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▬▬▬▬ ༘◜➷｡ | capítulo siete... ⚡️🔥
❪ luchando contra el crimen en noche de chicas; parte uno ❫

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—AMOR ¿PUEDES POR FAVOR DEJAR DE RESTREGARME EN LA CARA QUE TUVISTE RAZÓN AL DECIR QUE CECILE ESTABA EMBARAZADA? —pidió Barry.

—Te dije que Cecile estaba embarazada —repitió ella en un canturreo.

   El velocista blanqueó sus ojos con cansancio dando como resultado que Adds riera nuevamente. Sabía que ella lo hacía solo para molestarle. Y estaba funcionando.

—Estoy bromeando —agregó ella, segundos más tarde—. Pero oye...

—¿Qué?

—Te dije que Cecile estaba embarazada —esta vez su voz salió como un susurro.

   Barry le observó con molestia y Adds rió con mayor intensidad, tomando inmediatamente de la mano de Barry, evitando así que él escapara.

—Ya, no te enojes.

—Ni ti inijis —repitió él.

—Eres tan infantil cuando quieres, Bartholomew —mencionó rodeándole el cuello con sus brazos.

—Dice la que no para de restregarme las cosas en la cara —posó sus manos en la cintura de Adds, con leve frustración.

—Estuve pensando... —comentó tras unos segundos—. Y como habrás podido comprobar, gané la apuesta.

Al momento en que una sonrisa se extendió por el rostro de Adds, una mueca de frustración se formó en el rostro de Barry sabiendo lo que aquello significaba.

—He estado pensando muy seriamente cual de todos los números en la lista hacer —se puso de puntitas intentando alcanzar más altura mientras susurraba aquellas palabras—. ¿Qué opinas tú?

—¿Q-qué opino yo? —repitió Barry, sintiendo un escalofrío recorrer su espalda.

Nunca había sabido como interpretar aquellos escalofríos que le producían tales miradas de Adds, como por ejemplo la que le daba en aquellos momentos. No sabía si era miedo, no sabía si se trataba de excitación, o simplemente como todo junto a ella, no sabía si se trataba de alguna señal de su cuerpo respondiendo ante su enamoramiento por ella. Probablemente todas las anteriores.

—Ajá —asintió Adds, pasando sus dedos por entre el cabello de Barry—. ¿Tienes alguna sugerencia para mí, Amor?

Barry aclaró su garganta, y Adds sonrió de lado, sabiendo muy bien lo que estaba haciendo.

—¿Mhm..? Creo que debes pensarlo bien —se limitó a responder.

—¿Eso crees? —cuestionó conectando sus miradas aún más sus miradas, como si aquello fuera posible.

En aquel momento Barry juró que se derretiría observando aquellos cálidos pero penetrantes zafiros que le observaban con intensidad. Sabía perfectamente que estaba perdido, pero cuando Adds le observaba así era algo para lo que no tenía palabras.

Ya lo había aclarado en su mente.

—Si...

Adds sonrió mientras acercaba sus rostros, jugando con las distancias y jugando a rozar sus narices.

—¿Cuanto tiempo tengo a mi favor para elegir un punto de la lista, Señor Allen? —inquirió.

—El tiempo que quieras —respondió él instantáneamente.

—Entonces tengo que pensarlo muy bien —Adds enfatizó en cada palabra.

—Si, eso... —las palabras de Barry fueron cortadas en el momento en que Adds juntó sus labios.

Inmediatamente Barry correspondió, sincronizando sus labios con los de ella, en una voraz pero lenta lucha. Su sistema completo hormigueaba ante el mínimo toque que recibía por parte de Adds.

Sintió como las manos de su prometida se empuñaban aferrándose al material de su camisa, y luego empujaba de ambos a la habitación consiguiente sin romper el contacto de sus labios.

—Adds...

—Son solo besos, Señor Allen —murmuró ella sonriente tras cerrar la puerta a sus espaldas—. ¿O es que el día de hoy tengo prohibido besar a mi prometido?

