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De nuevo se había creado ese ambiente que a Jimin le molestaba entre los dos alfas, pensó: Si las miradas mataran, ¿Qué sería de ellos?

—Te dije que Jimin es mío —gruñó Taehyung malhumorado. Hoseok se acerco a él sin miedo, imponente y junto sus frentes retándolo.

—Jimin no es tu propiedad —dijo, golpeando ligeramente sus frentes y después se separo. Hoseok tomó al omega del brazo y lo hizo caminar para apartarse del pequeño grupo de alfa. No quería tener nada que ver con aquel alfa molesto.

—Detente ahora Jung —ordenó usando su voz de mando.

Y Hoseok no entendió su propia reacción. Era un alfa y él no podía ceder a la voz de mando de cualquier otro alfa al menos que este fuera su líder. ¿Por qué su cuerpo había reaccionado a la voz de mando de Taehyung?, ¿Por qué aunque lo intentara, su cuerpo no se movía?

Aún sin creerlo se dio la vuelta y encaró al alfa castaño, mientras apretaba los puños, enojado consigo mismo, por reaccionar ante ese alfa idiota, arrogante y celoso.

—¿Qué es lo que quieres?, y no me salgas con esas niñerías de que Jimin es tuyo; madura, por lo veo ya no eres un niño así que deberías entender que nunca estarás con el omega como quieres.

Los alfas que acompañaban a Taehyung se limitaron a mantenerse callados y alerta, por si las dudas, sólo observaban desde atrás temerosos de que Taehyung hiciera una locura. Conocían perfectamente lo imprudente que era su amigo; no por nada lo llamaban el número uno en meterse en problemas. Kim siempre fue el travieso y peleonero del grupo.

—No son niñerías. Yo amo a Jimin más que a nada en este mundo, no es algo que tú puedas comprender.

—El que no comprende nada aquí, eres tú. Te comportas como un pequeño niño inmaduro. Y no estoy de humor para lidiar contigo, hay cosas más importantes por las que preocuparse como la seguridad de nuestras manadas, deberías ser un mejor futuro alfa líder y dejar de estar jodiendo a los que vienen a ayudar. ¿Jimin, vienes conmigo o te quedas con ellos? —sentenció molesto.

Park asintió dando a entender que se iría con él, pero de nuevo Taehyung detuvo al omega tomándolo por el brazo.

—Tenemos que hablar Jiminie espera.

—Hablamos en la casa Taehyung, por favor deja de meterte en problemas —pidió el omega. Taehyung y Jimin tenían la misma edad, pero la madurez que demostraba cada uno, era muy diferente.

El camino de regreso a casa había sido incómodo, ninguno de los dos dijo nada, ni Jung, ni Park; ambos decidieron separarse y arreglarse para la fiesta de la noche.

Hoseok no tenía humor para una fiestas. Su mente estaba totalmente ocupada pensando en porque había reaccionado a la voz de mando de Taehyung, nunca había pasado por algo similar, la única voz de mando a la que reaccionaba era a la de su madre. Su orgullo estaba de alguna u otra forma aplastado. Debía haber una razón razonable, cuando Taehyung dijo su nombre, pareció perder el dominio de su cuerpo en instantes.

Alejó el dilema mental de su cabeza para meterse a bañar y posteriormente se arreglo lo mejor posible; no intentaba impresionar a nadie pero sabia que todos los ojos se posarían en él como la novedad. Cuando llego la hora, bajo a la sala donde lo esperaban todos los miembros de la manada. Hoseok como adivinó, sintió que atrajo todas las miradas, después de que Wonho siendo el alfa líder, lo presentara como el prometido de Jimin y la razón de una de las alianzas entre manadas más importantes de su historia. 

No había sido un discurso largo. Y después de tantas formalidades, como presentaciones, inclinaciones de cabeza y platicas triviales de las que Hoseok no quería ser parte; el pelirrojo subió a su habitación cansado. Rodó los ojos cuando encontró a los otros alfas que acompañaban a Taehyung en la mañana.

—¿Acaso van a golpearme? —pregunto de forma sarcástica.

—Tal vez —dijo uno de ellos, pero luego sonrió con humor—,  esa no es la razón por la que estamos aquí. Lo problemas amorosos de Kim no son nuestro problema.

—Si es así, entonces no veo otra razón por la que ustedes entren a mi habitación una invitación.

—Sólo queremos pasar el rato, pero primero las presentaciones: soy Jaebum, en cuanto a los otros; el alfa es Jackson y el omega, Mark.

Jaebum parecía ser un alma libre, caminaba de un lado a otro sin vacilación y de la nada se recostó en la cama de Hoseok, con su cabeza apoyada en sus brazos, Jackson y Mark le siguieron. Hoseok volvió a rodar los ojos, lo que menos quería era que su cama oliera a otras alfas y al omega.

—Vamos al grano —dijo Jaebum finalmente—, quiero hacer un trato contigo.

Hoseok frunció el entrecejo. 

—Habla.

Para cuando los intrusos se fueron, Jung roció de su perfume en la cama, hastiado del olor de los alfas e incluso del omega. Se acostó a dormir, pero la propuesta de Jaebum se mantuvo en su cabeza, negándose a esfumarse por mucho tiempo; idea que el había rechazado desde el primer instante, pero muy en el fondo sabia que era una propuesta muy buena; aunque significara dejar todo atrás, hasta su manada. A la mañana siguiente como Jimin le había dicho, habían ido a visitar a SeokJin y sus cachorros, decidieron pasear con ellos con la promesa de que se los regresarían a Jin antes del anochecer.

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