Diecinueve

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La cabeza de Taehyung era revolución pura, el SeokJin que había anhelado hacía mucho tiempo atrás estaba frente a él, preguntando si le daría otra oportunidad.

Se encontraba petrificado observando como su mano encajaba a la perfección con la de SeokJin, su pulso estaba por el cielo, estaba seguro que los latidos de su corazón se escuchaban resonar en el silencio de la habitación.

Relamiendo sus labios pensaba su respuesta.

—Si te puedo ser honesto... —exclamaba llamando la atención de SeokJin inmediatamente—. No creo que  vayamos a funcionar.

Seokjin sentía como su ilusión se volvía una especie de manto sobre él y caía encima aplastandolo y haciéndolo sentir tan desdichado y vacío.
Pasaba saliva sin poder mantenerle la mirada a Taehyung y aflojaba sus dedos del agarre para soltar su mano.

Pero ésta era agarrada con fuerza por Taehyung, así que volvía a mirarlo con un destello de ilusión en sus ojos café.

—Te amo... —susurraba Taehyung con su voz grave y cierto temblor—, pero tengo miedo. ¿Entiendes eso?.

Seokjin recuperaba cierta confianza y tomaba la misma mano de Tae con ambas para dejarla entre las suyas.

—Yo también, pero estoy dispuesto a todo —susurraba—, si es contigo.

—Siento que somos malos en esto y si bien no sufrí como la primera vez... —suspiraba y relamía sus labios, de los nervios se secaban con rapidez—, esta especie de reencuentro fue demasiado intenso —respondía levantando sus cejas—. Quiero estar encima de ti todo el jodido tiempo —exclamaba con voz ronca.

—Eso no lo ví venir —decía SeokJin con sus mejillas ardiendo.

Taehyung se sentaba hacía adelante para estar más cerca.

—Hablo en serio —repetía con esa mirada intensa tan propia de él—, ¿Que tal si...? —soltaba la mano de Seokjin para trazar circulos sobre esta y subir de a poco con cada palabra que iba saliendo de sus labios—, ¿Que tal si solo nos resumimos a esto?.

Seokjin sentía esa parte de su piel arder, eran las yemas de los dedos de Taehyung y las sutiles caricias que parecían resonar en todo su cuerpo.

—¿A qué te refieres en resumirnos a esto? —preguntaba con voz entrecortada.

—¿No lo sientes? —preguntaba de forma suave y subía las caricias por su antebrazo. Seokjin relamia sus labios y la punta de sus orejas comenzaban a tornarse rojas mientras le devolvía la misma mirada intensa e íntima a su ex esposo—. ¿Ves?.

Seokjin entendía a qué se refería.

—¿Crees que no vamos a funcionar por culpa de la lujuria que se desata cuando estamos juntos? —preguntaba.

—Nunca fuimos así —decía sin cesar sus caricias, pasaba por su hombro y llegaba al rostro ajeno—. La forma en la que me ves ahora, es tan intensa que quema —susurraba pasando su pulgar por los carnosos labios del castaño.

—Es inevitable —decía Seokjin armando aquella frase como podía.

Ahora acariciaba el pulgar con su labio inferior, sin dejar de ver a Taehyung, quien no podía evitar morder el suyo propio.
Se acercaba ardiendo de deseo para quedar a centímetros del mayor y acunaba su rostro ambas manos, acariciando cada mejilla con sus pulgares. Seokjin volvía a tragar a duro, no estaba muy seguro como accionar.

—¿Que tal si crees que es amor, pero solo se resume a la intimidad? —volvía a preguntar—. ¿Has olvidado que tengo un humor de mierda?

—Todos lo tenemos —respondía golpeando el rostro ajeno con su aliento.

—¿Que tal si vuelves a aburrirte de mi?

—Nunca fue aburrimiento —respondía—. Tae, no somos los mismos, yo no soy el mismo imbécil de hace cinco años atras, aunque lo parezca —añadía consternado—, te abriste conmigo y me dijiste lo que sentías. Solo hay que mantenernos conectados en muchos sentidos, hay que hablar más si algo va mal y arreglarlo. Tú no tienes que encerrarte y yo no tengo que huir.

Taehyung, quién llevaba todo ese rato acunando su rostro e intercalando entre los ojos de SeokJin y sus labios, finalmente, lo soltaba para alejarse.

—¿Entiendes que no puedo simplemente dejártelo así de fácil? —soltaba.

Seokjin asentía—. No estoy pidiendo que sea fácil, estoy pidiendo que me dejes intentarlo —suspiraba—, y créeme que no ha sido nada fácil llegar hasta este punto contigo.

Taehyung hacía resonar su cuello y suspiraba intentando apartar la tensión de recién que se había alojado en sus músculos.