—Absolutamente no —respondió inmediatamente, tomándola del mentón atrayéndole nuevamente hasta sus labios.

La espalda de Barry chocó contra la pared, e inmediatamente tomando con firmeza las caderas de Adds cambió sus posiciones, siendo ella quien esta vez se encontraba aprisionada entre él y la pared.

—Buena jugada —susurró Adds sonriéndole.

El velocista guiñó uno de sus ojos, y Adds rió levemente.

—¿Sabes a que me recuerda esto? —preguntó ella, sintiendo como Barry dejaba repetidos besos por su mejilla, bajando cortamente por su mandíbula.

—¿A qué?

—A cuando éramos solo dos adolescentes jugando a ser amigos con beneficios —suspiró—. Hace diez años de eso... creo que estamos viejos, Amor.

—La edad es solo un número —respondió él.

—¿Seguirás diciendo eso cuando tengamos sesenta años y sigamos siendo unos hormonales con rostros como pasas? —inquirió alzando una ceja.

Barry no pudo evitar reír ante aquella pregunta, sin embargo no tardó en recomponerse mostrándole una sonrisa segura.

—Mientras me sigas amando, la edad siempre será un número contigo a mí lado.

—Oh por Dios, eres un maldito romántico —Adds lo tomó por las mejillas con emoción—. En definitiva creo que el momento en que escuche tus votos lloraré como un niñito —besó cortamente sus labios.

—¿Puedes creer que faltan solo unas semanas para la boda? —cuestionó incrédulo.

—¿Estás emocionado por ello?

—¿Es esa una pregunta real? —alzó una de sus cejas, dejando en claro su respuesta—. ¿Qué hay de ti?

   Adds sonrió.

—Si, estoy muy emocionada —asintió, concordando—. Pero estoy más emocionada por otra cosa —sonrió coquetamente.

—¿Por qué cosa? —inquirió curioso Barry.

—Por la noche que le sigue a la boda —susurró cómplice.

   Evitando que Adds viera cualquier rastro del leve sonrojo que se había centrado en sus mejillas, Barry volvió a besarla. Las manos de la rubia treparon por el interior de su camisa, en un tacto cálido y electrizante.

Todo parecía indicar que aquello pasaría más allá de solo besos.

Parecía...

   De un segundo a otro ambos se apartaron de golpe cuando escucharon como la puerta de la habitación dónde se encontraban era abierta de golpe.

—Hey, así que aquí estaban —comentó un sonriente Ralph.

   Adds y Barry fruncieron sus ceños observándole con molestia, y tal sentimiento solo logró incrementar al ver la aparente inocencia en el rostro de Ralph, quien parecía no tener ni idea de que era lo que estaba ocurriendo.

—La puerta tenía el seguro puesto —señaló Adds dejando entrever su molestia.

—Oh, si —asintió—. Hice una llave con mi dedo para abrirla —sonrió con orgullo.

   Adds presionó sus puños y estuvo a punto de saltar contra él. Estaba molesta por el momento que Dibny había irrumpido con su molestosa presencia. Para mala suerte de la rubia, Barry la detuvo antes de que pudiera avanzar siquiera un paso.

—¿No crees que si la puerta estaba con seguro era por algo? —cuestionó el velocista presionando su mandíbula, intentando no escucharse tan brusco.

—Soy muy curioso —se encogió de hombros Dibny—. ¿Pero por qué...? Oh ¿Acaso ustedes iban a...?

   Estirando sus dedos como plastilina Ralph creó una imagen visual bastante comprometedora, que dejó en claro a lo que intentaba referirse. Y claro dió justo en el clavo, pero Barry y Adds nunca lo admitirían.

—Dios, eres un asqueroso —se quejó Barry—. De todas formas a ti que te importa.

—Bueno...

—Sal de aquí—masculló Adds.

—Pero...

—¡Sal antes de que pulverice todas tus estúpidas y elásticas células! —exclamó la heroína con voz demandante.

