17 - Filtro🚹

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

La noticia del noviazgo de Yoongi y YooRa fue un suceso enorme.

La prensa amarilla estaba dedicando todas sus portadas a la nueva pareja y haciendo toda clase de especulaciones.

<< ¿Min Yoongi finalmente comprometido? >>

<<Yoongi aparta su faceta de badboy, y comienza a salir con la tierna vocalista en ascenso>>

<<¿ Escucho campanas de bodas?>>

<<¿La chica está embarazada del primer hijo de Min Suga?>>

Jimin solo arrugó la hoja y, no contento con esto, tiró la revista al cesto de basura bajo su escritorio.

Su cabeza comenzaba a doler de nuevo.

Planteando las cosas de manera fría, llevaba una semana sin hablar con Yoongi. Siete días sin compartir tiempo con él, mucho menos una cama. Siete días de los cojones, ¿como diablos podía ser tan patético para incluso contar los días?

Y siquiera estaba seguro que a Yoongi le afectara. Él estaba ahí, frustrado, devanando su cerebro y Yoongi como si nada. Al menos no se veía afectado en la portada de aquella estúpida revista que Jimin quemaría luego. Se veía "feliz y enamorado", según el encabezado del artículo.

Puede que él supiera que aquello era un movimiento de la empresa para limpiar su imagen, pero el resto del mundo no lo sabía. El propio Yoongi no parecía saberlo, porque en serio pasaba tiempo con la chica, como una verdadera novia, y el resto del tiempo lo empleaba encerrado en su habitación sin hablar con el reto de la banda.

-Tienes que hablar con él. No hay de otra. -decretó TaeHyung antes de engullir un puñado de papitas.

-¿Por qué yo? -susurró Jimin cabizbajo. -¿Qué pinto yo en todo esto?

-Umh, no lo sé. -se burló Hoseok. -Quizás se deba a que, después de su discusión, Yoongi-hyung está mas huraño que de costumbre. Pero tu ni caso, son suposiciones mías.

Jimin resopló, hundiendo sus hombros.

-No estoy seguro, hyung. Me he portado mal con él. -insistió. -Quizás él no quiera verme tampoco, o no acepte mis disculpas.

-¿¡Bromeas!? -exclamó TaeHyung, haciendo que Hoseok brincara en su asiento. -Yoongi-ssi está completamente desenfocado sin ti. Tu eres su filtro, ¿no te das cuenta?

-¿Su filtro? -preguntó el mayor. -¿No tenías otra palabra?

-Es su filtro. Cuando tiene a Chim cerca, su mal carácter desaparece. Sin Jimin ha vuelto a ser el desagradable que era en un inicio.

-Eh, mas respeto. Estamos hablando de mi alma gemela. -dijo Hoseok completamente serio.

El rubio suspiró e ignoró a Hoseok, quien estaba sentado a su lado. Enfocó su mirada en Jimin.

-A lo que pretendo llegar, es que debes hacer las pases con él. No lo sé, ahora que también te ves con alguien, podrían salir los cuatro.

Hoseok escupió las papas fritas que tenía en la boca.

-Sa-saliendo..., ¿Jimin sale con alguien?

-No exactamente. Tiene una amiga con la que pretende salir. Pero ha estado evitando a la chica, mandándole señales muy confusas, porque no está seguro si la empresa va dejarlo. En mi opinión, solo está necesitado de atención.

-TaeHyung, ¿podrías dejar de hablar de mi como si no estuviera aquí? -musitó Jimin.

-Oh, sí, perdón.

La chica de Jimin no era nada especial. Al menos no en su opinión.

La conoció en la salida que había tenido con TaeMin la semana pasada, justo el día de su desencuentro con Yoongi. Graciosamente, la chica tenía una tierna sonrisa de gomita. Y esa era la única semejanza que guardaba con su hyung.

Por algún extraño motivo, Jimin se había percatado de eso a penas la conoció, y se centró en ese único detalle.

La chica sonreía parecido a Yoongi. ¿Era aquello tan importante?

No.

Lo que sí era importante es que Yoongi se volviera el estándar de lo que él esperaba en una pareja. Aún mas importante, percatarse a estas fechas de que encontraba a Yoongi atractivo. No guapo, sino atractivo. Deseable.

Eso sí era bastante alarmante.

Él era capaz de reconocer que un hombre era objetivamente guapo, porque llevaba años trabajando en la industria. Pero de ahí a que un hombre le resultará atractivo, eran otras noticias.

Y, finalmente, enfrentar que llevaba años encontrando atractivo a Yoongi, era mucha información que procesar.

Él no era gay. No tenía nada en contra de ellos, pero sabía que no lo era. Lo sabía, joder. ¿Por qué se asustaba tanto al pensar en todos las veces que besó la piel de Yoongi o en lo mucho que extrañaba hacerlo?

Estar apartado del mayor lo hacía mirar todo desde otra perspectiva; le daba tiempo para pensar en las cosas que hacía en vez de pensar en cómo hacerlas. A su parecer había hecho algunas cosillas poco heterosexuales con respecto a Yoongi, y estaba aterrado por haberle quitado importancia en su momento.

Dios del cielo, se estaba dando cuenta ahora lo fuerte que se había hecho su obsesión por la piel de su hyung. No solo la piel, todo.

Jimin no recordaba haber memorizado el número de lunares que tenía Yoongi, o la localización de cada cicatriz, o detenerse a mirar sus manos cuando sujetaban el micrófono. Pero lo hacía. Conocía cada cosa y se fijaba en cada detalle como solo un amante haría. Y eso solo confirmaba que lo miraba más de lo permitido.

¿Y era normal? ¿Podía un chico hetero, como él, extrañar tanto a su amigo?

-¿Jimin?¿Donde diablos está tu cabeza? -cuestionó el rapero, sacándolo de su obnubilación.

-Eh...chicos, creo que voy a descansar un poco. -dijo dudoso, poniéndose de pie. -Sí, haré eso. Nos vemos.

Jimin salió prácticamente corriendo del comedor, ignorando la protesta de TaeHyung por dejarlo solito con su bolsa de papas y Hoseok el "triturarex".

Tenía que hablar con Yoongi, estaba demasiado cansado de seguir pensando y pensando. Sabía que en cuanto estuviera con él todos sus problemas no tendrían cabida en su cabeza.

Solo sería Yoongi, Yoongi, Yoongi. Y era mejor eso que pensar.

Tocó con fuerza en la puerta del rapero, esperando ansiososo y moviendo sus piernas de un lado para el otro, hasta que sintió el seguro de la puerta abrirse.

La imagen de su hyung mostraba que había estado durmiendo. Ojos pequeños y soñolientos, mejillas y nariz enrojecida y todo aquel glorioso pelo negro despeinado sobre su frente.

Jimin se encontró a si mismo empujando a Yoongi dentro de la habitación, cerrando la puerta y atrapándolo en un abrazo. Con la nariz enterrada en el hueco de sus clavículas, murmuró disculpas y lo sientos. Pero ni siquiera podía mirarlo a la cara, porque se creía incapaz de separarse.

Se sentía como una especie de adicto al que le niegan su droga por años y, finalmente, logra encontrarla. Su cabeza nadaba en hormonas y sus brazos buscaban otra manera para apretar a su hyung mas fuerte contra él.

Y cuando Yoongi lo abrazó de vuelta, dios, Jimin sintió que todo estaba bien en el mundo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro