por qué no me lo dijeron antes! — protesto mirando hacia atrás viendo a duras penas como Hyejin salía del aeropuerto.

— Disculpa, el año próximo puedes invitar a tus amigas, nosotros nos encargaremos de los gastos— dijo y le guiño un ojo haciendo que Byul sonriera.

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[...]

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New York, Byul amaba la gran manzana, sobre todo Central Park, ahí encontraba inspiración y fotografiaba todo lo que llamaba su atención y consideraba bello.

No habían pasado dos días desde que había llegado y ya quería ir al parque y en cuanto pudo lo hizo. Se vistió cómoda y a pesar de ser verano le gustaba vestirse de negro. Tomó su cámara fotográfica y se fue al parque.

No había pasado una hora desde que había llegado al parque y prácticamente se había encontrado con la persona que cambiaría su vida...saco su cámara fotográfica y no pudo evitar la tentación por lo que la fotografió.