Veíamos la televisión juntas. Entre todas habíamos decidido ver Perdida una película que Claire continuamente me pedía que viera, pero que siempre olvidaba.

    Recuerdo que esa noche me sentí como si fuéramos Phoebe, Mónica y Rachel. Estaba pasando un buen momento con mis amigas, en realidad, sentía que había pasado una eternidad desde la última vez que me había sentido de aquella manera.

Mi teléfono vibró en mi bolsillo y discretamente lo saqué. Suspiré al ver el nombre brillando en mi pantalla, acompañado de la fotografía de cuando era pequeño. "Chris 🧣♥️ está llamando".

    Me puse de pie, y me retiré de donde mis amigas estaban para contestar.

    —¿Qué?

    —¿Sigues molesta conmigo?

    —Si solo llamaste para preguntar eso, voy a colgar.

    —Espera. Lo siento. Por todo lo que dije y como actué en la tarde. Las acusaciones que hiciste me vinieron mal y reaccioné incorrectamente. Lo siento—dijo y escuché como suspiraba—. Tienes razón soy un cabrón y un idiota. Sobre todo por haberte pedido que te fueras, este es tu hogar también. Dodger te extraña ya. Yo te extraño.

    —De verdad me hiciste sentir muy mal, Chris—dije comenzando a susurrar, mientras limpiaba silenciosas lágrimas que resbalaban por mis mejillas—. Estaba asustada. Creí que nosotros...

    —Lo sé. Y lo siento. De verdad espero me disculpes por todo...—guardó silencio unos segundos—. Te amo. ¿Sabes eso? Realmente te amo.

    —Te amo también. Debería irme... estoy viendo una película con las chicas y me están esperando.

    —De acuerdo. Quería platicar algo más contigo. Pero supongo que puedo textearlo—dijo él finalizando la llamada por mi.

    Me quedé un instante donde estaba. Limpie mi rostro y traté de regresar alegre como estaba antes. Vi la mirada molesta de mis amigas, pero ninguna dijo nada y volvieron a ponerle play a la película.

    Una vez más mi teléfono vibró y llevé mi mirada a este para ver la nueva notificación. De nuevo era él.

    —Oh, por Dios—se me escapó y ambas amigas se asomaron de cada uno de mis hombros para leer el mensaje.

    —¡Iras a Nueva York en pleno diciembre! ¡Y conocerás a Scarlett! ¡Oh! Seguro estará el resto del cast de Marvel. Tengo tanta envidia.

    —Padmé, tiene que ir con Chris para eso.

    —Es cierto, no vayas.

    —Él se disculpó. Y es importante para él. Es su amiga. Además me está invitando a ir.

    —¿Le pedirás permiso a tu mamá?

    —Tengo veinte años, puedo viajar sin el permiso de mi mamá.

Salí del baño que la habitación con mi atuendo puesto. Había mencionado que sería algo un poco formal, y que era posible que hubiera prensa en el lugar.

    —¿Cómo me veo?—había optado por inspirarme en Blair Waldorf ya que siempre me había dicho que el día que fuera a Nueva York quería vestirme como ella; usando medias, una gabardina y debajo un vestido que Chris había elegido para mí; giré sobre mis talones para que observara el atuendo completo.

    —Como una obra de arte. ¿Cómo me veo yo?—bromeó imitándome, girando igualmente en su lugar.

    —Realmente guapo, solo falta algo—dije y sobre el traje le puse mi bufanda—. No quiero que te enfermes. He leído que Nueva York en invierno es frío. No puedo decir mucho ahora, llegamos en la tarde, había ligero sol y estuvimos en un avión y en una camioneta la mayor parte del tiempo. Pero esto te va a ayudar—dije envolviéndola en su cuello.

    —Estás nerviosa.

    —Si—admití—. Una fiesta llena de celebridades. Es algo aterrador.

    —Estarás conmigo. No te preocupes por eso.

Jamás me habría imaginado estando en uno de los salones más ostentosos de Nueva York, siendo la cita de Chris en una fiesta de Scarlett. Aquello solamente en los sueños.

    Chris me había presentado a Sebastian tan pronto entramos, había sido encantador y muy simpático. En realidad estábamos todos reunidos en otra parte de la fiesta, era como estar dentro del grupo exclusivo.

    Estaban hablando y bebiendo. Yo solo estaba parada junto a Chris, su brazo sobre mis hombros.

