SISTER'S HOUSE - chapter four

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—¡Mira ese cabello!—exclamé mirando la fotografía que Lisa me mostraba. Aparentemente Carly siempre que podía le pedía a su madre fotografías para armar su propio álbum de fotos.

Estábamos en la encimera mirando todos aquellos momentos de cuando Chris era pequeño.

—¿Realmente es necesario que veamos esto?—preguntó Chris sacudiendo la cabeza y riendo, sus mejillas se tornaban rojas.

Era una fotografía en la que todos estaban en la cama sentados. Chris estaba en el centro y traía un corte de cabello bastante peculiar.

—¿Hay alguna posibilidad de que le saque una foto a esta?—pregunté señalando la fotografía—. Me encantaría pintarla.

—¿Pintas?—preguntó su madre.

—Si, mis padres desde muy pequeña me enseñaron de arte y estoy estudiándolo ahora mismo.

—¡Eso es magnífico! Esto me recuerda... ¿Chris te ha contado de cuando lo llevamos a jugar Tee-Ball? Era magnífico, el mejor del equipo. Mi muchacho siempre fue muy atlético. De todos mis hijos fue el que siempre tuvo más energía. ¡Oh! ¿Sabes a que otra cosa me recuerda? A aquella vez cuando fuimos a esquiar...

—No, no. Esa historia no se cuenta—interrumpió Scott—. Mejor vayamos a ayudar a los niños. ¡Es Halloween! Deben vestirse.

Carly asintió y cerró el álbum, no sin antes sacar y darme la fotografía que antes había pedido.

—Tengo suficiente con tener al Chris mayor. Puedes quedártela—dijo dándome la fotografía a lo cual agradecí y tomé con entusiasmo.

—Eras tan lindo cuando eras pequeño.

—¿Era?—preguntó mientras se acercaba para besar cortamente mis labios, pasando sus brazos por mi cintura.

—Definitivamente, solo con esta foto puedo aprender como era tu pasado. Hay tantos elementos alrededor que me da un buen panorama.

No necesitas aprender de mi pasado, lo importante es el futuro, y mi futuro eres tú—esta vez fui yo quien lo besó, mis manos colgando por su nuca, me paraba en la punta de mis pies para que él no tuviera que inclinarse tanto.

—¿Pueden ayudarme con el cierre?—escuchamos y nos separamos, era Stella.

—¡Oh por Dios! ¡Que lindo disfraz! Me encanta Ladybug. Es la mejor—dije arrodillándome, tras sacar mis manos de detrás del cuello de Chris y darle la fotografía que me estorbaría al momento de ayudar a la niña—. Es en definitiva mi favorita. "Ladybug milagrosa"—dije la icónica frase con un tono de voz más agudo.

—¡También la mía!

—¿Te digo algo? Pretendía disfrazarme de ella también este año, pero se me escapó la oportunidad—reí terminando de subir el cierre y la niña corrió de vuelta con sus hermanos. Miré a Chris desde donde estaba y me extendió la mano para ayudarme a pararme.

—¿Sabías de que estaba disfrazada?

—Me gusta esa caricatura—sonreí, me sentía en tanta confianza que pensé que estaba en el lugar correcto para contarlo.

—¿No crees que es algo inmaduro? Sobre todo para tu edad—mi sonrisa desvaneció y me encogí de hombros. Quizá tenía razón.

—Es solo un programa.

—Para niños.

—Tienes razón...

Los tres niños entraron corriendo con sus disfraces.

    —¡Se ven estupendos!—exclamó Chris regresándome la fotografía y soltando mi mano, caminando a donde estaban los niños, dejándome varios pasos detrás de él.

    —¿Monet puede acompañarnos a pedir dulces?—preguntó Stella.

    —¿Ya no quieres que tu tío te lleve?

    —Pueden venir los dos—dijo y nos jalo a ambos. Tomando la mano de cada uno con sus manos.

—¿Quieres disfrazarte? Tengo algunos disfraces para adulto. Bueno... cosas superficiales, colmillos, sangre, capas...

—No es una niña, Carly. Ella es madura para su edad. ¿Cierto?—me miró con una sonrisa sugerente y la ceja arqueada, me limité a asentir en silencio.

Los niños corriendo de casa en casa, la adrenalina acumulada por la entretenida caza de dulces es algo que no sentía desde que tenía once años. Era como regresar el tiempo. En varios casas, nos ofrecieron caramelos a Chris y mi, supongo sólo quería ser amables.

Stella jalaba de mi brazo llevándome de un lado a otro y yo honestamente estaba disfrutando de la experiencia. Todo el día había sido magnifico. Perfecto, en realidad.

Él había dicho que me amaba, su familia me había agradado mucho más de lo que esperaba y de alguna manera sé que yo les agradé más de lo que esperaban.

La noche pasó tan rápida como un pestañeo y ya los niños estaban con sus calderos y calabazas llenas de dulces, con sus pijamas puestas y arropados en sus camas.

—¿Quieren quedarse a dormir? La habitación de huéspedes está libre—, nos dijo Carly—. Los demás se fueron mientras ustedes sacaron a los niños.

—¿Te quieres quedar?—preguntó Chris murándome.

—Me encantaría. Disfruté mucho el día, pero no he traído cambio de ropa y mañana tengo escuela. Es lunes.

—¿A qué hora es tu primera clase?

—A las 12:00 pm.

—Si salen de aquí temprano, te prometo que llegas con tiempo de sobra. Además ahora ya es tarde, pueden dormir aquí, iré a preparar la habitación—dijo y no dio tiempo a que yo dijera nada más.


—No va a pasar nada que no quieras—dijo haciéndome salir de mi cavilaciones, estaba mirando la cama con angustia. Carly nos había prestado ropa de su esposo y de ella para que nosotros la usáramos para dormir, no supe en qué momento Chris se cambió pero ahora era mi turno.

    Tras cambiarme en el baño, subí a la cama y me recosté en el lado que me tocaba cubriéndome con las cobijas, tenía frío. Chris estaba de espaldas a mi, por lo que al notar que me removía por el  frío se dio la vuelta y abrió sus brazos.

    —Ven aquí—dijo y dándome la vuelta me acerqué a él. Chris envolvió sus brazos a mi alrededor y sentí el calor que emanaba, así como también su loción me invadió: Chanel bleu—. Solo tenías que pedirlo, ¿sabes?—dijo acariciando mi espalda con la punta de sus dedos—. Siempre que me pidas algo yo lo haré por ti.

Chris... make up your mind. Cretino... amable... agradable... desagradable...

¡Bah! Chris nos vuelve locxs como a Monet. Lo amamos pero lo odiamos. Y sinceramente creo que este es el punto de partida. ¿No es así? Donde comenzamos a tener realmente sentimientos encontrados por los personajes. Tanto por Monet como por Chris.

Recuerden, cada acto tiene 2 capítulos lo cual significa que estamos por entrar al acto número 3.

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