Capítulo 5

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Jungkook y Taehyung continuaban sentados en la zona privada del bar mientras elaboraban un plan y pedían una ronda tras otra de la bebida más fuerte del local. De un momento a otro, el azabache se percató de algo.

—Tae, ¿cómo es posible que un asunto como este, que debía estar en el mayor secreto, se haya filtrado sin siquiera haber comenzado? Normalmente, estas cosas salen a la luz cuando es demasiado tarde o ya hay numerosas víctimas.

—Nuestra presa de esta ocasión no es muy inteligente, piensa que por tener dinero nadie se atreverá a tocarlo, está tan embriagado con su propio poder e influencia que no ha sido lo suficientemente cuidadoso. Compartió su plan con personas "de confianza", pero, solo a uno de los muchos a quienes les pareció repugnante la idea, tuvo el valor de enfrentarse al riesgo que supondría oponerse y contactó a BangPD-nim.

Una vez que los preparativos estuvieron completos, se despidieron y Jeon se dispuso a volver. Al abrir la puerta de la casa de Jimin, vio como este se había quedado dormido en el sillón.

—Es cierto, te dije que volvería más temprano que esta hora —susurró mirando su reloj. Lo cargó hacia la cama y acarició sus cabellos. Apretó los labios—. No puedo siquiera imaginar cuánto sufrimiento pueda llegar a traerte todo esto, pero es lo mejor —musitó con mirada triste, se recostó a su lado y lo acurrucó entre sus brazos.

Los siguientes días, la felicidad del castaño era obvia, casi parecía que la tenía puesta de abrigo. Además, había otro motivo para estar feliz.

—Jungkookie —le habló desde la sala—, en el evento se permite un acompañante, ¿estás libre para esa fecha? Me gustaría que me acompañaras.

Jungkook temía que el desarrollo de la misión se complicara por hacer cambios de última hora, pero si hasta ahora había sido complejo adaptarse a la idea de que su novio estaría compartiendo con Kang esa noche, ahora que se había abierto una puerta a la posibilidad de escoltarlo, no la perdería.

—Será un placer acompañarla al baile, Cenicienta —contestó juguetón.

—Ya deja de... Haaaaa —suspiró—. Estoy de tan buen humor que esta vez no caeré en tu juego.

Jeon le dedicó una pequeña sonrisa y salió al patio sacando su celular.

Tae, cambio de planes.

—¿Qué, cómo que cambio de planes? ¿Te has vuelto loco?

Jimin me ha pedido que vaya con él. Adaptemos la manera de proceder a esta nueva circunstancia.

Kook, creo que habíamos dejado claro que tratarías de dejarlo lo más fuera posible de todo esto.

Lo sé, pero no puedo permitir que esté solo con Kang.

No es como si fuera a hacerle algo.

Ya tomé mi decisión. Haz los ajustes necesarios. Hasta luego.

Espe... —La llamada se cortó—. ¡Serás imbécil! —exclamó furioso.

Sabía que no podría convencerlo de cambiar de opinión. Cuando se trataba de Jimin, su compañero perdía la serenidad que lo caracterizaba. Respiró profundo y marcó otro número.

Diga.

Hola, soy yo, Taehyung.

¡Hola, cuánto tiempo! ¿Cómo está todo?

Bien, o eso quisiera decir, pero necesito un favor.

Claro, siempre que esté en mis manos...

Necesito que me ayudes con un trabajo.

Ya pensaba yo que era extraño que estuvieras llamando. —La voz se escuchaba algo emocionada—. Creía que me iba a seguir oxidando en casa. Dime donde nos vemos para ultimar detalles.

Gracias, te debo una, te mandaré un mensaje en un par de horas para decirte —Colgó, suspirando nuevamente—. Confío en ti, Kook, pero algo de precaución extra nunca está de más.