   Ralph rápidamente arrancó a correr al ver la mínima presencia de fuego en las manos de Adds.

No mentía cuando decía que Adds realmente podía llegar a ser escalofriante, y no lo comprendía, nunca comprendería como aquella pequeña presencia escondía tanto en una hermosa fachada.

—Realmente está comenzando a colmar mi paciencia —Adds dejó caer su frente en el pecho de Barry con pesar—. Solo quiero que sepas, que si un día lo encuentran muerto, si fui yo, y que lo disfruté mucho.

Barry sonrió con diversión mientras acariciaba su mejilla y procedía a dejar un beso sobre su cabello.

—¿Crees que estoy bromeando? —inquirió—. Porque te aseguro que no es ninguna broma.

—Lo sé —aseguró aún con diversión—. Te conozco muy bien para saber que es cierto.

—Me alegro que seas consciente de lo que soy capaz de hacer —sonrió ella.

El celular de la rubia sonó en un corto timbre, y al observarle de forma rápida Adds pudo ver el mensaje que acababa de llegar.

Una sonrisa emocionada floreció en sus labios.

—Felicity dice que llegará pronto —comentó.

—¿Callia vendrá?

—No lo sé —se encogió de hombros—. Pero espero que si, tal vez traiga a Lily.

—Me siento un poco aterrado.

—¿Por qué? —cuestionó Adds con diversión.

—Algo me dice que todas ustedes podrían terminar en la cárcel —comentó con una mueca—. No conozco a Callia, pero me suena a que tú y ella juntas no son una buena mezcla.

—No te preocupes —Adds le restó importancia—. Iris, Felicity, Caitlin y Cecile nos mantendrán a raya.

—Hay más probabilidades de que ellas se terminen uniendo a tu plan de dominar el mundo, que probabilidades de que ellas las mantengan a raya.

—Eres un dramático Bartholomew —blanqueó su mirada aún divertida—. Supongo que esta noche serás un buen chico, ¿No? Porque si me entero de que cruzaste la línea voy a castrarte y no llegarás al altar —le hizo saber.

—Yo siempre soy un buen chico —Barry se defendió ignorando la no tan indirecta amenaza en aquellas palabras.

—Si —Adds entrecerró sus ojos observándole—. Espero que lo sigas siendo —golpeó su pecho en suaves palmadas.

Le regaló una última sonrisa, volteó su cuerpo por completo y comenzó a caminar fuera de la habitación.

—¿A dónde vas? —la voz de Barry le detuvo momentáneamente—. ¿No vamos...? —dejó la pregunta en el aire sabiendo que no hacía falta completarla para que Adds comprendiera a lo que se refería.

—Oh, ¿Eso? —Barry asintió ante su pregunta
—. Ralph ya arruinó el momento —ella se encogió de hombros.

—P-pero...

—¡Adeline Verania Singh! ¡Ya estoy aquí! —la voz de Felicity resonó por todos los laboratorios, captando la atención de Adds.

—Debo irme.

La rubia dejó un rápido beso en la mejilla de Barry y arrancó hasta donde sabía se encontraba Felicity.

   Sus pies caminaron lo más rápido que podían hasta el cortex, dónde una vez llegó no dudó en lanzarse sobre Felicity.

—¡Megan! —chilló Adds.

—¡Verania! —chilló por su parte la informática.

—Di que me extrañaste, yo sé que me extrañaste mi vida —Adds hizo un puchero observándole.

—¡Claro que te extrañe! ¿Quién en su sano juicio no extrañaría a Adeline Singh?

—Créeme, yo pagaría por estar lejos de ella unos días —murmuró Ethan, llamando la atención de ambas.

   Adds frunció su ceño y encendiendo su mano en fuego procedió a lanzar un orbe de la energía en dirección a su mejor amigo, el cuál solo tenía como propósito asustarlo, por lo que en el momento en que la esfera de energía entró en contacto con el cuerpo del arquero esta se deshizo.

