Diez

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SeokJin entraba a toda velocidad y empapado, Taehyung lo seguía detrás con la vista nebulosa por las lágrimas que parecían no querer abandonar sus ojos. El castaño iba muy ensimismado en su ira y su dolor, directo a su habitación cuando unos fuertes brazos lo tomaban metiéndole en aquella habitación.

—¿Que mierda? —se giraba de forma abrupta porque había sido metido con tal furia que casi aterrizaba en el suelo.

Taehyung cerraba la puerta con seguro tras de él. Miraba a Seokjin con rabia y respiración agitada. Sus ojos estaban más oscuros que de costumbre enviando una carga de electricidad a SeokJin que estaba quieto en su lugar.

—¿Que vas a hacer ahora? ¿Me golpearas para sentirte mejor y cerrar con broche de oro el ridículo que acabamos de hacer por tu capricho de llevar unos jodidos anillos? —Taehyung seguía callado y estático en su lugar, cosa que llenaba de furia al mayor y finalmente le devolvía uno de los tantos empujones que el azabache le había dado. Con fuerza lo estampaba contra la puerta robándole un chillido agudo al menor—. ¡Eh! ¿Que harás? —con un brazo a cada lado acorralada a Taehyung que se encontraba petrificado, pero sus ojos detonaban ira—. ¿Para que me trajiste aquí?

—Te odio —susurraba. Los ojos de Seokjin se volvían acuosos. Esas palabras tenían cada vez más peso.

—Si, es lo único que repites y repites —exclamaba pegando su cuerpo al del menor—. ¿Que intentas probar? tengo bien en claro que me odias.

Los ojos de Seokjin no disimulaban su pesar y tampoco tenía intenciones de esconder las lágrimas que comenzaban a acumularse.

—No intento probar nada —respondía Taehyung de forma débil. Las respiraciones de ambos se habían calmado, pero el corazón del azabache iba a salirse en cualquier momento de su pecho.

Sus ojos se desviaban a los labios de Seokjin que se encontraban tan irresistibles, estaban rojos al igual que la punta de la nariz del mayor a causa del frío y el inferior estaba más hinchado ya que Seokjin no dejaba de morderse.

—¿Que miras? —preguntaba el mayor en un susurro acercándose a Taehyung—. ¿Que es lo que quieres? —soltaba mirando fijo a Taehyung.

Tan solo a centímetros del otro ardiendo en un deseo desenfrenado por probarse otra vez.

—Yo... —el azabache se mordía su labio inferior.

¿Que le diría? ¿Porque lo había empujado a su cuarto en primera estancia?. Taehyung tenía un lío en la cabeza que no le permitía pensar de forma racional. SeokJin sabía que Taehyung solo quería jugar, era todo lo que quería. Llevarlo al límite para luego no hacer nada.

Unos centímetros más y SeokJin aprisionaba a Taehyung sintiendo el calor de su cuerpo haciendo fricción para robarle suspiros al menor, más cerca y su nariz rozaba la de Taehyung y ahora sin presión rozaba sus labios para hablar encima de estos.

—¿Que quieres de mí? —preguntaba en sus labios, el azabache no podía pensar estaba derritiéndose. Era una auténtica tortura aquellos esponjosos labios rozando los suyos de esa forma.

Taehyung estaba petrificado y tenía tanto miedo de sucumbir a ese beso. SeokJin por su parte tenía por seguro que podría besarlo sin reparo, pero él sería el único afectado.

El aliento de ambos chocaba y era embriagador, ambos tenían sus puños apretados ante aquel momento decisivo.

—¿Porque siempre necesitas que yo diga o pida algo? ¿Porque simplemente no tienes las jodidas agallas de arriesgarte? —cuestionaba Taehyung pegado a su boca.

La mano de Seokjin fue directo a su mandíbula para apresarlo y sin compasión restregaba sus labios a los ajenos en una fracción de segundos. No había sido un beso, Taehyung había sacado solo un poco su lengua para intentar lamer, pero SeokJin había sido cruel separándose al instante.

—Me odias y lo acepto, pero trata de comportarte porque BaekHyun no merece pasar por esto —exclamaba SeokJin soltándolo por completo—. Sé lo que quieres y lo que no —agregaba quitándole de la puerta para salir, pero antes añadía—. Si lo que quieres es una polla la de MinJae está más que disponible —y cerraba la puerta dejando a Taehyung ardido.

Acto seguido por un azabache furioso que daba un manotazo a la lámpara de su mesa de noche y la estrellaba contra el piso.

—¡Hijo de perra! —soltaba en un grito reprimido entre sus dientes para no ser oído por nadie más.

SeokJin llegaba a su habitación para romper en llanto, estresado confundido con ganas de que todo aquello llegase a su fin y salir de ahí. Dejar de compartir el mismo espacio de su ex, dejar de verlo, de respirarlo. Le dolía demasiado. Se despeinaba frustrado sorbiendo sus lágrimas cuando la puerta se abría dejando ver a un BaekHyun con rostro entristecido.

