Dieciséis

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Taehyung llegaba a la habitación que habían pagado por esa noche, Jimin le había brindado una llave a él y no había nadie. La pareja no estaba y SeokJin no lo había seguido después de dejarlo solo bajo el puente de faroles.

Las lágrimas querían salirse de sus ojos, pero las limpiaba de forma brusca. Se odiaba por haberse abierto de esa forma ante Seokjin. Por eso no quería hablar con él, le parecía tan ridículo y carente de sentido hablar algo así después de cinco años en los que cada uno supo seguir adelante a su manera.

—Estabamos bien, solo era coger —murmuraba quitándose la ropa furioso—, estúpido Seokjin, estúpido Taehyung.

Quedaba completamente desnudo con solo su bóxer, poco le importaba donde estaba la pareja de novios, poco le importaba caminar hasta la cocina por más cervezas y comenzar por acabarse otro pack solo.
Poco le importaba si Seokjin lo encontraba en ese estado. Ya estaba todo dicho.

Pero, joder que le había sido tan agridulce decirle que se fuera con BaekHyun, que él entendía que nuevamente no tenía peso en la vida de Seokjin.

—Te hubieras mordido la lengua, imbécil —se decía para si mismo en la oscuridad de aquella silenciosa cocina.

¿Sus palabras habían sido ciertas? ¿Realmente quería que Seokjin cayera en los brazos del perfecto BaekHyun?. Aquel tipo de hombre que él jamás llegaría a ser, porque Baek era considerado, era dulce y él tenía un humor de los mil demonios, él no tenía filtro, él no podía sonreír si una situación no era de su agrado.

Él seguía siendo un dolor en el culo a comparación de aquel chico tan perfecto que había dejado a Seokjin. ¿Pero por qué lo había dejado?. Le parecía tan extraño deteniéndose a pensar en aquello por primera vez. BaekHyun se veía realmente enamorado de SeokJin y viceversa.

Eso, Seokjin estaba enamorado de BaekHyun, Taehyung solo le había calentado los motores y, Seokjin pensaba con su polla la mayoría de las veces cuando tomaba decisiones de pareja. No, no tenía peso en su vida de otra forma. Quizás solo le había volado la cabeza en el sexo, porque Taehyung ya no era el virgen frigido de los primeros años.

—Si, solo eso le gustó —murmuraba mientras abría una segunda cerveza.

La puerta del apartamento sonaba dando a entender que la estaban abriendo, seguramente era la pareja ya que la segunda llave la tenía JungKook.

—¿Otra vez vas a beberte todo eso solo? —la voz suave de SeokJin lograba sobresaltarlo.

Se maldecía interiormente por estar semidesnudo, pero no le importaba ser atrapado bebiendo.

—La necesito, para eso me tomé estas dos semanas. Para beber —soltaba seco—. ¿Por qué tienes llaves?

—Me cruce a los chicos, se fueron a no sé dónde y me dieron su llave al ver que no estaba contigo y no estaba seguro si estarías aquí para abrirme —contestaba el castaño quitándose el kimono.

Quedaba solo con aquella camisa negra algo transparente que se ajustaba a su cuerpo, marcando desde sus anchos hombros hasta su angosta cintura. Y aquel pantalón que le ajustaba a la perfección.

A pesar de estar bebiendo a Taehyung se le secaba la boca observándolo.

—¿Puedo acompañarte? —preguntaba tomando asiento y relamiendo sus labios al notar que Taehyung estaba semi desnudo.

—Solo si te mantienes en silencio —decía pasándole una lata al susodicho.

SeokJin tragaba el nudo en su garganta, no era momento de decir nada, Taehyung parecía no estar en sus cabales y no le serviría decirle nada en ese estado así que callaba.

—¿Por qué estás sin ropa? —preguntaba después de unos largos segundos silenciosos.

Taehyung se mordía el labio y encogía de hombros.

—Tenia calor —repondía—, camine sin detenerme hasta llegar aquí.

SeokJin asentia, sus ojos viajaban sigilosamente por los brazos, hombros y el torso acaramelado de Taehyung.

«Hermoso» pensaba sin dejar de beber.

—Me dejaste completamente solo en aquel puente —exclamaba el castaño.

Taehyung resoplaba frustrado.

—Te dije que podías acompañarme si cerrabas esa carnosa e insufrible boca de la que eres dueño —decía de forma dura, pero entre mezclado con palabras de halagos.