—No podrías vivir sin mi estúpido —alegó la rubia.

—No te creas, porque te aseguro que...

—Ya comenzaron a discutir, ¿No es así? —cuestionó Barry con cansancio, deteniéndose a un lado de Felicity, quien observaba a ambos mejores amigos discutir.

—Así es —asintió—. Por cierto ¿Cómo estás? —cuestionó con una sonrisa dándole un corto abrazo.

—Mejor de lo que podría pedir —sonrió observando levemente a Adds, quien infantilmente le enseñaba la lengua a su mejor amigo—. ¿Qué hay de ti? ¿Cómo estás? ¿Cómo va todo por Star City?

—Estoy bien. Y ya sabes, lo normal, meter narcotraficantes tras las rejas —le restó importancia.

   Ambos soltaron una pequeña risa.

—¡Ah!

El grito de Adds llamó la atención de ambos. Desviando sus miradas pudieron ver como la rubia se encontraba inclinada de espaldas con sus manos desplegando fuego con el propósito de volver a estabilizar su postura.

—¡Le dije a Peter que no te diera esa estúpida cosa! —reclamó acercándose—. ¡Pude haber muerto!

—Claro, has sobrevivido a miles de amenazas e ibas a morir por una jodida mini flecha —el rubio blanqueó sus ojos, mientras escondía aquel disparador en su muñeca, volviéndolo a la forma de un reloj.

—El universo me odia, no dudo de la posibilidad de que quiera hacerme morir de la forma más estúpida posible —frunció su ceño.

—¿En que momento se volvieron tan...?

—¿Tan infantiles? —terminó de decir Barry por ella.

—Iba a decir llenos de ganas de asesinarse pero eso también sirve —Felicity asintió de acuerdo.

—No lo sé... ellos son Adds e Ethan —se encogió de hombros el velocista.

Interrumpiendo la pequeña discusión entre Adds e Ethan una alerta comenzó a sonar por el cortex, logrando que los presentes tomaran atención a la situación actual, en dónde al parecer una brecha estaba siendo abierta en la sala de esta.

Fue cosa de segundos para que todos se encontraran en la sala correspondiente esperando a que las personas que intentaban cruzar el portal interdimendional aterrizaran en en suelo de tierra uno. Fue solo cosa de minutos y una conocida castaña saltó cayendo suertudamente en pie.

—¡Callia!

—¡Adds!

La castaña de tierra 36 no dudó en lanzarse sobre su rubia mejor amiga envolviéndola con fuerza.

—Si viniste —sonrió Adds.

—No iba a perderme la salida a otra tierra y mucho menos una despedida de solteras —chilló con emoción apartándose—. Traje mucho efectivo, ya sabes en caso de que veamos casualmente a algunos bailarines exóticos...

La falsa tos de alguien en la habitación cortó las palabras de la castaña. Al voltear, con su mirada, Callia pudo ver como Barry Allen aparentaba naturaleza y cubría su boca mientras aún aclaraba su garganta.

—Hey, Barry —Callia sonrió—. Es un placer al fin conocerte —se acercó a él.

—Callia, igualmente —sonrió de vuelta—. Adds me ha hablado bastante de ti.

—Mmm, espero que solo cosas buenas...

—¿No debería ser yo quien diga eso? —inquirió el velocista.

—Tal vez te vayas a casar con ella, pero mi amigo, puedo hacer que te deje y llevármela a mi tierra —golpeó su hombro—. Por cierto —se volteó a ver a Adds nuevamente, quien sonreía divertida—, traje a Lily, espero no haya...

—¡Eso es genial! —aseguró Adds acercándose a la pelinegra—. Estoy muy feliz de que estés aquí, después de todo ya eres casi familia.

Lily e Ethan comenzaron a toser, aclarando sus apretadas gargantas debido a la leve tensión en el momento, todos les observaron extrañados sin comprender que era lo que ocurría, claramente exceptuando a los involucrados, Adds y Barry.

