24 - La noche antes...🍍

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Las siguientes semanas fueron intensas para todos.

El comeback era el "foco" y todo debía girar en torno a él. Ensayos, pruebas de vestuario y las temidas grabaciones. Todo como una vorágines de imágenes que pasaban para ellos, entre todo lo demás.

Pero TaeHyung estaba seguro de que a Jimin le pasaba algo, pues cada vez que intentaba hablarle, el mayor huía de él como de la plaga. Lo que confirmaba su teoría de que Yoongi estaba implicado. Ese era el único tema en el que Jimin se ponía renuente a hablar.

Quizás si TaeHyung estuviera más concentrado en la realidad, y menos en sus asuntos personales hubiera unido las pistas por si sólo.

Sobra decir que no fue el caso.

Y no es que TaeHyung fuera un mal amigo. Lo opuesto a eso. Pero no es sencillo luchar contra los demonios que atormentan a segundos cuando tu tienes miedo de mirar bajo tu propia cama.

-¡KIM TAEHYUNG!

Ante el grito, el rubio pegó un brinco en su silla. Su mirada captó la figura alta de NamJoon, que lucía un poco mas que desesperado.

¿En qué momento entró?

-Llevo dos minutos hablándote. -le reprimió el líder, mientras seguía hurgando por todo el escritorio. -¿Oiste algo de lo que dije?

Tae se apartó un poco, dándole espacio al otro de que husmeara a su antojo en sus cosas.

-No, hyung. Lo siento. -se disculpó un poco apenado por tener su cabeza en la luna. -¿Qué querías?

NamJoon volvió a reacomodar, a su manera, la pila de hojas y bocetos que había removido, y se giró a encarar al vocalista.

-Perdí mi pasaporte.

-¿Otra vez? -rió el rubio. -Esa es una mala costumbre.

-No fue adrede. Solo... se movió de lugar. ¿Lo has visto?

Tae pareció pensarlo. Pero negó.

-Nop.

Nam soltó un gemido desilusionado, y se alejó del escritorio echando una rápida mirada a toda la habitación del menor. Finalmente, después de un bosquejo rápido e ineficiente, desistió de seguir y se movió hacia la puerta.

-Si lo ves, avísame pronto. ¿Sí? -pidió esperanzado. -Tenemos que ir pensando en la giras y todos esos viajes. Sería un tormento empezar el papeleo cuando tenemos tantas cosas encima.

-Lo sé, hyung. Si lo veo te avisaré.

NamJoon golpeó suavemente el muñeco de felpa que colgaba de la puerta. TaeHyung era consciente que solo ese golpe era suficiente para romperlo, así que suspiró cuando el mayor lo dejó en paz.

-Dile también a JungKook. -pidió Nam. -Con todo eso que son uña y mugre, ya ni le veo fuera de la empresa. Lo estas aartando de mi, maldito.

TaeHyung sonrió, o al menos hizo una mueca que pareció convencer a NamJoon. Después que este saliera y cerrara la puerta, la mueca se desdibujó de su rostro.

JungKook.

Al parecer él no era el único demasiado preocupado por sus asuntos como para captar otros.

¿Nadie se había dado cuenta que ellos se estaban apartando?

◽◾◽

Jimin es consciente que su amistad con Yoongi estaba arruinada; sin vuelta atrás.
Él y sus acciones le habían prendido fuego y luego lanzaron al viento las cenizas de esa amistad. Pero una cosa es saber que estas haciendo algo mal, y otras es saberlo y detenerte.

Jimin no se podía detener. Quería culpar a su poca voluntad por eso.

Por ello, y para distraerse, había estado entrenando muy duro esos días. Alegando que necesitaba perfeccionarse por motivos del comeback, pasaba horas en el salón de baile y horas en el estudio, acompañando a NamJoon en cualquier cosa. Llegaba de madrugada a la empresa y salía de último. Se estaba esforzando en todo, dando su 110% en agotarse a si mismo. Incluso había traído de vuelta su viejo saco de boxeo, el que había quitado por ocasionarle varios accidentes a Hoseok, y practicaba a golpearlo sin descanso hasta que su cuerpo estaba drenado de energía.