—Este lugar es como una maldita burbuja, habrá un después que afrontar —decía viendo a la puerta sin prestar atención a SeokJin.

—Lo sé y...suena ridículo lo que diré, pero... —suspiraba y tomaba el rostro de Taehyung para que lo mirara—. Déjame conquistarte...todo otra vez.

Taehyung fruncia el ceño, con ese rostro de niño pequeño perdido y confundido.

—¿Me regalarás rosas? —preguntaba angustiado.

—Nunca te gustaron las rosas —decía Seokjin divertido.

—Siempre olvido cambiarles el agua —respondía consternado.

Seokjin reía.

—Déjame intentarlo —pedía de nuevo el castaño con más animo.

Taehyung suspiraba y asentía moviendo su cabeza de forma suave.

—Tengo que leer esa carta primero y claramente... —decía suspirando por enésima vez—, necesitas un cierre con BaekHyun.

Seokjin asentía, claro que había pensado en eso, BaekHyun no merecía quedar simplemente en la nada. Pensaba que no sería fácil, pero era lo correcto. Y Taehyung tenía miedo, tenía tanto miedo de que SeokJin se reuniera nuevamente con BaekHyun y sintiera que él ya no valía.

Había muchas probabilidades, porque como bien había dicho, tenía miedo de que solo fueran eso. La combinación perfecta a la hora de follar, algo que no había sido tan intenso en un pasado, pero ahora quemaba tenerlo tan cerca e intentar contenerse, lo mismo le pasaba a Seokjin, pero él quería ser tomado en serio, así que no debía ponerle un dedo encima aunque así lo quisiera.

—Te dejaré descansar y me llevaré esto —decía para no seguir presionando a Taehyung.

No quería que se sintiera asfixiado así que comenzaba a juntar las cosas.

—Déjalo —pedía el azabache de forma amable—. Yo lo llevo luego.

Seokjin asentía y miraba alrededor de la habitación sin saber que más hacer o decir, así que se ponía en pie bajo los atentos ojos pardos de su ex. Taehyung seguía sentado mirando hacía arriba la prepotente y varonil imágen que Seokjin desprendía. Este quedaba parado en frente del azabache y no podía no acariciarlo una última vez.

Así que extendía su mano para posar la sobre el rostro del hombre que amaba.

Taehyung cerraba sus ojos por una fracción de segundos y movía su rostro en dirección a la caliente mano del castaño quien lo acariciaba suavemente y pasaba de su mejilla a enredar sus dedos en el cabello de su nuca. Un escalofríos le llegaba a Taehyung que no tardaba en expandirse por toda su espina dorsal y clavaba sus ojos en Seokjin quién lo miraba tan embelesado.

—Tae... —suspiraba el castaño dulcemente, anhelando.

—¿Qué? —preguntaba con el mismo tono de voz y sus ojos destilaban esa lujuria y necesidad.

Seokjin suspiraba, se agachaba y dejaba un beso en la comisura de los labios ajenos y Taehyung se derretía de mil formas posibles. El castaño se recuperaba y salía casi corriendo.

Se iba duro y muy insatisfecho—físicamentepero le demostraría a Taehyung que podían ser más que solo sexo, no se habían casado en vano y no eran los mismos inexpertos de hace años atrás.

Con cierta incertidumbre se preparaba para descansar, pero le estaba costando demasiado conciliar el sueño. Pensaba una y otra vez en las palabras de Taehyung e incluso en su mirada insegura cuando decía aquellas palabras sobre que solo era lo físico y que solo en eso funcionaban.

Él tenía también mucho miedo, pero no compartía la teoría de que se reducian solo a sexo, él tenía miedo de arruinarlo todo, de querer intentar y terminar jodiendola de una buena vez. Sabía que no sería nada fácil llegar al corazón de Taehyung, era bastante duro, pero si tenía uno. También se había sentido abrumado ante la frase —"Necesitas un cierre con BaekHyun"— debía soltarlo, BaekHyun merecía mucho más de lo que él le brindaba, pero era conciente que no sería nada fácil tenerlo nuevamente en frente para una despedida.

Ahora, en la oscuridad de su habitación el peso de sus actos y sentimientos lo asustaban en demasía. Debía cerrar ciclo con Baek y no debía arruinarlo con Taehyung o quedaría solo. Quizás la palabra solo en si no lo asustaba, pero él amaba a ambos o al menos a BaekHyun de una forma sana, quizás ya no era ese amor romántico como él hubiera deseado, pero él era importante.

Y Taehyung, él lo era todo, pero lo había arruinado en sobremanera, se habían arruinado mutuamente, pero ahí estaban otra vez y se sentía ansioso, inquieto e inseguro. La inseguridad le caía como un balde de agua fría y sentía una horrible opresión en el pecho.

