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Yeon baja de su habitación a la cocina, al pasar por la sala se encuentra a una persona muy peculiar y bastante de mal humor.

—Me quedé esperando en el cuarto de siempre para tu bienvenida a casa, Wolf.

Yeon se detiene y la mira —Nadie te lo pidió, ya te puedes ir.

—Oye, ¿por que me tratas así? — Yeon la igonra y continúa caminando, Yunna se va detrás de él —No sabes como te extrañe, estaba preocupada por ti.

—No lo necesito, se cuidarme muy bien, Yunna, ¿necesitas algo más? ¡Estoy ocupado!

—Ya ha pasado un año, que ¡esperar para sacarla de aquí! — él frunce su ceño y la toma con fuerza de la boca con sus manos

—Óye me con mucha atención  Yunna, tu ni nadie me debe dar ordenes,  aquí quien manda soy yo, no tu… —Yeon la regaña sacándola de la cocina — No te quiero volver a ver que me digas este tipo de cosas o que me hagas shows ¿Entendido?

En la parte de arriba, Arianna aprovecho la puerta abierta y salió tanteando las paredes, hasta tocar el barandal, al sentir que un barandal está de desnivel, eso quería decir que estaba cerca de las escaleras. Así que Arianna decide bajar.

—Entiendes mi orden Yunna, o quiere que te mate en estos instantes, vete, ¡no te quiero volver a ver! – grito a todo pulmón el castaño, Arianna ahogo un grito y baja suavemente hasta tocar el escalón. Yunna se la quedó mirando, le intriga  la chica, estaba temblando, no la estaban regañando a ella, por que se asustaba, si el comportar del castaño siempre ha sido así. Yeon al ver a Arianna, corre hacia ella y la calma —Tranquila, no es nada, ya no pasa nada, no te pongas… Aaagg —el cataño se desordena los cabellos.

Yunna desde abajo mira aquel comportamiento, abre sus ojos y se sorprende por cómo la trata, no la estaba gritando, sino que al contrario, le daba…

Cariño — pensó, negó varias veces. Yeon tomó a Arianna de los brazos y terminó de bajar con ella, Arianna esconde su cara en el cuello del castaño, se dejó guiar por el aroma que suelta su cuerpo.

—Oye, lobo, por que…

—Todavía sigues aquí, ¡vete! —y le cerro la puerta de la cocina en sus narices, dentro de la cocina, Arianna seguía sumergida en su silencio, sus lágrimas salían sin su permiso, estaba aterrada, en sus pensamiento ella decía, ¿él es así?, ese es su aura, es un asesino y no podía salir de allí.

Debía hacer todo lo he él le pedía, pero… Desde que esta en aquella casa, jamás se propaso con ella, sólo.. Una vez la tomó con fuerza de sus brazos, y eso por que descubrió su “discapacidad”, cosa que no era nada nuevo en ellos.

—¿Quién es ella? ¿Por qué la tratas así? —Yeon suspira fuertemente, toma una silla y se sienta al frente de ella, tomó sus manos

—Nadie sin importancia, sólo se estaba tomando atribuciones donde no las hay, ¿tienes hambre?.

—¿La vas a matar? — sus dientes rechinan.

—¡Ganas tengo!. — le dice, un escalofrío bastante incomodo paso por la espalda de Arianna — Pero no lo haré. La necesito

—No preguntaré más, no me gusta, ademas… —Arianna pone sus manos en la mesa y oculta su cara —Es mejor no ver, ni escuchar.

—Así vives más —ella afirmó con su cabeza. Yeon continuó cocinando, despertando el hambre en Arianna, su estómago gruñe. Ya era hora de comer. Aunque tenia sueño.

—¿Quieres hacer algo? Ahora yo te traeré…

—¡Ya te dije, que no deseo nada que venga de ti! —exclamó Arianna.

—No hablo de ello, ya esta domado, lo traerán ahora, hasta sabe de tu olor, vamos a ver como nos van con este nuevo guardaespaldas.

—¿De que hablas?.

—Ya lo sabrás. – jamás había gastado dinero para complacer a alguien, menos a su mejor amigo, cosa que le daba celos a Won.

—¿Por qué estas siento bueno conmigo? —Arianna se cruzó de brazos.

—Por qué eres tú —toma los platos y sirve la comida, ambos comen en silencio, Arianna seguía pensando por qué su captor había cambiado tanto con ella.

Hasta deja que ella le hable mal, pero aquella chica, quien era esa chica, aunque… Olía bien.

