REFRIGERATOR LIGHT - chapter seven

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La mudanza fue relativamente compleja, ya que muchas cosas las había comprado junto a mis amigas, lo cual no me permitían llevarlas conmigo y tenía que dejarlas en el departamento.

Cuando vieron que al día siguiente de la cena con mi madre, no había atendido a clases, regresaron para encontrarme con dos cajas a mis pies. Aún me faltaba llevarlas a mi auto. Pero quería primero tener todo empacado.

Padmé al instante preguntó qué pasaba, mientras que Claire miraba todo con los brazos cruzados. En definitiva no estaba de acuerdo con que me fuera con Chris. Era como si ella y mi madre se hubieran puesto de acuerdo cuando yo no estaba la mañana anterior.

A pesar de aquello, cuando llegué con mis cuatro cajas a la casa de Chris, todo el estrés y miedo desaparecieron cuando abrió la puerta y corrió a ayudarme con ellas. Desaparecieron cuando Dodger vino corriendo a mí para que lo acariciara.

No era la primera vez que estaba ahí, Chris en una de nuestras primeras citas me había invitado a comer, él había hecho la comida y había sido estupendo. Fue la primera vez que conocí a Dodgers

Pasados algunos días, tal vez dos semanas enteras de estar viviendo con él, todo era una maravilla. Noviembre estaba siendo mi mes favorito.

    Chris era atento, cuando salía, solía regresar de correr, lo hacía con un ramo de flores, nos turnábamos para cocinar y estábamos todo el día juntos, considerablemente, tomando en cuenta mis clases... a pesar de ello, todo era una completa maravilla no podía creer que todo aquello era real.

    Especialmente aquella noche... aún la recuerdo muy bien.

    Ambos estábamos en la cama, yo llevaba puesta una de sus camisas de franela puesta, el también llevaba una. La diferencia es que él llevaba unos pantalones a juego y yo simplemente unos shorts debajo de la camisa.

    Su mano derecha  se encontraba en mi muslo izquierdo—dibujando círculos con la punta de su dedo—, mientras que su otra mano cargaba su libro favorito "Sapiens". Yo por otro lado leía, "La Divina Comedia", estábamos viendo a Botticelli en clase y una de sus más remarcables obras era inspirada en el libro de Dante.

    Creí que ambos estábamos completamente sumergidos en la lectura, pero me equivoqué. Chris había cerrado su libro y me miraba.

    Cuando me percaté cerré mi libro también y tras quitarme los lentes lo miré.

    —¿Te entretengo mucho?—pregunté con una ceja arqueada y una sonrisa amenazando de escaparse de mis labios. 

    —La verdad es que me cautivas. Más con tus lentes. La primera vez que te vi con ellos me sorprendí, nunca te imaginé con ellos.

    —Lo mismo podría decir de tus tatuajes. Quiero decir, quizá imaginé que tendrías uno o dos... pero no tantos—reí y volví a ponerme los lentes—. ¿Entonces dices que te gusto con lentes?

    —Con lentes. Sin lentes. Siempre estás increíblemente hermosa.

    —Tantos elogios... ¿a donde va esta conversación ?

    —Tengo hambre—admitió—. Por eso pausé mi lectura. Ahora, me toca preguntar... ¿te gustaría cenar conmigo?

    —Me encantaría.

    —Te veo abajo—dijo y salió de la cama, para bajar y adelantar la cena.

    Por mi parte me levanté y anudé mi cabello en un moño y retiré mis lentes. En realidad solo los usaba cuando estaba en casa, podía ver bastante bien, pero de alguna manera los necesitaba y los usaba para leer o ver la televisión.

    Una vez lista, bajé con mi teléfono en la mano. Estaba revisando las redes sociales, mis amigas habían salido a una fiesta juntas y ni siquiera me lo habían mencionado.

    Bloqueando el teléfono, levanté la mirada. Chris no había prendido ninguna luz, solo lo alumbraba la luz del refrigerador que había dejado abierto. Me daba la espalda. Lo recuerdo tan bien. Estaba en el último escalón de las escaleras.

    —¿Me quieres ayudar o seguirás mirándome?—rió ahora mirándome por encima del hombro.

    —Lo siento. Es solo... olvídalo—dije caminando donde él para ayudarlo con la cena.

    —¡No puedes hacer eso! Ahora debes decirme.

    —Es una tontería.

    —Puedes confiar en mi. 

   —Es solo que ahora que te quitaste la barba y estás usando camisas de franela,  me recuerdas de sobremanera a Steve Rogers—dije riendo, mientras al mismo tiempo me encogía de hombros.

    —¿Steve Rogers es tu súper héroe favorito?—preguntó dejando de preparar los emparedados. Se volteó completamente mirándome con los brazos cruzados, recargándose en la encimera con una sonrisa que adornaba su rostro.

    —En realidad es Peter Parker.

    —Pretenderé que no dijiste eso.

    —Steve viene entre el segundo o tercer lugar.

    —Por favor no me digas que Bucky le gana a Steve en esa rara lista tuya—me encogí de hombros riendo, acercándose a mí besando mis labios—. Eres cruel.

    —Solo un poquito—reí—. Aún así, hay algo que siempre he querido y a pesar de estar contigo desde hace ya tiempo no he hecho.

    —Dilo y se hará realidad, su alteza—dijo retrocediendo un par de pasos para después hacer una reverencia.

    —¿Bailarías conmigo? La canción de Peggy y Steve.

    —Me encantaría—dijo y me extendió su mano.

    —Espera—dije y desbloqueé mi teléfono para reproducir "It's been a long, long time" por Harry James.

    Una vez que las trompetas comenzaron a sonar, tomé la mano de Chris que seguía extendida en mi dirección. Él al instante me atrajo hacia si. Mi cabeza quedó contra su pecho y no pude evitar sonreír.

    —Solo hay un problema.

    —Dime.

    —No sé bailar. El talento de mis manos no se extiende a mis pies.

    —Podemos resolver eso—dijo y me levantó. Él llevaba sus pantuflas puestas y yo seguía descalza, y así, como si yo no pesara nada, me puso sobre sus pies para que él llevara completamente el mando.

    Y ahí estábamos. A mitad de la noche. El reloj del microondas anunciaba que pasaban de las 11:00 pm. Estábamos bailando en la cocina frente a la luz del refrigerador que era lo único que nos alumbraba.

    El jazz de fondo, la tenue luz que nos daba más intimidad, el suave balanceo del baile y su corazón en mi oído.

    Al terminar la canción, aún sin separarse de mi por completo, me miró a los ojos y me besó lentamente. Disfruté cada segundo, hasta que se separó.

    —¿Sabes?

    —¿Qué?—preguntó, su nariz aún rozando con la mía y sus ojos cerrados.

    —Esto no significa que disculpe a Steve Rogers por abandonar a Bucky—, la manera en que aquella simple frase lo hizo reír y aquella risa había inundado la cocina había terminado por cerrar una noche perfecta.

Okay, so... no todo es lluvia. Chris puede ser verdaderamente lindo y honestamente en este capítulo nos lo  mostró.

Igualmente cómo pueden suponer estamos en la etapa de las relaciones 🚩🚩🚩🚩 en la que todo sigue siendo o más bien todo se pinta de color de rosa. Y de alguna manera comprendemos o empatizamos con la víctima AKA Monet.

El acto completo comprende esta parte de las relaciones tóxicas. Y como ya saben, los actos son 2 partes así que nos leemos en la siguiente parte. 

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