La mirada dura de Taehyung recaía sobre el  rostro suave del mayor, una sonrisa tiraba de Seokjin.

—¿Por qué sonríes?  —preguntaba ofendido el menor.

—Porque me miras y se te cae la baba —respondía burlón.

Taehyung puchereaba apenas, tenía razón, pero creía estar disimulando.

—No creas que a ti no —respondía terminando su lata y aplastandola como si de plástico se tratará.

Tan varonil e insoportable, si, a SeokJin se le hacía agua a la boca.

—No te hagas el rudo conmigo, eres un bebito —recalcaba provocándolo.

Taehyung sonreía ladino.

—¿Bebito? —cuestionaba.

SeokJin se acercaba unos centímetros a él—. Si, bebito —afirmaba.

Taehyung sentía su sangre arder y se ponía de pie para ponerse detrás de SeokJin que seguía sentado en el taburete, pero rápidamente se tensaba al sentir el calor del azabache en su espalda.

—Bien que este bebito solía follarte tan rico —murmuraba en su oído con aquella voz gruesa y masculina.

El calor de las orejas de Seokjin bajaba por sus hombros y descendía a su zona sur aterrizando directo en su polla. Una suave mordida le llegaba en su lóbulo izquierdo.

—Ya empiezas a fanfarronear solo porque nadie más me ha follado de verdad —se le escapaba al mayor.

Taehyung elevaba sus cejas con gratisima sorpresa.

—¿No has dejado que nadie más te comiera ese culo tan adorable que tienes? —decía jugueteando con su lengua en la zona de la nuca.

SeokJin se mordía el interior de su mejilla por haber sido tan boquifloja, pero ahí estaba con toda su cabeza inclinada hacía delante para sentir aquellos besos húmedos que el menor depositaba cada vez con más ímpetu.

Las manos de TaeHyung enrollaban su cintura un par de segundos y luego bajaban a sus muslos.

—Tuvimos una discusión d-donde dejaste en claro que aún me odias —decía con dificultad mientras movía su cabeza ahora para darle acceso a los lados de su cuello.

La mano de Taehyung subía hacía este para sostenerlo con cierta presión sin dejar de besarlo en esa zona.

Su subconsciente le pedía que se detuviera, pero SeokJin era...era SeokJin, era adictivo, lo pruebas, lo escuchas gemir delicadamente y solo quieres seguir hasta dejarlo satisfecho.

No, él no quería quitar sus manos de él, no quería dejar de besarlo. No le afectaba en ese momento no ser importante para el mayor. Solo quería otra noche con él. Sus dedos quitaban la camisa del pantalón de Seokjin para meterlos debajo y sentir su piel.

—Mmm...dios —gemía bajito, pero no le impedía seguir—, debes parar.

Una risa seductora resonaba en su oido—. Tú no quieres que pare y yo no quiero parar —susurraba pegado a su mejilla y ahora mordía el filoso borde del mentón del mayor.

—Tae...

—Déjame follarte... —susurraba.

Taehyung jugaba su carta más sucia, en algo si había sido el único en su jodida vida.
SeokJin parpadeaba comprendiendo el peso de aquellas palabras, Taehyung lo soltaba y lo giraba con taburete y todo.

Quedaban frente al otro mirándose unos segundos, reconsiderando si aquello debía o no suceder otra vez. 
Las manos de TaeHyung se apoyaban sobre los muslos de Seokjin y se tiraba cada vez más hacia adelante, tan cerca, tan tentador, tan equivocado.

—Ni siquiera me dejaste hablar —susurraba Seokjin intentando mantener la cordura.

Taehyung negaba sonriendo cansado.

—¿Lo amas? —preguntaba cerca de aquellos carnosos belfos.

—BaekHyun  me hizo muy feliz —susurraba con garganta seca.

Taehyung no tenía duda de aquello.

—No respondiste mi pregunta —agregaba el menor, pero rápidamente chasqueaba su lengua—, no importa, sé que lo amas.

SeokJin fruncia el entrecejo.

—Ay, Tae... —susurraba acariciando el rostro del chico, pero éste se alejaba.

—No me mires con lástima —decía firme.

—No es lástima —respondía Seokjin en un suave susurro.

