Capítulo 1

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Los gritos y risas de Beomgyu se escuchaban en la sala. Yeonjun se encontraba haciendo deberes para la universidad mientras Beom jugaba con el gato en su habitación.

Estornudó haciendo que el bolígrafo cayera de sus manos y rodara debajo de la mesa. Tuvo que agacharse por milésima vez a recogerlo para seguir con su tarea.

El gato llevaba con ellos solo cuatro días pero Yeonjun ya no podía más; estornudaba dos veces por minuto, tenía una picazón terrible, y la hinchazón empezaba a incomodarle. Beomgyu tenía a Chi en su habitación pero de alguna forma los pelos del animal terminaban por todos lados dejándolo sin salida.

Para rematar ya no podía acercarse mucho a su novio porque este apestaba a gato de tanto acariciarlo, solo podía estar con él luego de que se diera una ducha. Lo cual era bastante tarde ya que se pasaba todo el día encerrado.

—¡Achú! —y el lápiz volvió a caerse. Lo siguiente fue mandar todo a la mierda.

Tenía que salir de ahí o de lo contrario moriría.

Yeonjun dejó los papeles y libros de lado para ir por su cacheta. Necesitaba aire fresco.

—¡Gyu! —tocó la puerta de su habitación, segundos después fue abierta dejando ver a un lindo castaño todo despeinado y con la piyama arrugada. Yeonjun se mordió el labio inferior. Otra cosa que perdió con la llegada de felino fue la intimidad con su chico, esas rondas de sexo maravillosas y los mimos.

Lo único que habían llegado a hacer en esos cuatro días fue darse uno que otro beso casto, sus estornudos no le daban para más.

Beomgyu cerró la puerta detrás de él dando un paso hacia su novio, dejando entre ellos una distancia considerable para no afectar demasiado su salud.

—¿Qué pasa Junnie? —preguntó con una sonrisa inocente.

—Voy a casa de Taehyun, quizás me quede ahí esta noche —explicó y luego estornudó.

Beomgyu hizo una mueca triste, jugó con su deditos que apenas sobresalían de las mangas de su camisa de dormir.

—¿Junnie se siente muy mal hoy? —preguntó con la cabeza baja.

Yeonjun quería comérselo a besos por ser tan adorable, pero no podía, recién había tocado al gato y eso aumentaría los síntomas de su alergia.

—Lo siento bebé, necesito dormir en paz por una noche, volveré en la mañana para desayunar contigo ¿estás de acuerdo? —Beomgyu asintió—. Bien, te quiero, adiós.

Yeonjun salió de la casa sin mirar atrás.

Beomgyu tuvo que secar un par de lágrimas traviesas. Era la primera vez en mucho tiempo  que Yeonjun lo dejaba solo en casa.

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Cuando Yeonjun llegó a casa de Taehyun su querido amigo le preparó un té y le arregló la habitación de invitados.

Eran las nueve de la noche y ambos conversaban en la sala, hacía tiempo que no se veían, todo gracias al ajetreo de la universidad que no dejaba a Yeonjun respirar, y con el nuevo "inquilino" en su casa tampoco tenía las energías para hacer nada más.

—¿Qué tal está Beom? —preguntó Taehyun que también bebía del té— ese gato le debe tener muy entretenido.

—Sí, se la pasa todo el día en su cuarto jugando con Chi —respondió con una sonrisa sutil.

—¿Chi?

—Le puso así porque dice que suena a mis estornudos... —Taehyun aguanto una risa.

—Tú no te ves muy bien, tu nariz estaba tan roja cuando te abrí la puerta.

Yeonjun era consciente de ello, pero gracias al té la congestión nasal había parado al igual que sus estornudos. Taehyun era muy atento con él, siempre cuidándolo a pesar de ser menor.

—¿No crees que deberías hablar con él? Digo, él sabía que eras alérgico pero no parece importarle mucho —comentó analizando la actitud del novio de su amigo.

—Por las mañanas me prepara cosas calientes y antes de dormir me da mimos, no puedo pedirle más —Yeonjun recordó la sonrisa del menor—. Está tan feliz, deberías ver su cara...

Taehyun río al ver la cara de bobo de Yeonjun, definitivamente estaba loco de amor por Beomgyu, de lo contrario no habría complacido sus deseos de tener un gato siendo terriblemente alérgico.

—Ya deberías ir a dormir, mañana te espera otro día de locos en tu casa —Tae se levantó del sillón y cogió las tazas vacías

—Tienes razón —Yeonjun se levantó estirándose e hizo una reverencia— Buenas noches.

—Buenas noches, no olvides llevarte el tapabocas mañana —le avisó Taehyun antes de entrar en la cocina.

Esa noche Yeonjun solo pudo soñar con Beomgyu. Sería al único que amaría y cuidaría en su vida.

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