Él entre tanta tensión que le producía ella. no pudo más y decidió acercarse diciendo.

__ Hola,  Dios te bendiga.

__ Amén, con una tierna amabilidad .

Él sin más nada que mencionar, para justificar la razón de su acercamiento dice. __ A mi amigo le gustaría agregar tu número a su lista de contactos. Señalando con su dedo hacia su lado izquierdo.

Ella dirige su mirada hacia el sitio señalado pero no ve a nadie y preguntando responde.
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_ ¿ Cuál amigó? Ahí no hay nadie.

 Él, con una seguridad característica. Añade.
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_ Mi amigo yo es el que quiere tu número.

Ella no puede evitar sonreírle a el tonto que le hablaba. Para luego decirle.

__ Dile a tu amigo que venga él mismo.

Él, dando la vuelta se aleja aproximadamente 3 pasos para luego regresar ante ella diciéndole. __ Hola, mucho gusto yo, soy yo; el chico que pide su número.

Ella piensa ¡ Que tonto es!.  Sus mejillas se ruborizan. Toma un papel que saca de su biblia  anota su número y se lo da.

Pasó algún tiempo, muchas conversaciones por mensaje, muchos encuentros, momentos agradables donde compartían de las bendiciones de Dios. Para que luego  él con un anillo entre sus manos se acercará y le dijera.

__Mi amigo yo se quiere casar contigo, y te manda a preguntar si tú quisieras; casarte con él?

A ella se le humedecen los ojos escuchando esas palabras.

__ Dile a tu amigo que me encantaría casarme con él.

El  joven se levanta la rodea tiernamente con sus brazos diciéndole al oído.

__ Por siempre seremos  Dios tú y  yo.