Taehyung tragaba el nudo en su garganta y se abalanzaba por ese beso. Uno intenso y desgarrador, uno que les cortaba el aire a ambos por igual. SeokJin abría sus piernas para atraparlo entre ellas, con una mano en la nuca y cintura de Taehyung. Éste por su lado lo tenía fuerte de aquella estrecha cintura.

Ambos acariciaban la lengua del otro, no se empujaban por tener el control dentro de la cavidad ajena, simplemente bailaban entre si para saborearse. Lento, pero intenso, dejando que el calor comenzará a envolverlos y llenarlos de necesidad y lujuria.

El libido de ambos comenzaba a tocar su punto más alto, no, no habría marcha atrás mientras siguieran besándose de esa forma. Era dulce y era intenso, demasiado íntimo.

Los besos de Taehyung abandonaban los labios de Seokjin para recorrer su cuello, comenzaba a presionar sus labios y lengua contra la sensible zona.

—¿Me dejas hacerte el amor? —susurraba el menor.

La piel de SeokJin se enchinaba ante la sensación de aquellas palabras.

Taehyung por su parte se maldecía por haber dicho eso, pero ya estaba jugado y, Seokjin estaba más que perdido en sus besos. El agarre de las piernas de éste se había reforzado y Taehyung ponía sus manos en el trasero ajeno para levantarlo de la silla y llevarselo a la habitación.

Al entrar lo tiraba en la cama sin cuidado ganándose una mirada tan lujuriosa de Seokjin. Sus ojos estaban tan oscuros con sus pupilas dilatadas al ver al azabache con una prominente erección que no se ocultaba mucho en aquella fina tela.

Éste se dirigía a la puerta para cerrarla y tomar aire, pensando nuevamente, considerando si aquello estaba bien o no.

La situación le hacía demasíado ruido.

Tenía su frente pegada a la puerta hasta que unas manos lo tomaban sorpresivamente por los hombros y lo giraban.
La imagen de Seokjin y su camisa desabotonada por completo dejando ver su blanquecino torso.

—¿Que piensas? —susurraba el castaño, sin ponerle un dedo encima, pero Taehyung temblaba bajo su mirada.

El menor se despeinaba y volvía a reír cansado y confundido. Para Seokjin se veía exquisito, su cuerpo era perfecto y su bóxer negro sobre su piel trigueña lo hacía ver demasiado bien.

Respirando hondo se recomponía y miraba al hombre frente a él, todo de negro con la camisa abierta y los labios hinchados. Taehyung caía de rodillas frente a SeokJin para comenzar a desabrochar el cinturón.

—Tae... —susurraba el mayor queriendo detenerlo, pero lo necesitaba de forma tan dolorosa.

Sin perdida de tiempo e ignorando los llamados de atención de su conciencia y de Seokjin, liberaba la longitud semi erecta de éste para pasar rápidamente la lengua.

SeokJin sentía aquel calor y perdía por completo en aquella batalla, Taehyung escupía sobre el falo y comenzaba a hacer movimientos de adentro hacía afuera estimulando la polla de Seokjin para dejarla completamente erecta y comenzaba a ahuecar sus mejillas para succionar.

—Ay, dios —Seokjin dejaba caer su cabeza y se quitaba la camisa por completo.

Taehyung entre chupadas, y masajes frenaba unos segundos para quitarle toda la parte inferior, pantalón, boxer y zapatos incluidos. Un poco más de oral y se levantaba para atacar la boca de SeokJin en besos furiosos y mordidas bruscas.

—Joder, para ... ¿Quieres arrancarme la boca o qué? —cuestionaba Seokjin mientras era empujado a la cama.

—¿Así la mantendrás cerrada? —cuestionaba Taehyung de forma sería.

SeokJin sonreía ladino y añadía—. No vas a callarme por mucho tiempo

—Esta todo claro, Seokjinnie —respondía el menor mirando directo a la boca ajena.

Podría jurar que estaba babeando solo por un par de besos más. Un empujón más al mayor para sentarlo en la cama. Tomaba su nuca, enmarañaba una gran cantidad de cabello y tiraba para tener el rostro de SeokJin hacía arriba en dirección a él.

Y más besos, pero iba bajando la intensidad, de uno brusco se volvía suave, lento y considerado.

Taehyung estaba tan confundido que hasta lo demostraba en sus acciones con Seokjin. El mayor reaccionaba luego de un beso considerablemente largo, empujaba a Taehyung y lo tomaba de la cadera para acercarlo bajar el bóxer y ser él quien lo degustase a su antojo ahora.

