Capítulo 19

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—¿Por qué tan callado? —pregunto Yoongi mientras le colocaba el antifaz a su tritón, asegurándose que su rostro no fuera visto por nadie para que no le reconocieran.

—Estoy triste —respondió acentuando su puchero—. Taehyung en verdad quería acompañarnos y ninguno de los dos le dejó —señaló dándole una corta mirada acusadora en especial a Namjoon.

—Hay partes en las que simplemente Taehyung no debe de ir, Jimin —explicó Namjoon colocándose su antifaz.

—Se supone que yo tampoco debería de venir —le recodo sus mismas palabras antes de salir de casa.

—Y de todas formas estás aquí porque supiste manipular a cierto hombre —señaló soltando una falsa tos al final para ocultar su sonrisa.

—¿Debí de quedarme en casa con Tae, Hobi y Kook? —preguntó el tritón observando a Yoongi.

Casa. Yoongi sonrió internamente a ello, Jimin consideraba de su casa su hogar. Ya ni siquiera preguntaba sobre el mar como en un principio.

—Da igual, te puedo cuidar y si realmente pasa lo que tengo en mente, es bueno que hayas venido con nosotros.

—Aún no me has dicho el por qué estamos aquí —le recordó el hombre lobo—. Recuerdo que me habías afirmado que no estabas interesado en nada más.

—Silencio, entenderás cuando entremos —le cortó rodeando la cintura del menor posesivamente.

Jimin mordió su labio inferior nervioso cuando entraron en un pasillo estrecho y obscuro que era suavemente iluminado con luces rojas. El eco de sus pasos era lo único que se escuchaba mientras avanzaban.

Una cortina roja con adornos dorados apareció frente a ellos, lentamente se comenzó a correr hacia los lados mostrando el interior. Al cruzar, el menor observó anonadado la gran sala igual de oscura.

Personas con trajes sofisticados y caros caminaban con elegancia y cuidado, siendo atendidos por hombres y mujeres con trajes grises y una bandeja en mano, con múltiples copas de diferentes contenidos.

Absolutamente todos, tenían un antifaz, sin importar el tamaño o forma, empleado o invitado.

El tritón paseo su mirada por todo el lugar, arrugó su nariz ante lo diferente que se veía desde arriba y encerrado. Entonces, sus ojos se quedaron en el pequeño escenario a unos cinco escalones de altura, una cortina roja y gruesa estaba presente como pared, impidiendo ver el interior.

*Aunque definitivamente es mejor estar aquí abajo, no me gusta el ambiente.

El ser acuático habló sin mover sus labios, observando al vampiro con una pequeña mueca en sus labios.

Min acercó sus labios al oído del peliceleste.

—Nunca estarás ahí de nuevo —prometió atrayéndolo más a su cuerpo, como asegurándose de que nunca le dejaría.

Namjoon tomó una copa con Champaña y le dio un sorbo, observando a su alrededor. Una copa fue ofrecida a Yoongi, quien negó con su cabeza y despachó a la mujer con una mirada fría.

—¿No hay asientos? —susurro el menor.

—Hay un banquillo libre al lado de la barra —señaló el hombre lobo.

Se trasladaron de lugar conscientes de algunas miradas curiosas. Jimin soltó un pequeño suspiro de alivio al sentarse, sus pies estaban siendo asesinados por aquellos zapatos que le habían obligado a usar, al igual que su traje.

Le habían obligado a usar pantalones. ¡Pantalones! Aquellas armas ahorca piernas junto con el pequeño pantalón corto llamado bóxer. La camiseta no estaba tan mal, era suelta y blanca, suave y con unas cosas brillantes parecidas a perlas cayendo en forma de cascada.

Min se ubicó detrás del pequeño cuerpo y colocó una mano sobre el hombro, dejando claro que era suyo y nadie lo podía tocar. Namjoon estaba parado al lado del tritón con sus brazos entrecruzados sobre su pecho, usando su altura y pose de forma intimidante para que nadie se acercara, ni el barman.

Con aquellos dos hombres a su lado casi rodeándolo, parecía que era Jimin la persona más importante y los otros dos sus guardaespaldas.