Pero estas siempre aparecían para hacerle caer en su nuevo mal hábito.

¿Y como no hacerlo? Él podía negarse a si mismo que lo quería, pero una vez que estaba solo con Yoongi todo volvía a pasar. Un minuto estaba bien y vestido, y en el otro sus pantalones estaban por sus tobillos y su pene siendo tocado por las expertas manos de su hyung.

Y él no podía decir nada. Era como no tener ni vos ni voto en la situación. Él podías apenarse, lamentarlo y hasta disculparse con el mayor. Pero las disculpas solo fueron creíbles las primeras cinco veces.

Jimin creía que toda su vida había tenido un comportamiento sexual normal, pero todos esos años se comportó como un monje si lo comparaba con la cantidad de orgasmos que había tenido en esas semanas. Su polla parecía relacionar al trigueño con orgasmos increíbles, porque ni bien se quedaban a solas esta cobraba vida, dejándolo completamente en evidencia frente al mayor. Yoongi solo... lo hacía.

Jimin había querido hablar al respecto. Él sabía que estaba siendo el mas grande de los imbéciles al usar así a alguien que tenía sentimientos por él. Alguien que era su amigo. Pero Yoongi no quería hablar de eso. Yoongi incluso respetaba el hecho de que Jimin no quería besarle, y nunca había hecho el mínimo intento de repetirlo. Yoongi estaba jodidamente de acuerdo en ser usado por él, sin obtener nada para sí.

Y Jimin solo quería morirse, porque la culpa era casi tan grande como el placer.

Casi.

❇⭐❇

Jimin resopló y apartó la manta, pateando hasta que estas cayeran de la cama. Cuando decían que la noche antes del comeback era estresante no estaban mintiendo. Claro, no era su primera vez viviendo esa experiencia, pero la incertidumbre siempre le hacía sentir mal y no lo dejaba dormir en paz.

En unas horas se estrenaba el vídeo, ¿gustaría? ¿Había quedado bien? ¿Recibiría el apoyo que se esperaba? Él siquiera lo había visto, porque la empresa se empecinaba en grabar los reaction, así que no tenía ni idea de qué tal estaba. Como las tomas se grababan por separado, solo había visto dos o tres cosas a parte de su correspondiente set.

Por lo menos sus escenas habían quedado muy bien, desde su punto de vista. Jimin estaba contento con las locaciones, con la ropa y con su letra. Así que eso era una preocupación menos.

También había visto donde filmó JungKook y SeokJin. Y, para qué negarlo, había hecho una visita bastante larga al set de Yoongi. No piensen mal, él estaba genuinamente curioso por las locaciones de todos, y ese set estaba cerca del suyo, así que no fue sospechoso que lo vieran rondando por ahí. Lo que sí fue un poco extraño es que, a la hora del descanso, él y Yoongi hubiera desaparecido por completo del estudio para terminar apareciendo media hora tarde, con Yoongi luciendo una mordida en el cuello y Jimin completamente sudado.

Jimin se retorció en su cama ante el recuerdo. Dios, era tan vergonzoso recordar lo desesperado que había estado por Yoongi, lo mucho que había rogado a su hyung para que lo atendiese. Lo caliente que había sido esconderse con él en aquel cuarto, a expensas de que cualquiera podía atraparlos.

Recuerda claramente que pudo escuchar como los llamaban a ambos, a pocos metros de ellos. Si aquella persona hubiera abierto la puerta los habría encontrado. Hubiera visto la clase de cosas que pasaban cuando se quedaban solos, lo que Yoongi le estaba haciendo y lo mucho que él lo estaba disfrutando. Y solo aquella posibilidad lo había encendido tanto, tanto, que tuvo que morder el cuello de Yoongi para no gritar durante su clímax. Siguió mordiendo y chupando la piel, sin apartarse un poco cuando el mayor sacaba su propia polla y se sacudía duramente.

Jimin debería apartarse, debería sentir algo negativo como asco o temor porque otro hombre se diera placer casi encima de él. En lugar de eso se encontraba así mismo besando la mejilla y el cuello de Yoongi, murmurando cosas suavemente y rogando porque se viniera para él.