—Joder, Seok-Seokjin...ah, dios —los largos dedos del menor comenzaban a peinar el cabello semi largo del castaño hacía atrás.

Liberando su frente para ver su rostro mientras le hacía un oral que le quemaba las pocas neuronas que le funcionaban más o menos bien.

SeokJin se había tomado su tiempo para lubricarlo bien y al soltarlo ordenaba.

—No vayas a lastimarme —y se acomodaba en el centro de la cama.

Taehyung reaccionaba para subir encima del cuerpo de SeokJin y besarlo, besar todo su torso, cada rincón. Pasaba su lengua entre la ansiedad por hacerlo rápido y luego con parsimonia. Frente a SeokJin se chupaba el dedo corazón, luego el índice sin dejar de verlo y masajeando perezosamente la erección ajena.

Luego bajaba y los llevaba a la entrada de Seokjin.

Un dedo y el mayor cerraba los ojos suspirando, ardía, aquello ardía como el infierno. Hacía tanto que nadie lo tocaba ahí, excepto él mismo.
BaekHyun era versátil, pero SeokJin jamás lo había dejado tomarlo de verdad, le había dicho que él simplemente no sentía placer de esa forma. Si cuerpo lo rechazaba de alguna forma.

Era mentira, simplemente no podía imaginarse a nadie más que a Taehyung dentro de él. Podía vivir sin tener ese placer por mano ajena. Lo hacía él mismo, aunque no era lo mismo.

—Joder...

—¿Hace cuánto que no dejas que nadie te folle? —preguntaba Taehyung boquiabierto ante las caras que Seokjin hacía.

Era tan erótico, tan etéreo.

—Tú no me respondiste a mi, yo no voy a responderte a ti —decía burlón, mientras se movía para ser follado por aquel largo dedo.

Luego insertaba un segundo.

—Mierda... —el cúmulo de placer lo estaba atontado.

—Estás estrecho —cuestionaba Taehyung socarron y completamente ronco—, date la vuelta, por favor.

El mayor suspiraba, pero obedecía. Inmediatamente sentía todo el peso de Taehyung sobre él depositando besos suaves por toda su espalda, descendiendo por su espina dorsal. Luego mordiendo el inicio de su trasero provocando unas cosquillas suaves.

Automáticamente su cuerpo temblaba bajo la sensación que aquellos labios brindaban. Empujaba hacía arriba para recibir más besos y mordidas en su trasero.
El azabache apretujaba a su gusto y luego lo abría para pasar su lengua por la entrada del mayor.

—Sss...mierda, Tae. No sabia q-que harías eso —exclamaba con voz suave y temblorosa.

—No tenemos... —una lamida—, lubricante... —otra más y SeokJin gemía bajito—, no quiero lastimarte.

Y comenzaba a lamer la zona sensible del mayor quién se revolvía abajo del azabache, ahora la lengua de TaeHyung comenzaba a follarlo.

—¡Si! ...joder —éste empujaba su trasero hacía aquella sensación.

Necesitaba más y Tae lo notaba introduciendo un dedo acompañado por su lengua. SeokJin se contraía apretándolo si dejarle libertad para moverse.

—Jin...

Se relajaba y le permitía comenzar a dilatarlo.

«Es Taehyung, es él. Relájate» pensaba para sus adentros disfrutando cada vez más de la intromisión y pidiendo un poquito más.

Estaba ido, solo quería sentir más y quería que Taehyung lo tomara aquella noche. Él sabía cómo hacérselo aunque hubiera pasado tiempo su cuerpo seguía reconociendo al menor.

El tema era que de nuevo evadían la charla, más bien, Taehyung estaba jugando sucio para no dejarlo hablar. Lo que el azabache no sabía era que Seokjin no tenía intenciones de callarse más.

¿Que sucedería después de ese encuentro? Ninguno tenía la certeza de aquello, solo querían volver a hundirse en el otro el tiempo que fuera necesario hasta finalmente soltarse de una jodida vez.

¿Soltarse? 🤧🤧🤧

Estoy soft. Me peldonan.
Ustedes no se dan un idea lo que intenté recrear la escena de la cocina 🤧🤧🤧🤧🤧🤧
Perdí seguidores y ahora estoy a 9 de los 1k jeje

Con amor Niñita Nany 💜

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