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Han pasado tres años, Arianna, Fernando y Chiara completan sus 18 años de vida. No fueron tan fáciles de superar, pero han luchado por no decaer en el intento.

Al otro lado de Asia, en Rusia para ser exactos, se  encontraba un equipo grande de mafiosos, estaban en uno de los muelles más escondidos de la localidad, muelle de las Esfinges, tratando de enviar un cargamento. Su jefe es un déspota sin corazón, y si no se hacía según cómo eran sus coordenadas y órdenes, no sólo la cabeza de aquella persona tomaba, sino, la de toda su  familia, no le importaba si sufrían o no, su corazón se había llenado de tal odio que no razonaba con nadie.

Solo su mejor amigo lo hacía entrar en razón, y eso.

Un hombre esbelto de traje negro con las gafas más oscuras qué la misma noche, ocultando su verdadero rostro y su llamativo cabello castaño oscuro que a la luz de la luna se veía negro, aquel hombre es uno de los más poderosos Yakusa de Asia, nadie conoce su verdadero rostro, sólo las personas que trabajan para él, y su gente de más entera confianza, puede andar por las calles del mundo y nadie sabría que es una de las persons más buscadas, la policía no ha sabido llegar con ellos, ni la agencia federal  y mucho menos la DEA de los  Estados Unidos de América, ni con apoyo de otros países lo han logrado capturar, nadie puede llegar hasta donde está él y su amigo, y el que lo ve, no vive para contarlo.

Es un asesino en serie, un maleante sin corazón, toma las jóvenes y los vende al mejor postor, exporta e importa la droga, y maneja muchas localidades en Japón, Australia, Madagascar,  China, entre otros, nadie vuelve a saber de sus víctimas, sabe moverse sin dejar una pizca de rastro de su parada, hasta ese día…

Aquellas personas que él les había dado un par de instrucciones, y que ellos debían seguir tal cual la letra, no lo habían hecho, y terminó saliendo mal, la mitad de su mercancía había sido hurtada, y la otra quedó en manos de la justicia, pues aquel accidente había perdido demasiados millones, era algo que tarde que temprano debía pagar esos hombres, seguian fugados, y él los buscaba con sed de venganza.

—Oye, con esa cara imagino que debes estar torturando a alguien en tu mente — se burla  su mejor amigo, él otro bufa.

—¡Callate, Panther! — su amigo niega entre risas, nadie conocía sus verdaderos nombres, pero dentro de sus mansiones, algunos sabían como se llaman ambos, aquellas personas no podían salir para nada de esas casas.

—Oye wolf, ya está todo listo, ¿nos vamos? —su amigo asiente, ambos suben a los barcos, llegando a su nuevo destino, de Rusia, debían llevar todo aquel cargamento a Estados Unidos, ellos querían una nueva vida en aquel país, solo esperan que Michigan sea lo que siempre les han pintado.

Naturaleza por doquier, eso los camuflaba un poco la vida de ambos.

......

Después de haber llegado a los Estados Unidos, los dos mafiosos  más buscados pero sin saber quienes son para el mundo, solo saben que se mueven muy bien, y que exportan toda su mercancía, siendo la más vendida en los países más bajos de algunos continentes. Ambos capos de la mafia comienzan a organizar la enorme mansión que habían mandado a construir tal cual como se los había pedido a sus arquitectos, tenía que tener más de diez bases de fuga en caso de que los encontrarán, ambos no tenían vidas estables, y mucho menos familia, bueno, ambos si la tenian, pero la daban por muerta, para que nadie supiera sus verdaderas vidas.

Evitan las debilidades y los estorbos, esos eran sus pensamientos. 

Ambos andaban solos en el mundo, en un juego de adrenalina que se inventaron  y que les quedó gustando de aquella vida.

La vida que ambos tienen es de lujos, aunque siempre la han tenido, jamás les ha faltado nada, sus apellidos tiene voz  de peso pero... No es lo que ellos buscan, ellos buscan diversión, adrenalina, peleas a mano limpia. Todos los que lo rodean y los empiezan a conocer saben que ellos tienen una mano muy pesada, ya que destruyen en un par de segundos el rostro de las personas que no les llama la atención, sobre todo de los hombres que creen ser mejores que ellos  y más si son engreídos.

A las mujeres que ellos ven que son de su agrado y bellas, las ponen a guardar la coca semidesnudas. A las otras que las ve como inútiles las vende al buen postor, y más si son jovencitas, aunque a ellos no les gusta quedar con ninguna, sienten que son un encargo, y no es bueno para sus negocios

Además sus ambiciones van más allá de tener una simple relación o tener una familia, no sería una vida pacífica si algo así pasará en sus vidas, todos estarían inmiscuidos y perjudicados, y a ellos no les gusta los cargos de conciencia por minimineces 

Sus pensamientos siempre fueron así y jamás cambiaron, ya tenían muchos años en este negocio y no piensan cambiarlo; desde sus 15 años comenzaron con esta vida, dejaron sus estudios ya que vivían de pelea en pelea, y siempre los terminan expulsando de los colegios, poco les importa a eso a ellos. 