—Bueno... —murmuró Iris—. ¿Hora de irnos?

—Estoy de acuerdo con eso —Felicity alzó su mano—. Estoy totalmente preparada para una noche alocada.

—Oh... bueno... Cecile está embarazada así que creo que será una noche un tanto tranquila —comentó Iris, viendo a la fiscal a su lado.

—Esta embarazada, eso no significa que no pueda ver a...

Lily cubrió la boca de su mejor amiga, evitando que siguiera soltando comentarios respecto a bailarines exóticos vestidos de policías.

—Bueno, suena bien una noche tranquila de chicas —comentó Lily con una sonrisa.

—¿Dónde demonios está Caitlin? —cuestionó Adds frunciendo su ceño.

—Debe estar en su laboratorio —señaló Iris—. Creo que es hora de irnos así que de camino a la salida pasaremos por ella.

—¡Andando chicas! —aplaudió Felicity, incitándoles a moverse.

Adds suspiró y dió unos pasos cerca de Barry, quien le observaba con una pequeña sonrisa.

—Nada de travesuras, señor Allen —advirtió ella.

—Yo debería decirte eso, ahora que conozco a Callia puedo asegurar que tu y ella no son buena mezcla —negó con su cabeza.

—Somos un equipo asombroso —aseguró, sonriendo—. ¿Te veo más tarde? —inquirió.

—Te veo más tarde —afirmó él.

Ambos sonrieron de forma simultánea al mismo tiempo que Adds se colocaba de puntitas y envolvía sus brazos tras el cuello de Barry, mientras que él por su parte bajaba su rostro para juntar sus labios. En aquel momento en que sus labios entraron en contacto pudieron escuchar como todas la chicas en la habitación comenzaban a abuchear.

—¡Oye ya! Déjala ir —gritó Callia haciendo una especie de megáfono con sus manos alrededor de su boca—. ¡Buuu!

Adds se apartó levemente riendo, mientras que Barry blanqueaba su mirada con frustración.

—¡Déjenme besar a mi prometido tranquila! —reclamó Adds aparentando irritación.

—Lo besas todos los días cada cinco minutos, no morirás sin hacerlo tres horas —hizo saber Felicity acercándose y tirando de uno de sus brazos.

A duras y penas la meta-humana se estiró una vez más besando cortamente los labios de su prometido.

—¡Hora de irnos! —aclamó Iris, mientras hacía un pequeño baile de celebración.

—¡Te amo! —gritó Adds mientras todas sus amigas la arrastraban fuera de la habitación.

—¡Te amo más! ¡No destruyan el mundo!

—¡No prometemos nada, velocista! —gritó Callia a modo de respuesta.

Todos rieron viendo como el grupo salía de la habitación llevándose consigo el bullicio de sus voces.

—¿Crees que se metan en muchos problemas? —cuestionó Barry a un lado de Ethan.

El rubio se tomó unos segundos para calcular las probabilidades.

—Bueno... Adds es un desastre, Callia ama el desastre, Felicity apoya el desastre, Iris se une al desastre, Caitlin se lamenta por el desastre, Lily se ríe del desastre y Cecile intenta evitar el desastre —comentó finalmente—. Y eso nos da...

—Un desastre monumental —murmuró Barry.

—90% acertado —asintió.

—Así que... Lily —Barry movió sus cejas con sugerencia.

—Eres igual de molesto que Adds —Ethan blanqueó su mirada con irritación mientras caminaba fuera de la habitación.

—¡Oh vamos! —Barry rió—. Soy tu amigo, puedes confiar en mí.

—No porque luego corres a contárselo a Adds —le fulminó con la mirada.

—¿Cómo crees? —apoyó una de sus manos en su pecho, en un gesto donde se mostraba ofendido.

—¿Cimi criis?

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—¿DÓNDE ESTÁN LOS BAILARINES? — CALLIA INQUIRIÓ EN UN FRUSTRADO QUEJIDO.