Se levantaría con una ojeras del infierno si no lograba pegar un maldito ojo, así que suspiraba y los apretaba intentando conciliar el sueño. Cuando estaba cayendo en los brazos de Morfeo, la puerta de su habitación resonaba, alguien parecía estar abriéndola—siendo que tenía llave—estaba algo aturdido sin saber que hacer ¿Debía levantarse y golpear al intruso que pretendía entrar a su habitación? O había una leve posibilidad de que quien estaba del otro lado era...

—¿Taehyung? —preguntaba tallando sus ojos en la oscuridad. La puerta era cerrada de nuevo con llave.

El cuerpo en la oscuridad se acercaba y se metía en la cama bajo las sábanas junto a él.

Reconocía el aroma al instante.

—Solo vengo a dormir contigo —respondía suavemente mientras se acercaba y para quedar frente a frente con el castaño.

Éste ni lerdo ni perezoso acariciaba las hebras negras de Taehyung con dulzura y las quitaba de su rostro que apenas era iluminado por la luz de la luna que se colaba entre las cortinas y las farolas del gran patio que aquella casona tenía.

—¿Cómo abriste la puerta? Tenía llave —preguntaba dulcemente.

Estaba muy sorprendido, pero encantado.

—He pasado varios veranos aquí como para saber donde ponen las llaves de repuesto de cada habitación —susurraba con pereza mientras su brazo enrollaba el cuello de SeokJin y su pierna caía encima de la cadera del castaño—. Tenía frío...

—¿Ah, si? —susurraba con dulzura pasando su mano por la cintura del más joven.

—Si y solo vamos a dormir —aclaraba con ojos cerrados aspirando el aroma de SeokJin y acercando casi del todo su rostro al ajeno.

Literalmente estaba pegadisimo al castaño quién comenzaba a acariciar su cintura con más presión.
Taehyung seguía con una pierna por encima de la cadera ajena y se pegaba suspirando.

Seokjin necesitaba pensar en otra cosa, esa cercanía la estaba matando y podía sentir la entrepierna de Taehyung fregar la suya semi erecta.

—Me estaba costando conciliar el sueño —susurraba en los labios ajeno.

Taehyung volvía a pegarse aún más ¿Acaso lo estaba probando o qué?.

—A mi igual —susurraba moviendo su cabeza para acercarse aún más a los esponjosos labios de Seokjin—. Tenía mucho frío —susurraba.

El castaño lo atraía más a su cuerpo, ya no había más espacio que cerrar el uno con el otro.

—No hace frío, bebé —ronroneaba con dulzura.

Los labios de Taehyung lo atacaban con un beso dulce e inocente, una suave caricia entre ambas bocas y un sutil roce de lenguas que sería suficiente para calentarles la sangre.

Taehyung daba una suave mordida y lo soltaba.

—¿Por qué tenías que llamarme bebé? —preguntaba a cambio.

SeokJin se sentía mareado por el aroma que desprendía Taehyung.

—Porque eres un bebé, mírate... —respondía acariciando la espalda baja de Taehyung para pasar por su trasero en una caricia rápida y terminar descansando su mano sobre el muslo de aquella pierna que lo tenía prisionero—. Tienes frío y de nuevo me usas como estufa

—Las noches de invierno eran las que mas sufría sin tí —reprochaba y escondía su rostro entre las almohadas.

Seokjin suspiraba y lo abrazaba de forma inocente, sin buscar más allá de eso, a pesar de estar jodidamente necesitado.

—¿Necesitas ayuda? —preguntaba Taehyung a su oído.

—¿De qué hablas? —se hacía el desentendido.

—Hablo de que estás duro y si quieres puedo  ayudarte —susurraba con voz ronca.

—No, ya se me pasará. Solo no te muevas tanto —respondía con diversión.

—Vamos Jinnie... —susurraba Taehyung mientras iba bajando su mano hacia su ya bastante prominente erección.

—Tae...somos más que sexo y un pasado mal llevado —añadía intentando poner un párate a la mano traviesa que quería llegar a su necesitada polla.

—Pero quiero tocarte —decía Taehyung con suplica—, solo tocarnos —rogaba pegado a sus labios.

La mano de Taehyung se metía dentro del pantalón y tomaba la gruesa y dura polla de Seokjin desde el inicio.

—Ah, Tae.... —gemía bajito.

—Tócame, vamos... —pedía besando tan suavemente de forma casta y repetitiva los belfos ajenos.

Taehyung ya había liberado su polla y la estaba masajeando de forma lenta y con bastante presión en sus dedos.

—Dios, me lo haces muy difícil —decía empujando sus caderas a la mano ajena.

—Tócame, amor...

—Dios, Tae... —jadeaba confundido y necesitado.

