Illinois–Michigan

Un día maravilloso comienza en el estado de Michigan, Illinois, su bullicio da el comienzo de un día bastante agitado.

Una hermosa mujer comienza a alistar a sus hijos y sobrina para su primer día escolar. Todos estaban muy sonrientes, los gemelos Okelly, corrían de un lado a otro, ya que siempre se quedaban dormidos hasta tarde, era algo que ambos heredaron de su madre.

Ella ríe divertida junto con su sobrina

 — Vamos niños, se nos hace muy tarde para llegar a la escuela.

—¡Si! — dijeron los tres al mismo tiempo, bajaron a la planta inferior  de aquella enorme mansión; los tres niños bajan en medio de bromas y burlas, uno de ellos se la pasa grabando todos los momentos que pasa con sus primos Okelly .

—¡Arianna, eres tan hermosa! — su prima exclamó con estrellas en sus ojos, siempre estaba maravillada con la tierna niña.

Arianna ríe nerviosa, se rasca la cabeza un poco nerviosa —Qué cosas dices Chiara, somos unas niñas —su prima ríe con cariño, cierra su cámara y abraza ha Arianna con mucha emoción, tanta que le saca todo el aire, ahora Fernando su gemelo se burla de ellas

—¡Cállate, Fercho! —exclama riendo las dos y se le tiran encima, la madre de los niños se acerca a ellos negando divertida.

—Ya chicos, vamos al auto —Lisa Mira a su sobrina —Chiara, ¿estas feliz? Tu mami llegará en un par de horas.

—Claro tía, y más feliz con las hermosas telas que le pedí que trajera para hacerle unos hermosos vestidos para mi querida Ari. — Chiara cae al suelo fingiendo desmayo, ya que se imagina miles de vestidos puestos en su querida prima.

Lisa niega divertida, todos los niños suben al auto, las maletas en su lugar, la madre de los niños en su puesto, enciende el auto, y sale de la mansión Williams.

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Alexandra y Lisa, viven juntas en la mansión Williams desde que su padre  se enfermo, desde entonces, ambas cuidan de él. Cuando Alexandra  viaja por asuntos de la empresa, Lisa se encarga de los asuntos en la mansión, en el cuidado de su padre y algunos asuntos de las empresas en Michigan.

Nada era imposible para la madre de los gemelos; desde que quedó sola siempre ha luchado para que a sus dos hijos jamás les falte nada, ni siquiera el amor y  su cariño.

Su querido esposo había fallecido, aunque para ella siempre fue extraña su muerte, puesto que jamás se lo entregaron, sólo le pasaron las cenizas algo muy raro para ella, la madre de su esposo ya había hecho los asuntos  fúnebres recurrente del hombre, dando excusa al dolor de su nuera e hijos y así fuese más rápido su sepultura.

Se le hizo extraño, no hubo lágrimas  de parte de su suegra, para la señora madre de su esposo fue bastante normal, aunque no se le hizo extraño, ya que no tenía una buena convivencia con su hijo, se le hacía una escena muy triste para Lisa, ya que sus padres dan su vida por sus dos hijas, Alexandre y Lisa, son  la luz de los ojos, bueno, su madre ya estaba en el cielo abrazando a su esposo, por ese lado ella estaba feliz

Sentía paz de cierto modo.

Suspiró, Lisa sonríe por todo lo que ha pasado hasta ahora, tiempo  atrás su hermana mayor le dio mucha fuerza y apoyo, estuvo con los niños mientras ella realizaba sus terapias con su psicólogo, pues la muerte de su esposo fue un amargo momento que ella jamás volverá a vivir. Ya que no conoce, aun hombre que se parezca  un poco a su amado esposo.

Y tampoco le hace falta. Al año, los papeles se intercambiaron, Lisa fue el apoyo de su hermana mayor Alexandra, ya que esta, se dio cuenta de una fuerte infidelidad de su ex esposo, él ya tenía  otra familia aparte de la que había construido con su hermana y su pequeña hija Chiara.

Si sobrina siempre fue madura y lo entendió, pero jamás dejó sola a su madre, no le gustaba ir a visitar a su padre, ni por rabia ni por su otra familia, simplemente no quería ver más triste a su madre.

Además, Chiara jamás dejará solos a los hermanitos Okelly, para ella ese par de gemelos siempre serán  sus hermanitos.

Y así, los tres fueron creciendo juntos en medio de risas, bromas y emociones, el amor siempre fue abundante en esa familia y eso era un punto a favor para todos los que vivían en la mansión Williams.

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Continuará
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