AGAIN - chapter seventeen

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Habían pasado ya más de cuatro años desde el trágico amorío con Chris. Desde entonces no había tenido ninguna clase de interacción con él. Habíamos desaparecido de la vida del otro sin dejar rastro alguno.

    Me había graduado, ya no vivía con mis amigas, tenía un departamento propio y trabajaba en una galería de arte con buena reputación en Nueva York.

    En resumidas cuentas podía decir que todo iba de maravilla. Había logrado éxito en corto tiempo.

    El perder a Chris, en un inicio fue doloroso, creí que nunca regresarías ser la misma. No después de la dependencia que había desarrollado por él. Pero con ayuda de mis amigas y mis padres me fue posible hacerlo poco a poco. Habían logrado traer de vuelta a la vieja Monet, aquella que adoraba sonreír, divertirse y estar con sus seres queridos.

    Aquel día corría con dos pinturas bajo mi brazo lista para colgarlas, esa misma noche sería la primera de mi propia exposición de arte.

Dado a que mucha gente había mostrado especial interés en mis pinturas y mi jefe, buscando sacar el mayor beneficio y provecho posible de la situación, decidió que lo mejor sería hacer una exposición donde varios días se expondrían las pinturas, me presentaría yo y al término de la semana se podrían hacer las compras de las mismas. Sería todo un evento.

    Entre todas las pinturas me encontré colgando finalmente la última, una de las pinturas que minutos antes traía bajo el brazo, aquella que me tomó años realizar. Dejarla ir ya suponía algo enorme para mi, pero sabía dentro de mi que era justo y necesario.

Aún tenía que regresar a mi departamento y cambiarme para la noche. Mis padres y mis amigas viajarían hasta Nueva York simplemente para acompañarme en la primera noche del evento.

Al salir de la galería, el helado viento de Enero se coló entre mi ropa y no pude evitar recordar la noche en que lo conocí. Aquel pequeño suceso alimentó un recuerdo gris, el cual de alguna manera creí haber enterado para siempre. Sin embargo, la noche, el evento y el clima... parecía que nuevamente vivía aquel día... con la diferencia de que esta vez él no estaría aquí. Mis amigas no le invitarían.


La noche de la inauguración había salido más que perfecta. Mis padres y mis amigas estaban orgulloso e incluso alguno de ellos cotizó alguna de las pinturas.

    Habíamos pasado la noche entre champagne y conversaciones entretenidas. Di un discurso para cerrar la noche y todos nos dirigimos a casa o a sus respectivos hoteles a descansar. Padmé se había dirigido a su departamento compartido con Tim, mientras que el resto fue a sus respectivos hoteles.

    La segunda noche fue similar, la única diferencia notable fue que mis conocidos no se encontraban. Solo me encontraba yo entre todos aquellos desconocidos que me felicitaban o que simplemente se acercaban a conocer un poco sobre mi. Algunos, siendo periodistas que querían hablar del nuevo descubrimiento de Kevin Lesser, el dueño de la galería.

    La tercer noche fue en la que explotó finalmente. El artículo de la entrevista de la noche había salido tan pronto había amanecido y una gran cantidad de gente había llegado a la galería tan pronto el reloj anunciaba las 8:00 pm.

    Gente paseaba de un lado a otro, admirando algunas pinturas. Ninguno parándose a ver a la verdadera estrella del articulo. Me acerqué a ella y la observé, una sonrisa nostálgica sobre mis labios. Sostenía descuidadamente mi copa de Champagne con una sola mano.

    Miré la pequeña placa con el nombre que le había dado a la pintura "El Pequeño Escape". Reí mientras pasaba mi dedo índice por la pequeña placa metálica. El artículo había sido sobre ella. La gente estaba aquí por ella y aún así, nadie le prestaba atención. Un auto en un paisaje otoñal, una bufanda saliendo de la ventanilla del auto y un par de amantes en el interior.

Mi mano ascendió con la intención de tocar una vez más aquel preciado lienzo, arrepentida de haberlo colgado y puesto a disposición de cualquiera. Cuando la colgué ni siquiera imaginé que llamaría tanto la atención, sin embargo, en alguna ocasión una maestra lo mencionó, yo no solo pintaba, sino que exponía y plasmaba mis sentimientos en mis pinturas.

—Recuerdo todo muy bien. Ese día—alguien habló a mi espalda, reconocí la voz al instante y alejé mi mano del lienzo—. Íbamos a visitar a mi hermana, era Halloween. Te presenté a mi familia entera ese día.

—Tu padre no estaba—dije retrocediendo hasta quedar a la misma altura que él estaba, ambos mirábamos la pintura. Su brazo ligeramente tocaba el mío.

Lo miré por el rabillo del ojo, llevaba la barba crecida de varios días, pero lucia realmente apuesto, parecía que aquellos años no habían pasado para él mientras que para mí el primer año y medio habían sido un infierno. Vestía impecablemente, y portaba mi antigua bufanda, aquella que se había quedado, la misma que la primera semana fue tan importante para ambos, lo más seguro es que le recordaba la inocencia que yo tenía cuando lo conocí. Los dobleces de esta exponían que no había sido utilizada en mucho tiempo... probablemente aún olía a mi.

Te dije que te amaba ese día. Por primera vez—sus palabras dolían como cuchillos.

—Si, aquel tiempo en el que te amaba tanto—respondí y él guardó completo silencio—. ¿Qué tanto...?

    Mi pregunta fue interrumpida por una leve risa proveniente de mi acompañante. Me giré finalmente a él.

    —Recuerdo todo muy bien—respondió y los 4 orbes azules se miraron, conectados—. El baile en la cocina, la visita a tu madre, el viaje s casa de tu padre...—se interrumpió subiendo la copa de champagne que cargaba en su mano, tal como había hecho en mi otra exposición de arte, sus dedos en la boca de la copa, a sus labios, dando un corto sorbo—. Cuando leí el artículo y vi tu foto, me sorprendió que no pintaras el baile en la cocina. Fue probablemente mi recuerdo favorito.

    Me fue imposible no mofarme ante su comentario. Mi último recuerdo de él fue dejándome plantada el día de mi cumpleaños, con su regalo de navidad en mi auto.

Sé que he tardado muchísimo en escribir este capítulo y aún más en subirlo, pero he estado teniendo muchísima tarea, proyectos y clases hasta tarde que no había tenido la oportunidad de darles señales de vida.

    Hace poco ¿1 día? ¿Quizá 2? Pregunté qué historia querían que actualizara. Y esta fue una de las elegidas, por esa misma razón es que estoy aquí.

Me complace y me duele decirles que este es el penúltimo capítulo de la historia. Si mañana o dentro de estos días se me presenta la oportunidad, subiré a brevedad el último capítulo.

Espero que disfruten mucho leyendo este capítulo y que sintieran un montón de emociones como yo hice escribiéndolo.

Nos vemos pronto con el último capítulo. Los tkm.

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