........

Al terminar el desayuno, ambos castaños comienzan a caminar, Yeon decide sacarla al jardín, es como si ella fuera una mascota para él

Arianna no decía nada, solo camino a su lado siendo guiada por la mano de su captor. Yeon en ese instante se sentía bien, como si no quisiera soltar la mano de esa mujer, como si sintiera que ella depende de él.

Aunque por ahora, era así, él se niega a sentir más allá de algo prohibido, no quería problemas, además de que su vida no era muy propia para ella.

—Arianna

—Ujum —ambos continúan caminando.

—Quisiera que te dejaras ver de un buen médico, por los costos no…

—¡No quiero! ¡Dejame en paz! —lo interrumpe —, déjame así, mejor déjame ir.

Él ha estado pensando eso desde que se dio cuenta de su condición, no quería hacerle daño, aunque él siempre piensa diferente, pero ella de alguna forma, lo hacía reaccionar de este modo.

—El día es precioso —Arianna se muerde el labio, la estaba haciendo recapacitar de su decisión —Los árboles están llenos de fruta, los animales están contentos, y al fondo están los animales favoritos de Won, los cocodrilos —Arianna se espanta, ¿Como tiene de mascota a aquellos animales? No es que le parezcan feos, pero esos animales tienen un instinto que para ella es de temer.

Pará ella y para muchos, pero les tocaba alimentarlos.

—Él pensó que era macho — Yeon continuó explicando —Pero terminó siendo hembra, y trajo al mundo varias babillas y ya vez ahora hay 5 cocodrilos y quien sabe cuántos más irán llegando —Yeon reía divertido, para él era graciosa la gente que moría en aquel lugar, pero no se lo iba a decir a Arianna —¿Que tipo de animal te gusta?

—Los caballos. —responde de una  —Desde muy pequeña los he montado, pero…

—Desde que perdiste la vista, ya no — el silencio reina —Me puedes contar, si quieres.

Arianna empuña sus manos — Fue un loco, un imbécil quien me dejó así, salimos de compras y… Un camión lleno de droga nos chocó, creo qué no tenía frenos.

En esas Yeon recuerda a sus empleados quejambrosos que le cuestionaban el por qué la droga se había perdido, y que para él eran unos inservibles, pues aquel camión acabó con la felicidad de esa niña, él miró al  cielo.

—Lo siento —Arianna se detuvo — ¡Siento lo que te paso!.

Ella negó - No es tu culpa, no pasa nada.

—Arianna, déjate valorar de un médico, este es excelente y te …

—¿Por qué me insistes tanto? ¡Dije que no!.

—Por qué eres tan terca, solo te revisan y si ellos dicen que no, no te jodere más, hasta te dejare ir

—El terco aquí es otro, ni se por qué deseas que yo sea operada.

—Me llamo Seo-Yeon — Él quería que ella confiara un poco más en su persona. —Soy el jefe de esta organización, pero no quiero que sepas más.

—Ya se lo suficiente de ti —ella susurro, pero él la escucho —Y tampoco quiero saber — le responde con firmeza.

—¿Aceptas?. —la toma de las manos

—Déjame pensarlo —ella le sonríe —Gracias —Yeon la abraza, cosa que paralizó a Arianna, se quedaron por un buen rato asi , hasta que él la vuelve a tomar de las manos y la hace caminar hasta su establo de caballos, al ella escuchar el rastreo de patas y los rechinaos, Arianna se emociona.

Hace mucho tiempo que no escuchaba a estas bestias.

—¿Que haces?. —Yeon la tomó de la cintura y la sube a su caballo, Astro, es un caballo negro bastante grande, su pelaje brilla, estaba muy bien cuidado, después Yeon  sube a este y le brinda un largo paseo a Arianna.

—Espero que te guste, aunque algunas veces quisiera que te quedaras así.

—¿Tu oscuro pasado te asusta?. —su conversación estaba muy tranquila, le gustaba este nuevo trato

—Más que eso, no quiero que conozcas mi oscuro corazón.

—Todos llegamos a tener oscuridad en cualquier parte del cuerpo.

—De eso no cabe duda – respondió Yeon con una sonrisa, ya que Arianna estaba siendo sincera con él, así ella viera a la nada.

Aunque el castaño pensaba que sería lindo ver esos ojos verdes brillar una vez más. Quería vida en aquellos ojos verdes, si tan solo ella....

…..............
continuará

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