Ahora el rubio lo contemplaba apoyado en la puerta a su novio completamente destrozado y arruinado. Los ojos de Seokjin estaban hinchados al igual que su nariz y su boca por la forma en la que había llorado en solo segundos.

Inmediatamente intentaba recomponerse y acercarse de forma suplicante a su novio.

—Lo siento, lo siento tanto —sollozaba aún sin acercarse demasiado—. No debiste presenciar eso, esto es una mi~...

—Cálmate —exclamaba el rubio tomando la iniciativa para abrazarlo.

Joder, aquel abrazo le hacía tanta falta, la forma en la que BaekHyun lo rodeaba y ejercía una suave presión para consolarlo, pero SeokJin no quería llorar, solo se iba en suspiros.

—Amor, lo siento —repetía.

BaekHyun acariciaba su cabello y espalda.

—Hay que quitarte esta ropa húmeda. Vamos al baño —soltaba de forma suave el rubio.

SeokJin no podía emitir palabra alguna mientras veía como su pareja preparaba un baño caliente para él, se sentía una porquería por estar tan confundido y no poder corresponderle como él creía que BaekHyun merecía. Luego de todo listo el rubio se había encargado de quitarle las ropas mojadas y así lo había hecho para simplemente poder compartir otro momento más con Seokjin.

El castaño era una jodida nube de confusión sumergiéndose nuevamente en el cuerpo de BaekHyun quien hacía y deshacía a su antojo y SeokJin simplemente se lo permitía. Después de aquello el rubio habían insistido en que debía tomar una siesta, de todas formas SeokJin no quería volver a salir de aquella habitación. Estaba demasiado vulnerable.

La puerta sonaba y sonaba, pero Taehyung no respondía porque Jimin insistía en que solo quería hablar de forma amigable, pero el azabache sabía que sería reprendido y quizás si le había falta aquello, pero no estaba de humor para oírlo. Derrotado después de varios minutos golpeando en vano, Jimin desistía para volver a su habitación, pero para su sorpresa era interceptado por Baekhyun.

—Baek ¿cómo te sientes? —preguntaba dulcemente.

—Bien, estoy bien —soltaba con una débil sonrisa—. ¿Puedo hablar contigo? Quiero pedirte una favor.

Jimin tragaba duro, pero asentía y lo llevaba a su habitación para hablar con más comodidad.

Luego de pasadas varias horas SeokJin despertaba nuevamente viendo que eran alrededor de las once y media de la noche y se encontraba completamente solo en la penumbra de su habitación. Había dormido profundamente por casi tres horas y sin interrupción alguna.

—¿Baek? —preguntaba viendo la luz del baño encendida—. ¿Baek estás dentro? —preguntaba más nadie respondía.

Dispuesto abría la puerta para entrar, pero no había nadie dentro. Su corazón le tiraba palpitaciones de alerta. Saliendo apresurado miraba alrededor de la habitación y había notado que la maleta del rubio no estaba, instintivamente miraba el placard donde habían guardado algo de ropa en aquellos días que llevaban en la casona, pero solo estaba su ropa.

—No, no, no —la desesperación comenzaba a hacer estragos y buscaba su teléfono que lo había dejado reposando en algún sitio de la habitación.

Cuando lo encontraba la batería estaba agotada, por lo tanto soltaba un quejido de exasperación y lo arrojaba a la cama para salir de prisa de allí. Sin mirar mucho a su alrededor se dirigía directo a la habitación de su mejor amigo y comenzaba a golpear la puerta con desesperación.

Al abrirse Jimin estaba con Jungkook dentro.

—SeokJin Hyung —soltaba Jungkook con preocupación al verlo tan agitado.

—Baekhyun ¿Lo han visto? —preguntaba quitando su pelo enmarañado en su frente—. Su ropa y maleta no están

—Te dejo esto —exclamaba Jimin extendiendo lo que parecía ser una carta.

—¿Qué? —SeokJin tomaba el papel de forma brusca y rápida.

Comenzaba a leerlo frente a los novios en silencio.

Los ojos de SeokJin comenzaban a aguarse ante las palabras tan maduras que su novio le había escrito en aquella carta. Parte de él quería largarse a llorar, gritar de la frustración y romper algo dentro de aquella habitación.

Parte de él quería culpar solo a Taehyung por arruinar su relación, pero sabía muy bien que él mismo había orillado a BaekHyun a aquel precipicio. El rubio tenía razón, habían palabras sin decir, habían cosas que aclarar, pero SeokJin se sentía tan horriblemente frustrado que solo quería salir corriendo en buscar de Baekhyun.

¿Pero, para qué? claramente algo se había roto entre ambos, algo que podría tener arreglo siempre y cuando definiera que carajos pasaba entre Taehyung y él. No era una despedida, a menos que SeokJin así lo decidiera.

—¿Hyung, estás bien? —preguntaba Jungkook con pensar en su dulce voz.

SeokJin quién ahora estaba completamente de espalda a los novios, secaba de forma ruda las lágrimas que querían escaparse y se giraba para ir directo a los novios.

—¿Hace cuánto y cómo se fue? Hm—preguntaba con voz quebrada.

BaekHyun había llegado allí en su auto ¿cómo demonios se fue? ¿había gastado dinero extra en la vuelta?. Se sentía tan impotente.