Faltaban apenas dos días para el evento y Jimin invitó a Jungkook a ayudarlo a escoger un traje, ya hacía mucho tiempo que no usaba el suyo y no le quedaba. En el centro comercial, vagaron un rato hasta encontrar una tienda con ropa de su agrado y se probaron algunos conjuntos hasta encontrar el indicado. Jeon escogió uno completamente negro; definitivamente los colores oscuros lo hacían sentir confortable, además de que se le veían muy bien. Jimin eligió uno blanco en su totalidad.

Ambos estaban fuera del probador comprobando mutuamente que estuviera a su medida e intercambiando miradas de deseo con las que, prácticamente, se desvestían, sin percatarse de que habían capturado las miradas de varios.

—Buenas tardes, caballeros. —Se escuchó una voz que se acercaba.

Voltearon y pudieron ver al hombre que, al parecer, era el propietario de la voz que los había llamado, acompañado por una mujer.

—Buenas tardes —contestaron al unísono.

—Soy Lee Jieun, el gerente de la tienda y ella es Han Sena. —Señaló cordialmente la mujer a su lado—. Ella los ha visto y se ha dirigido a mí porque les tiene una propuesta.

Ambos hicieron una reverencia y dieron sus nombres.

—En qué podemos ayudarla, señorita —añadió Jimin.

—Vengo de la revista de modas "Jewel". Hemos comenzado a vender una nueva línea de trajes, los que escogieron forman parte de ella; tienen como concepto: madurez con estilo. Consiste en una nueva perspectiva sobre el buen vestir en hombres, para la cual, en lugar de emplear modelos profesionales, estábamos pensando en pedir la ayuda de algunos clientes para que las personas pudieran ver que nuestros trajes tienen la versatilidad de lucir bien en todo tipo de personas, para así salir del paradigma: "los trajes solo hacen ver atractivos a modelos o famosos". ¿Estarían interesados?

—No tendríamos problema —respondió Jimin mirando a Jungkook, que sin más remedio asintió—. Pero, no tenemos mucho tiempo ¿Hay que moverse a algún estudio?

—Oh, no se preocupen, buscamos la mayor naturalidad posible, así que planeábamos hacerlo en la propia tienda y —los miró de arriba abajo— no necesitan maquillaje por lo que veo. —Les sonrió.

La mini sesión se estaba llevando a cabo y varias clientas se estaban quedando embelesadas con Jungkook, por lo que Jimin frunció el ceño un poco celoso, su novio podía ser algo despistado a la hora de notar cuando robaba el aliento a quienes lo observaban, él incluido.

Sin embargo, los celos llegaron a Jeon también cuando vio como el mayor comenzaba a tomarse fotografías con algunas chicas. Lo miró enojado con su lengua recorriendo el interior de sus mejillas, pero este solo le dedicó una expresión burlona de: "para que veas" y siguió en lo suyo, acentuando su atractivo para provocarlo más.

«Park Jimin es atractivo y seductor, y lo sabe. Es descarado, y me gusta; pero, me gusta que lo sea conmigo, no con otros delante de mí. Tendré que tomar cartas en el asunto cuando volvamos». Pensó, relamiéndose con anticipación.

Cuando terminaron era ya algo tarde. Cenaron fuera y pasearon un rato por la ciudad. Al regresar a casa, se jugaron un par de bromas respecto a sus pequeños ataques de celos, que se concatenaron con una intensa sesión, esta vez de besos, que concluyó con una frenética noche en la que Jungkook llevó a Jimin al paraíso más de una vez, para demostrarle que él era su dueño.

La noche del evento llegó y ambos fueron al local donde este se realizaría. Se robaron las miradas y los suspiros de muchas de las presentes. Del doctor Park se desprendía un aura elegante y a la vez sensual que no se acostumbraba a ver. Su acompañante no se quedaba atrás, parecían la combinación perfecta de la noche; polos opuestos complementados a la perfección.