—¿Qué tiene con los bailarines exóticos? —Adds le cuestionó con diversión a Lily.

—Honestamente, no lo sé —rió la pelinegra.

—¿Será que Peter le hizo una clase de striptease y le quedó gustando? —propuso incrédula.

Ambas se observaron seriamente durante unos segundos, pero terminaron por reír.

—Te odio, me hiciste imaginarlo —Lily se quejó tras unos segundos.

Adds se acercó un poco a ella, más concretamente a su oído.

—Solo imagina que es Ethan y todo estará mejor —susurró.

La mejillas de Lily se tornaron rojas inmediatamente, logrando así que Adds riera ligeramente.

—Yo... y-yo no se que hablas... —intentó negar.

—Tu secreto está a salvo conmigo, no te preocupes —le guiñó un ojo.

Su mirada se movió observando a cada persona en la mesa. Todas hablaban animadamente entre ellas, intentando ponerse al día o conocerse más a fondo, mientras dos camareras entorno a la mesa servían copas con una glamorosa y costosa champaña. Sin embargo la mirada de Adds se detuvo en la única persona que parecía sentirse incomoda o fuera de lugar allí. Caitlin.

—Hey, ¿Qué ocurre? —inquirió Adds, observando a su mejor amiga con media sonrisa.

Caitlin pareció volver a si misma, y rápidamente dió una mirada a la compañía esperando que nadie tomara atención a lo que hablaban.

—Nada... solo, hoy no es mi día —le dió una sonrisa decaída.

—Oh... —murmuró Adds—. Si quieres hablar podemos...

—No, no te preocupes, con una copa de esta champaña se me pasará —aseguró tomando su copa en una de sus manos.

—¿Estás segura? —cuestionó observándola, intentando leer entre las resguardadas líneas de su mejor amiga.

—Mhm —asintió juntando sus labios.

—Que glamoroso todo —comentó Cecile con una sonrisa.

—Si —acordó Felicity—. Y aprovechando... hagamos un brindis, por la futura Señora Allen.

Todas alzaron sus copas, logrando que Adds finalmente desviara su atención de Caitlin, formando una sonrisa ligera en sus labios.

—Oh, es Singh-Allen... o Allen... —se detuvo unos segundos, dudando de sus palabras—. Aún no lo decido —soltó un suspiro.

—Bueno, sea cual sea tu nuevo apellido... espero que aunque tu vida con Barry quizás vaya muy rápido sigan tomándose el tiempo para disfrutar los momentos especiales —deseó la hacker.

Adds sonrió tiernamente.

—Gracias por estar aquí chicas —agradeció—. Significa mucho para mí. En serio.

—Salud.

Las copas de todas chocaron, para proceder a dar el primer sorbo, sin embargo Adds se detuvo observando como Caitlin tomaba de golpe el contenido de su copa para luego proceder a beber la copa de Cecile quien por claras razones no podía beber.

Sus oídos se hicieron sordos ante lo que las demás presentes hablaban, aún observando con atención el comportamiento de Caitlin, quien parecía evadir su mirada, sin embargo al más mínimo choque de miradas respondía con un encogimiento de hombros a la pregunta que Adds le lanzaba con su mirada.

—Adds... —la voz de Felicity la trajo de vuelta a la conversación.

—Lo siento, ¿Qué decían?

—¿Como van las cosas con Adara y Barry? ¿Ya se han adaptado?

Una sonrisa involuntaria salió de sus labios en cuanto supo la dirección a la que iba aquella pregunta.

—Nos adaptamos perfectamente —aseguró—. Se siente... correcto. Es como, como si siempre hubiera sido así ¿Comprenden? Es como si...

—Como si estuviera destinada a ser tu familia —con una sonrisa Felicity terminó de decir por ella.

—Si, exactamente —asintió—. ¿Cómo van las cosas con Oliver y William?