¿Qué clase de hombre heterosexual decía eso?

Porque él estaba seguro de serlo. Él lo era, ¿no?

-¡Ah, ya fue suficiente! ¿Por qué no te duermes de una buena vez, Jimin?

Hoseok había encendido su lampara de noche y estaba mirando a Jimin de una forma nada amigable. Pocas personas sabían, pero Yoongi no era el de peor despertar en la banda; Hoseok lo era.

-¡Llevas horas contorciónandote como gusano sobre la cama! -se quejó el mayor. -¿Y de qué están hechas esas sábanas? ¿Nylon? Suenan como quedarse atrapado con SeokJin en un jodido elevador y que le dé por reírse.

Jimin contuvo la carcajada que subió a su garganta. Con Jung Hoseok en ese estado no era recomendable burlarse. Podía tomarlo como una ofensa y nadie lo salvaría de la ira del rapero.

-No puedo dormir, hyung. -se excusó. -Estoy algo ansioso por mañana y, al parecer, la presión me quitó el sueño.

-Oh, claro. ¡Que difícil ser tú! -ironizó Hoseok. -No imagino la presión que debes de tener encima, porque yo estoy totalmente ajeno al comeback.

Jimin suspiró. Estaba acostumbrado, pero Hoseok malhumorado y somnoliento eran la combinación para insoportable. Sabía que su hyung se disculparía después.

Por ahora le tocaba ceder.

-Lo siento, Hobi-hyungnim.

-Si no vas a dormir aún, ¿por qué me torturas, eh? -suplicó Hoseok acomodándose de vuelta en su almohada. -Vete a dar vueltas y regresa cuando de verdad estés cansadito. ¿sí?

Con un mohín en sus labios Jimin asintió, consciente de que Hoseok ya no podía verle. Agarró la manta que había lanzado al piso, una almohada y se arrastró en sus pantuflas de Tata hasta algún sofá.

Terminó tirado sobre un puff rosa chillón que una fan le había regalado a SeokJin. Irónicamente, él y Yoongi habían sido los únicos que no querían el regalo en su casa, alegando que podría tener un micrófono, un GPS o cualquiera de esas mierditas tecnológicas de las pelis de espías.

NamJoon lo había llevado a un puto escáner rayos x porque Jin se negaba a botarlo. Pero el puff estaba limpio, gracias a dios, y ahora decoraba toda la jungla que componía el salón de la tele.
SeokJin lo llamaba "el ridícupuff".
No pudo evitar sonreírse ante esos recuerdos.

-No tienes ni idea de lo macabro que es encontrarte a alguien riendo en la oscuridad a la dos de la mañana.

Jimin ni siquiera se había asustado. Reconocería la voz ronca de Yoongi donde fuese. Sonaba aún más ronca de lo normal, porque obviamente el mayor estaba durmiendo hasta hace muy poco.

-Estoy nervioso y no puedo dormir. -explicó rápido antes de ser interrogado. -¿Y tú?

-Solo sed. -dijo Yoongi levantando una botella de agua helada como prueba. -¿Vas a dormir ahí?

Jimin ya podía ver el final de esto. No. No podía repetirlo. Pero la incomodidad en el ambiente le recordaron la cantidad de veces que había dicho lo mismo y había fallado.

-Creo que discutí con Hoseok; o su alterego nocturno. -rió incómodo.

Yoongi se acercó unos pasos a él.

No vengas.

No vengas.

El se detuvo a una distancia razonable. Jimin juró que no estaba decepcionado.

-Sabes que puedes ir a dormir conmigo, Jiminnie. Tu espacio en mi cama está vacío.

Jimin no estaba nervioso, Jimin no tenía taquicardia y, definitivamente, no se estaba ruborizando. Solo había calor, era eso. A las dos de la mañana, en pleno invierno, había calor.

-H-hyung... -se detuvo antes de seguir tartamudeando como colegial. -No creo que sea buena idea.

Yoongi cambio su expresión relajada por una tensa.

-¿Quiere decir eso que ya no somos amigos?

La cabeza pelirosa negó repetidas veces.