La velada era entretenida, conversaban amenamente con todos hasta que la expresión de Jungkook se ensombreció ligeramente al ver como Kang se acercaba a ellos.

—Buenas noches, Dr. Park.

—Sr. Kang, es un placer poder conocerlo.

—Gracias, en mi caso diría que es un honor, el director me ha hablado muy bien de sus habilidades como cirujano, estoy orgulloso de tener a alguien tan talentoso en nuestra ciudad y que, por supuesto, tiene un enorme corazón, pues forma parte de un proyecto cargado de tanto humanismo y generosidad.

—Muchas gracias por el cumplido —expresó conmovido—. Es un gran orgullo para mí poder formar parte del equipo que integra este maravilloso proyecto.

—Y, ¿él es? —Miró al hombre de negro al lado del médico.

—Él es Jeon Jungkook, me acompaña en esta velada.

—Un gusto —contestó Jungkook extendiéndole la mano.

—Igualmente ¿Es usted también médico?

—No, soy empresario —dijo cordialmente.

—¡Oh! —expresó asombrado y con mirada interesada. Para él estaba siendo incómodo que todos fueran doctores y no tuviera con quien hablar de economía y otros temas de su preferencia.

Los tres conversaron un rato. Kang se había emocionado, Jeon Jungkook parecía tener puntos de vista bastante pragmáticos y consistentes en lo referente a la situación actual del país. Por su parte, el azabache no disfrutaba para nada de la conversación, pero no quería que ese hombre tuviera con su novio más del contacto estrictamente necesario.

Eran cerca de las 8:30pm, el político se excusó y se alejó de ellos, eso solo significaba que era hora de poner en marcha el plan. "Según nuestro informante, a las 9 recibirá una llamada relacionada con su negocio oculto, por lo que tendrá que salir. Siempre va a la azotea del edificio cuando va a conversar sobre ese tema, probablemente hoy haga lo mismo", fueron las palabras de Taehyung.

Jungkook se excusó un par de minutos después, diciendo a su pareja que iría a tomar aire. Jimin quiso acompañarlo, pero no pudo; muchos se acercaban a preguntar detalles sobre el proyecto venidero y, como cirujano principal, no podría escabullirse.

—Tranquilo, volveré en un rato —le susurró al oído.

El médico se resignó, pensó que Jungkook se podía sentir incómodo en ese ambiente, siempre había sido como un ermitaño en lo que a relaciones sociales se refería.

Pasaban de las nueve y Jimin se dedicaba a pasear su mirada por el salón en busca de su pareja, pero no tuvo éxito. Recorrió el lugar sin tener suerte y cuando estaba a punto de rendirse, pensó que si había ido a tomar aire, solo quedaba un lugar por revisar, así que se dirigió al ascensor.

En la azotea, asesino y víctima tenían un intercambio.

—¿Quién más está involucrado? —El enmascarado le apuntaba con el arma—. No creo que una idea tan elaborada haya salido solo de ti.

—No sé de qué me hablas —respondió con los brazos en alto, pensando que la voz de su agresor le sonaba familiar.

—¡No te hagas el imbécil! —Jeon estaba enojado.

Normalmente apretaba el gatillo y se largaba, pero esta vez se habían atrevido a meterse con lo más preciado para él, tenía que asegurarse de cortar el mal de raíz.

—Sé perfectamente lo que quieres con este proyecto, con el hospital y... con esos niños.

Una gota de sudor corrió por la frente de Kang, ese hombre sabía su secreto, pero, ¿cómo? A pesar de su desalentadora situación, su gran orgullo y la reciente pregunta le dieron una idea, sacando a relucir su verdadero ser:

—Jajajaja, y qué si hubiera alguien más —se expresó sarcástico y con tono de superioridad—. No hay pruebas de nada, hasta el momento todo son suposiciones, podría hundirte con solo chasquear los dedos si quisiera.

¡¡¡BANG!!!