Así que bajaba su mano para meterla dentro del pantalón ajeno y ciertamente el azabache, también estaba duro. Liberaba aquel falo y bajo las sábanas se rozaban.

—Ay, joder...tengo tantas ganas —susurraba Taehyung besándolo nuevamente, pero de forma más intensa y lenta.

Las caderas de Taehyung empujaban sobre la mano de Seokjin necesitando más de aquel toque y rozando la cabeza de la polla ajena con la suya.

—Lo haces a propósito

—Quizas, pero solo... —Taehyung volvía a morderlo—. Hazme correr, así...correte conmigo —pedía apretando alrededor de su polla de forma deliciosa.

Era imposible pensar adecuadamente con aquella mano apoderándose de lo que le pertenecía, así que hacía lo mismo aplicaba presión sobre el falo de Taehyung y comenzaba a bombear más fuerte.

—Oh, Jin... —Taehyung lo masturbaba de forma desesperada para que sintiera lo mismo que él y, así era efectivamente.

Comenzaban a besarse de forma casi desgarradora, saboreando la cavidad ajena, cada milímetro y urgaban con sus lenguas dentro mientras chocaban entre si.

El azabache cortaba el beso para irse en gemidos graves que eran música para Seokjin, la mano del azabache bajaba para acunar las bolas del mayor y presionar justo en esa zona sensible.

—Dios, me vas a volver a loco.... —Seokjin hacía lo mismo y obligaba al azabache a sisear bajo su experto tacto.

Ahora Taehyung volvía a tomar su polla para dar unos últimas sacudidas, mientras sacaba la lengua y la pasaba descaradamente en una lamida por el mentón de Seokjin y sus labios.

El castaño se estaba deshaciendo en suspiros y gemidos dulces, Taehyung repetia su acción y volvía a lamerlo, pero rápidamente sacaba su lengua y se lamían al mismo tiempo de una forma lenta, sucia y a la vez jodidamente sensual.

Seokjin no pudo resistir más cuando se corría con el el "Tae, joder..." entre dientes. El azabache terminaba de vaciarlo con unas últimas sacudidas y lo que había quedado en su mano, lo llevaba hasta su boca y lamía descaradamente entre gemidos que largaba porque estaba muy cerca del orgasmo. Un poco más y llegaba de inmediato al climax, Seokjin le había dado el tirón final para correrse en su mano.

—Jin, dios...ah, se sintió t-tan bien —susurraba pegando su frente y enmarañando el cabello de Seokjin.

El castaño lo dejaba vacío de igual forma y tal cual había hecho Taehyung, se lo llevaba a la boca bajo la atenta mirada intensa del azabache.

—Delicioso... —susurraba y volvía a ser atacado por los labios feroces de Taehyung.

Era un beso intenso y desordenado en el que se estaban apretando y saboreandose a ellos mismo en la boca del otro. El beso era crudo, era salvaje y necesitado. Se chupaban y mordían, Taehyung succionaba el labio carnoso inferior para luego morderlo y soltarlo, Seokjin repetía.

Luego se separaba casi en un pequeño forcejeo.

—Ya, por favor ... —pedía demasiado extasiado—. Dios eres... —las palabras morían en su boca porque Taehyung volvía a robarle otro beso.

Sus manos ahora se iban por debajo de la playera del azabache y sentía su piel suave y caliente.

—Ay, dios ... —Taehyung se alejaba para respirar. Y Seokjin detenía las caricias quedándose completamente petrificado—. Mierda ¿Te das cuenta que no puedo dejar de tocarte? —preguntaba mirando el techo.

Seokjin tragaba duro por estar viéndolo con su boca abierta y su garganta, obviamente, se había secado.

—Podras hacerme lo quieras, cuando quieras y como quieras...podemos funcionar —susurraba.

Taehyung calmaba su respiración y metía sus manos por debajo de la sábana para subirle el pantalón y el boxer y lo mismo hacía con él. Seokjin estaba quieto estudiando su próximo paso.

Taehyung suspiraba, se giraba y pegaba su cuerpo al ajeno—. Abrázame —ordenaba.

Seokjin lo hacía, lo hacía con gusto. Rodeaba su cintura y lo atraía aún más para dejar luego un dulce beso en la cabeza de Taehyung, cerrar los ojos y finalmente caer rendido con el azabache entre sus brazos.

Bro que bonito, perdón si aburrió. A mí me gustó todito. 🤧🤧🤧
Tengo tantas cosas en la cabeza, tantos capítulos y videos que quiero hacer que al final no hago ni una cosa ni la otra. Perdón amorcitos😭😭

Para las que leyeron Anatema — JinTaeJin y estan esperando Remember meTaeJinKook[Min] en cualquier momento saco primer cap de uno y segundo de otro. 🌚🌚

Con amor Niñita Nany 💜

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