Una música suave de piano inundó la sala, las personas dejaron de hablar y concentraron su mirada hacia el frente. Un hombre salió detrás de la muralla que formaba la cortina roja, el cuerpo de Jimin se tenso al reconocerlo.

Yoongi proporcionó un pequeño apretón en el hombro del tritón, al ver que eso no ayudaba, se acercó más y lo obligó a recargar su espalda contra su cuerpo, eso pareció ser suficiente de momento.

Namjoon le dio una pequeña mirada y luego observo hacia el frente también, curioso por lo que Min estaba aquí.

—¡La subasta comienza! —grito Jaebum luego de haber dado una ligera conversación de entrada.

Ante los ojos de Jimin, objetos aburridos y otros de curioso uso y forma comenzaron a mostrarse consecutivamente, las personas de la sala alzaban su mano y decían un monto de dinero que encontraban razonable, luego otro intervendría y así se llevarían hasta que uno ganaría.

—Bueno, vendido al número 4, felicidades —anuncio Jaebum con una sonrisa, una mujer con escasa ropa al igual que un hombre aparecieron y se llevaron el objeto raro.

—Si solo querías dar una vuelta debiste decirme, te hubiera enviado con uno de mis centinelas y listo —le reclamó Namjoon desde atrás de la sala, volviendo a ignorar las palabras de Jaebum.

La mayoría de las personas se había ido corriendo hacia adelante a medida que pasaba el tiempo para apreciar más de cerca los objetos, dejándolos a ellos tres un poco atrás, al lado de la barra.

Antes de que el vampiro lo mandara a callar, Jimin se levantó del banquillo llamando la atención de ambos.

Ambos siguieron con la mirada como el pequeño tritón se acercaba al escenario, un camino se abrió a la fuerza ante él, dejándole vía libre para subir las pequeñas escaleras.

Yoongi seguía a su tritón unos pasos atrás junto con el alfa, el vampiro usando su poder para que nadie se moviera y tocara un solo pelo de Jimin.

El muchachito acuático se arrodilló y colocó sus manos en los barrotes de la jaula. Abundantes lágrimas caían desde sus hermosos ojos bañando sus mejillas, observando con horror y dolor al hermoso ser dentro de la jaula encadenado al suelo.

El hombre rubio tenía una mirada feroz pero a la vez asustada, su escasa ropa estaba sucia y ensangrentada, tenía algunos cortes y rasguños en su brillante piel, se veía que lo habían maltratado, los huesos estaban muy presentes en su cuerpo, anunciando que no había estado siendo alimentado bien.

—Disculpe, necesito que baje del escenario —pidió Jaebum con respeto, conocía esa sensación de no poder mover su cuerpo a gusto.

Sabía que aquel chico estaba vinculado con una persona poderosa.

—¿Duele? —pregunto Jimin en un murmullo, observando la piel lastimada por el fuerte agarre de la cadena, sangre seca se filtraba demostrando cuánto había luchado por escapar.

Los azules ojos del rubio repararon en la otra figura que se ubicó al lado de Jimin, Namjoon le observaba en silencio apenas conteniendo su gruñido de rabia.

Ay-uda... —pidió finalmente el hombre dentro de la pequeña jaula, en un roto sonido seco y áspero que hizo eco en lo mas profundo del alfa.

De pronto, el hombre lobo colocó sus manos en los barrotes y con toda la fuerza que poseía los abrió y luego sacó lanzándolos sobre su espalda. Tomó los grilletes que unían las muñecas del extraño y luego la cadena que los conectaba al suelo, con fuerza arrancó la cadena. El mismo proceso hizo con sus desnudos pies.

Jimin se levantó y se tambaleo un poco cuando algo pareció invadir su mente. Inmediatamente Yoongi lo atrajo a su cuerpo y observó la pequeña multitud, logrando vislumbrar a un hombre que se retiraba.

El vampiro dejó de usar su poder y entonces todos comenzaron a reclamar e intentar acercarse.

—Me lo llevo. —anuncio Yoongi, observó a Jaebum y cambió sus ojos grises a unos rojos para que le reconociera.

—Mío. —gruño Namjoon logrando dejar en silencio la sala, tomando con cuidado el lastimado cuerpo.

—Yoongi... Casa... —pidió Jimin dándose vuelta y rodeando el cuello del vampiro con sus brazos. Rápidamente el peliblanco lo levantó.