—Se fue hace dos horas, pedí que lo llevarán —exclamaba Jimin—. No gasto dinero en la vuelta

—Tendrías que haber venido a mí y no dejarlo ir así —reprendía con voz dura al menor.

—Él lo quiso de esa forma, SeokJin —Jimin no se quedaría callado—. Tú y Taehyung le hicieron pasar un momento de mierda ¿que esperabas?

—No tienes idea de lo que hablas —respondía el castaño.

—Si que la tengo

—Jimin-... —Jungkook intentaba calmar las aguas.

No quería otra pelea y mucho menos entre su padrino y su futuro esposo.

—¿Qué mierda sucede contigo y Taehyung?

—Nada, Jimin —respondía tajante y se alejaba arrugando la carta para llevar sus puños cerrados a sus ojos y así evitar llorar de nuevo—. No pasa nada

—Yo creo que pasan demasiadas cosas y tal como BaekHyun te dijo, necesitan ser aclaradas —repetía el rubio.

—Taehyung me odia, es todo lo que puede decir y luego repetir una y otra vez —soltaba con congoja—. ¡Acabo de perder a mi novio por mi ex quien solo quiere cagarme la vida desde que puse un pie en esta jodida casa!.

La voz de SeokJin había resonado más fuerte de lo que hubiese querido, pero es que ya estaba hartado de todo. Jimin, intentaba recomponerse, después de haber visto a Taehyung técnicamente sumido en un mar de confusión, veía a SeokJin de la misma forma, solo que este tenía mucho más que perder que su amigo y eso había entristecido en demasía al rubio.

—SeokJin —exclamaba el rubio acercándose.

Pero antes de decir nada el castaño lo abrazaba y este se dejaba, Jungkook miraba la escena preocupado, había recordado como se veía SeokJin hacía años atrás cuando había dado por terminado su matrimonio con Taehyung. El castaño menor no era tonto, pese a que seguramente BaekHyun le dolía a su amigo, pero tenía un leve presentimiento de que Taehyung le dolía muchísimo más.

—Lo siento —exclamaba SeokJin soltándose del rubio—. Volveré a mi habitación para llamarlo y verificar si llego bien, lo siento.

Si más que añadir salia de aquella habitación dejando a los novios preocupados.

—¿Crees que querrá irse? —preguntaba Jungkook mirando a la puerta—. No quiero sonar egoísta, pero en serio deseo tener a SeokJin en nuestra boda, pero si él necesita irse

—No tiene que irse —soltaba Jimin—. Taehyung y él tiene mucho que aclarar y si tengo que encerrarlos en una jodida habitación para que se den otra oportunidad o se terminen matando, lo haré.

Jungkook fruncía el entrecejo—. ¿A qué te refieres con segunda oportunidad?. Tu amigo claramente odia a SeokJin

—No lo odia, el imbécil sigue enamorado, pero ni tú ni yo tenemos el derecho de decirle a SeokJin —señalaba a su novio con su dedo índice.

—Iré a asegurarme que SeokJin no se vaya —soltaba ceñido el castaño.

Mientras SeokJin sentía sus ojos arder de forma horrible, se encaminaba por los pisos de aquella casa para ir al suyo y encerrarse en su habitación—lamentablemente—la puerta de la habitación de MinJae se abría y se llevaba casi de lleno la figura de Taehyung.

Desarreglado y con un aroma a sexo que se sentía en el jodido aire, haciendo que para SeokJin fuera más complicado respirar.

—¡Oh! lo siento —también estaba ebrio—. No te vi, Jinnie.

SeokJin sentía que en cualquier momento se golpearía la cabeza contra la pared más cercana para perder el conocimiento y no sentirse como la mismísima mierda.

¿Por esto BaekHyun lo había dejado?.

«Taehyung no lo vale» pensaba y se tragaba las palabras al notar que el azabache lo miraba algo avergonzado. Este hubiera preferido—en toda su alcoholemia—que su ex no lo hubiese encontrado en aquella situación.

También había notado que SeokJin, después de varias horas, seguía con los ojos rojos, esto provocaba un nudo en la garganta de Taehyung.

—¿Que te suc-...?

—¡Quítate de mí jodido camino! —soltaba el mayor empujándolo fuertemente contra la puerta y siguiendo su caminata a la habitación.

Jungkook llegaba detrás corriendo y se detenía al notar la pinta que el azabache traía, y al verlo fuera de la habitación de MinJae, simplemente lo supo.

—Eres increíble, Taehyung

—¿Que mierda hice ahora? —cuestionaba malhumorado y ebrio.

—BaekHyun se fue y terminó con SeokJin —fue todo lo que dijo para continuar siguiendo a su amigo.

Esas palabras le habían caído como si fueran mil ladrillos encima de él. Dolían y pesaban obligándolo a maldecirse aún más por haberse follado a MinJae y encima ser descubierto en aquel asqueroso estado.

1/?💕

Si ven algún error me avisan, si se va a guión medio, lo corregiré luego.

1/ de dos o tres...
🌚

Con amor niñita Nany 💜

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