-Claro que lo somos, hyung. Solo... va a llegar un punto en que te darás cuenta la clase de imbécil que soy contigo, y vas a odiarme. Yo... no quiero seguir haciéndote daño. Por eso creo que es mejor que no pasemos tiempo juntos.

-Y una mierda. -gruñó Yoongi arrodillándose junto a él. -No estas siendo un imbécil con nadie, Park Jimin. Soy un hombre adulto, y hago lo que me parece correcto. Y si me apetece tocarte, es mi jodido problema. No soy la víctima -afirmó mirándole a los ojos. -Creeme que tocarte no es una tortura para mi.

Jimin tragó duramente, su boca cosquilleando gracioso mientras sentía sus palmas sudar. Yoongi estaba arrodillado cerca, muy cerca, pero lo suficientemente lejos para no sobrepasar los límites.

Sin embargo, el aliento del mayor acariciaba el rostro mas joven.

-Solo darte placer, Jimin, eso es... no podrías entenderlo. -murmuró Yoongi con una sonrisa. -Es una oportunidad que no creía tener. ¿Sabes lo afortunado que me siento por ello? Ser capaz de verte en medio del climax... no lo sé, es como la emoción de un premio, el estreno de una canción mía o presentarme frente a miles de personas, todo junto. Es explosivo. Y me gusta.

Yoongi estaba sonriendo, sin tocarle en ninguna parte; estaba en su mejor faceta del modo amigo. Jimin no quería arruinarlo. No quería ser esa clase de imbécil.

Pero estaba jodidamente delirando sólo por las palabras de Yoongi, la presencia, el calor, la voz de Yoongi diciéndole lo mucho que disfrutaba al tocarle. Era como si todo lo bueno que hubiera en el mundo se concentrara en su pecho y le hiciera sentir así.

Invencible. Mas grande. Perfecto

Yoongi lo seguía mirando con esos ojos y, dios, Jimin quería tanto besarlo. Tanto.

Sus manos estaba temblorosas cuando vio que Yoongi hizo el ademán de ponerse de pie.

«Solo...tira de él, bésalo. Bésalo, maldita sea. Lo quieres tanto como él... ¡Hazlo

Pero Yoongi ya estaba de pie cuando su mano torpe y temblorosa logró estirarse. El mayor lo miró desde arriba, quizás confundiendo aquello como un pedido de ayuda, y tiró de la mano hasta ponerlo en pie. Jimin se sintió mareado del golpe, pero Yoongi continuo sosteniendo su mano mientras empezaban a caminar por el pasillo hasta las escaleras.

Hace semanas que Jimin no dormía allí; quizás por vergüenza o por miedo. Por eso se sintió tan extraño e irreal ser conducido por Yoongi hasta su habitación.

La cama de SeokJin estaba perfectamente arreglada y vacía cuando entraron. Así que miró con confusión al otro, quien le susurró un "NamJoon" , como si hubiera riesgo de despertar a alguien cuando estaban completamente solos en el cuarto.

Jimin asintió, tratando de no pensar en el nerviosismo infundado que sentía, y permitió que Yoongi le arrastrara hasta la cama. Una vez en ella el mayor se acomodó en su lado y Jimin se hundió en el contrario, dándole la espalda.

Usualmente, durante todo el tiempo que habían dormido juntos, Yoongi gustaba de ser la cuchara pequeña. El rapero podía negarlo, gritar que eran blasfemias suyas y todo, pero le gustaba ser abrazado. Y Jimin siempre estuvo feliz de eso porque le dejaba toda el área del cuello y el inicio de su espalda para que él besara y lamiera esa piel.

Pero no era la situación correcta, ni Jimin se sentía del animo correcto para eso.

Suspiró con alivio cuando Yoongi envolvió sus brazos a su cintura y tiró de él en un apretado abrazo.

La manera en que se sentía era confusa, pero estaba seguro de que aquello era lo que necesitaba para sentirse mejor. Solo a Yoongi.

-Duerme bien, mocoso. -murmuró su hyung justo en su oreja.

Jimin no estaba seguro si luego sintió o no un beso. Ya estaba demasiado dormido para afirmarlo.

🍸🍸🍸

Uwu 😚. El siguiente capítulo está re-extra, pero wueno wueno. 😏

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