    —Chris nos ha hablado de ti—dijo Mark con una sonrisa. Me sorprendió que me hablara directamente, sin embargo, sonreí ya que había sido el segundo en hablar conmigo en toda la noche.

    —Espero cosas buenas—todo el pequeño grupo río, a excepción de Chris quien bebía de su copa de champagne mirándome.

    —Puedo asegurarte que solo cosas buenas—sonrió la anfitriona de la fiesta—Dinos, ¿Monet?—asentí cuando preguntó—, ¿Donde crees que lleve esto? Chris no ha tenido una pareja en largo tiempo. Estoy curiosa.

    —Scarlett...

    —Realmente espero dure mucho. Al menos más allá de mi cumpleaños—bromeé, nuevamente todos rieron menos él—. Quiero decir, si lo que quiere son hijos, tendrá que esperar un poco más. Demasiado temprano para mi.

    —Hablaste de un cumpleaños... ¿cuando y donde estará tomando lugar la fiesta?—preguntó Robert, demasiado serio para que yo lograra entender que bromeaba.

—Mi padre está organizando una fiesta para mi. En Plymouth. Es el veinticuatro de diciembre. Si quieren ir le pediré a Chris que les envíe la dirección.

—Me agrada esta chica—dijo el mismo Robert haciéndome sonrojar por lo inesperado—. Mírenla, colorada solo porque cabe la posibilidad que vaya a su cumpleaños.

—Si, muy agradable—interrumpió Chris—. ¿Nos disculpan un momento?

—Seguro, galán. Ve con tu chica—rió Hemsworth mientras palmeaba su espalda antes de que nos alejáramos.

Su mano estaba en mi codo, yo cargaba la misma copa de champagne que hace horas, no me había atrevido a beber frente a toda aquella gente. El gaseoso líquido comenzaba a calentarse a esta altura.

—¿Te imaginas que Robert fuera a mi fiesta de cumpleaños? Sería un increíble, aunque no creo...

—¿Qué mierda crees que estás haciendo?—preguntó en un susurro cuando estuvimos alejados de la multitud.

—¿Contestar lo que me preguntaban? ¿Ser amable? ¿Educada?—pregunté confundida.

—Los chistes que estás haciendo ahí no son buenos o graciosos, ellos también sienten el compromiso de reír... invitarlos a tu fiesta de cumpleaños... ¿por qué?

—Solo continué la conversación de Robert.

—Te traje para pasar un buen rato con mis amigos.

—¿Y pasar un buen rato es teniéndome debajo del brazo callada todo el tiempo? Yo también me aburro. Ellos hablaron conmigo.

—¿Hablar de hijos? ¿Mencionar la diferencia de edad? No puedo lidiar con eso. No puedo cuidar lo que dices, no piensas lo que estás diciendo. Quizá sería buena idea que regreses al hotel, ya es tarde de cualquier manera.

—¿Me estas corriendo?

—Estoy diciendo que llegaré más tarde pero que lo mejor será que tú vayas a dormir ya. El viaje fue pesado—con el ceño fruncido le entregué la copa y me dirigí a toda prisa al baño.

El baño llevaba varios minutos solo, todos estaban fuera disfrutando de la música, la compañía, la comida y definitivamente la bebida. Mientras tanto yo estaba cubierta en llanto, en el baño de la fiesta.

    Cuando escuché la puerta cerré la llave del agua y limpié mi cara, llenado por una toalla con la cual secar mi rostro y manos.

    La mujer reía y hablaba aún mirando a alguien en el  exterior.

    Procuré no hacer ruido, e intente salir, pero la pelirroja mujer algo angustiada me tomo del bésalo con suavidad.

    —¿Estás bien?—asentí en silencio—. No luces bien. ¿Qué pasó?—me preguntó una actriz que alguna vez había visto en alguna película infantil y me llevó de vuelta al lavabo para limpiar mi rostro.

    ¿Qué pasó? Tú, eso es lo qué pasó. Tú.

EL TAN ESPERADO CAPÍTULO.

    De verdad, una disculpa por tardar tanto, como les dije en el capítulo anterior estoy en lo último jalón del semestre y estoy con tareas, proyectos y exámenes. Pero no quería estar tan desaparecida.

    Espero disfruten el capítulo e igual ya saben, puedan dejar su opinión.

    Igual ya estamos llegando al final de la historia Osi Hahaha. Estoy feliz porque ¡proyecto terminado! Pero a la vez muy triste porque... bueno viene el final hha.

    Bueno, es todo por hoy. Esperemos no todo por la semana hahaha. ¡Nos vemos!