—Los papeles... —balbuceo Jaebum al ver como se iban.

—Sabes como contactarme —graznó Yoongi sin detener su marcha.

Un camino se abrió nuevamente ante ellos, y esta vez sin la necesidad de usar su poder. Todos habían reconocido nuevamente al vampiro y su hombre lobo.

Dentro del automóvil, Jimin observaba al inconsciente hombre rubio en el regazo de Namjoon.

—¿Estará bien? —preguntó el tritón.

Hubo un pequeño silencio antes de que Namjoon apretara más el cuerpo entre sus brazos.

—Sí.

—¿Qué es? —pregunto observando al vampiro—. Sus orejas son un poco alargadas... ¿Es un hada? ¿Un elfo?

—Déjame adivinar, Taehyung ha estado enseñándote —preguntó el hombre lobo con una sonrisa ladina. El menor asintió con su cabeza.

—Es un híbrido, es cuando dos razas diferentes se juntan y nace alguien con las cualidades de ambos —explicó el vampiro.

—Pero si él es solo un ¿elfo? —señaló Jimin genuinamente confundido.

—... Tiene el aroma de lobo en él —respondió escasamente el alfa, se veía que no iba a dar más detalles al respecto para aclarar las dudas del ser acuático por lo que Jimin cerró su boquita.

El resto del viaje fue en silencio, Min concentrado en aquel hombre que había visto y Jimin junto a Namjoon observando atentos al hombre dormido.

—Llévalo a la mansión —ordenó Yoongi en cuanto se detuvieron frente a la casa.

El deseo de Namjoon era llevárselo con él y cuidarlo él mismo pero, no tenía una buena cama o casa que proporcionarle al lastimado hombre. Bueno, sí tenía pero no era nada comparada a la de Yoongi. Era simplemente una habitación en la que estaba todo lo necesario, cama y cocina, y en otra aparte un baño.

A él y a sus hombres les gustaba más pasar en su forma animal, recorriendo y cazando que en su forma humana.

—Pero yo me quedo con él —informó comenzando a caminar.

En el interior, Taehyung esperaba sentado en el pie de la escalera, con sus codos recargados en sus rodillas y su rostro sostenido entre sus manos. Arriba, en la segunda planta se escuchaba las maldiciones e insultos que se lanzaban Jungkook y Hoseok.

Todo porque a Hoseok en su forma animal le gustaba estar sobre el joven hombre lobo, metiéndose bajo la camiseta para caminar con sus pequeñas patitas por la espalda o abdomen, causándole cosquillas.

—¡TaeTae! —grito el tritón en cuanto le vio.

—¡Jimin! —gritó de vuelta el castaño.

—¿Por qué pelean esos dos ahora? —preguntó el vampiro irritado.

—¿Quién es él? —pregunto Taehyung curioso, acercándose lentamente mientras observaba al hombre que su tío sostenía con protección.

—Es un nuevo amigo que rescatamos —comentó emocionado el peliceleste.

—Jackson —llamó Yoongi, en segundos el nombrado apareció en la entrada.

—Señor.

—Llévalos a una habitación libre del segundo piso —ordenó quitándose su antifaz y de paso también el de su tritón.

Los que habían estado discutiendo callaron abruptamente ante el desconocido inconsciente.

—¿Qué le sucedió? —pregunto Jungkook.

Hoseok alzó ambas cejas sorprendido al ver el brillo sobre la persona lastimada cuando pasaron por su lado, uno similar a...

—Hoseok, ve a curar sus heridas —ordenó Yoongi, el pelirrojo asintió con su cabeza y se fue tras el hombre lobo.

—¿Puedo ir con ellos? —pregunto Jimin observando cómo sus amigos se alejaban curiosos detrás de Namjoon.

—Ve por un momento, hay que ir a la cama —permitió el vampiro y luego observó a su primo—. Tú no.

—¿Por qué?

—Por qué estabas discutiendo con Hoseok otra vez —preguntó alzando una ceja.

—No me agrada.

—No lo conoces.

—Pero no me agrada —reitero encogiéndose de hombros.

—Si es por Taehyung déjalo en paz —advirtió comenzado a subir las escaleras, dejando solo al vampiro menor y sus pensamientos.


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