Y menos ahora a sus 28 años. Muchos años han pasado desde entonces, y es algo que jamás cambiará, ya que ellos se sienten muy identificados con aquella vida que llevan. Ya no deseaban paz en sus vidas. 

—¡Tengo muchas ganas de conocer Michigan!. —habla el castaño mirando su móvil. 

—Podríamos comenzar con Illinois, no caería mal conocer aquel sector, debe haber buena ¡Mercancía! —sonríe con malicia el peli negro, deja a un lado sus libros de contabilidad, ya que él siempre lleva la contaduría tanto del dinero como de la mercancía en el negocio, su mejor amigo y hermano revisa nuevamente aquellos libros, así entre los dos se aseguran de que todo esté correcto, que si uno pasa algo por mínimo que sea, el otro lo repara y lo solucionan. 

Por eso su negocio es un éxito, ya que ambos son el mejor equipo de su propia organización. 

—Si, ¡no está mala la idea! —ambos sonríen con mucha malicia, estaban un poco quietos, y ahora se moverán nuevamente —¡Está vez podemos hacer una subasta de mujeres! —propone el castaño. 

—Me gusta tu idea, Seo-Yeon, la podremos hacer como fiesta de antifaces, traje elegante. —responde muy entusiasmado su mejor amigo. 

—¡Exacto,  Hae-Won!, así nadie se conocerá con nadie, tocará pedirle a  Yunna que venga a preparar a las chicas —su amigo ríe a carcajadas —¡Qué no es mi novia!, ni siquiera me gusta, está buena, pero no pasa nada con ella, algunas veces ni se me para con ella, estoy cansado de tener sexo con Yunna

—No he dicho nada, ¿por que tanta explicación?, es tu pene y es su cuca, no tiene nada que ver conmigo, no soy tu papá aunque lo desees — vuelve a reír con más fuerza —Aunque.. Yunna y Kajo-ni son buenas organizando lo que siempre le pedimos, la fiesta estará a cargo de Kajo-ni —ambos chocan sus manos, el juego de sus vidas daba un nuevo inicio. 

Beben una copa de vino y prenden sus tabacos, terminan de agendar todo lo que necesitan enviar a los países asiáticos en su despacho; en  esta única habitación de la mansión, está totalmente escondida de la misma casa, ya que uno de los escapes parten de allí, y los demás están distribuidos por el jardín terminando en lugares muy lejanos a este. 

—Yeon, ¡estás cómo guapo! — su amigo acaricia su cabello, el joven castaño lo mira mal y golpea su mano. 

—¡Ya te estas volviendo marica!, espero que te ayuden con ese problema, ¡y rápido! —bufa con fastidio —Homosexual. 

—Y así me amas, sabes que te daría celos si te cambio. —se cruza de brazos. 

—¿Te afectó estar a mi lado por mucho tiempo?, eso debe cambiar para ti. 

—¡Sabes que eso jamás cambiará! Pero mi amor por ti es incondicional. 

—Y no me equivoco. 

—¡Ya estamos en casa! —grita una mujer desde la planta baja, ambos hombres ponen sus ojos en blanco, saben que aquellas mujeres jamás dejaron de ser tan bullosas. 

Ambos hombres terminan de organizarse, cada uno en su habitación y salen de estas, bajan encontrándose con las mujeres más sensuales que se han cruzado por sus camino, aquellas palabras que una vez dijeron se dispersan en el aire,  aquellas mujeres habían provocado mucho calor con aquellos atuendos que se habían puesto ambas, hicieron qué los amigos se les secara la boca. 

—¡Buenas noches, Wolf, panther! — la voz sensual de Kajo-ni y una pequeña reverencia que le hacen las dos a ellos, hacen que ambos sonrían de medio lado. El juego comienza y ellas venían con todos los juguetes puestos, tanto hombres como mujeres tenían que traerse para ser vendidos. 

Los cuatro salen de la mansión, Yeon hace unas llamadas antes de salir de la casa, no le gusta llevar teléfono y mucho menos su amigo, no permiten fotos de ninguna persona, y tampoco le regalan sus números, ellos lo piden y llaman de otros teléfonos, jamás de su personal, eso va encontrá de sus vidas y reglas. 

A las afueras de Illinois, un camión espera por su jefe, este estará camuflado hasta que les den orden de moverse, y este será donde transportará a las personas totalmente dopadas. 

Lo que nadie se esperaba de aquella noche es… No poder llegar a sus casas nuevamente. 

.................
Continuará

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