—Bueno, es un cambio, uno muy grande y diferente... pero realmente no está mal —respondió con media sonrisa—. Me llevo increíble con William, lo adoro, es un chico increíble, así que, creo que es algo a lo que realmente puedo acostumbrarme.

—¿Acaso debemos prepararnos para ver un anillo en aquella mano? —inquirió Iris con una sonrisa.

—Oh, no. Ya lo intentamos una vez y...

—Amunet quiere verte —la voz de un desconocido cortó la conversación de golpe.

Las miradas de todas se dirigieron al culpable, y en cuanto Adds observó su rostro su ceño se frunció.

   Adds lo recordaba muy bien.

—¿Es parte del discurso de striper? —cuestionó Callia.

—Puedes parar con lo de los strippers —pidió Lily frunciendo su ceño.

—Yo te recuerdo —murmuró Adds—. Tu fuiste quien nos interrumpió en aquel bar —señaló.

—Debes venir conmigo —ordenó el hombre observando a Caitlin.

—No iré a ninguna parte contigo —respondió ella.

En una muy desagradable escena, el hombre dejó caer uno de sus ojos, el cual lamentablemente cayó en la copa de Felicity. El grupo de chicas se alejó disgustadas, mientras que Adds empujaba la mesa volteándola, y colocándose delante de Caitlin.

—Muy bien, rarito, será mejor que te alejes —ordenó demandante.

—No me iré sin ella.

—Pues yo tampoco —hizo saber—. Supongo que eso nos mete en un lío.

Adds hizo un ademán de encender sus manos, sin embargo fue detenida por Cecile quien tomó su antebrazo y negó.

—Identidad —susurró.

—Como sea —la rubia sacudió su cabeza—, tu lo pediste —murmuró—. Espero que no se me vea la ropa interior —dijo para si misma.

Tomando una de las bandejas que utilizaban las camareras en sus manos, no dudó en lanzarla directo al estómago del tipo, dejándolo unos segundos sin aire para luego lanzar una patada a su rostro.

—Aléjate de ella —ordenó.

—No sigo ordenes de cualquier persona.

—Si vienen de mí parte te conviene hacerlo, idiota.

Sus pies se movieron hasta él. Los golpes no tardaron en ir y venir, mientras que Adds intentaba esquivar la especie de serpiente que salía del ojo de aquel desconocido que seguía a su mejor amiga. En un momento en el cual se tomó un segundo para observar a Caitlin, sintió como aquel tipo tomaba su brazo y lanzaba de ella contra una de las mesas. Un inaudible quejido salió de sus labios, mientras intentaba recomponerse.

Y ella que creía que lo más alocado que haría esa noche sería dejarse convencer por Callia y llamar a un par de bailarines exóticos.

Que lamentable... pensó.

El sonido de un cristal rompiéndose terminó por darle los ánimos para ponerse en pie, logrando ver como Caitlin le daba la espalda con sus manos estiradas hacía adelante. Lo único que no cuadraba en aquella imagen, era que la persona frente a ella no era Caitlin, si no más bien se trataba de Killer Frost.

—No tengo ni idea que acaba de ocurrir —caminó hasta llegar a un lado de Frost—. Pero necesito esto —tomó la botella de champaña y dió un largo trago para así volver a hablar—. Nos vamos. Y tu me darás las respuestas que necesito —apuntó a la peliblanca quien blanqueó mirada.

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HOLA HOLA
como están?
espero que bien

les comento que ya tengo varios
capítulos adelantados y que estoy
súper emocionada por mantener actualizaciones constantes.
Lamentablemente el tiempo no
me acompaña, estoy terminando
la parte teórica del curso al que
me inscribí, y todo octubre me
mantendré en prácticas, así que
supongo que por noviembre retomaré actualizaciones constantes

no sé porque les comento esto, de
seguros a ustedes ni les va ni viene jaja
pero nada, tengan bonito septiembre!!

no se olviden de votar
y comentar, por favor🥺

🫶🏻💐

publicado: 03/09/2022
editado:

©️ 2022 | PRFCTGUSTIN
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