Una bala atravesó el muslo de Ilgu, que se arrodilló gruñendo y mordiendo sus labios para acallar sus gritos. Cuando levantó el rostro, creyó ver la mirada de la parca fija en él.

—No me hagas perder la paciencia. ¿Así que podrías hundirme si quisieras?

¡¡¡BANG!!!

Otra bala acababa de impactar, pero en su otro muslo.

—No recuerdo que los cadáveres hablen —concluyó, con expresión vacía y voz sin ápice de otra emoción que no fuese desprecio.

Un escalofrío mezclado con dolor recorrió el cuerpo del político, en ese momento comprendió lo que estaba a punto de pasar; pensaba darse por vencido, no era como si el elevador conectara con la azotea y fuera a abrirse por arte de magia con alguien que se hubiera confundido, pues solo llegaba hasta un par de pisos más abajo. Sin embargo, escuchó una voz que se acercaba por las escaleras que lo hizo ver un rayo de esperanza.

—¡Jungkookie! ¿Estás aquí? —llamaba mientras subía y se acercaba cada vez más a la puerta.

Kang no sabía cómo, pero debía tratar de aprovechar esa situación para salvarse de algún modo. Cuando volteó hacia su agresor para intentar ganar tiempo, vio como este se encontraba totalmente paralizado y con la mirada perdida, como si no supiera qué hacer, incluso notó como el agarre del arma se había aflojado. Las piezas del rompecabezas que acababa de formularse comenzaban a juntarse: aquella voz del enmascarado que pensó haber escuchado, la del Dr. Park que se acercaba y la reacción de la persona frente a él al escucharla. Ese era, sin dudas, Jeon Jungkook.

La manija se movió y la puerta comenzó a deslizarse lateralmente. El pensamiento del magnate se aceleró, ya daba por sentado que gracias a la llegada del médico iba a salvarse. No podía usarlo como escudo, no estaba en condiciones y no sería bueno que en la declaración del doctor se escuchara: "fui usado de chaleco antibalas", así que, sin poder encontrar una solución, solo actuó por instinto.

Cuando Jimin abrió la puerta, su mirada se encontró con la de un hombre enmascarado con un arma en la mano, pero antes de que pudiera reaccionar, sintió como perdía el equilibrio al ser empujado por su parte baja. Sin embargo, lo más sorprendente fue que esa persona con la que no había dejado de tener contacto visual, en menos de un segundo, había soltado su pistola y se había lanzado sin dudarlo y lo abrazó antes de que comenzara a caer; pero, no pudo conservar el equilibrio, rodando junto a él por las escaleras.

Kang Ilgu, escuchando los golpes de los cuerpos alejándose por los escalones, se incorporó adolorido, sentándose en el piso con una sonrisa maliciosa y triunfal. Solo debía llamar a sus subordinados y a la seguridad, inventar una historia conveniente y... ¡voila! No resultó de esa manera, cuando iba a sacar su celular, un disparo atravesó su cráneo, provocando su muerte inmediata.

En una azotea a algunos edificios de distancia, un francotirador se levantaba de su posición, marcando un número en su celular; al escuchar que la llamada se había conectado, habló de inmediato:

Misión completada.

—¡Perfecto! Muchas gracias, RM. Como siempre...

V, lo mejor es que veas cómo está Nochu, acaba de caer por las escaleras con alguien más —habló rápidamente, refiriéndose a lo ocurrido con Jungkook.

¡¿Qué has dicho?

Ok, lo siento, no me maten por dejar el capítulo así, jeje. ¿Cómo estarán JK y JM? ¿Qué conllevará todo esto?

Ya salió Namjoon, ¡yeiiiiiii! El resto de los miembros de Bantang irán apareciendo poco a poco y verán el papel de cada uno.

Espero la historia les esté gustando, en caso de que tengan alguna duda o haya algo que quieran decir o preguntar, pueden hacerlo sin dudar.

Chao chan 😘

Hasta el próximo martes.

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